Jimin.

¿Qué hacer cuando todo tu mundo estaba de cabeza? Mamá me había terminado de convencer de que había perdido completamente la cabeza, no se como ni de donde salió una nueva habitación en la casa, en donde mamá no perdió la oportunidad de encerrarme.

Habían pasado cinco días desde aquél show descabellado que surgió en plena sala de la casa y calles del pueblo. No había podido ver a mi novio y era lo que más nervioso me ponía, quizás el ya pensaba que me canse de él o peor que lo estaba evitando, sí tan sólo tuviera un estúpido pero muy útil celular ahorita podría estar hablando con él y poniéndolo al tanto de que mi madre me tenía cautivo en mí propia casa.

Pero mi madre nunca quiso comprarme uno, y bueno, de hecho tampoco me llaman mucho la atención, pero en momentos como estos me urgía poder tener uno a la mano, enserio quería hablarle a mí novio, a mí alfa que tanto quería tener en mis brazos, tenía tantas ganas de poder besar sus labios, poder sentir su cálido tacto en mí piel.

Dejé de divagar en mis propios pensamientos y abrí por fin mis ojos. La habitación era oscura, con suerte y entraba una tenue luz del Sol allí afuera. Y por ende, tenía una sola ventana, en la que ni un gato caería por allí, me sentía nervioso, ya casi la sensación se sentía claustrofóbica y eso no me ayudaba para nada en mí terrible asma crónico.

Tomé la costumbre para casos como éste, en el que me sentía claustrofóbico, tomar una pequeña silla y subirme en ella para poder mirar por la alta pero pequeña ventana que daba a la calle principal en el pueblo, todo se veía bien, normal como todos los días aquí. No había nada de mucha relevancia, sólo me sorprendió ver a Kim Taehyung parado afuera de la casa, quizás cuanto tiempo estuvo allí y yo recién me di cuenta de la presencia del alfa aquí.

Este podría ser mi momento de que alguien que no fuera mi familia supiera que estaba aquí encerrado, como si de un criminal se tratará. Según mamá me ha dicho todos estos días, esto me ayudará a encontrarme conmigo mismo y cree que eso me ayudará a cambiar de opinión sobre mi orientación sexual.

No sabía si reírme o sentirme mal por el pensar que ella había obtenido. Me dolía que mí propia madre pensará así.

—Pss..Taehyung..—grite a medio susurró—¡Pelirrojo!..—vi como el Alfa se movía tratando de encontrar el indicio del llamado, llegando finalmente a mí.

Y gracias a Dios que lo hizo antes de que alguien en la casa me escuchará.

—¿¡Jimin!?—le regañe y le di señal de que guardará silencio—¿Qué haces ahí? Pensé que tu madre ya te había sacrificado..—río entre el comentario.

—Casi amigo, estuvo a un pelo de matarme con sus propias manos—reí con un amargo en mi boca, quise que esto sonara gracioso pero no fue así.

—¿Qué me dices? Tu madre...la señora que se ve tan amable y caritativa, casi te mata..—dijo con total confusión—¿Pero porque? Debes haber hecho algo malo entonces para que ella ya perdiera la poca paciencia que te tenía Jimin-ah..

—Ella lo sabe..

—¿Sabe que?.

—¡Lo sabe Taehyung!—grite en susurro—Sabe que me van los hombres y en especial Min Yoongi, ah.. ya le dije que somos pareja, le refregué en la cara que lo quería a él como mi Alfa..

—¿Te atreviste a decirle eso a tu madre? Ya veo porque quiere matarte..

—Es una mujer reservada, de mente pequeña y cerrada a nuevas ideas o cosas fuera de su conocimiento, ¿Sabes lo que descubrí de ella?—dije con la vista pérdida en el bello bosque.

—¿Qué cosa?.

—Es homofóbica, ¿Acaso lo puedes creer?. Ella me aborrece, me tiene encerrado desde hace cinco días, y sólo abre esa maldita, jodida y estúpida puerta para traerme algo de comer, creé que con un buen sicólogo podrá hacerme cambiar de opinión con respecto a mi orientación sexual, creé que si me mantiene aquí podré encontrar la resolución a éste problema.

—Wow, ¿De verdad te encerró?—dijo pasmado—Tu madre creé muchas cosas Jimin-ah, y cada una es absurda. Cuando se ha sabido que un psicólogo te ayuda con esto, no existe semejante cosa..—habló con burla. Pero tenía razón—Ni siquiera el ser gay es una enfermedad.

Me alarme cuándo sentí pasos afuera de la habitación, con rapidez mire la hora en el viejo reloj que colgaba de la pared, este marcaba las 14:20pm, y esta era mi hora de almorzar, obviamente era el último en probar bocado, por obvias razones, mi madre creía que con esto lograría hacerme sentir mal o algo así.

Pero estaba equivocada, ya me encontraba bastante dolido, destrozado, y almorzar de los últimos era un detalle.

—Mamá viene..—dije alarmado—Avísale por mi a Yoongi que estoy aquí, necesito que le avises porque no he salido..de seguro debe estar preocupado o algo así, ¿Lo harías por mí Taetae?.

—Por supuesto bombón, no te defraudare Jimin-ah—dijo sonriente y salió corriendo de la zona.

Casi se me salió el alma del cuerpo cuándo escuché la voz de mí madre a mis espaldas.

—¿Qué haces ahí parado?.

—Necesitaba un poco de aire, sabes que estar tan encerrado me provocara problemas con el asma, apenas y tiene una sola ventana esta habitación, solo quería aire fresco y ya.

—Más te vale que no estés llamando a nadie—sentenció—Te traje tu comida, y espero que te comas todo, mira lo flaco que estas por la Diosa Luna, ya pareces un niño de la calle chiquillo..—chisto.

—¿No se deberá a que me das solo dos veces comida por día?.

—Cállate.

Dejó bruscamente la bandeja con comida y salió dejando un fuerte portazo a sus espaldas, asustándome. Mire con curiosidad en platillo, arroz otra vez, no era que no me gustará, el arroz que hace mamá es muy sabroso, pero ya me estaba pateando el estómago comerlo tantos días seguidos.

Sólo esperaba que con que Yoongi supiera, las cosas cambiarán un poco.