Capítulo 3
Ambos, aún con nuestras manos entrelazadas, nos dirigimos al grupo de personas que habían gritado hace unos minutos. La verdad temía por lo peor, mí corazón latía sin cesar cada vez más.
Sin importarme mucho comencé a pasar de las personas, hasta llegar al cuerpo inerte del hombre tirado en el suelo, con un charco de sangre alrededor de su cabeza, por inercia lleve una de mis manos a mí boca, aún sin poder creer que aquél señor había muerto de una manera tan cruel y triste.
—¡No! ¡Seohyung!—gritaba su esposa, mientras se lanzaba al cuerpo inerte de su difunto marido. Era triste tener que presenciar una escena de este grado de crueldad. El rostro del caballero ya casi era irreconocible por el daño que se le había causado, no pude evitar seguir viendo por lo que me refugie en los brazos de mí Yoonie quien se había mantenido detrás mío en todo momento—¡Suéltenme! ¡No! ¡No! ¡Mi amor!
No pude contener más las lágrimas y deje que una resbalara por mi mejilla. Me dolía tener que ver este tipo de situación, tener que presenciar tal grado de crueldad, y todo sometido a una sola persona, inocente e ignorante a todo el mal que nos rodeaba, era horrible.
—Shh..no llores Jiminie..—decía el Alfa, que me sostenía para no caer. Su voz había temblado, sabía que todo esto le asustaba, sí esto había sucedido, y más encima en pleno día, podría volver a repetirse—No quiero que salgas otra vez, de ahora en adelante yo veré la forma de que nos veamos..—levanté mí rostro, y lo mire a los ojos, el estaba mirándome.
—Pero mí madre...—negó.
—No te preocupes, yo le explicaré esto..—y dicho eso, volvimos a unirnos en un cálido abrazo, del cuál no querría despegarme nunca más en la vida.
La multitud se había dispersado, y con ello la calma había vuelto al pueblo. Todo estaba marchando de lo más normal, todos trataban de llevar esta muerte con la mayor calma posible. Después de que Yoongi me trajera a casa, me había prometido volver para el atardecer, quería verme una última vez antes de que el día se acabará. Para mí suerte, sólo estaba papá en la casa cuando regrese, él era un poco más comprensivo, por lo que no me lleve un mayor reto más que no volviera a salir sin avisar a donde y con quien saldría.
—¿Mamá volverá pronto?—preguntó Kwan a un lado de mí, mientras tomaba una galleta del bowl lleno de ellas.
—Ella lo hará. No te preocupes pequeño, ahora ve y juega un rato con Suk antes de que sea su hora de dormir, mamá no los dejará una vez que ella llegué—abrió sus ojos a tope y corrió escaleras arriba para ir a despertar a su hermano mayor.
Otra vez sólo en mis pensamientos.
No dejaba de pensar en que podría pasar de ahora en adelante, todos salían con miedo y volvían con miedo a sus casas, ya nada era normal, y por más que todos aquí aparentaran que todo estaba bien, nada lo estaría. Todo esto era tan raro, nunca había sucedido algo parecido en el pueblo, y pensar que la próxima víctima fuera uno de nosotros, una persona de mi familia, o Yoongi, me ponía los pelos de punta de sólo pensarlo. Solo esperaba que todo esto pasará y se solucionará de una vez.
—¿Estas bien muchacho?—preguntó el hombre de la casa, Park Siwon, me sonrió y tomó asiento a un lado de mí.
—Lo estoy, sólo pensaba en algunas cosas papá, nada importante.
Él asintió sin más y llevo su vista hacía el camino por la ventana, en donde pasaba la señora Kim llevando su luto, mientras cargaba con su túnica negra y un semblante demacrado.
Mí padre suspiro.
—Pobre mujer...debe estar sufriendo—se lamentó—Yo no sabría que hacer si a tu madre le pasará algo como esto, me volvería loco sin duda alguna, ella lo es todo para mi, lo sabes hijo..—asentí.
Lo sabía, sabía cuánto amaba papá a mamá, cada día se lo recordaba sin falta, diciéndole lo muy afortunado que era por haberlo aceptado en su vida, dándole gracias por haberle dado unos hijos maravillosos a quiénes amar.
—Lo se papá, lo sé. Como se también que tu eres fuerte, y en cualquier situación has salido con la frente en alto, sacando a nuestra familia adelante—el me miro, sus ojos brillaban de la emoción—Como se que si un día le llegará a pasar algo a mamá, tu sabrás que hacer y como sacar adelante a tus tres hijos papá, eres un hombre fuerte..
—Gracias Jimin, por decirme esto, estoy orgullosísimo de ti hijo mío—me beso dulcemente la frente y seco una lágrima traviesa que se había escapado. Río—Mira lo que provocas con tus palabras muchachito. Bueno, debo irme al taller, Daehyun no puede con tanto trabajo él sólo, ya lleva un buen rato con todo..
—asentí—Ok, que te vaya bien entonces, ¿Volverás pronto?—dije con notoria preocupación, el sólo me miro con una sonrisa ladina y se acercó para acariciar mi mejilla—Papá..
—No te preocupes, tendré cuidado hijo ¿si? Volveré antes del anochecer—tomó su abrigo y una mochila con sus herramientas—Cuida a tus hermanos.
—Lo haré, adiós padre.
—Adiós Jimin.
Y nuevamente sólo.
