Alma vacía.
No negaría que la extrañaba.
Pero no sabía si de verdad lo hacía, le agradaba cuando ella lo acompañaba en ciertas partes de la escuela, ya sea cuando había un receso o cuando iban de regreso a casa, cuando ella jugaba, él solo la veía jugar, pues no sentía ninguna emoción de querer acompañarla en el juego.
Por unos instantes.. ella lograba que no se sintiera.. vacío, pero la sensación no duraba mucho, aunque al final agradecía las buenas intenciones de ella por estar a su lado. En palabras de ella, él la defendía, pero no creía que fuera así, era cierto que había niños que se burlaban de ella por su cabello, pero él solo decía lo obvio, si alguien se burla de alguien más por algo que lo hace especial, eso solo demuestra lo poco especial que esa persona piensa que es.
Diciendo cosas de ese estilo siempre que se burlaban de ella, no con la intención de defenderla, aunque al final ella, Laika, lo terminó viendo así, convirtiéndose en amigos hasta.. hace una semana, pues la mencionada se había ido del país.
Había vuelto a la soledad de la que había salido hace ya 3 años atrás, no sabiendo el porqué pero, siempre tenía esa sensación de ser mayor de lo que en realidad es, actualmente tiene 9 años, aunque simplemente no sabe cómo ser un Niño de esa edad. El sentimiento de vacío en su interior era constante, no podía hacer nada para solucionarlo, incluso sus padres querían ayudarlo pero él nunca vió la utilidad en sus acciones, daría ejemplos, al menos para que pudiera entenderse, no siendo posible que otras personas pudieran escuchar sus pensamientos.
En fin, desde que recuerda sus padres siempre intentaron hacerlo feliz, y aprecia eso, aunque no pueda entenderlo, ¿Cuál es el punto de ser feliz en una vida donde no hay sentimiento alguno?, no lo sabía, no le importaba, le daban regalos en su cumpleaños, si alguno le era útil, lo aceptaba, si le era inútil, lo conservaba, algo que sabía por instinto es que no había que ser desagradecido con las buenas intenciones.
Cuando sus padres iban a la iglesia, él terminaba quedándose afuera, le resultaba molesto estar en ese lugar por alguna razón.
Con demás cosas, bueno.. la demás familia, tanto por parte de su padre como de su madre, no encontraba parecido en ninguna persona que iba conociendo, no hace falta decir que la familia de su padre como de su madre compartían algo en común, la mayoría eran castaños, ¿El problema?, su cabello es oscuro, su piel es pálida, e incluso si había algunos que tenían pecas, nadie más tenía los ojos del mismo color que él, lo que lo hacía pensar una variable de la que no estaba seguro.
No estando sorprendido por si resultaba ser verdad.
Sus padres lo llevaron con varias personas que supuestamente podrían ayudarlo, no volvieron a llevarlo a un doctor desde hace tiempo, pues le había dicho a un aproximado de 15 pacientes el hecho de que tenían enfermedades mortales. Él psicólogo tampoco fue una opción después de que le dijera a 3(porque fue a más de uno)verdades que de no haber sido descubiertas destruirían sus vidas, como a uno de ellos, que le dijo que su esposa lo engañaba, que para él fue acto de bondad, no entendiendo porqué ese hombre se podría triste al saberlo.
Salió de su habitación, bajando las escaleras, recibiendo un gran abrazo por parte de su madre, a lo que la expresión de este ni se inmutó, le agradaba mucho su madre, ella era.. alegre, algo que para muchos podía ser contagioso, para él era extraño.
- ¡Hijo mío!, ¿Te he dicho lo mucho que te quiero?—Decía con una sonrisa mientras continuaba este abrazo hacia su hijo, no perdiendo la esperanza de qué tal vez él cambie y le devuelva el abrazo.
- Si mamá..—Dijo algo incómodo por el abrazo que recibía de su madre— lo dices todos los días, también te aprecio.
