39. La vida adulta.
39.
Pasó algo de tiempo.
Mucho tiempo a decir verdad, según recordaba habían pasado 19 años, ¿Qué habían pasado en estos 19 años?, bueno, él sería tan amable y les contaría, ya que en serio.. es algo de qué hablar. Ryan aquel día de 2041 había terminado su relación con la casa Loud, estando aún atado a ella por una de las hijas que habitaban esta, Loan Loud.
Aquella rubia mujer, hermosa para algunos, y algo que se debe proteger para otros, había abusado del ya conocido Ryan Demayo, a lo que por consecuente esta terminó por quedar embarazada, en un intento de conseguir a alguien que nunca la dejara.
Grande fue su sorpresa cuando él único hijo de los Demayo rechazó por completo la idea de casarse con ella, aceptando su responsabilidad como padre del futuro hijo que nacería, pero más allá de eso, no podía contar con él, estando en ira eterna, pero calmándose, ya tenía una parte de él, algo que no podría quitarle jamás.
El joven Ryan siguió con su pareja de esa época, Laika romanoff, que era por excelencia una(por no decir la única)de las mujeres más fuertes que ha conocido, siguiendo su relación con ella, ya que, quería averiguar si sus sentimientos hacia ella eran los indicados para poder dejarle un lugar en su corazón. No importando si no fuera así, ya que la ni tan pelirroja Laika aún tenía en mente cada cosa que la llevó para estar ahí, no decidiendo echarse para atrás en ningún momento.
Qué años más tarde, fue qué pasó lo inevitable, a sus 21 años Ryan Demayo se casó con Laika romanoff, por lo que tiempo después, nacería él único hijo de estos dos, él inigualable y para nada con un nombre que se vió solo una vez y no se estaba seguro de que si era un nombre o no, Lixian Demayo.
Convirtiendo a esos dos en padres, pero en especial, en una familia.
Casa Demayo.
Se levantó de muy mala gana.
¿No les ha pasado que duermen un día y sienten que en realidad han pasado 19 años?, pues le estaba pasando a él, el protagonista de una historia que terminó hace mucho, Ryan Demayo, saludando ligeramente a su público nuevamente, él se los dijo, solo era una hasta luego, ¿Lo extrañaron?, él espera que si.
Estando a un lado de la cama mientras procedía a estirarse, para poder estar al 100 por ciento en lo que sería un magnífico día de.. sábado, así es, no tocaba trabajar, al menos siendo esa su política los fines de semana. Al terminar sus estiramientos se podía ver su físico, físico que hace muchos años le ocasionó problemas, no siendo el caso ya que.. todos crecen, y él.. no sería la excepción, mostrándoles con todo orgullo mientras se acercaba a la puerta de su habitación como era más alto que la puerta, aunque esto siendo obvio ya que la puerta era un poco pequeña.
Revelándoles su nueva altura de... 1,92. ¿Impresionados?, él también lo estuvo al pasar de los años, aunque eso no era todo, ya que después de que renunció a ese trabajo, fue que Laika lo obligó día y noche para hacer ejercicio, teniendo algo de más masa muscular en su cuerpo por lo que ya no era para nada delgado y escuálido como en antaño.
Obvio no era musculoso, solo tenía lo suficiente para ya no ser escuálido.
Salió de la habitación, habitación que compartía con su esposa, Laika, mujer que ha pesar de todo nunca lo dejaría solo, y aunque siempre tenía sus métodos cuestionables para demostrarlo, se había ganado un lugar en su corazón. Caminando por el corto pasillo mientras se ponía una camisa de tirantes de color negro, sintiendo detrás de él alguien que lo miraba fijamente, se dió la vuelta, viendo en la oscuridad de la mañana un par de ojos azules, brillaban tanto que de estos parecía emanar una luz.
- De tal madre tal hijo, ¿No?, supongo que no puedes evitar acosarme..—Tal vez su ego se veía muy grande al decir esto, pero tenía una serie de anécdotas que respaldaban esa afirmación.
- ..te odio papá.—Salió de la oscuridad, revelando su verdadera identidad, un joven pelirrojo(lavizo),con el tono de piel igual al de su madre,viéndose en su rostro un par de pecas heredadas de su padre, además de.. la obvia semejanza(parecido) que compartía con su madre, no pareciéndose casi en nada a su padre— no te estaba acosando, te.. estaba haciendo una emboscada..
- Sé que no lo hacías, de haber sido así, lo hubieras hecho aún mejor para que no te descubriera.—Lo único que podía decir de su hijo es.. que él pobre tenía la misma condición que él tuvo hace mucho, ser casi igual a su madre, a veces compartían comportamientos, pero eso era porque Laika quiso entrenarlo para que fuera un soldado, cosa que él como padre, no estuvo de acuerdo— de verdad que te pareces a tu madre, que bueno que te cortamos el cabello..
- Me confundías con mamá.. y ella insistió en que me lo cortaran, no está tan mal de esta forma.. creo.—Decía caminando mientras se acercaba a su padre, a lo que se aprovechaba para dar un vistazo a su vestimenta, una camiseta color escarlata,teniendo unos shorts de color negro, iba descalzo por el momento— ¿Dónde está mamá..?, ¿Tan temprano y ya..?
- Sip.
Laika acostumbraba a salir a correr por las mañanas, aún pensando que fueran, las 6.. o 7 am, no le importaba pero eso le daba a entender lo comprometida que estaba a no perder su condición física, no como él que solo hace ejercicio cada tanto, no quiere ser alguien musculoso, aunque pueda. Observando ahora a su hijo, de verdad que se parecía a su esposa, le era raro, pero bueno, los hijos son los que pagan, ahora dándose cuenta de otra cosa, que además de que su hijo tiene 15 años, ¿Qué hacía despierto a esta hora..?
- Un momento..—Cerró los ojos levemente mientras veía a su hijo— ¿Qué haces despierto tan temprano?, en un sábado por cierto..
- A-Ah.. verás.. yo estaba.. ¡Adiós..!—Casi como en las caricaturas antiguas, salió corriendo mientras saltaba algo de polvo.
- A veces.. me pregunto si ese es mi hijo.. o un clon de Laika..—Lixian, su hijo, no compartía comportamientos con su esposa, pero, hace años atrás, podía decir todo lo contrario, agradeciendo cómo los años sirven para que todos maduren, aunque bueno, no todos lo hacían.
Que fue cuando decidió bajar por las escaleras de su hogar, así es, un nuevo hogar que ahora compartía con Laika, que.. él al no ser canon, podía darse ciertos lujos, explicaría el como pagó una casa, pero eso lo dejaría para otro capítulo, ya que este se trataría sobre él y su vida en el año 2060, ¿La tecnología avanzó?, por supuesto, ¿Eso sería importante más adelante?, quizás.
Ya estando en el primer piso fue que decidió desayunar, pensándolo detenidamente hasta que encontró la respuesta, los vería dentro de poco, ahora tocaba el desayuno.
3 horas después.
Ya estaban de regreso.
Había desayunado huevos con tocino, que obviamente él preparó por su cuenta, después no preparándole el desayuno a su hijo porque este seguía muy despierto, y claro no debía consentirlo, no demasiado al menos.
Estando en la sala con lo que sería su nueva ropa que usaría todo el tiempo, una camisa de vestir de color negro,acompañado de unos pantalones de vestir, igual de color negro, terminando con su calzado, de color negro, así es, parecía abogado del diablo pero eso no le importaba, notando entonces a su hijo que parecía estar mirando por la ventana.
- ¿Qué sucede hijo?—Preguntó mientras leía un periódico que no era de esta época pero servía para aparentar.
- Hay un chico afuera.. parece que está buscando una casa, quizá a alguien que vive en el mismo vecindario..—Decía mientras seguía observándolo por la ventana, sorprendiéndose de qué aún no lo vieran.
- ¿Cómo se ve..?—Dijo para después bajar el periódico, las noticias de hace 20 años atrás si que eran interesantes.
- Tiene un gorro.. pero este no cubre toda su cabeza, tiene el cabello negro.. y un mechón azul.. no estoy seguro, está un poco fuerte el sol, usa ropa que le hubiera pertenecido a una mujer, pero que le queda bien a un chico, como una chaqueta vaquera..—Decía mientras se acercaba al sofá donde estaba su padre, sentándose en uno los sillones cercanos.
- Si toca la puerta.. no abras, no preguntes porqué, solo obedece lo que te digo..—Terminó doblando el periódico mientras lo dejaba a un costado, suspirando pesadamente al darse cuenta que posiblemente ese muchacho sea hijo de aquella rubia ex rockera.
Contaría más, pero realmente no le importaba demasiado como para hacerlo, que es cuando escuchó el cómo la puerta se abría, temiendo porque fuera ese chico, cerró los ojos, no quería lidiar con esto ahora. Siendo sorprendido por un beso en la mejilla que recibió por parte de su esposa Laika, que él al abrir los ojos, pudo verla con algo de sudor en su cuerpo por el ejercicio que había hecho, notando cómo seguía estando en excelente forma, aunque bueno.. apestaba un poco.
- Cariño.. no quiero ser grosero pero..—A punto de decir lo que tenía planeado, fue interrumpido por Laika quien le ponía un dedo cerca de su cara para que no hablara.
- Ya lo noté cariño. Tengo que ducharme, espero hayas preparado mi desayuno, sabes muy bien que aún no domino cocinar..—Decía para luego caminar y por consecuente ir hacia las escaleras, subiendo estas para ir hacia su habitación y ducharse,cambiarse.
- ¿Le prepararás el desayuno?—Preguntaba a su padre que aún seguía sentado, quejándose por debajo al ver que este parecía asentir a aquello.
- Ella es mi esposa.. tú eres mi hijo, debes aprender a cocinar por tu cuenta..
