Cap 7 : Bienvenidas y saludos
Jeon Jungkook no deja de mirarme en las tantas veces que sale de su oficina para hacer una ronda cada cierto tiempo. Yo hago lo mismo que hacía Taehyung con Hoseok; bajo la cabeza cada vez que pasa por mi lado.
Intento no hacer una locura, como empujarlo o hacerle una zancadilla, mientras leo y releo el manuscrito que está en mi escritorio, abierto en la página treinta y siete sin poder continuar con el párrafo dos que he leído ya más de diez veces. No puedo entender por qué mi mente no está precisamente aquí. Toma todo de mi esfuerzo para por fin lograr concentrarme, pero para eso pasa más de treinta minutos, y hasta ese tiempo estamos por llegar a la hora de almuerzo.
En cuanto llega, suelto un suspiro cansino y me levanto de mi asiento como si me hubieran puesto una bomba en el culo. Subo con rapidez mediante las escaleras internas a la planta de arriba, que sirve como cafetería–comedor de la editorial, y aprovecho de comprar un emparedado, ya que no he tenido tiempo de prepararme uno por la llegada imprevista de mis jefes a la casa. Me siento en una mesa vacía y saco mi celular para enviarle un mensaje a Taehyung. Terminó de teclear justo cuando alguien se me acerca.
—¿Está ocupado? —La voz de una chica me hace levantar la cabeza. La miro sonriente al recordarla. Ella es quien saludó a Taehyung ayer desde su puesto. Justo a su lado hay un chico, quien me sonríe.
Niego, tragando lo que había estado masticando.
—No —digo señalando las cuatro sillas—, no están ocupadas.
Para mi asombro, ambos se sientan al frente de mí. Tienen emparedados y gaseosas que ponen sobre la mesa.
—Tú eres Jimin, el hermano de Taehyung —me dice la pelinegra mirándome con sus ojos azules y sonriéndome con afabilidad—. Yo soy Chaewon, conozco a Taehyung desde que entré aquí seis meses atrás.
—Y yo soy Yoongi, más antiguo que ellos dos. Estoy aquí tres años. —Alzo mis cejas.
—Vaya, mucho gusto, chicos. —Sonrío dejando mi emparedado de lado para conversar—. Taehyung no vino por hoy porque está resfriado, pero me dijo que tiene un par de buenos amigos aquí. Qué gusto por fin conocerlos.
—Para nosotros es un gustazo conocerte, Minnie estaba ansiosa por que trabajaras aquí. —La sonrisa entusiasta de Chaewon cuando menciona a mi hermano me hace mirarla con fijeza, ella continúa—: Así que bienvenida, Jimin. Bienvenida a Jeon's.
Yoongi también me ofrece una bienvenida, incluso se inclina y toma mi mano para sacudirla. Les agradezco con una sonrisa feliz, observando sus rostros. Chaewon tiene el cabello oscuro, con ojos color azules y el rostro fino. Sus rasgos, como nariz fina y pómulos altos, la hacen ver preciosa. Eso combinado con su cabello corto... es una belleza. Por otro lado, Yoongi tiene la piel oliva y el cabello negro, contrastado con sus ojos verdes lo hacen lucir como todo un galán. Y vaya que es muy guapo, pero lo único que te da el indicio que es un amor es su sonrisa cálida y su amabilidad.
—Gracias, chicos —murmuro, contento de contar con amigos en mi tercer día de trabajo. Miro a todos lados encantado con el lugar, tal vez mi jefe sea un pesado, pero el ambiente laboral en general es ameno. Además hago lo que más me gusta, que es corregir.
En ese momento, en el que estoy mirando con una sonrisa en mi rostro la cafetería casi vacía, entra por la puerta una mujer rubia. Y me fijo en ella por lo despampanante que es. Llama la atención de los presentes, incluso la mía, y no sé si es porque es hermosa o porque es seguida por Jeon Jungkook, quien tiene un brazo en la espalda baja de ella. Ambos se ríen con complicidad y conversan mientras se dirigen al mostrador sin percatarse de nadie más. Sentiría una pizca de celos si las circunstancias fueran distintas, pero lo único que siento es una curiosidad terrible de saber quién es ella sin parecer desesperado.
Por suerte Yoongi me quita de encima la curiosidad.
—Esa es Yujin, la jefa de Recursos Humanos. —Alzó las cejas, recordando que en ningún momento la vi mientras firmaba mi contrato o hablaba con el editor en Jefe, que en este caso es Jungkook—. Acaba de llegar de sus vacaciones. Ha estado un mes fuera.
