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Bakugo respondió inmediatamente.
- ¿Algún problema con eso?.
Izuku negó rápidamente agitando sus manos de un lado a otro.
- No, no. Claro que no, Kacchan. Sólo estoy tratando de averiguar quiénes de los chicos de la clase salen con otros chicos. Así, como yo, obviamente.
- Obviamente.
Izuku tragó grueso. Se le hacía muy familiar que Kirishima fuera su pareja, siempre estaba detrás del rubio como perrito faldero. Le sorprendía que en su clase hubieran más chicos gays y con pareja. Se limitó a pensar que una vez, uno de la clase B, se le declaró en el patio de la escuela hace más de un mes. Shinso Hitoshi. No lo había aceptado porque no se sentía preparado para una relación y estaba enamorado de Kacchan, simplemente no podía. En su pequeña cabeza de nerd, también se puso a pensar en que puede que Kacchan realmente tenga su relación tan oculta que ni siquiera nadie lo sospecharía. Como con Shoto Todoroki. Ellos se odiaban a muerte pero en la mayoría de las veces congeniaban bien. Sintió otra punzada en su pecho. No sería tan fácil lidiar con eso. Aún así, por un minúsculo de tiempo, el peliverde pudo decir y pensar que nadie podía compararse a él, porque él era primero en la vida de Bakugo. Y fue el primero en muchas cosas. Al menos, eso era su santo consuelo.
- Bien, imbecil. ¿Que quieres saber?
El peliverde emitió un chillido ante la voz tan gruesa del otro.
- Ammh.. eh.. bueno, ¿Cuáles son sus mejores cualidades?.- preguntó pensativo.
- Es jodidamente amable. Incluso, creo que mucho más de lo que debería serlo.
Demasiado para su propio bien. Siempre está dispuesto a ayudarme aunque no necesite de ella. Es paciente y sonríe mucho. Su sonrisa de mierda es...
Izuku no aguanta más. Mentalmente se quiere golpear y caer inconsciente para no seguir escuchando.
- Está bien, está bien. Mi cabeza explotará, ya entendí. Está bien..
Cada cualidad dicha por el rubio podría ser identificada fácilmente con Kirishima. Aún así, descartó la idea. Todo normal, nada especial. Nada nuevo. No sabía si era una pista para saber de quién se trataba.
Se atrevió a insistir un poco más.
- Mejor... mejor dime cómo es él.
- Eso es malditamente trampa.- habló despacio, mientras fulminaba con la mirada al contrario.- Es.. es tan guapo como tú!
- Oh, vamos Kacchan. ¡Mo juegues así conmigo!. Eres un infiel descarado.- Izuku ríe, sabiendo que Bakugo solo está jugando con él. Sabía muy bien que el rubio sería incapaz de decir algo como eso. Era algo obvio. No pudo evitar no sentirse nervioso, sintiendo un dolor indescriptible incrustarse en su pecho al ser comparado de esa manera. Duele.
- Se ve que es una gran persona, Kacchan. Realmente estoy muy feliz por ti, en serio.- Izuku intentaba sonar normal mientras se ponía de pie para ir afuera. Bakugo lo siguió, recogiendo su bolso y los restos de su almuerzo.
- Sí, también es un jodido idiota.
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Dos días después, Izuku estaba en su habitación. Intentaba descansar pero su cabeza no paraba de girar dando material especifico para que pudiera sentirse más miserable. Sintió su teléfono celular vibrar a un extremo de la cama. Se inclinó hasta llegar hasta allí y tomar el aparato entre sus manos. Su corazón empezó a latir con fuerza en su pecho. Era un mensaje de Bakugo. Le preguntaba si podía ir a su habitación. Intentaba responder lo más neutral posible. Se dio cuenta que casi escribía un corazón pero lo borró de inmediato. Su chat de conversación estaba conformado con el 60% de emojis de corazones. Nunca se vio como algo malo, pero ahora lo era.
Bakugo se encontraba entre las piernas de Midoriya, mientras que el rubio leía un libro. No era de su agrado, pero aún así se inclinó hacia adelante para leer un poco, haciendo una que otra pregunta para opacar el silencio que hay. Se sentía tan bien sentir la nuca del contrario tocando su piel pero..
