No lo sabía, por supuesto que no.

Había pasado casi toda su vida a su lado, conociéndolo a diario. Sabiendo sus gustos y actitudes, emociones y sentimientos. Sabía que clase de persona era. Sabía que, aunque le duela, escogería a una perfecta persona para sí mismo. Sabía que él no era la clase de persona para Bakugo.

Izuku intentaba no pensar en él, pero le era imposible. Imposible, porque si bien es su mejor amigo, no tuvo la confianza suficiente para comentarle que tenía una novia. Estaba enojado, y se sentía inútil por no ser suficiente para él. No suficiente para que se abriera a consigo mismo. Era sólo un estorbo en la vida del rubio, lo sabía.

Se sumió en sus pensamientos, intentando buscarle sentido a todo. Bakugo era una persona totalmente alejado de mujeres. No hablaba con ellas, no se preguntaba por el sexo femenino. No le interesó, (hasta el momento), hablar de pechos y tetas, ni tampoco había comentado sobre alguna "crush". Para el pecoso tuvo sentido, entonces, su relación secreta con alguna chica.

...

Habían entrado a la sala para ver la siguiente clase. Con el corazón latiendo veloz y sus nervios a flor de piel, intentó entablar conversación con el rubio.

- Hey, Kacchan. - saludó animado mientras forzaba una sonrisa, no quería verse mal.

El rubio levantó su mano en saludo también, llevaban tiempo que no se trataban y ahora era todo perfectamente bien. El menor se sentó a un lado mientras sonreía embelesado viendo a su amigo. El rubio notó su mirada y arrugó el entrecejo extrañado pero no dijo nada.

- Vi lo que sucedió en el almuerzo.- habló, extrañamente, emocionado.- Y lo siento por eso.- se apresuró a decir.

Bakugo lo miraba sin expresión, tampoco respondió a eso.

- Ehhh, ¿Quién es?.- preguntaba Midoriya en su vago intento de no expornerse tanto.

- No me acuerdo de su jodido nombre.

Izuku queda estático, y luego ríe.

- Eso es imposible, digo, no es como que se te olvide el nombre de la persona con la que sales.- El menor parecía divagar en sus pensamientos. - a menos, que su nombre sea extremadamente difícil.- concluyó.

Katsuki lo miraba fijamente, hizo una mueca y luego frunció el ceño.

- Ah, que gracioso nerd de mierda.- respondió con una inexpresiva cara.- eso es claro.- respondió sarcástico.

Izuku arruga también su entrecejo. No entiende porque el rubio se comportaba tan desinteresado con su novia, debía ser muy linda e inteligente. Pensó fugazmente en Momo, pero la descartó recordando que estaba saliendo con Kyoka.

- Vamos, Kacchan... no seas así.. ni siquiera me dijiste que tenías una novia. Eso es cruel.- refunfuñó.

Katsuki por un momento se queda paralizado en su asiento, para después mirarlo fijamente.

- Me estás jodiendo.- no era pregunta.

- Eh, ¿Nou?.- respondió infantil el menor.

- Mierda.. esto es una mierda.- masculló entre dientes el rubio. Se masajeó la sien en busca de paciencia, y repitió.- ¿En serio no me estás jodiendo con eso, Deku?.

El peliverde estaba contrariado y expectante ante las acciones y palabras del contrario. Pensaba seriamente en querer tener un poder para poder leer mentes para entender a su amigo. No sabía si era tan malo tener una novia, y que realmente el chico haya tenido una por mero impulso de idiotez.

- Kacchan.. es claro...- su voz se quebraba poco a poco.- ¿Por qué no me lo dijiste?, ¿Tan poca confianza te doy?.- elevó un poco el tono de voz para que fuera oído.

- Eres un hijo de perra.. uhg.- gruñó en desaprobación para tapar su rostro con sus manos y maldecir en voz baja. Izuku podía oír cada insulto en sus palabras, como "pedazo de mierda", "cabrón" o "estúpido". El pecoso tocó suavemente las hebras del cenizo, para acariciarlo levemente. Ese gesto le fue permitido hace muy poco, siendo otra persona, no saldría viva.

- Sólo recuerda que eres mi amigo, Kacchan. Y que puedes confiar en mí!.- sonrío genuinamente intentando no llorar.

- Amigos...- repitió Bakugo.- ...esa mierda.

Izuku se recompuso rápidamente antes de sentarse en su asiento para hacer otra pregunta.

- ¿Es de la clase?.- no esperaba una respuesta.

El rubio giró el rostro para mirar fijamente al pecoso, quien se estremeció en su lugar. Respiró profundo y cerró los ojos.

- Sí.

El peliverde siente retumbar su cabeza pero se mantiene firme.

- ¿Ya salieron a alguna cita, no?.- preguntó rápidamente.

- Sí, bueno, supongo que eran malditas citas.

El menor veía anonadado al mayor, veía como hablaba de esa chica. Era muy afortunada. No sabía que Katsuki podía enamorarse..

... Pero algo lo desconcertó...

- Kacchan, no entiendo.

- No es mi problema.- se giró de nuevo para mirar al frente.

- Di-Digo, es que siempre te la pasas conmigo .. y, bueno...- tenía un semblante angustiado y triste.- ¿cómo le hiciste para tener citas?.- inocente miraba la espalda del rubio, esperando respuestas.

Katsuki vuelve a girar su rostro hacia atrás pero en vez de mirar a Deku, ve por encima del hombre de Deku.

- Si averiguas quién es, te lo diré.

- Eso es injusto, Ka-. - no terminó de hablar hasta que una chica se le pasó por la cabeza.- ¿Es Uraraka-san?

- ¡¿Qué?!, ¿La cara redonda?.- preguntó asqueado. - Claro que no.

El pecoso resopló triste.

- No te enojes conmigo, uh.

- No lo estoy, maldita sea.

Vamos a pasar un buen rato, y si quieres después nos enamoramos. 🎶