Miro a Yoongi con una sonrisa de disculpa, pero él tiene los ojos fijos en ellos, en la rubia despampanante y guapa, quien está sonriéndole a Jungkook con tantas ganas que ruedo los ojos al notar sus intenciones. Es obvio lo que pasa aquí, y tanto Yoongi como Chaewon lo saben, porque no despegan sus ojos de la pareja sonriente.
Me doy la vuelta en el instante que ambos cogen sus cafés de la barra y giran hacia las mesas libres a nuestro alrededor. Pero Yoongi ni Chaewon lo hacen, así que no tengo que ser un genio para saber a quién le sonríen con cordialidad mientras se acercan a nuestra mesa.
—Hola, chicos —dice la voz dulce de Yujin. Levantó la cabeza observándola. Ella me mira y alza ambas cejas, dejando su café sobre la mesa y sentándome a mi lado—. Mucho gusto, Jimin. Kook me ha hablado de ti; eres el nuevo corrector. Bienvenido a la editorial Jeon's. Yo soy Yujin y trabajo en el área de Recursos Humanos, acabo de llegar de mis vacaciones y me estoy aclimatando de nuevo, nada mejor que un buen café para eso. Y en esta cafetería hacen el mejor.
Su sonrisa cálida de bienvenida me da buenas vibras. Quiero extender mi mano, pero están ocupadas cogiendo el emparedado, así que solo le sonrío y alzo el mentón como un saludo.
—Mucho gusto, Yujin, y gracias por la bienvenida —digo por segunda vez en escasos minutos de diferencia. Jungkook se planta a su lado como si fuera su sombra, apoyando una mano en el respaldar de su silla justo detrás de su hombro izquierdo. Lo noto todo porque está a mi lado y es imposible ignorarlo así como así. Lo miro—. Buenos días, señor Jeon.
Mis nuevos amigos lo saludan igual que yo, sin tutearlo y por su apellido, cosa que no me pasa por alto. Por supuesto, Jungkook ama que lo traten de usted y parece disfrutar cuando Yujin lo tutea.
—¿Qué tal le va a su hermano? —pregunta justo antes de probar un sorbo de su café. Me pone de los nervios que no se siente y que solo se dedique a mirarme mientras se recarga en el respaldar del asiento de la rubia llamada Yujin, quien es todo sonrisas por estar siendo escoltada por el jefe.
—Está mejor, descansando en casa y bien abrigado. —Hace un calor de mil demonios, pero él está en casa abrigado, porque estar enfermo en pleno verano es lo peor.
—Espero que se recupere pronto para que esté listo para la fiesta —murmura Yujin mirándome.
Parpadeo.
—Es el sábado. —Jungkook al ver mi cara de espanto, aclara—. No este, sino el de la semana que viene.
—Es la fiesta de aniversario número diez de la editorial y se celebrará a lo grande. —A Yujin se le ve realmente entusiasmada con la idea. Noto que Chaewon y Yoongi están callados, observando a los recién llegados sin ánimos de querer participar en la conversación—. Será en el Four Seasons, a lo grande. Irán muchos editores y escritores, socios y hasta colaboradores de otras editoriales. ¡Será increíble!
Su entusiasmo no se me pega, al contrario, lo encuentro fastidioso.
—Eso es genial —adopto una voz cordial, pero sin mostrarme impresionado. Yujin alza una ceja mientras sorbe de su café. Ni siquiera miro a Jungkook—. Yo creo que para esa fecha mi hermano estará bien. Solo es un resfriado.
—Claro que sí —dice con ímpetu—. Eso se soluciona con un par de pastillas y mucho descanso. —Luego mira el reloj en la pared de la cafetería y abre los ojos demás en aparente sorpresa—. Bueno, es momento que nos vayamos, solo pasábamos aquí por un café. Tenemos que hablar con Mingyu.
No sé quién carajos es Mingyu, así que solo le sonrío mientras sigo comiendo de mi emparedado. Jungkook se endereza y se acomoda el saco, luego voltea a mirarme.
—No se olvide que hoy tenemos una reunión, Joven Park.
—¿Reunión de qué...? —Mi voz se va a apagando cuando me doy cuenta de que se refiere a la «salida de café» que dijo en la mañana. Quiero refunfuñar como un adolescente y sacarle el dedo medio mientras le grito a toda voz que vaya a joder a alguien más, pero me calmo, pienso antes de actuar y sonrió con dulzura—. Recuerde que la reunión se canceló. El... interesado dejó de estarlo en cuanto vio los términos.
Se cruza de brazos.