- Deberíamos cambiar. Apenas puedo leer por encima de tu hombro y mi pierna se está entumiendo, Kacchan.
- No lo haré, estoy cómodo.
Quiso discutir un poco, para intentar alejarlo. Pero se dio cuenta lo muy cerca y cálido que se sentía estar con él así. Era demasiado para el pequeño corazón del peliverde, sentía que a partir de ahora tendría una fragilidad.
- Si tanto te molesta, entonces porque no me le dices idiota.- refunfuñó el rubio.
Izuku quiso hablar en protesta pero luego el contrario, se deslizó hasta llegar hasta su pecho para acomodarse ahí, dejando su cabeza reposando mientras apoyaba suavemente las manos en parte de su abdomen. El peliverde sintió su saliva pasar rápidamente por su garganta y se atragantó ante ello, empezando una tos incontrolable. Bakugo levantó su rostro y miró por encima de su flequillo al otro.
- ¿Así está mejor?
Izuku asintió frenéticamente, un poco nervioso. Intentó recomponerse, y empezó a acariciar el suave cabello del rubio.
- Hey, Kacchan!
El rubio lo miró atento.
- ¿Qué?
Observó detenidamente la cara pecosa del otro, mientras pensaba en lo muy lindo que era. Definitivamente, estar con Deku debía ser un delito.
- ¿No te ha dicho si esto le molesta?.
El rubio quedó quieto mientras pensaba.
- No sé de que hablas.- respondió sin interés.
- Tu novio. ¿No le disgusta que pases tanto tiempo conmigo?.
Los ojos del rubio brillaron ante eso pero no respondió.
- D-Digo, es que estás aquí en mi regazo, seguro se pondría c-celoso.- prosiguió Izuku.
- Estoy seguro que no.- respondió natural el rubio.
- ¿Qué?.- el pecoso ríe ante eso.- debe ser el novio perfecto para, Kacchan. No esperaba menos.
- Joder, claro que lo es.
Izuku mentalmente se deprimió, sintió como su interior dolía, en su alma. Parecía que ni siquiera era una amenaza para aquella persona, eso quería decir que no era ni opción para el rubio. Que era sólo considerado como amigo, y nada más. Resopló.
- ¿Qué mierda te pasa, idiota?.- tan agresivo como siempre a la hora de preocuparse.
- N-Nada.. pensando en los exámenes posteriores. Ya sabes.. mate.. y química..
Izuku para evitar delatarse, toma un pequeño juguete y empieza a examinarlo mientras el rubio seguía leyendo su libro. El pecoso no se enfocó tanto en el contrario mientras leía. Sabía que su amigo era un lector lento y pausado, que comprendía cada y una de las palabras y frases. Pasó un tiempo. Se fijó en la mano del otro un poco más débil, cuando levantó su rostro en busca del otro, su corazón dio un vuelco. El chico se había quedado dormido.
Su respiración era nivelada y calmada. Sus ojos cerrados, lo hacían ver como un gatito. Su entrecejo relajado, le hacía ver a la obra más hermosa del mundo. Definitivamente, estaba enamorado de ese hombre. Vio por la ventana que el sol ya estaba intentado ocultarse, no sabía cuánto tiempo habían pasado hablando. Lo único que importaba era el tiempo pasado con Katsuki.
Tomó su celular, y envió un mensaje rápidamente a su amigo rubio, Denki.
- Me quedé estudiando con Kacchan hasta tarde y ahora está dormido en mi habitación.- el peliverde envió al final un emoji de cansancio y nerviosismo.
No pasó mucho tiempo cuando su teléfono zumbó en sus manos. Alertandolo.
- Espero que hayan usado los condones que Aizawa nos regaló aquella vez en la aula de biología. - respondió rápidamente Kaninari. - ¡STOOOOOP! ¿Bakugo no tenía novia?.
Su rostro se pintó de color tomate ante las palabras del rubio. Se da cuenta que probablemente no puede comentar nada sobre lo del supuesto novio, ya que es alguien de la clase y no sabe si están de acuerdo en que alguien más se entere de su relación.
Solo dio las "buenas noches" a su amigo y se fue a dormir.
Miren estaba pensando seriamente si mostrar mi maravilloso rostro para ustedes, es que me siento en familia. Ya saben, la viole××ia intrafa××liar.
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