- ¡Eso era lo que quería escuchar!—No dijo que la quería o que la ama, pero el aprecio también era algo bueno, aún notando esa falta de brillo en los ojos de su hijo, quería hacer algo al respecto, pero cuando ella y su esposo hacían algo, esto no terminaba bien— No es normal verte salir de tu habitación tan temprano, ¿Tienes planes para hoy?, ¿Algún amigo nuevo?
- No.. solo.. me aburría, quise salir, ya sabes que no tengo nada que hacer, no es como si eso me importara.—Mencionó mientras miraba el suelo con el mismo tono apagado e inexpresivo de siempre, qué aburrimiento, incluso.. ahora podría gustarle pasar el rato con Laika, al menos, observándola.
No le gustaba para nada ver a su hijo así, siempre siendo técnico o y frío, indiferente pero a la vez consciente de lo qué pasa, recordando en breves momentos partes del pasado de su hijo, nunca ha llorado, no le ve el sentido a enojarse, e incluso cuando era pequeño acataba muy bien las órdenes más simples, no teniendo queja de que sea tan.. tranquilo, le gustaba un poco de hecho, aunque ella estaba preparada para alguien más revoltoso o problemático incluso, porque ella fue de esa manera con sus padres, aprendiendo de ellos y esperando usar ese conocimiento algún día.
Pero.. no importaba, aún lo quería, fuera como fuera, lo seguiría queriendo tal y como es, quizá, en unos años cambiaría, esperando el ver eso y estar feliz de lo que decida hacer.
Ella lo eligió, y nunca se arrepentiría de su decisión.
- Cariño, ¿Recuerdas a los doctores?—Vió al Niño asentir— bueno, hoy será la última vez que vayas a uno, aunque en esta ocasión será una.. doctora.—Levantó sus manos levemente simulando sorpresa, aunque como esperaba no hubo mucha reacción en él— después, podemos no sé.. comer un helado o ver sobre el regreso a clases..
- Está.. bien. Vamos mamá, no quiero que pierdas tu tiempo otra vez.—Decía para empezar a dirigirse a la puerta, esperando que su madre lo acompañara, a la que según sería su última visita a un doctor, o en esta ocasión, doctora.
Su madre procedió a tomar su mano, a la par que la puerta era abierta, saliendo ambos para lo que supuestamente sería su última visita a un doctor.
Sintiendo que esta vez.. sería así.
Clínica, algo lejos de allí.
Tenía que esperar su turno.
Según le dijo su madre en el camino, la doctora que lo vería era una de las mejores por la zona, quizás ella podría saber que es lo que le pasaba, no se alegró mucho, pues no había diferencia a las anteriores visitas al doctor, solo que esta vez visitaría a una doctora.
Que si preguntaban, sip, sus padres ya habían pensado llevarlo al mejor de los doctores que pudieran encontrar, pensando que quizás alguno podría descifrar lo que tenía, no siendo opción los psicólogos, ya que cuando los visitaba, estos terminaban con más problemas que él.
Tenía un problema que nadie podía atender, pero eso no impedía que sus padres intentaran con su mejor esfuerzo el buscar que él se sintiera mejor, algo que agradecía, pero lamentaba que sus padres gastaran innecesariamente.
Siendo ahí que salió quien estaba siendo atendido por la doctora, parecía alguien totalmente sano, viendo cómo este estaba nervioso mientras terminaba de salir.
Su madre le dió un pequeño empujón para que él entrara por su cuenta, algo que siempre hacía, nunca teniendo miedo de ir solo a ciertos lugares, no había sentido en sentir miedo de lo que es desconocido. Por otra parte, la madre de Ryan temblaba un poco, no es por nada, pero, con las cosas que leía en su juventud, no sabía si sentirse segura en dejar solo a su hijo de 9 años con una mujer de 37, aunque bueno, quizá solo eran imaginaciones suyas, esas cosas solo pasaban en historias escritas por gente que se quiere matar.
