Nacimos de un vientre y un sentimiento,
con diferencia de espacio y tiempo.
cuatro primaveras y un momento,
marcó el segundo de nuestro encuentro.

Tu, escencia de madre,
temperamento de padre.
Yo, espejo de padre,
caracter de madre.

Crecimos, caminando el mismo sendero,
retrato vivo de nuestros ancestros.
Compartimos herencia, sangre y suelo.
Historias de infancia a campo abierto.

La tía en el balcón, abuelo atento.
Olor a carne, arroz y un sentimiento,
marca memorias y un recuerdo,
caminamos distinto desde el comienzo.

Mamá en las noches contaba un cuento,
Imagenes vividas entretegiendo sueños.
Tú la mas realista, yo alzando vuelo.
Comienza la vida en un mismo lecho.

El tiempo pasa, marcando sucesos,
Querias ver en mi, tu intenso reflejo.
es que no entendía que llebabas dentro,
Comencé a odiar esos momentos.

Tu trazando lineas en el viento,
con sueños de grandeza, partiste lejos.
Solté tu mano, te seguí en silencio,
Porque tu sangre yo llevo dentro.

Me fastidiaban tus argumentos,
creé barreras y encuentros violentos.
Tu ya no eras aquél juramento,
sin decir nada me rompí en fragmentos.

Pasan los días entre blanco y negro.
Tristeza, alegría, pequeños secretos,
No pude odiarte desde el comienzo,
porque es que hermana eres mi espejo.

Eres mi instinto yo soy tu suelo,
Somos las mismas en diferente cuerpo.
Error o culpa no importa el suceso,
mi mente no borra, aquél campo abierto.