—No lo creo —responde él alzando una ceja, desafiándome—. Yo lo noté bastante comprometido. Incluso lo sentí accesible. ¿Está seguro de ello?
—Totalmente, él no está interesado. —Al notar las miradas de Chaewon, Yoongi y Yujin en mí, sonrío apenado—. Hay un... escritor que contacté pero no está interesado en publicar con nosotros cuando leyó el contrato.
Yujin frunce el ceño.
—Qué mal. —Coge a Jungkook del brazo y luego nos mira—. Nos vemos luego, chicos. Que tengan buen día.
Jungkook se despide escuetamente de nosotros y luego juntos se van en dirección a las oficinas que hay alrededor de esta cafetería. Frunzo el ceño.
—Allí están las áreas de reuniones y las oficinas de Yujin y demás empleados —aclara Yoongi al ver mi rostro confundido—. Al parecer aún no te han hecho el recorrido.
Niego.
—Me siento perdido aquí.
Yoongi y Chaewon se miran, sonrientes. Cinco minutos después de comer soy arrastrado por ellos para conocer el lugar. Bueno, no exactamente arrastrado porque les pedí un recorrido que ellos gustosos aceptaron dármelo. Me siento tonto que siendo mi tercer día con las justas conozca el baño y ya.
Media hora después hemos recorrido las dos plantas extensas que encierran a la editorial Jeon's. Debo admitir que he quedado encantado con lo moderno y espacioso que es. Hay cubículos para cada trabajador y oficinas para todos los que trabajan en el lado administrativo. Yujin es jefa en recursos humanos, pero su oficina queda en el área administrativa. Tiene una oficina para ella sola, pero no estuvo mientras mis recientes amigos me hicieron el recorrido, por lo que pude respirar con tranquilidad.
—¿Qué acerca de la fiesta de aniversario? —pregunto con curiosidad mientras me siento en mi cubículo. Hablo en voz baja porque la oficina está en silencio y no quiero ser descortés. Aunque es un alivio que Jungkook ni Hoseok estén en sus oficinas o merodeando cerca porque esta conversación no habría tenido lugar. Cuando los jefes están cerca, todo el mundo está en su sitio y no suele haber conversaciones largas como en la que estamos inmersos ahora los tres. Yo estoy sentado en mi lugar, mientras que Chaewon ocupa la silla vacía de Taehyung a mi lado. Yoongi está apoyado en la pared a un par de metros de nosotras.
—Es el décimo aniversario de la editorial —comenta Chaewon alegre—. Será a lo grande e incluso vendrán los señores Jeon's y los fundadores de esta editorial. Como dijo Yujin, será en el Four Seassons. Comienza a las siete de la noche y será de etiqueta, por lo que tendrás que usar un bonito traje. Normalmente solo hacen una cena, pero ahora será una gran celebración. Habrá bufete y música en vivo hasta para bailar.
—¡Guau! —exclamo mirándola impresionado—. Realmente has hecho tu trabajo.
Yoongi y ella se ríen.
—Hemos estado esperando esta celebración desde hace meses, desde que se anunció que será en ese gran hotel, todo el mundo está emocionado con la idea. ¡Ya quiero que sea sábado!
—Bueno, en tres días será sábado... —deja escapar Yoongi.
—¡No este, sino el siguiente!
Me río, divertido con este par. Aprovecho su pequeña discusión para encender el ordenador y revisar mi correo. No puedo empezar a corregir porque ellos están aquí y no quiero botarlos porque me agradan. Así que reviso mi correo hasta que me topo con uno que me deja un poco descolocado. En el título aparece un nombre conocido: «Jay Park» justo al lado de «contrato editorial». Cliqueo con rapidez para abrir el mensaje ignorando a mis amigos.
Cuando termino de leer el mensaje, miro la hora en la pantalla del ordenador y maldigo de mil formas en mi mente. Cojo mi celular e interrumpo a Yoongi y Chaewon poniendo cara de circunstancias.
—¡Había olvidado que Jay Park viene hoy! —exclamo, llamando la atención de algunas personas. Me levanto al mismo tiempo que ellos asienten, al parecer sin tener idea de qué hablo—. Ya vuelvo, chicos.
Corro al segundo piso, donde quedan las salas de juntas, con mis zapatos repiqueteando en el suelo de mármol. Procuro no caerme en mi camino hasta toparme con que una de las salas de junta está cerrada, y dentro hay cuatro personas. Entre ellas Jungkook y su hermano. Me acomodo el cabello y toco la puerta, aunque estas son de vidrio por lo que todos pueden verme desde adentro. El que se apiada de mí es Hoseok, que corre a mi auxilio y me abre la puerta, sonriéndome.
—Lo siento —digo con voz agitada y tratando de respirar con tranquilidad—. Tuve un pequeño percance y no logré leer el correo de anoche. Lo acabo de hacer y me topé con este...
—No te preocupes, Minnie —dice él cerrando la puerta detrás de mí—. Acabamos de llegar, solo estábamos esperándote.
Los presentes se levantan, excepto Jungkook, quien permanece en su sitio sonriendo detrás de su mano. Intento no mirarlo para concentrarme en el hombre que me sonríe alegremente, me tiende una mano y yo gustoso la tomo. Este es el famoso escritor que tanto ansié conocer.
—Mucho gusto, tú debes ser Jay Park. —Recuerdo vagamente la foto que envió en la hoja de biografía donde se le pedían sus datos. Es tan apuesto como sale en la fotografía. Su cabello oscuro, sus ojos avellanas y aquel rostro son para morirse. Toma mi mano y hace la cosa más loca frente a todos, la acaricia para luego besármela. No tengo nada más que sonreír, un poco sorprendido por su acto.
—El gusto es mío —dice con voz galante y sin soltarme la mano—. Si hubiera sabido que mi editor iba a ser así de hermoso, habría mandado mi mejor manuscrito. Algún poemario de amor, tal vez.
Ruedo los ojos, no solo es coqueto, sino también un poco egocéntrico. No puedo pedir mucho de un escritor.
—Déjeme decirle que el manuscrito que envió es excelente, si no no hubiera sido seleccionado.
Jungkook me mira, luego lo mira a él y al final termina hablando.
—Aún no se ha firmado nada —dice secamente, pero sin perder la tranquilidad y esa sonrisita que cubre su mal humor.
—¿Por algo está aquí nuestra abogada, verdad? —dice Hoseok señalándola con una mano extendida. Yo me acerco a la guapa rubia que está detrás de Jay y le sonrío, también extiendo una mano para estrechársela. No sé ni quién es, pero me alegro ver que parece buena gente, sonriéndome de vuelta.
—Mucho gusto, Jimin, soy Chou Tzuyu, abogada de esta editorial. —Su apretón de manos es firme y de inmediato me cae bien. Sus labios pintados de un rosa suave se estiran en una sonrisa. Le digo que el gusto el mío y luego todos se sientan, incluyéndome. Estoy entre Jay y Tzuyu, Jungkook se encuentra frente a mí y junto a Hoseok.
Jungkook procede a explicarle a Jay el proceso de edición y el tiempo que tomará para luego lanzar el libro al mercado. También las regalías y el porcentaje que recibirá por una cantidad determinada de libros vendidos. Para esto Tzuyu se suma a la conversación explicándole ciertos términos del contrato que tiene en una carpeta. Jay lee y relee, haciendo preguntas aquí y allá hasta que todas están resueltas. Yo solo participo un par de veces cuando me preguntan el tiempo y el proceso de edición.
Una hora más tarde Jay firma el contrato, ganándose una sonrisa de todos y un buen apretón de manos. Cuando nos retiramos de la sala, Jungkook me sujeta del codo y cuando todos nos miran, él se mantiene serio.
—Tengo un par de cosas que hablar con la Joven Park. —Mira a Hoseok y a Tzuyu—. Acompañen al señor Jay a la salida, por favor.
Yo les sonrío tensamente como despedida y sigo a Jungkook dentro de la sala de juntas. Como las cuatro paredes en realidad son mamparas de vidrio cualquiera desde afuera nos puede ver, así que con agilidad él baja cada cortina hasta que la privacidad se hace presente.
Esta vez lo miro con ojos entrecerrados.
—¿Y ahora qué quieres? —pregunto tuteándolo y de mala gana por haberme encerrado aquí con él, porque sí, justo luego de meternos a ambos aquí ha cerrado la puerta con seguro. No me quejo, solo pido explicaciones.
—Hablar —responde como si nada apoyándose en la gran mesa de vidrio y cruzándose de brazos como si estuviera relajándose cuando yo estoy más tenso que un músculo contracturado.
Suelto un suspiro tan grande que mis hombros se encorvan un poco.
—¿Y ahora de qué quieres hablar? —pregunto alzando mis cejas—. ¿No te...?
Ni siquiera puedo terminar la oración porque Jungkook viene hacia mí y me coge de las mejillas, estampándome un beso que me deja paralizado.
Holi, si notan algún error les agradecería que me lo dijeran para corregir por favor
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