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N/A: Capítulo corto que no afecta en nada a la trama. No es necesario leerlo.

"Avión, casa y supermercado."

La peliverde abrió sus ojos ante las suaves caricias en su rostro:— Preciosa, ya llegamos.— la grave y estimulante voz de Izuki hizo que su cuerpo se estremeciera, después de todo al el haber despertado en aquel instante su voz era un poco más grasosa y gruesa.

La chica se acomodó en la silla, estirándose para luego observar a su hermano el cual solo se limitaba a mirarla:— ¿No vas a...?— el hombre negó.

— Solo te dije que ya llegamos, no que ya aterrizamos.— un ronquido se escuchó a un lado de la chica, era su mellizo quien aún seguía dormido.

Le pecosa miró mal a su hermano, dispuesta a ir al baño para poder echarse agua en el rostro la chica levantó el reposa brazos que la separaba del villano, el hombre la observó con una de sus cejas levantadas, la chica se limitó a sentarse en sus piernas para luego levantarse para comenzar a caminar hacia el baño. El hombre, quien había estado confundido, colocó una mano sobre sus ojos mientras se le estaban risas bajas y gruesas, acto seguido el hombre pasó su mano por su frente y cabello hasta llegar a la parte de atrás de su cabeza, desordenado aún más su cabello. Al pasar unos segundos el hombre desabrochó el primer botón de su camisa y sonrió aún más.

Cuando su hermana volvió el hombre palmeó sus muslos mientras sonreía, la confundida peliverde no hizo más que sentarse donde su hermano le indicaba, tratando de volver a su asiento, sin embargo, el peliverde abrazó su cintura y la pegó más a el:— No vayas a hacer nada tonto cuando aterricemos, no quiero matar a nadie.— dijo el al oído de su hermana.

La peliverde soltó un bufido:— le quitas lo divertido a la vida.— dijo ella haciendo un puchero.

El hombre comenzó a acariciar el rostro de la chica, sosteniendo este y acercándose a ella aún más:— No digas que no te lo advertí.— dijo él, la peliverde frunció el ceño, no podía hablar correctamente ya que Izuki apretaba sus mejillas.

La chica parpadeó dos veces a ver que se encontraba sentada en su asiento, ni siquiera supo en qué momento su hermano si quiera le abrochó el cinturón, sin tomarle mucha atención a lo que acababa de pasar la chica se limitó a tomar la mano de su mejillizo y sonreír al mismo tiempo que este lo hacia mientras dormia. La chica tomó el rostro del pecoso con su mano libre, sosteniendo este para plantar pequeños besos que despertaron a su mellizo.

— Ya casi aterrizamos, Izu.— el villano sentado al lado izquierdo de la chica se estremeció, aún era incómodo verse en una versión buena y más joven. Sobre todo si competía con esta por el amor de la chica.

— Hermana, ¿me das más besitos en la cara?— preguntó Izuku, somnoliento, sin embargo, amaba los besos de la chica al despertar.

La pecosa soltó una risa, limitándose a plantar un beso en el pómulo de su hermano, cerca de su ojo:— despierta ya.— dijo ella mientras soltaba una risa.

(...)

— Entonces, ¿qué opinan?— preguntó Masaru con una gran sonrisa.

Al bajarse del avión las dos familias se habían apresurado en ir a la casa que había rentado el hombre de la familia Bakugo, después de todo el era quien se encargaba de buscar donde quedarse cada vez que salían todos juntos de vacaciones:— No lo sé, solo siento un extraño dejavú.— dijo la melliza de Izuku mientras rascaba su cabeza con confusión.

El adormilado Izuku se limitaba a abrazar a su hermana mientras apoyaba su barbilla en su cabeza mientras que su parte malvada apoyaba su brazo en su hombro:— ¿esta vez no hay que limpiar? — preguntó Izuki, no planeaba hacer nada.

— No, eso es lo bueno, tenemos servicio de limpieza gratis por el tiempo que nos quedemos. Soy genial. — si bien Masaru solía ser agradable y humilde cuando se trataba de encontrar una propiedad que podía gustarle a las dos familias solía vanagloriarse por ese hecho.

— Lo hiciste bien, Masaru.— dijo la esposa del hombre con un gesto de aprobación, hecho que hizo al mencionado brillar cual quinceañera.— nuestra niña consentida debe dar el visto bueno también.

La chica mencionada acarició su barbilla, pensativa:— Bueno, me gusta, hay que ver las habitaciones.— Masaru sonrió, abriendo la puerta de la casa y mostrando una hermosa sala de estar bien organizada.

La más joven apuntó a la entrada, haciendo que sus dos hermanos detrás de ella se edenrezaran y prestaran atención a sus palabras:— ¡Vamos equipo!— la chica comenzó a caminar cual militar en marcha, haciendo que sus hermanos la imitaran.

