Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

49. Un reflejo no agradable.

49










Habían muchas cosas que pensaba.

Inevitablemente este era uno de esos capítulos que era continuación del capítulo anterior, así que mientras platicaba, quizá explicaría algunas cosas que rondaban por su mente, cosas.. qué tal vez sería relevantes, o no, eso estaría por verse.

No prometiendo que sería algo interesante, pues, probablemente podía distraerse y divagar con otro asunto que no tuviera nada que ver, aunque según su guion, este problema con su hija Leyre, debía quedar resuelto en el menor tiempo posible. No estando seguro de si eso siquiera sería posible, los hijos que ha tenido.. no han salido precisamente como él, en rasgos, obvio que si, pero.. en específico, Leyre desarrolló esta personalidad por su ausencia en su vida.

No sabía si lo dejaría hablar, o si empezaría a atacarlo verbalmente, como hizo con Lyra como si fuera de todos los días ese trato que le tocó presenciar, desprecio puro.

Esperando como siempre, lo mejor.

Casa Loud, sala










Volviendo al asunto.

Es entonces que Ryan alcanzaba a observar a la hija que tuvo con Lyra, observando que aunque en su mayoría se parecía a ella, también tenía rasgos de él, rasgos de un reflejo que nunca pensó ver.

Describiría la apariencia de su hija antes del desastre, ella vestía una chaqueta de color negro,debajo una blusa de color morado oscuro,vistiendo unos jeans de color negro que tenían uno que otro agujero en los mismos, cómo esa moda que a nadie le gustaba. Su cabello era de color negro, y curiosamente, su piel era pálida,en su rostro observaba unas pecas que se notaban un poco mucho,viendo en ella esos característicos ojos azules que cualquier Loud tendría, añadiendo como un detalle extra el cómo ella tenía perforadas las orejas.

Esta era su hija.. que a sus 15 años, era probablemente lo que él hubiera sido de haber nacido mujer, aunque eso podía serlo cualquier día de la semana.

Ella volvía a hablar.

- Apenas te consigues un novio que le gustan las bolas de grasa como tú y ya te crees más importante.. confróntame, di algo.. manteca con patas..—Dijo con un fuerte odio en sus palabras, ya desde hace un par de años que la trata así, y así seguiría para recordarle cada día de su vida como no tiene un padre.

- N-No es... m-mi novio..—Tragó saliva, temblando un poco mientras se encontraba detrás de Ryan, encontrando las palabras, el valor y el coraje para decirle...— é-él es t-tú padre..

- Mi... ¿Qué..?

Tal vez, y solo tal vez.. no había sido buena idea que le soltaran la noticia así nada más, pues, en el momento que Lyra le dijo lo que ha querido saber ya desde hace muchos años, es que podía observar su expresión, estaba atónita, incluso.. hasta más pálida. Leyre.. por su parte es que estaba que no lo podía creer, viendo detenidamente a aquel hombre para encontrar rasgos y un parecido entre ella y él, estando que soltaba lo que tuviera a la mano(que no tenía nada), estuvo esperando este maldito momento por toda su vida, ver.. a su padre.

No perdió nada de tiempo, haciendo lo más sensato, y normal para ella.

- Lyra...

- ¿Eh..?—Era raro que su hija le dijera por su nombre, dándose cuenta la mirada seria que ella tenía.

- Lárgate. ¡AHORA!—Gritó dando un fuerte pisotón en el suelo, que había sonado solo un poco, ya que el piso era de concreto.

- E-Está bien..—Dijo con miedo mientras se despedía de Ryan, soltando su brazo para salir de casa, esperando.. por Dios en las alturas, que todo saliera bien.

Con su madre fuera, es que podía ver mejor a este hombre que su madre dijo que es su padre, no podía negarlo... por más que quisiera o por más falso que se escuchara aquello, al verlo.. podía ver en él esa mirada que ella tiene, esa mirada de que no importa quién seas, ni lo importante que eres, eres basura y nada más que eso. A lo que no había negación que pudiera decir, este era su padre, el padre ausente que nunca estuvo en su niñez, ni en lo que lleva de su adolescencia, el padre.. que desde ya hace mucho tiempo, juró hacer sólo una cosa cuando lo viera, y.. digamos, que no era algo que una hija haría al ver por primera vez a su padre.

Tronándose los dedos mientras sonreía, de verdad que este momento, lo estuvo esperando.

- Así que.. ¿Eres mi padre..?

- Correcto. ¿Dudas acaso?—Preguntó algo arrogante, pues.. no podía sentir nada más que hostilidad proviniendo de ella.

- Claro que no.. al verte.. me doy cuenta, me parezco a ti, aunque lo negara, no se necesita ninguna prueba de ADN.. tú.. eres.. mi.. ¡maldito padre!—Dijo tomando algo de impulso para darle un fuerte izquierdazo en el rostro, para después proceder con un rodillazo en el estómago, continuando con otros 2 puñetazos en el rostro de este.