A veces uno se termina por acostumbrar a la soledad, no es que ellos lo hicieran a propósito, claro que no, pero tenían otras obligaciones aparte de sus hijos. Fui al pequeño patio que teníamos detrás de la casa, para ver que hacían los traviesillos de mis hermanos, hace minutos que no los había visto dentro de casa, por lo que me preocupe un poco.
Sonreí al verlos detrás de un pajarito, él cual se escapaba cada vez que ellos se le acercaban demasiado.
—¡Jiminie Hyung!—gritaron ambos completamente emocionados.
—¡Hyung! Este pájaro no quiere jugar con nosotros, ¿será que le caímos mal?—me pregunto Kwan, quien era el menor de todos, adoraba su inocencia.
—Tal vez fueron unos pesados—bromee con ellos, pero cuando vi el rostro de Kwan decaer me retracte y me arrodille para quedar a su altura—Hey, es una broma Kwanie, tal vez sólo tiene que irse, su madre debe estar preocupada, ¿no lo crees?—Suk me miraba serio.
—Oh, ¿lo regañaran por nuestra culpa hermano?—sonreí enternecido—Nosotros no lo dejamos irse por perseguirlo..
—No, no lo regañaran bebé, tal vez otro día el pueda venir con más tiempo ¿Ok?—el algo apenado me sonrió—Vamos a casa y vemos unas películas ¿De acuerdo?.
—Ok Jiminie..
—¡Yo elijo la película esta vez!—exclamó Suk.
—De todas formas te tocaba a ti esta semana Suk-ssi—dije y todos nos dirigimos dentro de la casa, pero un silbido a mis espaldas llamó mi atención. Mi corazón se aceleró y con una sonrisa de oreja a oreja les dije a mis hermanos que luego iría con ellos.
Era él.
Ahí estába con su abrigo de piel, sus botas largas y una sonrisa adornando su blanquecino rostro de alfa.
—Viniste..
—Por supuesto que vendría Jiminie, ¿Cuándo he roto una promesa?—sonreí.
—Nunca Hyung, eso me hace feliz...—a paso lento me acerque a la reja que nos separaba—¿Qué tal el trabajo?.
—Uff agotador, uno de los trabajadores no se presentó hoy por lo que mi padre me mando a cubrir mi parte y la suya—rodo los ojos fastidiado—Pero por lo menos mi día no fue del todo aburrido...
—¿Porque?—dije desentendido, quería escucharlo pronunciar esa frase. Sonrió.
—Porque al final de la jornada podría verte y pasar un tiempo a tu lado antes de volver a casa—sentí mis mejillas arder, de seguro parezco un tómate—Hey, te sonrojaste, no seas así de adorable por favor, que me dan ganas de apretujarte y nunca más soltarte—dijo y desordeno un poco mi cabello.
—Ya Hyung, que me despeinas.
En su momento, podría haber visto una sombra extraña a las afueras del pueblo, no quise decirle nada a Yoongi para no asustarlo, sabía que lo estaba, de hecho en lo personal desde la muerte de Don Seohyung que me he vuelto un paranoico completamente.
—¿Sucede algo Jiminie?—preguntó.
—N-nada Yoongi, no te preocupes...—ambos nos miramos y guardamos silencio, un silencio para nada incómodo, lleno de palabras a la misma vez, que ironía más grande. Rei en mis pensamientos—¿Qué harás ahora?.
—¿Ahora?...pues no lo sé, creo que solo tomaré una ducha e iré a dormir, a sido un día bastante ajetreado, ¿Y tú?.
—Sólo me quedaré con mis hermanos, les prometí que veríamos una película, ¿Quieres venir con nosotros?—negó.
—No me quiero arriesgar a que tu madre me vea en casa, tampoco quiero hacerte pasar un mal rato, sabes que me echará con viento y todo para la calle Jiminie, a ella nunca le agradó la idea de que fueras mí mejor amigo...—mejor amigo...
—Lo se Yoongi, tarde o temprano tendrá que asimilarlo y le guste o no, nunca podría ser capaz de separarme de ti para darle en el gusto a ella, eso nunca Hyung—dije, sabía que eso había causado que mis mejillas estuvieran el doble de rojas, pero lo valía, el debía tener claro esto.
—Gracias...
—¿Gracias por que Hyung?—dije.
—Por ponerme a mi antes que tu propia familia Jiminie, es muy importante lo que haces pequeño—arrugue mi nariz, mientras el apretaba mi mejilla, sabía que no me gustaba que me dijera ese adorable pero fastidioso sobrenombre.
—¡Hyung! No me llames así, sólo nos diferencia un año de edad...—y era cierto. Min Yoongi sólo tenía 18 años.
—Lo sé, me gusta verte arrugar tu naricita Jiminie —ambos comenzamos a reír a carcajadas, pero el sonido de las llaves me puso en alerta—Oh..y yo que quería seguir charlando contigo...
Ambos nos miramos apenados.
No supe en que momento, todo se volvió así, de salir libremente a tener que vernos a escondidas de mis padres, bueno, tan sólo mí madre era la cascarrabias que no le gustaba verme con mí Yoonie, detestaba que fuera así.
—Creo que debo irme, mamá ya llegó...
—Fue muy grato pasar este tiempo contigo Jimin—se acercó sin pudor y me beso dulcemente mí mejilla, si tan sólo supiera la paz que le daba a mi corazón con sólo ese tacto tan simple.
—Pasa buena noche Yoongi—sonreí como un bobo. Él me devolvió la sonrisa y agitó su mano mientras desaparecía entre las casas del pueblo.
Definitivamente debía impedir esa boda.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro