Con Seokjin habíamos preferido salir a caminar un rato, él creía que tomar un poco de aire fresco me ayudaría a calmar mis nervios y dejar de crear escenarios terribles en mi creativa cabezota. Pero aún la preocupación me estaba comiendo el cerebro, los padres de Jimin seguían parados en su puerta con un teléfono en mano, viendo un punto fijo, hacía la entrada del bosque.

Era posible, a Jimin le encantaba estar allí, pero lo creía extraño el qué siguiera metido allí, y más viendo la hora que es y eso no arreglaba para nada todo esto.

—¿Y si vamos a preguntar?—solté sin más. Seokjin se giro a verme y suspiro.

—Te dije que esperemos, míralos—dijo señalándome a los señores Park a lo lejos—Sigo insistiendo en que no es buen momento de ir a preguntar por el hijo que aún no aparece Yoongi, se que la preocupación te está comiendo por dentro y te entiendo, a mi también, Jimin es como mi hermanito, pero debemos mantenernos al margen de la situación.

Buen punto.
Dicho eso, preferí guardar silencio. La verdad no tenía ganas ni ánimos de seguir dándole la contraria a mí mayor, tan sólo quería tener el delicado cuerpo de mi cachorro entre mis brazos, ahora, y no tener que pensar en otra cosa más.

Habíamos decidido tomar asiento en una de las bancas cercanas, la noche era fresca, pero aún así era agradable. Pero la calma y tranquilidad de lugar no había durado por mucho, gritos de angustia y temor se encendieron en todo el pueblo, me sobresalte. Adultos y niños corrían a sus casas sin detenerse.

—¿Qué esta pasando?—me preguntó un Seokjin asustado. Estos gritos ya los había escuchado antes, y no me agradaba para nada la idea de lo que venía con esos atemorizados alaridos de las personas.

—No puede ser..—lo único en lo que tenía cabeza ahora, era en encontrar de una puta vez a mi cachorro, y tenía que ser sano y salvó, o si no, no sabría que hacer conmigo si algo le sucediera.

—¡Mi hijo! ¡Siwon nuestro bebé esta allí afuera!—gritaba la mujer, mí cachorro aún no estaba de vuelta, y posiblemente estaba corriendo peligro con esa cosa suelta merodeando por ahí.

Este sería el comienzo de una larga noche y posible masacre si no lo deteníamos a tiempo, esto debía parar.

Jimin.

—¡Corre Jimin!—grito Taehyung tomando de mí mano, esa cosa venía detrás de nosotros con la intención de cazarnos. Lo sabía, sabía que si no éramos lo suficientemente rápidos, ese animal nos atraparía y nos comería a su antojo.

—N-no puedo seguir...m-me duele el pecho Taehyung..—dije jadeando. Habíamos estado corriendo casi cinco minutos y no encontrábamos la salida del bosque, no se como es que pasó esto, como de estar tranquilamente disfrutando de la vista del lugar, a estar corriendo de una criatura carnívora.

Ya casi no sentía mis piernas, y un dolor indescriptible crecía en mi caja torácica. Hace años que no sentía un dolor así, desde pequeño me había diagnosticado asma intermitente, pero con el pasar de los años se fue haciendo más y más leve y hasta el último tiempo ya casi no existía esa enfermedad en mí, hasta hoy.

—¡Vamos Jimin! ¡Estamos cerca!—gritaba eufórico el alfa delante de mí. Mí vista se hacía borrosa, y un sudor frío corría por mí espina dorsal. Ésto no estába ayudando para nada la situación, mí estado empeoraba cada vez que corría demasiado.

—Y-ya...ya no puedo...no puedo Taehyung, lo siento—fue como sentirme caer a la nada, me sentía como en las nubes y todo el ruido alrededor se me hizo ajeno a mis oídos, nada estaba pasando ahora.

—No no no no—escuchaba lejano las súplicas de Taehyung—V-vamos Jimin no me hagas esto, no ahora por favor..

