Jimin.

Eran pasadas las 19:00 de la tardé, estaba cansado, agotado de tantos medicamentos y de tantos horarios asignados para cada pastilla. Apenas ayer me habían dado de alta y podía jurar que me había tragado más de quince pastillas entre ayer por la tarde y el resto de éste día. Ahora estaba aún acostado en mí cama, por órdenes de mi madre, me ha pedido guardar absoluto reposo, no quería por nada del mundo que mi condición empeorará a causa de una imprudencia de mí parte. Por eso, mí padre pidió unos días en el taller para  poder cuidarme y cuidar de mis hermanos menores. Mamá había salido hace un par de horas, me sorprendía que aún no llegará a casa, había salido algo acelerada de casa y me preocupaba que algo malo haya sucedido y yo éste aquí sin enterarme de absolutamente nada.

—¿Jiminie Hyung?..—Suk se encontraba frente al marco de la puerta. Lucia angustiado, me preocupe y me senté de buena manera para recibirlo.

—¿Sucede algo Suk-ssi..?—no me respondió.

—Quisiera hablarte de algo Hyung..—su semblante era confundido, apagado. Sin esa sonrisa que lo caracterizaba.

—Por supuesto, ven aquí hermano.. siéntate conmigo..—sin decirme nada, con la cabeza inclinada hacia abajo camino a la cama y se sentó conmigo—Y bien.. ¿En que puedo ayudarte Suk-ssi?..

—B-bueno.. t-tengo miedo Hyung..

Me alarme.
Por un momento me imaginé algo malo, mi mente maquino los peores escenarios con respecto al miedo que había en mí hermano.

—¿Miedo? ¿Te han hecho algo en la escuela?..—acaricie su mejilla, con sobreprotección, pero él negó.

—N-no es eso. Hace unos días, ll-llego un niño nuevo al salón..—ya supe por donde iba el tema, mí corazón se apretujo al escucharlo hablar—Él.. es un niño muy lindo Hyung, es un Alfa y es tan adorable. Pero hace días he intentado acercarme a él, para ser amigos, pero simplemente m-me ignora..—pude notar lo apenado que estaba por el comportamiento del otro menor.

—¿Te gusta ese niño Suk-ssi?..—rápidamente levanto su mirada y me miro a los ojos, podía oler lo nervioso que se había puesto a kilómetros—Confía en mí hermano, ¿O no lo haces?.

—Él..me gusta Jiminie Hyung..

—¿Y porque tienes miedo?..—quedo cabizbajo—Sentir cariño, aprecio o como quieras llamarle al sentimiento que expresas por ese niño, es lo más lindo que existe en el mundo pequeño..no deberías sentir miedo al amar a alguien, a pesar de qué apenas tengas diez años y posiblemente no estés entendiendo nada de lo que te dije, no deberías sentir nada más que alegría por experimentar por primera vez ese bello sentimiento por alguien mas que no sea tu propia familia Suk-ssi.. Así que por favor no huyas mas de lo que sientes y hazle frente ¿Esta bien?.

—P-pero Hyung..tengo miedo de lo que pueda decir mamá cuando se enteré..

Mí madre.
Me daba impotencia que ella solamente fuera el atasque a nuestra felicidad. Mí corazón se apretujo cuando vi caer la primera lágrima de mí hermano menor. Odiaba, no quería que ellos sufrieran de la misma manera como ella lo había hecho conmigo, obligándome a un compromiso que ni mí lobo ni yo queríamos aceptar, mí corazón y alma le pertenecían a otra persona, un Alfa admirable de pies a cabeza, pero ella nunca supo ver más haya que sus propios beneficios de cada situación a las que nos amarraba obligatoriamente. 

—Shh..ella lo aceptará, lo hará y yo me encargaré de que sea así Suk..

Mí hermano no respondió.
Sólo se dedicó a desahogarse en un mar de lágrimas, lágrimas que de seguro estuvo reteniendo por bastante tiempo.

Bursin.

La casa de la familia era un caos.
Hace unas horas la madre de Jimin había llegado a la casa, de seguro mi madre le fue con el chisme de que no quería casarme con su hijo, no quería.

Me había estado gritando en la cara, preguntándome una y otra vez el porqué de mí rechazo a su hijo mayor. Pero guarde silencio, estaba a nada de gritarles a todos en la cara que estaba enamorada de otro hombre, un chico dulce, de sentimientos puros y sinceros. Era un chico alto, tez morena y una sonrisa radiante, él siempre ha sabido como tratarme, siempre ha sido lindo conmigo, y por sobre todas las cosas nunca, pero nunca se ha separado de mí lado, aún sabiendo que me habían comprometido con un hombre que apenas conocía y contra mí voluntad.

—Debemos llegar a un acuerdo..

—Jinri, concuerdo contigo..no puedo permitir que mí hija terminé desprestigiando el nombre de está familia—le termino de decir a la señora Park y volvió nuevamente su mirada a mí—Debes seguir con lo acordado Bursin, es eso o te vas de patitas a la calle, tú eliges..—me sorprendió que no le importara la presencia de la señora Park para decir esa gran amenaza.

—N-no puedes obligarme, no puedes amarrarme a algo que no deseó—mí garganta ardía del coraje y la pena—Yo ya te dije que no me quiero casar con ese chico, madre.. ¡No lo amo!

