Hoy por fin regresaría a mí hogar. Mis padres se encontraban buscando mis medicamentos para los próximos 15 días, él doctor les había recomendado que siguiera aquí pero mí madre se negó, disputando que prefería tenerme a su lado para así poder cuidar mejor de mí, no descartando la idea de traerme si lo veía realmente necesario, esperaba que no. No quería volver otra vez aquí.

—Y entonces Suk Hyung comenzó a perseguirme y caí de un tropezón al suelo, y así fue como me rasmille la rodilla Jiminie..—narraba mí hermano, el menor de los tres. Los había extrañado.

—Pero Kwanie..debes tener más cuidado por donde corres..—le reprendí de manera suave, no quería asustarlo.

—Prometo fijarme para la próxima Hyung—y en un intento de ser adorable, el menor me extendió su dedo meñique, para entrelazarlo con el mío. 

—Promesa entonces bebé—el emocionado entrelazo su pequeño dedo con el mío sonriendo. Me gire a ver a Suk, había estado en silencio desde que llegó, cosa extraña viniendo de él, sólo se acercó a verme y me saludo con un beso en la mejilla, después de eso se fue a sentar al sofá y no se movió más de ese lugar. 

Me extraño eso de él, mi hermano siempre ha sido alegre, a su manera, no era muy social que digamos, en eso se parecía un poco a mí, era serio en algunos momentos, pero ahora, sentía que algo no lo dejaba tranquilo.

Él sonido de la perilla girar llamó mí atención, mis padres pasaban por la puerta con una sonreía hacia mis hermanos y miles de sobres blancos en sus manos, los medicamentos venían allí.

—Bien, es hora de irnos hijos—los pequeños tomaron sus cosas, y papá tomó mí bolso con ropa, mientras que mamá me ayudaba a ponerme de pie. Éste traía una mini venda en el talón, había caído mal el día en que todo paso, provocando una leve contusión en la zona—¿Te duele al pisar?.

Negué, era soportable.

—Sí sientes dolor sólo dime hijo, yo puedo cargarte hasta la casa—ofreció mí padre, pero solo me límite a asentir.

—Lo tendré presente papá.

Yoongi.

Hoy terminaría mí parte del trabajo, lo único que quería era irme a la casa, tomar una siesta y poder soñar con mí Jiminie, con mí angelito, con mí novio. Desde que lo deje en el hospital, había tenido un malestar en mí cuerpo, había estado revisando mí calendario y el celo no tendría que llegarme hasta la otra semana, pero aún así me sentía algo extraño, un cosquilleo de vez en cuando crecía en el centro de mí estomago.

—¿Min Yoongi trabajando?—siempre llegaba en los momentos más inoportunos éste chico. Sonreí aún sin darme la vuelta a verlo, podía jurar que el aún seguía sonriendo.

—¿A que viniste Hyung?.

—Sólo quería ver con mis propios ojos que estabas trabajando, no sabía que habías seguido los pasos de papá, Yoon—musito.

—Es la única opción que tenía, mamá nunca me dejará irme de aquí. Lo mejor para ellos es tenerme a su lado hasta que tenga cuarenta, y apeste a viejo mantenido—dije serio, ambos nos miramos, y después comenzamos a reír a carcajada limpia.

—No seas idiota, los papás siempre querrán verte surgir hermano...tú no te vas porque no eres capaz de dejar a Jimin e irte del pueblo por un largo tiempo, sabes que si te vas no podrás volver hasta independizarte y eso lleva tiempo—sabía que era verdad—Mírame sólo a mí, me tardo cinco años volver.. Y con eso, quizás me hubiera tomado más tiempo del que tenía estipulado..

Lo único que me ataba a seguir en el pueblo era mí preciado Jimin, no sería capaz de dejarlo sólo y menos ahora que era mi novio, simplemente no podría. No dormiría tranquilo sabiendo que posiblemente alguien intente coquetearle, o aprovecharse de su buena voluntad, y contando que había una criatura salvaje entre nosotros, debía estar aquí, acompañándolo en todo momento, era mí deber como su pareja protegerlo de todo lo malo.

—A que le he dado justo en el clavo..—sonrió y palmeo mí espalda—Vamos a casa, quizás, ¿Podríamos ver una película cuando lleguemos?.

Le mire confundido.

—Mí horario aún no termina Hyung, todavía me quedan quince minutos.

—He logrado convencer a papá de que te fueras antes, así que no te preocupes..me gustaría pasar tiempo de calidad con mí hermano menor.

