Tayra Parker

No sé qué coño está pasando.

Todo esto ha sido demasiado bizarro.

No sé ni como coño llegue aquí, no entiendo nada, pero cuando vea a ese hijo de puta de capucha y pelo blanco voy...voy a asesinarlo.

Mire...mire hacia abajo al sentir como sus sollozos iban desapareciendo lentamente, con respiraciones pesadas y...dolorosas.

—¿Quieres...que te traiga un vaso con agua...?—acaricie su cabello y respiro profundamente para luego negar.

He estado en esta misma posición por horas, acariciando dulcemente su espalda mientras que derrama lágrimas con su mirada perdida. Ya no se ni qué hora es, pero de lo que estoy segura es que papá va a matarme, tuve que mentirle y cuando sepa la jodida verdad de que en realidad no me quede haciendo un trabajo extra, sino que estoy en la casa de un desconocido consolándolo porque intento...suicidarse y yo pude detenerlo...él...no va a entender como demonios llegué aquí y la verdad es que yo tampoco entiendo.

—N...No...—balbuceo soltando un jadeo, y seguí acariciando su cabello, dándole el soporte o silencio que el necesitaba en este momento, apoye mi cabeza en la cama, respirando con calma, mirando todo a mi alrededor, detallando la habitación, viendo todo con sumo detalle intentando distraerme, deteniéndome en...en un cuadro en la pared, lo detalle frunciendo el ceño al ver que era una foto de graduación, ladee el rostro sintiendo que...que conocía ese rostro.

—Tú...—baje el rostro para mirarlo, corriéndole el cabello de la cara—¿eres...eres Dash? —la detalle un par de segundos forzando una sonrisa al verlo asentir, guarde silencio y...volví a mirar mi entorno.

Su habitación era realmente grande incluso más que la mía y estaba llena de fotografías, cuadros de honor, libros, autos y una soga que colgaba en el medio de esta haciéndome sentir culpable, uno no tiene ni idea del daño que le causa a una persona, por un comentario, por la forma en que las miras, somos...somos jodidos monstruos, asesinamos con nuestras palabras y acciones y ni siquiera nos damos cuenta hasta que aquel chico inocente que tanto molestamos aparece colgado a la mañana siguiente.

—Tú...—baje la mirada al sentir su voz por primera vez en todas estas horas que ha estado acostado en mi regazo—eres...eres nueva en el pueblo, ¿Verdad?— se giró para mirarme, dejandome detallar por primera vez sus ojos negros, rodeados por una sombra violácea que bordeaba lo negro.

Es...joder es...hay algo en las personas que nos da un indicio de como son, de si son honestas o falsas, y yo en sus ojos veo tanta bondad, amor, dulzura y eso corrompe aún más mi corazón.

—Lo soy—le asentí mostrándole una sonrisa sincera—soy...Tayra—me presente—Tayra Parker.

—Tú...¿Escuchaste...

—¿Lo que dicen de ti? —le pregunte, alejando mis manos de él, mientras veía como se sentaba lentamente a mi costado, limpiándose las lágrimas que aún rodaban por su rostro. Asintió—yo...no soy de creer mucho en lo que dicen los demás—le conté mirando su perfil— la gente normalmente habla sin conocer y yo prefiero conocer antes de hablar—¿Quieres...hablar conmigo?

—Hoy...es...es el cumpleaños de...de mi mejor amigo—balbuceo con su voz en un hilo, rompiendo a llorar una vez más y no supe que hacer, solo pude tocarle el hombro y él se abrazó a mi cuerpo, llorándome en el hombro, escucharlo llorar...me rompió, sentí como si su pena me atravesará el cuerpo y simplemente lo abracé dejándolo llorar todo lo que quiera. —Él...él se...se suicido...

El pulso me tembló al sentir como su cuerpo se contraía por los llantos, se abrazaba a mí como si estuviera buscando de quien sostenerse, y...joder no lo conozco pero...pero lo abrace intentando mantener en su lugar cada pedazo de su ser que se caía a pedazos.

—Yo...yo...lo extraño—jadeo—lo...lo extraño todo el jodido tiempo. —soltó un llanto tan desgarrador que...que me hizo temblar, me...me lleno de...de nostalgia...es...me puse en su lugar, yo...