Obvio que esto es lo que haría, nunca le perdonaría que la hubiera abandonado a ella y a la Gorda de su madre al nacer.

- ¿Terminaste?—Dijo un Ryan con algunos raspones en su rostro, quizá se vería que no le afectaba en lo más mínimo, y así era, pero.. ya incluso al pelear, se daba cuenta, esta era su hija, no admitiéndolo, pero si le dolió, un poco.

- ¡¡No te atrevas a bromear conmigo!!, ¡maldito viejo de mierda!—Procedió con sus golpes, golpeando sin detenerse el rostro de su padre, además de su abdomen y pecho, le sorprendía lo bien que aguantaba, aunque no podía esperar menos de su padre— ¡No creas que me pondré a llorar en tu jodido hombro!, ¡15 jodidos años!, ¿¡y ahora decides hacer presencia!?

-...—Recibía cada uno de esos golpes con un semblante serio en su rostro, esto era su culpa, si su hija odiaba y le tenía un gran desprecio a su madre, era culpa suya, debía tomar la responsabilidad, y cambiar las cosas— No vine a aquí para buscar tu perdón.. ni mucho menos..—Dijo deteniendo los golpes de la pelinegra al sostener ambos de sus brazos.

- ¿Entonces para que viniste?, eh, para que has venido después de tanto, ¿ya te intereso, papi?—Decía con burla en sus palabras, pero con una gran ira latente por debajo, no dejaría que viniera como si nada para decirle que hacer.

- No dejaré que sigas tratando así a tu madre, voy a ser tú padre..—La soltaba— pero solo para que aprendas algo de respeto, no voy a permitir que continúes con este comportamiento tan inaceptable..

Más allá de eso, solo procuraría enseñarle algo de disciplina, realmente no quería tener ningún otro derecho además del único que tiene como padre que es, solo procuraría que mejorara su comportamiento, ya que si ella no lo quería en su vida, no había nada que pudiera hacer él para evitarlo. Viendo cómo ella se calmaba, no tanto, pero su temperamento parecía haber bajado, estando ahora más en capacidad de escucharlo a diferencia de unos minutos atrás, y eso realmente le convenía, ya que diría un par de cosas a esta que era su hija.

- No estuve presente, y no intento decirte que hacer, solo.. no soporto el ver que trates así a tú madre, ella te dió la vida, y no tienes que enojarte con ella porque decidí no formar parte de tu vida, esto.. no es una disculpa, ni algo parecido, solo quiero... que seas una mejor persona.

- ¿Y?, ¿Qué se supone que haré ahora que al menos sé que no has muerto?, no tenemos nada en común, ni siquiera sabes lo que hago día a día.. honestamente.. tú presencia ya no me interesa..—Decía manteniendo un semblante serio, pero calmado, realmente, si quería que dejara su forma de ser, sería muuuuy difícil, ya que si ella es así, es por su culpa, nadie le dijo que fingiera no existir.

- Podemos... hablar—Pensó en un instante— hablando se entiende la gente, obvio no siempre pero, al menos podremos ver si tenemos algo en común, y...—Suspiró— no te pido que hagas mucho, tampoco quiero obligarte, aunque también quiero que mejores tú forma de ser, odiar a tú madre.. por mucho tiempo, no te traerá nada más que sufrimiento.. y cómo mi hija, no quiero eso para ti.

- ...—No tenía muchas cosas para decir, de verdad que lo último que esperaba de este día es que se le sorprendiera, siendo un día normal para ella esa ira latente que tenía contra su madre, y ahora.. sin avisar, habían cambiado su rutina— De acuerdo, viejo, estoy dispuesta a hablar contigo, pero, no creo que sea lo mejor que hablemos hoy, quizás dentro de unos días.. llámale a la gorda estúpida de mi madre.

- Hey..

Dijo regañándola por las palabras que le había dicho a Lyra, ya que no era necesario ningún insulto para referirse a ella, incluso que la llamara por su nombre era más respetuoso, teniendo entre sus motivos principales que mejoraran ese detalle que ella tenía con su propia madre. Por que como ya dijo, realmente no tenía mucha intención de que la relación de padre e hija entre ellos existiera, nunca fue su plan, ser el padre que ella jamás tuvo sería su único deber, más allá de eso, no habría interacción que no fuera necesaria, pues, reconoce qué tal vez.. educar a su hija sobre el respeto, sea la única cosa que pueda hacer.

Porque sus acciones tenían consecuencias, y ese día.. realmente lo cambió todo.

- Me tengo que ir, mentí a mi esposa acerca de donde iba a estar, así que debo irme de una vez..—La veía detenidamente, ella era una joven muy hermosa, y con mucho potencial de ser una buena persona, la ayudaría lo más que pudiera— Leyre, si yo no quise estar aquí contigo, es... por razones que no puedo decirte ahora, pero, podré decírtelas después.