—A recuperar el tiempo perdido Hyung..—comente emocionado.

Hora y media había pasado desde que la película comenzó, y no podía ser más empalagosa, no tenía nada contra las personas que les gusta demostrar exageradamente su amor por el otro, pero transformaban el amor en algo tan irreal, tan..estúpido que las películas así, en su mayoría me desagradaban.

Seokjin era todo lo contrario a mí.
Era un completo amante de los bestseller's románticos, historias de amor y así. Él siempre fue más delicado y más sensible a ese tema, él era el único creyente en cuentos de hadas de pequeño, siempre se fue por el lado romántico, y todas esas mierdas cursis. Sin decir nada le extendí la pequeña cajita de pañuelos que teníamos para estos casos, agradecido los recibió.

—¿Prefieres que juguemos a algo?—pregunte, quise intentar levantar el ánimo de mí Hyung, se ponía muy sensible cuando veíamos películas así, y más con todo lo que le pasó en la capital, lo hacía un poco complicado.

—Sí, esta mierda es muy triste Yoongi..—intentó sonar gracioso pero entre medio se le escapo un sollozo, haciendo un poco de gracia.

Ambos nos pusimos de pie, Seokjin se quedó esperándome en el pasillo mientras que yo desinstalaba y dejaba todo en su lugar de inició. Apagamos las luces de la sala de estar, y comenzamos a caminar al patio, pero el timbre nos obligó a detenernos, nos miramos y nos tiramos al piedra papel o tijera para ver quien iría a responder al llamado.

Rayos.
A regañadientes me encamine a la puerta, al principio creí que podría ser mamá o el mismo abuelo que se había ido a comprar unas cosillas para la cena, pero no. En cambio un chico alto, tez trigueña, y unos oscuros y profundos ojos negros, estaba esperando en la puerta, venía con maletas en sus dos manos. Le mire de pies a cabeza esperando que dijera alguna cosa, pero sólo se quedó viéndome por un tiempo.

—¿Se te ofrece algo?.

Lucia nervioso. Mientras creía que estaba formulando una respuesta buena, aquél chico jugaba con sus manos y mí paciencia se estaba yendo.

—¿Quién es Yoongi?..—preguntaba mí hermano desde dentro de la residencia.

Los ojos del chico se abrieron mas que antes, sí no hablaba le cerraría la puerta en su cara.

—¿E-estará Min Seokjin aquí?..—vaya, el alto y atractivo chico buscaba a mí hermano mayor, un chico también alto, pero demasiado tímido como para relacionarse con un chico como este.

—Esta dentro, ¿Tú quién eres?.

—S-solo dile que soy un amigo de la Universidad, he viajado desde Seúl hasta aquí y necesito hablar con él..

—Ok, iré a decirle que un amigo lo busca, aguarda un momento..—y sin decirle más, cerré la puerta por un momento, y fui en busca de Seokjin. Quien aún seguía esperando en el pasillo, observándome en silencio, con la curiosidad bailando en sus ojos cafés. Entonces hable. 

—Alguien te busca, es un Alfa, amigo de la Universidad según él..—me mire extrañado.

—¿Un chico?, ¿De quien se tratara?—levante mis hombros con confusión, sí el no suponía quien podría ser, ¿Quién más lo sabría?—¿Te dijo cual era su nombre u apellido, hermano?. 

—No, solamente me dijo que era un amigo de la universidad, parecía angustiado. Quizá se trate de algo importante Hyung, a ese chico no lo vi para nada a gusto, los nervios se lo están comiendo allá afuera, mejor ve antes de que no deje rastro y se vaya sin hablar contigo.. 

Seokjin camino tranquilamente hasta la puerta, mientras que yo lo veía desde atrás. Y no se en que momento me comencé a atragantar con mi propia saliva mientras que Seokjin cerraba la puerta de un solo portazo y corría escaleras arriba, todo había pasado tan rápido que no me dio tiempo de preguntarle el porqué hizo eso, y entonces algo en mi cabeza hizo clic, y fue entonces cuando recordé lo que Jin nos había dicho cuando volvió de Seúl.

~Solo fue algo pasajero, algo de una sola noche..~

Perfectamente ese chico que aún esperaba afuera, podría calzar bien con el papel de hijo de puta que jugó con mí hermano mayor. Sin importarme mucho, dejé al chico esperando en la puerta y fui en busca de mí hermano quien era más importante, para pedirle explicaciones y que él mismo me aclarará quién demonios era el chico de hace un rato.