—T-te..tengo frío tae..

—Shh, no hagas ruido, o esa cosa vendrá hacía aquí—sabía que estábamos jodidos, pero nunca pensé que tanto. Y todo era por mi culpa y mi huida de casa. Sí iba a morir, sólo quería ver a mi Yoonie antes de partir—Estaremos bien, te lo prometo.

Todo era silencio, mi cabeza punzaba y un leve dolor en mí brazo palpitaba. Intente abrir mis ojos pero se me hizo casi imposible, obligándome a cerrarlos nuevamente. Quise moverme pero no pude, me sentía mareado, desorientado.

—¿Jimin?..—hablo una voz áspera, pero aún así pude reconocer al portador—Cachorro no te muevas. Debes guardar la calma, éstas a salvo ahora—dijo al verme querer levantarme de la cama. Estaba asustado, miles de imágenes corrían por mi cabeza, recordándome lo que había pasado conmigo y Taehyung.

Esperen.

¿Y Taehyung?.

—T-Taehyung...él...aish—queje cuando otra punzada atacó mi cabeza central—¿Yoongi estas aquí?—sentí peso en la orilla de la cama y alguien tomando de mi mano, era él seguramente.

—Shh, estoy aquí mí Jiminie..—acarició levemente mi rostro, se sentía tan bien—El chico ese está bien, se fue hace unas horas, esta en su hogar, no te alteres..

Me digne en abrir por fin mis ojos, entre cerrándolos un poco debido al cambio drástico en las tonalidades de la luz. Pero finalmente lo logre, pudiendo observar con mayor claridad al Alfa que tenía frente a mí, viéndome con ojos irritados.

—¿Por qué estoy aquí?..

—Tuviste un ataque de asma Jimin..—note como su voz se tensaba—E-esa criatura, si yo no hubiera llegado a tiempo...Ese animal posiblemente los hubiera asesinado sin remordimientos, pero ni siquiera lo intento, no articuló movimiento alguno—sus ojos mostraban confusión.

—¿Qué quieres decir?..

—Es que cachorro, cuando t-te vi allí, inconsciente en el suelo, lo único que mí mente logró procesar era que te habían hecho daño—suspiro y sus ojos comenzaban a brillar—Pero ese animal sólo se quedó viéndote, como si intentara descifrar algo, fue tan extraño...era como si te estuviera tratando de recordar..—le mire serio, el volvió su mirada a mí, y negó frenéticamente, desmintiendo a su comentario—Discúlpame, debes creer que soy un estúpido al decirte esto, es imposible que ese animal te conozca..

—No pienso eso Yoonie, no es estúpido el que creas eso, nadie sabe que tipo de persona fue ese animal antes de pasar por completo la fase de lobo..—no quería convencerme y creer en las palabras de mi Hyung, definitivamente yo no podría conocer a ese lobo ni él a mí.

—De todas formas agradezco el que le haya quedado un poco de cordura o lo que sea que le haya pasado a ese animal en la cabeza para no devorarte allí mismo, no se que hubiera sido de mí sin ti Jimin, si te hubiera pasado algo...y-yo simplemente no tendría la fuerza de voluntad para seguir sin tí—su voz se había quebrado repentinamente, enterneciéndome.

—No llores Hyung..nada me ha pasado y eso es gracias a Taehyung y a ti..—dije acariciando sus delgadas manos—¿Lo ves? Nada va a pasarme Yoonie..no mientras estés tú para protegerme, confío en ti Hyung—el levantó su rostro y me observó.

—Tienes razón cachorro, nadie te hará daño mientras este yo ante ti. Le rompería los huevos a todo aquel que tenga la más mínima intención de hacerlo..—le sonreí agradecido, la verdad apreciaba mucho tener a alguien que vele por ti y por tu seguridad completa.