- Más vale que la excusa sea buena, porque si no.. encontraré la manera de romperte las piernas..—Dijo algo seria mientras tronaba sus dedos, de verdad que esperaba que la excusa no fuera buena.

- Me gustaría verte intentarlo, nos vemos luego Leyre, cuídate, y.. no insultes mucho a tu madre.. por favor.

- No prometo nada.

Y así como entró, de igual forma salió, topándose con Lyra para después despedirse de ella también, sabiendo que aunque ya habló con 1, faltaban otras 2 hijas a las que nunca ha visto, y espera, que no sean tan difíciles de tratar, al menos no tanto como su hermana. Pero desde luego, no esperaba que al verlo lo primero que hicieran fuera correr a abrazarlo, esperaba que mínimo ellas sí lo dejaran hablar, pues, su hija con Lyra resultó tan problemática, quería imaginar que las demás tendrían un temperamento mejor por lo menos.

Lo que hizo.. no fue un error, pero, tampoco era la solución, aunque pasara el tiempo, nunca se le olvidaría, es un monstruo, uno que no merece tan buenas personas a su alrededor.

Personas.. que agradecía que estuvieran con él.

Casa Loud, habitación de Lenora










- ¿Has hablado con tu padre últimamente?

- S-Si Liora, él es muy amable conmigo.. y siempre dice l-lo mucho que me quiere..—Mencionó mientras en su rostro podía verse como sus mejillas se tornaban de un ligero color rojo, hablar de su padre.. la hace sentir bien consigo misma, pero, no se sentía bien cuando lo hablaba con su prima, ya que, bueno, su padre no está presente.

- Llevas conociéndolo desde que naciste y nunca lo he visto, y eso que ha venido a visitarte a casa.—Dijo Liora analizando ese pequeño detalle, siempre que él padre de su prima venía, había alguna especie de inconveniente que hacía que le fuera imposible verlo, preguntándose hasta el día de hoy cómo luce.

- No t-te preocupes Liora, estoy segura de qué conocerás a-a tú padre..—Decía segura de sí misma, queriendo de verdad que ella conociera a su padre biológico, pues tenía entendido que su tía Liena y él, habían llegado a un acuerdo muy extraño, donde aquel hombre se fue sin estar presente en la vida de su prima.

- Después de mucho tiempo, ahora lo único que siento es curiosidad, mamá decía que él no podía estar con nosotras, a pesar de que fuera su responsabilidad cuidar de mi, por lo que terminó yéndose, pero sabes, me gustaría verlo, quizá.. tengamos cosas en común.—Dijo con positivismo, es cierto que su padre nunca estuvo para ella, pero, siente que sería bueno conocerlo, y quitarse esa duda de cómo se verá.

Pues teme reconocerlo, pero según le decían sus tías, su madre no siempre ha tenido un peso ideal, y.. no sabía si a ese hombre eso le habría importado al momento de conocer a su madre, teniendo como única información acerca de él el hecho de que era alguien extraño, pero, amable.

Probablemente eso sea lo único que podría tener en común con él.

Casa Demayo









Ya sabía lo que tocaba.

Y no podía quejarse, de verdad que no podía, esto no tenía nada que ver con lo que hizo horas atrás, esto más bien era.. como un castigo tardado, agradeciendo en serio el detalle de que Laika le dejara dormir en casa los días que se supo la verdad.

Y a los que no se han dado cuenta, está afuera de casa, siendo más específico, el patio, si se encontraba durmiendo afuera es porque Laika no lo ha perdonado, y honestamente no sabe si lo hará algún día, tampoco teniendo queja de eso, pues, sus actos tenían consecuencias, y efectivamente, ya lo estaba pagando con esto que hacía. Porque, cuando una mujer descubre que es engañada, una de dos, o te mata, o tarda en perdonarte lo mismo que un hombre tarda en entender una indirecta, ósea muuuuucho tiempo, días,semanas,meses y posiblemente hasta años, aunque dormir afuera no era realmente un problema para él, ya esperando que supieran porqué.

- Inhumano, lo sé, pero, tampoco es como si yo lo fuera, en lo que cabe.. esto está bien..—Decía recostándose en el césped, agradeciendo a cualquier entidad el hecho de haber apagado los rociadores.

Y si... dormiría afuera por mucho tiempo, así que, mejor que se fuera acostumbrando.

No era.. tan malo.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•




Buenas noches/tardes/días compañeros. El día de hoy les he traído este capítulo, pidiéndoles nuevamente disculpas por haber tardado, pues, además de esta obra, también tengo otra sobre TLH, que espero puedan leer cuando tengan tiempo. Además de decirles que ya no tardaré tanto, al menos no ahora que la temperatura se regularizó.

No teniendo pregunta el día de hoy.

Como siempre, no pido mucho, espero les haya gustado el capítulo, voten si es así, además de decirles que no se olviden de dejar sus comentarios, que siempre son buenos.

Se despide su amigo, Goku SSJ4.

Hasta la próxima compañeros.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro