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Capítulo 34

Con Yoongi las cosas habían comenzado a marchar de maravilla, después de aquél altercado con él señor Baek, nada fuera de lo normal volvió a suceder entre las personas del pueblo y el pueblo en sí, por supuesto. Entre tanto ajetreo me había olvidado que mí hermano yacía a las afueras del pueblo, con las puertas abiertas a cualquier posibilidad de que le hayan hecho daño.

Como si el tiempo se me estuviera agotando me levante rápidamente de la cama en la cuál había estado acostado hace ya bastantes horas desde que mí Alfa salió para ir a trabajar con su padre. Me puse mis botines de cuero negro y un abrigo, estaba haciendo frío y lo que menos quería era enfermarme ahora.

Me fijé que no hubiera nadie cerca de los pasillos y con sigilo comencé a descender las escaleras de la casa, me daba algo de pena tener que salir sin decirle a nadie, desde la vez que él lobo atento contra la vida de mi alfa y por poco empeora mi salud a causa de ello, Yoongi no me dejó salir más, por lo menos no sólo, tenía miedo de que algo me sucediera y lo entendía muy bién, yo haría igual si la situación fuera al revés. Yoongi lo era todo para mí, era todo lo bueno que tenía en mí vida, él era y siempre será esa persona que me saco de la tortura por la que estaba pasando.

—Amor de mí vida,  ¿A donde vas?..—di un saltito por el asombro. ¿No que llegaría en una hora más del trabajo?.

—¿Cariño?..¿Que haces aquí tan temprano? Son las 18:40 de la tardé, sales en 20 minutos Yoongi..—dije con el corazón acelerado, no esperaba que me pillaran tan rápido en mí fuga inocente.

—Quería venir a verte Jiminie..¿Es muy extraño que quiera pasar más tiempo con mí pareja?—dijo con un adorable pucherito en sus finos y rosados labios.

—Estas jugando sucio amor.. tú quieres que te diga a donde estaba por ir..—dije acercándome lentamente hacía él—¿No es así mí gruñoncito?..

—Que va, no soy gruñoncito, mi amorcito..—dijo gruñendo tiernamente. Mí lobo daba vueltas por lo enternecido que se encontraba al ver a nuestro Alfa actuando tan dulce con nosotros.

—Quizás si me das un besito te digo a donde estaba yendo..—dije tentándolo, hablando muy cerca de sus labios.

—Estas jugando sucio Park..—dijo y llevó sus manos hacia mis caderas. Abrazándose a ellas para mantenerme aún más cerca de él—Con gusto..-

Y fue entonces cuándo le calle, llevando mis labios hacia los suyos en uno beso para nada con segundas intenciones, solo éramos nosotros entregándonos todo el amor y cariño que nos teníamos a través de este sencillo acto de amor. Enrede mis dedos en sus hebras de cabello negro, aferrándome más a él, profundizando más el beso que poco a poco comenzaba a derretirme por dentro, quería más, quería tenerlo todo el día a mí lado, dándonos mimos. Sentí como apretaba levemente la piel de mis caderas, tensionándome, soltando un suspiro pesado entre el beso.

—¡Ajam!—ambos nos detuvimos, viendo la mirada divertida de Seokjin viéndonos—¡Mira tú cara Jiminie! Pareces un tomatito adorable..

—¿Qué quieres Seokjin?..acabas de interrumpir un momento maravilloso con mí novio..—dijo Yoongi con notable enfado.

—Mamá quiere que vayas a comprar unas cosas, quiere preparar unos panqueques para la once..—dijo con una sonrisa. Yoonie le dio una sonrisa ladina y pocos segundos después Jin se fue.

—¿Quieres ir conmigo mí Omega?..—preguntó mí pareja, mis mejillas ardían al haber escuchado ese término; Omega. Su pareja para toda la vida.

—Sip..quiero tomar un poco de aire cariño—llevó una de sus manos y acarició mis mejillas, apretándolas.

—¡Hyung! No hagas eso—me queje con un puchero, que fue borrado de mis labios con un cálido beso de mí Alfa.

—Eres hermoso..—por inercia escondí mi rostro en la curvatura de su cuello, avergonzado por aquél halago—Hey, no te escondas cachorro, es la pura y santa verdad, tengo al Omega más hermoso como mí pareja.. y eso me llena de dicha.. porque estas conmigo aún viendo que soy un Alfa feo y gruñoncito..—reí un poco ante aquel sufijo diminutivo dicho por él. 

—fruncí el ceño—¡No, no! Hyung..tú eres el Alfa más hermoso de todo el pueblo y el mundo entero.. yo debería sentirme feliz por saber que un Alfa como tu me eligió entre todos los Omegas..—me acerque con cuidado a su oreja, sin romper aquél abrazó—Eres mí gruñoncito, y eso debería bastarte..

Él sólo carcajeo, y me soltó por un momento para ir dejar sus cosas a nuestra habitación, vaya; nuestra. Pocos minutos después apareció, tomados de las manos bajamos las escaleras. La señora Min estaba trabajando en la cocina y el papá de Yoongi yacía sentado en uno de los sofás viendo uno de sus programas favoritos grabados en un casete que tenia desde hace año, según lo que el mismo señor Min me había comentado cuando vine a vivir a su casa. 

—Oh, cariño.. necesito que vayas al negocio de la señora Hye—dijo, acercándose a él y extendiéndole el dinero que necesitaría para las cosas.

Después de haberle enumerado las cosas que necesitaría para sus panqueques, ambos salimos de la casa con nuestras manos unidas, y de nuevo ahí el sentimiento de querer ver a mí hermano. No había ido a ver a Chanyeol hace ya bastantes días, no quería dejarle esa sensación amarga, y que pensara que me había olvidado completamente de que él estaba aquí, en el pueblo, y en aquella vieja cabaña que algún día fue casa, un cálido hogar de mí abuelita.

Sin darme cuenta, por haber estado absorto en mis propios pensamientos, no noté que ya habíamos llegado al almacén de la señora Hye, Yoongi tiró de mí mano, con la intención de que le siguiera hasta el interior del local, pero me detuve, diciéndole que esperaría aquí afuera, quería aprovechar de tomar aire puro y fresco antes de volver a las paredes del cálido hogar que me había acogido en tiempos críticos de mí vida.

—No tardare cachorro..—dijo mí Alfa dándome un cálido y efímero beso en los labios antes de volver al almacén.

Vire mis ojos hacía los bellos paisajes que se veían desde aquí, el cielo tiñéndose de tonos carmesí y anaranjados, haciendo de este una verdadera obra de arte ante los ojos de cualquier persona que lo viera. Todo lucia como antes, cuando ningún mal nos atormentaba, cuando todo en mi vida marchaba bien, todo parecía volver a esos tiempos en donde no habían gritos ni golpes.. en donde todo estaba bien. Un nudo se había formado en mí garganta, pero aún así lo retuve, no quería llorar ahora, no quería arruinar el bello momento que estaba viviendo, no quería tener que recordar todo el dolor.

—¡Jiminie Hyung!

Aquellos llamados hicieron eco en mí cabeza, hace mucho no escuchaba ese verso llegar a mis oídos. El nudo volvió a aparecer en mí garganta, no quería que aquellos pequeños me vieran llorar, mis ojos se aguaron cuándo sentí los pequeños cuerpecitos de mis hermanos chocar contra mí cuerpo. Me sentí completamente aliviado al ver que Kwan estaba bien, ambos lo estaban y me llenaba de paz el corazón ver que esas hermosas sonrisas seguían en sus rostros. 

—B-bebes..

Aún me parecía que todo esto era un sueño.

—Te extrañamos mucho Jiminie Hyung..mamá nos dijo que te habías ido de viaje.. ¿Por qué no nos llevaste Hyung? ¿Por qué te vas de viaje sin haberte despedido de nosotros?—pregunto, con su inocencia, Kwan. Recién caí en cuenta de la cicatriz que adornaba su frente. No era grande, pero de seguro se convertiría en una marca permanente en su rostro. 

—Y-yo.. yo los extrañe también, no saben cuanto quería abrazarlos.. cuanto deseaba poder escuchar sus vocecitas..—solloce, en silencio. Después de todo mamá no se atrevió a decirles la verdad, y era mejor así, ellos no entenderían.

Los separe de mí, y me puse en cuclillas para quedar a la misma altura que ellos. Por fin pude verlos, fijándome en cada detalle de sus suaves rostros. Unas lindas sonrisas se dibujaban en sus bocas, unos bellos hoyuelos aparecieron a los costados de la mejillas de Suk, mientras los ojitos de Kwan desaparecían, al tiempo que él sonreía.

—¿C-como te has sentido mí bebé?—dije refiriéndome a Kwan—¿Cómo han sido tus días después de salir del Hospital?.. ¿Mamá a sido linda contigo?—acaricie su mejilla. 

—¡Estoy muy bien Hyung! Mamá me ha cuidado mucho y me mima cada noche..al principio me limpiaba mucho mí herida y escocia mucho y eso me hacia llorar, ¿No es así Suk-Suk?..

—Él.. en verdad lloraba mucho Hyung..—dijo con una leve risilla, amaba verlos tan felices—Mamá se enfadaba con él y lo dejaba llorando, pero después venía y se disculpaba.. últimamente ha estado discutiendo mucho con papá.. nunca los había visto pelear tanto. Desde que no estas mas en casa que papá, no tolera demasiado a nuestra madre, pero es normal que los padre discutan a veces ¿No Hyung?—asentí en calma, acariciando su cabello oscuro. 