Abrió la puerta, entrando para ver si podía ver a la doctora(cuando vea el título de esta, ya podría decirle así sin sentirse raro), entonces fue que cuando la vió, era una mujer alta(desde su perspectiva), con su cabello rubio hasta los hombros,anteojos y su ropa la describiría, pero por alguna razón sentía que.. era fácil de adivinar que es lo traería puesto.
- ¿Ryan Demayo?—Vió al Niño asentir— bueno, —Suspiró— soy la doctora Rinn tennyson, tu madre me dijo que tienes ciertos problemas que te impiden interactuar o vivir normalmente.—Inevitablemente volvió a suspirar, si este Niño tenía esa clase de problemas, mejor llevarlo a un psicólogo, sintiéndose algo afortunada de haber aprendido algo de psicología— y dime.. ¿Que es lo que te aquej-
- Él hombre que salió no estaba enfermo, ¿verdad?,—Sintió la mirada de la rubia adulta— pude adivinarlo por su expresión.. quizá solo estaba asustado, pero, ¿por usted..?, lo dudo.
-...—Quería preguntar cómo sabía eso, es verdad que ese hombre estaba sano, pero la razón por la que salió asustado fue porque la sacó a patadas al ver que solo quería ligar con ella. Pero con tal de no hacer nada por hoy, le seguiría la platica— aquel hombre no estaba enfermo, salió así por adulterio..—Dijo mostrando algo de enojo en su semblante unos segundos— odio a ese tipo de hombres, con suerte y no llegarás a ser así cuando crezcas..
- No creo que llegue a ser así, no creo, que siquiera llegue a mostrar interés en alguna mujer en un largo tiempo.. —Decía mirando el suelo, no le veía el sentido a esto, a nada, ni siquiera a la vida, el sentimiento de vacío aún estaba ahí, se sentía solo, casi muerto por dar un ejemplo.
Rinn en todos sus años atendiendo levemente a los que llegaban(que apenas llevaba 2 años) nunca le había tocado ver a un niño como este, incluso cuando había atendido niños antes, como a esa niña rubia, que se enteró que al final terminó por poder hablar, como sea, se estaba distrayendo. Normalmente viendo esto solo en adultos, aunque.. ese Niño, se veía como si hubiera vivido no décadas, si no cientos de años en soledad, no le gustaban los temas con la religión pero, a pesar de que ese niño tuviera un alma, en sus ojos solo podía observar un vacío que no parecía tener fin.
Insistía, es doctora, no psicóloga, pero ya ni en sus peores días podía ver a un niño así.
- Seré directa, no tienes nada malo, ni una enfermedad o algo así, ¿No?—Otra vez, él Niño asintió— bueno.. tú madre ya pagó y programó otras 3 visitas en diferentes semanas, así que.. ¿Te gustaría charlar un poco..?
A Ryan, le dió igual, pero aceptó la propuesta, creía la parte donde decía que su madre había pagado otras visitas, no quería desaprovechar el dinero gastado así que, hablaría con esta rubia mujer, no habría mucho que ella pudiera contarle pero le daba igual.
No es como si ella se fuera a obsesionar con él, ¿Verdad?
Nop. Eso no era realista.
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Buenas/noches/días/tardes compañeros. El día de hoy les traigo este especial, que de ahora en adelante les diré especiales, ya que.. después de pensarlo detenidamente, no, no son extras, tratando esta vez con nuestro emo favorito en su época más joven, e insensible.
Los primeros se tratarán del pasado de ciertos personajes, y otras cosas, que espero, logren cubrir sus dudas, y pequeño spoiler, el siguiente tratará sobre Lincoln, tratando de algo que ya pueden adivinar si recuerdan bien el principio.
Como siempre, no pido mucho, espero les haya gustado el ahora especial, voten si es así, además de decirles que no se olviden de dejar sus comentarios, que siempre son buenos.
Se despide su JoJo sin recuerdos.
Hasta la próxima compañeros.
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