Lo más probable después de eso era que se ganara unos insultos en ruso por parte de su hijo, no importándole mucho, Laika ya le había dicho una que otra cosa cuando descubrió lo que había pasado entre Loan y él, que hablando de ella, parecía irle bien.
5 pm, Casa Demayo
Lamentaba que tuviera que pasar algo de tiempo, la vida adulta no es tan fácil como uno creería, teniendo que re agendar ciertas cosas que haría durante la semana, ya que si no lo dijo, es abogado. Terminó eligiendo esta profesión porque resultaba muy bien para alguien que puede hacer buen uso de las palabras, además de que si el testigo o la persona en cuestión no decía toda la verdad, siempre estaban sus habilidades que hacían que lograran cooperar un poco más.
Además del dinero, por supuesto. Pero el dinero no era algo que influyera en su vida, con algo simple se conformaba ya que, no siempre hay que tener las mejores cosas, con el simple hecho de tener lo necesario, es suficiente.
Los problemas en su vida habían acabado hace mucho, nada podía molestar lo que para él era, una perfecta vida adulta, tenía una bella esposa, un aún buen cuestionable si era su hijo o un clon de su esposa, todo era Perfecto, nadie podía molestarlo..
De verdad dijo eso, ¿no es así?
Alguien tocaba varias veces la puerta, quizás una persona insegura que con una vez no le parecía suficiente. Ryan como él buen padre que está seguro que es hasta que se demuestre lo contrario, fue a abrir dicha puerta, para que su esposa y su hijo no tuvieran que levantarse hasta que, sorprendiéndose un poco al ver quien era.
- O-Oh.. hija, estás aquí.—No decía molesto, decía sorprendiendo pues recordaba que ella venía a verlo 2 veces a la semana, no sabiendo si hoy era una de esas veces.
- ¡P-Papi..!—Era una muchacha que vestía una chaqueta de color lila,por debajo teniendo un suéter celeste que parecía haberle pertenecido a otra persona,también usando unos jeans azules que parecían quedarle.. muy bien, terminando con un par de sandalias de color negro, esta chica procedió a abrazar el hombre con todas sus fuerzas, ya que lo había extrañado desde el otro día que se vieron.
- ¡H-Hey..!, también te extrañé cariño, mi pequeña Lenora..—Pequeña era un adjetivo que él agregaba de cariño, por que ya no lo era para nada, viendo claramente el rostro de esta, detallándolo un poco, aquellos anteojos,un cabello negro que si se ponía atención solo era un castaño muy oscuro, y ya en gran medida era parecida a su madre— No sabía que vendrías hoy.
- P-Pues.. mamá dijo que puedo venir cuando quiera, y-ya sabes que solo te veo 2 días a la semana..—Dijo rompiendo el abrazo que tenía con su padre, jugando con sus dedos mientras bajaba la mirada.
- No te preocupes.. tú puedes venir cuando tú quieras, eres mi hija, mi pequeña, siempre podrás pasar tiempo conmigo.
Explicaría un poco las cosas para los que estaban confundidos, esa chica que hablaba con Ryan, era su hija, Lenora Loud, hija que fue concebida con Loan Loud hace 19 años atrás cuando esta abusó de él cuando estaba dormido. Ella era totalmente el opuesto a su madre, aunque tartamudear no es hereditario, ella terminó por padecerlo de forma leve, es una buena chica, aunque al ser criada por Loan, era inevitable que le enseñara de los videojuegos desde muy pequeña, por eso teniendo esos anteojos que le fueron dados al exponerse mucha a la luz de la televisión y Pc respectivamente, ahora habiendo mejores cosas que las que mencionó, pero no haría por enseñárselos.
A diferencia de Loan, ella no le temía casi nada a salir, no era muy sociable, pero en la escuela siempre tuvo buenas calificaciones así que no tenía queja de ella, claro, que hoy en día le decía de conseguir un trabajo, pues, ni su madre o él podrían darle dinero para siempre.
Cielos.. casi casi su día parecía que seguiría hasta finalizar con tranquilidad, aunque bueno, con los Loud aún por la ciudad, eso era imposible, a lo que procedería a dejarlo así, por ahora al menos, ya en otra ocasión podría concentrarse por completo en su familia.
Lo promete.. no tiene más hijos.
O eso cree.
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Buenas/tardes/noches/días compañeros. El día de hoy nos encontramos con el regreso de la historia principal, y por supuesto, la incomodidad regresará y mejor que nunca, más o menos. Como sea, muchas gracias por haber estado conmigo hasta ahora, se los agradezco mucho.
Una disculpa por el retraso.
Tal vez haya extras, o capítulos especiales, pero eso se verá más adelante.
Como siempre, no pido mucho, espero les haya gustado el capítulo, voten si es así, además de decirles que no se olviden de dejar sus comentarios, que siempre son buenos.
Se despide su JoJo sin recuerdos.
Hasta la próxima compañeros.
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