—No te preocupes por eso Suk-ssi..es normal después de años de casados.. todos los matrimonios tienen discusiones en un período de sus vidas..

Dudé al decir aquello.
Por supuesto que discutir a diario no era sano, y si papá y mamá lo hacían, querría decir que algo malo estaba pasando entre ellos, pero no quería preocuparme tanto por ello, no sin no sabia absolutamente nada al respecto, quizá no se trataba de nada grave, y solamente papá este molesto con ella por haber permitido que me fuera de casa para vivir con la familia de Yoongi. 

—¡Suk, Kwan! ¡Que les hable sobre salirse del parque sin mí autorización!

Cerré mis ojos nervioso. Había olvidado por completo que ellos habían llegado solos a mi lado, y eso era imposible, por lo que una sola persona pudo haberlos traído al parque y con condiciones y esa única persona era mamá. Ellos con rapidez se alejaron de mí, volviendo a dejar un pequeño vacío en mi pecho, aquél aroma a vainilla no podría confundirlo con cualquiera, sabía que ella estaba más cerca de lo que a mi me gustaría. 

—¡Mamá, mamá! Viste.. te diste cuenta—dijo emocionado—Jiminie Hyung volvió al pueblo, él esta aquí mamá, ¡Míralo!

No quería levantar la mirada, sabía que mamá me estaba mirando también, sentía su frívola e intensa mirada sobre mí.

—Cariño, ¿Qué te dije sobre alejarte de mamá? Es peligroso cielo, y tú, como hermano mayor deberías haberlo retenido Park Suk..—dijo virando sus ojos hacia los de mí hermano.

—L-lo siento mamá.. los dos queríamos ver a nuestro Hyung.. lo extrañábamos..—mis ojos volvieron a nublarse. Aun no me sentía tan capaz de encarar directamente a mi madre. 

—Vuelvan con su padre.. él los esta esperando en la entrada del parque..—dicho eso, ambos niños corrieron en camino hacia mí padre.

—¡Adios Hyung! ¡Te amamos!—gritaron ambos preciosos niños mientras se alejaban, no culpaba su emoción, ellos siempre han amado de una manera alborotada a papá, y no era para menos.

Dejé de sonreír cuando ellos se salieron  de mí vista. Mamá se giró hacia mí y camino lentamente hasta quedar a solo centímetros de mí cara, hasta podía sentir su tenue respiración cerca de mí barbilla, tenía nervios de lo que pasaría.

—¿Acaso eres tonto que no entiendes las cosas que uno te habla?.. sigues siendo el mismo niño terco que dejó la casa hace unos meses..

—Madre..

—No me llames así, dejé de serlo cuándo decidiste tomar el camino opuesto, el camino impuro que sólo te traerá desgracias a tu vida..—casi lo sentí como una daga en mi pecho—No te quiero cerca de mis niños.. ellos no tienen porque relacionarse contigo..

—Tengo derecho a verlos mamá..—dije con firmeza en mis palabras—S-soy su hermano, los he visto crecer, cada paso que han dado.. he estado yo caminando con ellos..no lo haré..—dije secando con brusquedad mis lágrimas—N-no te obedeceré más madre.. debes dejarme verlos cuantas veces yo quiera, no puedes arrebatarme ese derecho..

—Ese derecho lo perdiste el primer momento en que te alejaste de nosotros, al preferir el amor de un hombre—enfatizo en la ultima palabra, sus palabras salían como veneno de sus labios— Siempre supe que tú serias diferente, eras terco y nunca respondías a mis ordenes, preferías andar descalzo, corriendo por los prados del bosque, que relacionarte con niñas y niños de tu edad, preferías la compañía de tu hermano y la de ese Alfa impuro antes que la compañía de una niña hermosa y divertida..—le mire en silencio, me dolía ver como se refería a mi—Yo te desee tanto cuando supe que estaba encinta por segunda vez.. soñaba con el día de poder conocerte y tenerte en mis brazos, estaba tan emocionada con la idea de tenerte que no vi las señales que me mostraban en mis narices, yo era la mujer mas feliz del mundo, que no quise mirar nada mas que por un futuro hermoso que construiría contigo y con Chanyeol.. pero no fue así—algo en ese momento comenzó a inquietarme—Fui una ilusa, creyendo que tú me traerías la felicidad que cada noche al salir la luna soñaba sin falta, una y otra vez, el tan esperado día llego, y en cuanto las enfermeras te pusieron en mis brazos, algo paso, que no pude sentir nada mas que dolor al verte..—agache la cabeza, deseaba poder irme y no seguir escuchando esas palabras tan hirientes de mi madre, pero me quede quieto, sin tener la voluntad de irme—No me trajiste mas que infelicidad en ese momento, porque el Alfa al que amaba me dejo por tu culpa, me refregó mil veces en la cara que si no hubiera sido por ti, él nunca se hubiera ido.. desde ese momento que jamás pude mirarte de la misma manera, siempre estaba ese recuerdo presente.

¿De que estaba hablando?.
Las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, unas tras otras, sin parar.

—¿D-de que estas hablando mamá? ¿Por qué me estas diciendo esto?—le pregunte afligido, no soportando demasiado el dolor en el que sumía poco a poco mi lobo, y yo también—Mamá por favor dime, ¿H-Hablas de papá? ¿A que Alfa te refieres?. 

—Él me dejó como a un perro en la miseria.. él no se sentía listo para otro bebé, no quería más cargas. Quería ser un Alfa libre de una vez, sin más preocupaciones, echándome la culpa por haber arruinado los planes que teníamos juntos para un futuro.. pero el maldito deseo de querer darle un cachorro me llevaron a cometer este error.. tú eres el error más grande que he cometido en mí vida.. mí gran amor me abandonó por tu culpa, Jimin.. y eso nunca lo podre olvidar, porque desgraciadamente eres el vivo retrato de él, de tu padre biológico..

Hipaba del llanto, no quería seguir escuchándola, quería que se callara de una vez por todas..

—Mamá detente..—tomó bruscamente mi muñeca y tiro de ella—M-me haces daño mamá..—solloce, ¿En donde demonios estaba Yoongi? Quería que me ayudará, que me sacará de las manos de mí madre que solo me estaba lastimando. M rehusaba a creer lo que me decía. 

—¿Ves a ese hombre?—dijo y tiro de mí cabello para que mirará hacia donde me señalaba, era papá con mis hermanos—Ese hombre que me ves allí me ayudó cuando más lo necesitaba, Park Siwon fue el Alfa que me saco de la miseria, fue el Alfa que me acogió en su morada con dos niños a cada lado de mí, él fue quién se hizo cargo del insolente de Chanyeol y por supuesto de ti, él les dio un apellido y por sobre todo educación.. con el forme la familia que antes no pude. 

No, no podía ser cierto, nada lo era..
Park Siwon, a quién había admirado por tantos años no podía no ser mí padre, él lo era todo para mi, siempre fue mi más grande ejemplo a seguir, fue mi héroe en tiempos de mí niñez, quería ser como él. Y hasta el día de hoy soñaba con parecerme a él y en un futuro, darles amor incondicional a mis hijos tal y como él lo había hecho conmigo. 

—¡Cállate no quiero escucharte más! Estas mintiendo.. ¡Papá no puede ser un impostor, él es y será siempre mí padre! No hay otro, no existe otro padre para mí..—solloce, dañado psicológicamente por esta vedad que por diecisiete años se me fue escondida. 

—Esa es la verdad, tú fuiste el error del cual es se hizo cargo, el accidente del cuál tu verdadero padre no fue capaz de hacerse cargo ¡No respondió ni por mí, ni por Chanyeol, ni por ti! Él nos abandonó y fue por tu culpa.. por eso te he tenido rencor todos estos años Jimin.. viéndote crecer tan feliz, mientras que yo me amargaba por dentro el alma..

Por favor, que se detenga..
No quiero escucharla más, me duele el corazón, la cabeza me palpitaba con frenesí, sentía que en cualquier momento me explotaría la cabeza. Las lágrimas no habían dejado de salir.

—¡Cállate, cállate!—decía tapando mis oídos mientras negaba de un lado a otro—Nada de esto es verdad.. t-tienes que calmarte Jimin..e-ella miente..—me decía a mi mismo, calmándome.

—carcajeo—No sabes lo muy cierto que es todo esto Jimin..me arruinaste la vida.. ahora yo me encargaré de hacerte infeliz, con esto lo que conseguido, recordarás esto por siempre y entonces ambos seremos iguales, tesoro. 

—¡Cállate maldita sea! No quiero escucharte, esta es una más de tus mentiras.. ¡Estas llena de veneno mamá! ¡Nadie te querrá así cuando sepan lo mala y cruel que puedes llegar a ser, ¡Te quedaras sol-

Me detuve abruptamente, sabía que me iba a golpear, por eso me guarde las palabras y me resguarde entre mis brazos, esperando aquél golpe que me daría, pero el cuál, nunca llegó, por un momento pensé no lo haría, que me dejaría en paz, y nos iríamos, pero no fue así.

No volverás a levantarle la mano a mí hermano, madre.

Oír aquella voz de mando me hizo estremecer. Mis bellos se erizaron y mí corazón palpitaba al cien por cien. Las palabras no me salían, había quedado en un blanco absoluto, no pensaba en nada, más que pensar en lo que veía.

—¿Chanyeol?..—musite.

—¡Jimin!—escuche en la lejanía.













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