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Capítulo 41

Jimin.

Hace días que no podía sentir la fría brisa de una tarde de invierno. Desde que comenzaron los incidentes con aquél lobo que no podía disfrutar de una tarde tan tranquila como está. Después de haberle casi pedido de rodillas a Yoongi que me dejará salir de la casa, finalmente había accedido, por un lado lo entendí, él se preocupaba tanto por mí, entendí que él se comporte así, yo sería igual si la situación fuera al revés.

Todos me miraban acusatoriamente.
Viéndome como si fuera el peor de los castigos caminando en los parajes de su amado y querido pueblo, no eran para nada disimulados cuándo se susurraban cosas al oído, siguiéndome con los ojos, me sentía verdaderamente incómodo. La gente trataba evitarme a toda costa, se alejaban del camino cuando notaban que iba cerca de ellos, alejaban a sus niños y los sacaban rápidamente de allí.

Me sentía avergonzado, y si ni siquiera sabía porque me sentía así, yo nunca les había hecho algo, nunca siquiera llegue a pensar en hacerles algún daño por todo lo que le causaron a mis hermano. No negare que por un momento pensé que devolverles el daño, pero esa no era la forma, no podía rebajarme a ser un hijo de puta igual que ellos, gente ignorante que sólo actúa en base a todo lo que piensan los demás y no por voluntad propia como debería ser.

Me puse el gorro de mi polerón y seguí caminando como si nada hubiera pasado, no debería sentirme mal por cosas que no he hecho, no dejaría que todas estas miradas me desanimaran. Necesitaba dejar atrás todas esas miradas y comentarios tan juiciosos que hacía la gente, quería sentirme en paz. Y había un único lugar que me llenaba de paz y tranquilidad en todo el pueblo, a parte de los brazos de mí Hyung.

Corrí, y volví sentir esa sensación de libertad, llevándome a tiempos en donde todo era posible, cuándo no existía el temor ni las preocupaciones del que dirán, o que pensarán de mí. Ahora, por mucho que intente pasar de largo a esas críticas de los demás, no podía evitar sentirme desanimado.

Este fue el lugar privado al que Yoongi me había traído cuándo aún éramos unos mejores amigos, cuándo aún nos manteníamos detrás de esa cortina, impidiendo que nuestros verdaderos sentimientos salieran a la luz. Sonreí maravillado con aquellos recuerdos.

—¿Jimin?

Me sobresalte al escuchar mí nombre.
Estaba casi seguro de que nadie me había estado siguiendo, pero me equivoqué, no preste suficiente atención.

—¿Yo-Yoongi? Hay, en verdad lo siento mí amor..—dije apenado.

—Sabes que no me gusta que te internes tan dentro del bosque, y menos sólo, esa cosa puede estar por aquí y ni siquiera te hubieras dado cuenta a tiempo mí cachorro..—dijo y se acercó a paso lento a mí. Llevó una de sus manos hacia mi mejilla, y la acarició.

—Lo siento mí amor, es que de verdad quería caminar un poco, sentir este aire natural del bosque.. poder despejarme un poco después de todo lo que pasado..

—Lo se, y te entiendo mí cielo, se que estas agobiado, estar tantos días en la casa sin poder salir debe molestarte, pero lo hago por tu bien, yo sin ti, si te pasará algo no sería nadie, Min Yoongi dejaría de existir para los demás, por que me hubiera ido contigo..—le mire enternecido.

—Se que te preocupas por mí, y amo que lo hagas..me hace sentir que en verdad después de todo si le importó a alguien, será la última vez que salga sin avisarte, no quiero que te enfades ni nada..

—Siempre me has importado, y él que tu madre se haya portado de esa manera contigo no quiere decir que nunca le importaste, estoy seguro que ella, después de todo te ama con todo su corazón, eres su hijo y ella, sea tarde o temprano te pedirá disculpas por el daño que te causó.. sólo tiempo al tiempo..—dijo mí amado dando caricias en mi rostro—Todos nos preocupamos por ti mí cachorro, Seokjin se preocupa, Taetae, Hoseok y hasta Bursin mí vida..

—Lo sé. Nunca llegue a pensar que con el tiempo conocería a gente tan linda y de buen corazón.. ellos, son casi una familia para mí, me recibieron con los brazos abiertos cuando volví destrozado y eso siempre se los agradeceré..

—Muy bien mí amor. ¿Quieres a dar una vuelta? Veo que te dirigías hacia el Prado que te mostré hace varios meses atrás, cuando aún éramos mejores amigos..—carcajeo—Que tiempos esos..

—Fueron lindos momentos, cuándo aún guardábamos nuestros sentimientos..

—Para ese entonces aún me daba algo de pena decirte, creía que no me corresponderías, creía que sólo era un amor unilateral y no mutuo..—sonreí, vaya que estaba equivocado.

—Yo siempre estuve enamorado de ti mí Alfa, desde que éramos unos niños.. siempre me llamaste la atención..

—¿De verdad? ¡Todo hubiera sido diferente si me hubiera animado a decirte desde la primera vez.. tú también me gustabas desde hacía varios años..

—Bueno, no podemos hacer nada para retroceder el tiempo, de todas formas hemos conseguido estar juntos, tarde pero a tiempo..—reí—Las circunstancias de la vida nos ha hecho más fuertes mí Alfa, hemos aprendido a sobrellevar cualquier problema juntos..

—Eso es cierto, fuimos pacientes Jiminie..

Ambos nos detuvimos cuando nos hayamos ya en el centro de aquél precioso prado, que ya comenzaba a florecer y adornarse de Bellas flores de todos los colores posibles; era hermoso de admirar, arte para los ojos. La primavera se estaba acercando y eso me hacia sentir feliz, me gustaba ver todo de colores, sintiendo tan vivo.

—Es hermoso..

—Lo es, por esto te traje la primera vez, es un lugar maravilloso y lo mejor es que nadie sabe de su existencia, por lo que lo podemos reclamar nuestro Jimin—dijo sonriente—¡Eso es! Será nuestro lugar, nuestro lugar para escapar de todo lo que esta pasando, aquí podremos charlar como nos gusta y-.

—le calle con un besó—Me encanta la idea mí vida, será nuestro secreto.

Él me sonrió y se lanzó sobre mí, abrazándome y rodando juntos por el pasto fresco del bosque. Me sentía libre, como cuándo éramos unos niños aún. Me hacia recordar todo esos bellos momentos que para nuestra suerte, pudimos compartir en nuestra niñez.

Ahora que lo pienso, Min Yoongi siempre ha estado en mí vida, en cada paso, en cada situación él estaba ahí, a mi lado, acompañándome fielmente, sin dudarlo.
Hemos pasado tantos momentos juntos, tantas adversidades que nos ha puesto la vida, y si lo hemos logrado es porque ambos estábamos juntos, nos complementábamos el uno al otro.

—¿Mi amor?..—habló Yoongi. Apoyado en mi pecho, mientras ambos veíamos acostados el cielo despejado.

—Dime cielo..

—¿Has hablado con Chanyeol?..—le mire extrañado.

—¿Porque? ¿Sucedió algo?.

—No, no es nada..—dijo con simpleza.

Me levante un poco, y me apoye sobre la palma de mi mano y le mire de más de cerca, el aún no se volvía a verme.

—¿No es eso verdad? Quieres decirme otra cosa pero te da miedo a como reaccione ¿verdad?—le mire con una ceja alzada, el me miro y asintió.

—Es sólo que sospecho algo raro en Chanyeol..—me alarme. ¿Por qué pensaría algo extraño de mi hermano?.

—¿Por qué?..¿Te ha hecho algo?.

—No Jimin, no es que me haya hecho algo, es sólo que hay cosas que no me cuadran en su historia desde que llegó al pueblo.. eso es todo cielito..

—¿Qué cosas Yoongi?..

—Por ejemplo el que haya llegado sabiendo de la existencia de tus hermanos, tú me dijiste que él había llegado hace poco y que no se había asomado al pueblo, ¿No es así?..—asentí dudoso—Por que tú tampoco le dijiste algo al respecto de ellos, él se fue mucho antes de que tu madre los tuviera..—volví a asentir, no quería dudar de mi hermano, me sentía mal haciéndolo, cuando no tenía porque.

—Eso es cierto, pero pudo haber sido que escuchará, los chismes aquí corren, no me sorprendería que se haya enterado así..—afirmé.

—¿Y que me dices de que ahora le gusta cazar? Cuando en la vida a Chanyeol le ha gustado cazar.. le tiene pavor a las armas desde pequeño.. ¿No te parece extraño? ¿Y que me dices que tenga esa herida al costado de su espalda?..

—Quizás mintió con respecto a lo de cazar, y quizás la herida se la hizo de otra manera..no podemos hablar sin saber en realidad como son las cosas..

—Jimin, deberías hablar con él, y pregunta-

—¡Señor Min!

Ambos nos pusimos de pie, asustados por aquél desgarrador gritó. Yoongi me miro con sus ojos brillosos, mí corazón latía sin cesar, y temía lo peor.

—¿M-mi padre?..—musito con la voz quebrada. Esto no podía estar pasando.

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