Y en un acto dulce y cariñoso ambos nos unimos en un abrazo lleno de sentimientos de por medio. Yoonie escondió su rostro entre la piel de mi cuello suspirando y dejando uno que otro beso allí, demostrando que estaba conmigo, y que por nada del mundo nos alejaríamos uno del otro, eso nunca.

—¿Yoongi?..

—¿Mmh?—musito con voz ronca. Reí, eso lo hacía sonar increíblemente sexy.

—¿Sabes algo de mis padres?—pregunté, el se separó de mi y se acomodo en posición de indio para quedar frente a frente.

—Ellos estuvieron aquí hace unas horas, tu padre tuvo que irse ya que no podía dejar mucho tiempo el trabajo, te dio un beso en la frente y prometió venir más tardé, y tu madre fue a buscar a tus hermanos a casa de los Acacias, tu prometida también vino Jimin.. tuve la oportunidad de saber como es, y déjame decirte que es linda.

Le mire confundido, su semblante había cambiado de uno dulce a indiferente.

—¿Así que es linda?—pregunté.

—Es un buen partido para ti Jimin..se nota que te hará feliz..—le mire aún más confundido, ¿Acaso estaba celoso?. Desvío su mirada de mí, y comenzó a jugar con el doblez de su camiseta.

—Yoonie..ya hemos hablado de esto—tome sus manos y le obligue a mirarme—Bursin no me gusta, en lo absoluto. Ella misma me ha dicho que esta completamente enamorada de un chico, chico el cuál no soy yo Yoonie..nada pasará entre ella y yo, sólo es una amiga, es cómplice de todo esto, ella está tan molesta como yo por esta boda arreglada.

—No quiero verte saliendo de la mano con ella ese día, no tendría las fuerzas suficientes para retenerme y verte en brazos de otra persona Jiminie..—suspiro exasperante, mí corazón latía a mil.

¿Acaso era esto...una confesión?.

—No pasará mí Alfa..da eso por hecho, celosin—dije para recibir un gruñido como respuesta, sonreí al ver que había provocado un sonrojo en las mejillas del mayor, se veía tan adorable así.

El sonido de la puerta hizo que ambos nos desconectáramos de nuestra burbuja de amor, Yoongi con pereza se acercó a la puerta de la habitación.

—Oh, viniste Hyung.

—Hola Yoongi, ¿Jimin esta despierto?—esa voz, hizo eco en mi cabeza. Me incline un poco y me senté bien en la cama, atento, a la espera de la persona que preguntaba por mí.

—Él..sí, despertó hace unos minutos..—pude sentir como Yoonie sonreía—Pasa pasa, se llevará una linda sorpresa..

Vi como Yoongi se corría de la entrada, dándole paso a la persona que nunca creí volver a ver nuevamente. Mis ojos picaron y un nudo se comenzó a formar en mi garganta.

—Jimin...—sonrió el chico, Seokjin había vuelto, y me sentía muy feliz por ello.

—¿Seokjin Hyung?...—musite, de seguro si elevaba más la voz, esta se quebraría en llanto, pero llanto de felicidad.

—Pequeño Jimin...—terminó por acortar la distancia que nos separaba y se lanzó a darme un abrazó, lo había extrañado muchísimo, la noticia fue tan sorpresiva que no me dio tiempo de reaccionar ante esta inesperada visita, muchas emociones cruzaban por mi cuerpo—Lamento tener que vernos en estas circunstancias, de verdad esperaba verte  sano y sonriendo de esa manera tan bonita que tienes, te extrañe mucho..

—Yo i-igual Hyung, no sabes cuánto te extrañamos mi Yoonie y yo—dije aún en el abrazó—¿Vienes de v-visita?..

—No tesoro, he vuelto para quedarme, creo que ya fue tiempo suficiente para estar lejos de mí gente, cinco años no es algo poco..—los tres presentes reímos en respuesta al comentario del mayor.

Mí día comenzaba de apoco a mejorar.