—Yo...perdí...a mí mamá...hace cuatro años—le conté lo...lo que no siempre digo, decir...decir que perdiste a un familiar...se vuelve algo tan incomodo con el tiempo, porque la gente a tu alrededor quiere empatizar contigo pero...lo hace mal, te trata como a algo defectuoso, te mira con lastima y joder, suficiente tengo como mi pena como para que vengan a mirarme así, esa...esa sensación la detesto el tener que decir "Tranquilo, fue hace cuatro años, ya estoy bien", cuando no es así joder, no estoy jodidamente bien, nunca se supera una muerte, nunca. —Yo...sé lo que se siente extrañar a...alguien que amas. —balbucee lo último dándole unos segundos para que respirara con profundidad y...y se alejará de mí, para detallarme unos segundos y sentarse a mi lado, recargándose en la cama junto a mí.

—Duele...—balbuceo a lo que le asentí, tirando la cabeza hacía atrás mirando el techo—paso...paso tan rápido...—Cael...él...estaba bien...habíamos salido juntos ese día...fue un día normal...todo estaba bien—su garganta se apretó y yo me mantuve en silencio dándole el tiempo de hablar lo que quisiera, iba a estar aquí para él, escuchándolo a cada segundo. —pero...luego salió...él salió en las noticias y...y...estaba...

—Entiendo...—lo detuve al sentir que le costaba seguir hablando—es...es difícil...pero...que tal...si...¿Sanamos juntos? —curve una sonrisa ofreciendo mi apoyo—yo...si te parece bien...me gustaría no...no dejarte solo...quisiera poder...estar contigo en este proceso de...de sanar.

—Yo...te...te lo agradezco...pero...pero...no tienes que hacerlo...yo...yo sé lo que la gente dice de mí y no...no quiero que sufras por...

—Estoy bien —le reste importancia, dándole un golpecito en el hombro para ponerme de pie—estoy acostumbrada a que la gente me señale y hable de mí a mis espaldas, me han señalado por mi aspecto toda la vida y sinceramente si hablan de mí por estar a tu lado...habla más de ellos que de mí—le sonreí arrugándole la nariz, para subirme a la silla frente a mí y quitar la soga de la viga—Yo...no diré que entiendo tu situación, porque la verdad es que solo tú logras entender todo el dolor que sientes, solo...quiero que pedirte que...que recuerdes que de ahora en adelante me...me tienes a mí...no me importa estar horas contigo sentados en el piso llorando, hablando, riendo o contando historias que liberen a tu corazón, o...cuando sientas que ya no puedes más con esto y estes pensando en silenciar todo tu dolor—lo mire, abrazando la soga—llámame—le pedí—siempre...estaré para ti.

Asintió curvando una sonrisa, agachando la mirada para respirar profundamente y soltar la respiración.

—Gracias...Tayra—balbuceo mi nombre y eso...eso me hizo sentir bien, me...me dio...tranquilidad, baje de la silla, acomodándola en la habitación y me gire para mirarlo.

—¿Quieres...tomar un vaso de agua o un té o algo caliente para...?

—Quisiera...quisiera estar solo...—pidió poniéndose de ti, había olvidado lo...lo alto que era. Deje...de sonreír...y me quede mirándolo con...con cierta duda.

—¿Estás...seguro?, no...no me molesta quedarme aquí contigo...

—Estoy seguro—asintió, respirando profundamente, mostrándose en calma.

—Puedo...puedo quedarme y...

—Son...son más de...de las tres de la mañana Tayra, es...

—¿Las...las tres? —señaló la pared y girando la mirada vi la hora y...faltan quince minutos para las cuatro de la mañana.

Joder papá va a matarme.

—Sí—soltó una risa baja, limpiándose la cara con la polera—Puedo...acompañarte a casa sí...

—No—le negué al instante tirándome el cabello hacía atrás, suficiente es con que llegué de madrugada, como para llegar con un hombre—no...no te preocupes, tú...descansa...y...—fruncí el ceño detallándole el rostro—¿Tienes teléfono? —le pregunte y me miro entrecerrando sus ojos, no sé si me miro así por la pregunta o bien porque dude si podría tener teléfono.

Termino por asentir y...tomándolo del velador me lo paso, desbloqueado.

—Te deje mi número anotado—le devolví el teléfono, después de haberme llamada para tener su número también—llámame—le pedí—a la hora que sea...

—Sí—asintió curvando una sonrisa.

—¿Nos...nos vemos mañana? —le pregunte y...y dudo mirando mi expresión, mientras que yo no borraba mi sonrisa, termine borrándola y poniendo mala expresión al ver como seguía dudando—Dash...

—Sí—asintió deteniendo mi hablar—nos...nos vemos mañana...

—¿Paso por ti? —le pregunte sonriendo abiertamente, pero me negó sonriéndome con dulzura. —de acuerdo—balbucee—recuerda llamarme o escribirme en caso de cualquier cosa—lo señale, mirando mi alrededor, viendo la habitación, buscando algo que pudiera ser de peligro para llevármelo disimuladamente.

Desvié la mirada y...y me despide reacia a dejarlo, pero...tenía que hacerlo, me gire para salir de su habitación, y aunque tenía miedo de irme, debo confesar que mi corazón se siente está tranquilo, alcance a detenerlo y podré darle una mano, desvié sutilmente mi mirada, para verlo antes de salir de la habitación y choque de golpe al...ver un cuadro que me obligo a detenerme...volví la mirada hacía el frente sintiendo que el maldito pulso se me iba a la mierda, retrocedí unos pasos, solo un par y me gire hacía el cuadro que estaba a mi derecha.

La respiración se me cortó al...al ver el cuadro frente a mí y...joder mis manos se fueron directo a ese cuadro y mis pies temblaron, solté un jadeo y señalé al...al hombre al lado de Dash...él...era ese hijo de puta de capucha, no...ósea...no...no estoy tan segura...pero...tenía el pelo blanco y el tipo de la capucha...¿Qué cojones?, me acerque el cuadro a la cara para verlo mejor y...si...era...él...su rostro se paseo por mi memoria y...no entiendo que coño...

—Oye...—desvié la mirada hacía el interior de la habitación y...Dash ya no estaba, giré a mi alrededor y comencé a maldecir en mi interior, ¿También desapareció o que...oí la ducha y negué volviendo el cuadro a su lugar...sin dejar de mirar la foto, ese imbécil me hizo llegar a aquí, y luego desapareció...¿Por qué no...

Fruncí el ceño sacando el teléfono para sacarle una foto al cuadro, pero...me detuve al ver...que tenía...dieciocho llamadas perdidas de...de mi papá, estaba desbloqueándolo cuando...me llamo de nuevo.

Le conteste porque no quería que...que comenzará a rastrearme y...

—Papá sé qué...

—¡¿Qué demonios Tayra?! ¡Son las CUATRO DE LA MAÑANA! —me grito y tuve que alejarme del teléfono, me gire y comencé a caminar para salir de la habitación y de la casa, así Dash no escuchaba todos estos gritos.

—¡Se me paso la hora papá, lo siento...!

—¡Dime donde carajos estás, iré ahora...!

—¡Estoy por llegar a la casa, voy...!

—¡Estas jodidamente castigada Tayra Parker! —solté un jadeo y salí de la casa, mirando a mi alrededor, sin tener una idea de donde coño estaba.

—Papá...—balbucee, presionándome las sienes.

—¡Nada de excusas!, esto supera todo lo permitido, llevo horas llamándote por...

—¡Lo sé, perdón!— jadeé—deteniendo su hablar o más bien, impuse mi voz ante él—¡No sé dónde estoy papá!, ¿Puedes venir por...

—¡¿Dónde coño estás?!

Joder...está será una larga noche.

—Mira...hay...un árbol grande...con flores moradas y...

—¡Déjate de joder y mándame tu ubicación, voy por ti! —me cortó y...comencé a rezar para que...no termines castigándome de por vida. 

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Bieeen, ya...ya pasamos la etapa más "dura" de está historia (dicen)

Bbs un segundo de su tiempo, para decirles que cada uno de ustedes cumple un rol fundamental en este mundo y sí aún no lo has encontrado, o crees que tu existencia no sirve para nada, déjame decirte que no es así, llegará el momento donde serás la luz en el mundo de alguien o donde simplemente te darás cuenta de que brillas y que tu sola existencia hace este mundo un lugar mejor. 

Los quiero mucho mis chiquitines <3

Besitos, 

Javi.