—¡Te acostumbraras tarde o temprano! No permitiré que desprestigies el apellido que tu padre ha cuidado y a relucido con tanto esfuerzo. Hazme caso Bursin, o me veré obligada en correrte de la casa. Tú casa jovencita.. ¿Acaso es eso lo que en verdad quieres? ¿Qué te eche?. 

—¡Pues hazlo! ¡Échame! Prefiero mil veces vivir fuera de esta casa, feliz y con el chico que si amo ¡A vivir bajo tu techo y someterme a tus absurdas peticiones!

Y fue entonces cuando tome valentía y olvide todo por lo había peleado, dejando a todos atrás, a mí padre, y a la que alguna vez fue mí madre y el hogar en donde crecí. Dejé todo atrás, sin importarme las posibles repercusiones que caerían sobre mí, salí corriendo fuera de casa sin pensar en que una vez puesto un pie fuera de ella, la señora que tenía por madre, no me dejaría volver a entrar y era más que evidente que lo haría así.

—¡No quiero que vuelvas aquí! ¡Olvídate que alguna vez tuviste una familia Bursin Acacias!—no me detuve, no quería verla a la cara. No volvería a aceptar algunos de sus caprichos, algunas de sus peticiones. Estaba harta de todo, no podía tolerarlo mas. 

Me sentía libre, corría y corría por los parajes solitarios del pueblo, ya nadie estaba aquí, a excepción de unos cuantos ancianos quiénes regaban algunas plantas de sus propios cultivos.
Corría mientras lágrimas de dolor e impotencia se deslizaban por mis pómulos hasta terminar en la comisura de mis labios agrietados por el llanto.

Necesitaba, anhelaba tener a mí lado al bello omega que me había robado el aliento, él chico que logró tocar mí profundo corazón y logró que florecieran unos sinceros y profundos sentimientos hacia su persona. A pesar de todas las críticas qué mamá le decía, para mí el era el hombre más maravilloso que se pudo atravesar por mí caminó, el llegó a mí vida en un momento en que creía todo perdido, en donde sólo quería la muerte como mí destino final, pero el me ayudó, me sostuvo y me dio fortalezas para seguir adelante, es un chico tan admirable, con una mente hermosa, él era de un buen pensar, y era por eso y mucho más el que me haya logrado enamorar tan perdidamente de aquél omega de ojos castaños.

Mí pecho dolía, obligándome a detener el paso y caminar un poco. Estaba a punto de llegar a la última casa del pueblo, esta se encontraba bastante retirada de las demás, fuera de todo el bullicio, era algo parecido a un rancho, pero mucho más pequeño, tenía jardines  con miles de flores en todo el lugar.

Me detuve.
Y me quedé admirando al bello chico que aún seguía trabajando a esta hora. Lucia cansado, pero aún así se le veía con toda la disposición de seguir con lo que hacia. Admiraba esa energía.

—Oh, Bursin..—se detuvo, y me miro con una sonrisa en sus labios—No sabía que vendrás, ya es muy tarde por eso-.

No lo deje terminar y corrí a sus brazos, los cuales gustosos me recibieron y me envolvieron cálidamente, apegándome a su sudoroso cuerpo, amaba tanto estos detalles tan magníficos para mí. Me sentía protegida, valorada y por sobre todo respetada por el hombre que amo.

Me había largado a llorar, me había deshecho en un mar de lágrimas, mí novio me sujetaba con fuerza, abrazando aún más que antes, temiendo en que algo malo pudiera pasar si me soltaba y me separaba de sus brazos.

—Bursin..cielo.. ¿Qué ha sucedido?—su tono de voz me demostraba lo muy preocupado que estaba por mí.

—Amor...mi m-mamá me echó de c-casa..—solloce—Le dije que n-no me casaría con ese muchacho.. q-que era imposible que me enamorará de él, cuando mi corazón y mi lobo están comprometidos con un maravilloso Omega, al cual amo mucho y por el cual dejaría todo para ser feliz, y eso acabo de hacer. Si ella no aceptaba mi amor por ti, tampoco aceptaría vivir un minuto mas bajo el mismo teco que ella, sometiéndome a sus ordenes llenas de injusticias..

—Cielo, no debiste ponerme a mí antes que tu propio bienestar, no me gusta verte así, tan triste y lastimada..—se separó unos centímetros de mi y me miro a los ojos—Lo único que quiero es verte sonreír Bursin, no vas a estar bien conmigo, no tengo nada que ofrecerte.. mira en que condiciones estoy viviendo, ¿Aun así deseas pasar tu vida a mi lado, sometiéndote a una vida llena de carencias? Quizá tu hogar no era uno de los mejores, pero nunca te falto nada..

—No digas eso. Tú no lo hagas. Te amo y con tal de que nunca te separes de mí seré feliz, él dinero no hace la felicidad, mí vida. Sí me enamore de ti fue por lo que eres, un chico dulce, atractivo, de buenos principios, te amo así Namjoon..No por si tienes dinero o no. 

—T-te quedarás conmigo desde hoy mí amor.. n-nadie volverá a separarte de mí lado, no mientras yo pueda impedirlo.