— Amo que una hermosa pelusita de uno sesenta y cinco pueda controlar a un villano de uno noventa y a un chico de casi uno ochenta.— dijo Mitsuki, riendo y entrando detrás de los hermanos Midoriya

Katsuki entró al lugar en silencio, ojeando los alrededores, mientras que Inko y Masaru los seguían, siendo este último quien cerró la puerta y metió todas las maletas, los tres hermanos caminaban en fila, el hecho detrás de aquello era que los dos Izukus ya se habían acostumbrado a seguir a la chica por todos lados. Cuando la chica se detuvo ambos imitaron la acción.

— ¡Quiero esta!— dijo la pecosa, adentrándose a la habitación nombrada y observando como esta tenía un balcón que daba vista hacia el resto del hermoso barrio y la hermosa piscina dentro de la casa.— ¡Hay una piscina!

La chica sonrió, corriendo hacia la sala de estar y corriendo la puerta corrediza que llevaba hacia la piscina que venía incluida con aquella gran casa:— ¡Papá eres el mejor!— ante aquel grito Masaru sonrió con satisfacción.

— Ahora saldremos un rato para comprar algunas cosas para la cena. Iremos todos.— esto último Mitsuki lo dijo observando a su hijo, el cual se encontraba recostado en el cómodo sillón de la sala de estar.

— Como sea, maldita vieja.— dijo el rubio, tomando su teléfono y restandole importancia a lo que sucedía a su alrededor.

(...)

— Vamos al pasillo de las papitas, Izu.— dijo ella con emoción, metiendo un par de chocolates al carrito en el que ella también se encontraba adentro.

— sostente bien.— dijo el gemelo de la chica, comenzando a empujar rápidamente el carrito hacia el pasillo en el que se encontraban las papas fritas.

Katsuki, quien solo prestaba atención a su teléfono, seguía a los mellizos caminando tranquilamente al igual que Izuki, después de todo el rubio ya le había dado una lista a su madre, por su parte Izuki no quería nada y, en caso de que quisiera algo, el solo se limitaría a tomar lo que quisiera, si alguien intentaba negandole algo simplemente usaría sus "encantos" para conseguir lo que quería.

— Las quiero todas.— dijo ella con una sonrisa gatuna al observar todo el pasillo con comida chatarra.

— Lo que digas, reina.— dijo Izuki con una sonrisa, tomando cosas y metiendolas en el carrito en el que se encontraba su feliz hermana.

— volveremos en dos semanas, no te comerás todo eso, lleva uno de cada uno.— la pecosa hizo un pequeño puchero, asintiendo con la cabeza.— así ahorraremos un poco.

El mayor de los mellizos acarició los cabellos de su hermana, los cuales se encontraban recogidos en dos coletas esponjosas que solo la hacían ver más linda:— ¿Entonces ya no?— pregunto Izuki mientras tenía dos empaques de papas en sus manos.

— No.— dijo al chica de ojos verdes.

— ¿con qué planeabas pagar todo eso? — preguntó Izuku con el ceño fruncido.

La contraparte malvada del chico sacó una tarjeta de crédito de su bolsillo:— Endeavor me dio una tarjeta para cubrir los gastos de todo lo que _____ quiera.— dijo el pecoso.

— ¿la haz usado para ti? — preguntó Izuku con el ceño fruncido.

El hombre soltó una risa para luego negar:— este dinero es de ella, yo tengo mis métodos para conseguir lo que quiero, solo cargo con la tarjeta hasta que ella se mayor de edad.— dijo el hombre, quitándose el saco de su traje y lanzandoselo a su hermana, la cual no tardó en abrazarlo y sonreír al sentir el olor de su hermano.

— que no se nos olvide comprar pintauñas verde y negro. El color que les puse la última vez ya se está quitando.— dijo la chica, tomando la mano de su mellizo y notando como el esmalte de sus uñas era casi inexistente.

— a tus órdenes.— dijeron ambos al unísono.

Lo , corto, pero, todo tiene una razón de ser.

Primero que todo, hola hermoses.

Queria poner algo de los Izukus hoy así que no coloque lo que realmente estaba planeado para este capítulo.

No hay necesidad de ir rápido.

Esto es solo algo de rellenazo. Sabroso rellenazo.

El otro día con mi hermana, (que lee mi historia, hola hermanita) estábamos pensando en la relación de Izuki con la Rayis porque ella también ama a Izuki y en eso descubrimos que si ellos están juntos realmente no sería incesto.

Después de todo tienen edades diferentes y por más que el sea Izuku no es su hermano realmente, solo se tratan como hermanos.

Ahí se las dejo.

En fin.

Mañana el capítulo será más largo, no se preocupen.

Opiniones del minicap plis-->

Lxs amo

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