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"Aeropuerto y despedidas."
La pecosa acarició sus fríos brazos, llevaban ya un rato esperando en el aeropuerto por la familia Bakugo, aunque realmente eso no era lo importante en aquel momento, después de todo Shigaraki se encontraba observandola, llevabana una gabardina negra y un tapabocas junto con una capucha, sin embargo, no reconocerlo era imposible.
Temiendo porque el villano fuera descubierto la peliverde se levantó de su asiento:— Iré al baño un momento.— dijo ella, apresurandose antes de que alguien pudiera decir algo a respecto.
Shigaraki, claramente, la siguió mientras caminaba tranquilamente, haciendo señales para el resto de la liga, porque, lo cierto, eran que todos querían despedirse de aquella chica de cabellos desordenados, al llegar a los baños la chica se detuvo, dando vuelta sobre su propio eje y observando los ojos carmín de aquel villano:— Estas loco, ¿eres consciente de que todos los heroes te buscan? — Tomura, quien llevaba puesto unos guantes especiales para evitar el uso de su Quirk, acaricio la mejilla de la pecosa.
— Todo esto es tu culpa.— dijo él, frunciendo el ceño y chasqueando la lengua.— si no te fueras podría estar tranquilamente durmiendo.
La pecosa se cruzó de brazos, el hombre por su parte metió una de sus manos en los bolsillos de su gabardina, sacando un par de ligas para el cabello:— Quiero que cuando salgas te hagas dos coletas y me envíes una foto, si no lo haces matare a alguien.— la chica frunció el ceño mientras mantenía un lijero sonrojo.
— manipulador.— dijo ella, tomando aquellas ligas para el cabello y colocando estas en su muñeca, acto seguido la chica sacó un hidratante para labios de su bolsillo.— si no colocas esto en tus labios cada dos horas cuando vuelva podré malvaviscos en tus dedos, otra vez.
El hombre resopló, sabía que ella mentía, incluso si se aplicaba aquello en sus labios ella colocaría malvaviscos en sus dedos para que dejara de herir su cuello, de mala gana el hombre tomó aquello que peliverde extendía hacia el, aplicando un poco de este en sus labios de forma discreta:— si quieres besarme será mucho mejor, tus labios serán más suaves.— dijo ella con una sonrisa.
Tenko frunció el ceño y desvió la mirada, intentando que la chica frente a el no notara lo sonrojado que estaba, los ojos de la chica, por un breve instante, se tornaron de un brillante rojo, haciéndola sonreír de manera juguetona mientras se acercaba al chico, metiendo sus manos debajo de su camisa, después de todo nunca había logrado ver a aquel hombre sin camisa. Asustado, Tenko se apartó de la chica, aquel libidinoso acto hacia su persona no era algo a lo que estaba acostumbrado.
— ¿Ya empezaste otra vez? Pensé que cuando te quitamos los recuerdos te volviste una persona decente.— el de ojos color rubi se abrazó a si mismo.— respetame y respetate
El chico que mantenía su ceño fruncido se sonrojo al ver como la chica reía:— Aw, que lindo eres principito, solo estoy jugando.— la chica sacó su lengua de forma juguetona, haciendo al hombre sonrojarse aun más.— ¿me acompañas a ver a Toga y Twice?
Shigaraki levantó una de sus cejas:— ¿por qué los verías si yo estoy contigo?— dijo el chico de gabardina negra, cruzándose de brazos.
Le peliverde plasmó una sonrisa gatuna en sus labios, comenzando a acercarse al hombre a paso lento mientras movia sus dedos:— ¿entonces quieres que me quede contigo?— el hombre volvió a abrazarse a si mismo.
— Están del otro lado, frente a nosotros.— dijo el de ojos color carmín.
— Le tienes miedo al éxito.— dijo al de ojos verdosos mientras sonreía y se alejaba.— Nos vemos, Tenko.
La chica camino rápidamente hacia la dirección a la que apuntó el de cabellos celestes, casi albino, mantenía una sonrisa en su rostro, después de todo el día anterior al de ayer que había ido a la liga ninguno de ellos se encontraba presente, claramente la única excepción fue Dabi. Mientras caminaba la chica fue derribada por otra femenina, si cabello era rubio y se encontraba inusualmente suelto, los labios de la rubia se encontraban sobre los de la peliverde, acariciando estos suavemente.
— ha pasado un tiempo, ______-chan.— dijo la sonrojada chica de ojos ámbar.
— Ya lo creo.— dijo la peliverde con una sonrisa.
— no te encariñes mucho allá.— la rubia acaricio la mejilla de la chica peliverde.— te quiero aquí conmigo, eres mi mejor amiga y futura esposa.
La de ojos verdosos abrazó la cintura de la más baja:— Claro que si, Himiko.— la rubia, feliz por haber sido llamada por su nombre, beso los labios de la chica de nuevo, beso que fue correspondido.
Al separarse la rubia sonrió alegremente, teniendo un gran sonrojo en sus mejillas:— disfruta tus vacaciones, _____-chan.— dijo ella, levantándose de encima de la chica, ayudandola a levantarse y plantando un último beso en su mejilla llena de pecas.— Twice esta en la parte inferior de las escaleras.
La rubia salió del aeropuerto por la salida más cercana, saludando a la chica por última vez, por su parte la pecosa comenzó a caminar rápidamente hacia las escaleras, seguramente los Bakugo estaban a punto de llegar, si no es que ya lo habían hecho, al llegar la peliverde se encontró a un hombre con una linda máscara de tonos rosas y púrpuras, era diferente a la que solía usar, sin embargo, podía ver perfectamente que era el. El hombre al notar la presencia de la chica corrió hacia ella con euforia.
— Aquí estás mi hermosa esposa, te he estado esperando.— el hombre hizo una reverencia, haciendo reír a la de ojos verdosos.— vine con el propósito de despedirme y desearte lo mejor para tu viaje, por favor no enamores a más personas, no quiero mas rivales. Aunque la verdad es que no quiero que te vayas.
Twice abrazó a la chica, abrazo que fue correspondido con felicidad, a pesar de todo, a los ojos de ella aquel hombre rubio que siempre ocultaba su rostro era la cosa más tierna en el planeta:— Cuidate, Jin, te extrañaré mucho.— la chica se separó del hombre un poco, empinandose para poder besar sus labios por sobre la tela de la máscara, haciendo al hombre sonrojarse.
— Toga-chan me dijo que Mr. Compress le dijo que me dijera que te dijera a ti que te espera al final de la escaleras eléctricas.— comenzó a decir el hombre.— Te amo, esposa.
Cuando la pecosa se alejó de él, el hombre con la máscara rosa celebró el hecho de que la chica lo hubiera besado, sentia como un suave cosquilleo subía de su espalda baja hacia su nuca, la mezcla de nerviosismo y felicidad lo hacían sentir tan bien como nunca se había sentido antes. Por su parte la chica de cabellos verdes comenzó ca buscar por todas parte a aquel hombre que solía usas sombrero de copa y máscaras con diseños en negro. La sorpresa no tardó en llegar a ella al ver como el hombre solo llevaba un traje negro.
— Atsu.— dijo ella, sorprendida, observando los hermosos ojos azules del castaño.
El hombre mencionado tomó la mano de la chica, cerrando sus ojos y besando el dorso de esta:— Yo soy mi mejor disfraz.— explicó él con una sonrisa mientras besaba cada uno de los dedos de la mano de la chica.
Al terminar, el hombre colocó su mano detrás de su espalda, haciendo aparecer un gran ramo de flores, eran las favoritas de la chica:— ¿cómo sabías que eran mis favoritas?— dijo ella con una sonrisa, ojeando sus flores.
— Un buen mago jamás revela sus secretos.— dijo el, colocando su dedo índice sobre sus labios mientras mantenía su sonrisa coqueta.— quisiera poder acompañarte en tu viaje, pero, tengo algunos asuntos que resolver acá en Musutafu. Te deseo lo mejor, mi hermosa princesa.
La peliverde colocó un mechón de cabello detrás de su oreja:— gracias, Atsu.— dijo ella con un lijero sonrojo en sus mejillas, el encanto de aquel hombre siempre sería demasiado para ella.
— Aunque, si me lo pides, podemos escaparnos juntos. Tus deseos son mis órdenes.— dijo el castaña, jalando la mano de la chica, haciendo que esta se acercara a el para poder sostenerla de la cintura.— Eres mi diosa, cualquier cosa que me pidas será tuya, incluso te daría mi cuerpo si así me lo pides. Mataria por ti.
La sonrojada pecosa apartó su mirada, ante aquel gesto Atsuhiro sonrió, acariciando su mejilla con la única mano que tenía libre que, para su fortura, era la real:— Ojalá hubiera sido yo quien te quitó la inocencia.— la pecosa se sonrojó ante aquello.— pero se que seré el último que te hará llegar al cielo sin siquiera tener que morir.
El hombre sonrió, soltando a la chica con delicadeza y plantando un último beso en el dorso de su mano, al notar lo sonrojada que estaba ella el hombre no pudo evitar agrandar su sonrisa:— Dabi me dijo que te diera esto, dijo que se despidió de ti anoche porque no podría venir hoy, las quemaduras lo delatan.— dijo el castaño.
La peliverde recibió aquella carta con una sonrisa:— gracias, Atsu.— y, dejando un beso en la mejilla del hombre, la chica corrió rápidamente a donde se encontraba esperando la su madre y sus hermanos.
Al llegar Izuki la observó por un largo rato, ahorrándose algunos comentarios, después de todo ya estaba cansado del drama:— ¿te sientes bien, hermana?— pregunto Izuku, preocupado.
— si, habia una larga fila para entrar al baño.— mintió ella con una sonrisa, tranquilizando a su madre y a su mellizo.
El villano, quien sabía perfectamente donde había estado, chasqueó la lengua mientras desviaba su mirada, acariciando su mentón, observando como un grupo de chicas hablaban mientras lo observaban de manera "discreta" el hombre decidió solo ignorarlas y devolver su atención hacia su hermana. Para nada era un secreto que era atractivo, razón por la cual estaba acostumbrado a recibir aquel tipo de atención por parte de mujere y de vez en cuando hombres.
— Oh, Mitsuki-san.— dijo Inko con una sonrisa, haciendo que su hija se tensara.
No era por Mitsuki, no era Masaru, el único problema era su hijo, el hijo que la había llamado prostituta y el mismo al que accidentalmente le había confesado que había estado enamorada de él, con resignación la chica se levantó de su asiento, podía estar enojada con Katsuki, pero, Mitsuki y Masaru eran muy importantes para ella como para permitir que por una estupidez de su hijo su relación se dañara.
— Mi niña hermosa.— dijo Mitsuki abrazando a la peliverde.— me alegra que por fin estés segura y podamos posar tiempo todos juntos en familia.
— Yo también.— dijo la pecosa con una sonrisa, procediendo en abrazar a Masaru.— Hola, papá.
El castaña sonrió dulcemente mientras acariciaba el cabello de la chica, por su parte el único hijo de la familia Bakugo se limitaba a observar la escena, no había dormido muy bien así que tenía ojeras debajo de sus ojos, sus sentimientos eran un desastre, pero, el que más lo torturaba era la culpa, estaba frustrado consigo mismo, estaba avanzando y, por sus celos sin sentido, seguramente había perdido todo el avance que había tenido en su relación con al chica y el hecho de haberse enterado que ella estaba enamorada de él no era algo que ayudara mucho.
Aquel hecho alimentaba su culpa y la hacia cada vez más grande:— Buenos días.— dijo Izuku, su saludo era frío, sin embargo, educado.
A diferencia de su hermana y su contraparte malvada el mayor de los mellizos había decidido saludar a su amigo de la infancia, más que todo por simple cortesía, después de todo jamás perdonaría el hecho de que aquel chico le hubiera dicho aquellas palabras a su dulce hermana, no podía creer cómo había insultado a la persona que más amaba en el universo. Jamás perdonaría a Katsuki por haber hecho sentir inferior a su hermana.
— ¡Paren todo!— grito una voz agitada de hombre que la pecosa conocía perfectamente.— ¡_______!
El pelirrojo grito el nombre de la pecosa, alargando la última letra de su nombre y haciéndola reír, apresurado, y arrastrando a todo su familia con el, Enji Todoroki se acercó al pundo en el que las familias Midoriya y Bakugo se habían encontrado. Rei caminaba tranquilamente junto a Fuyumi mientras que Shoto y Natsuo habían sido arrastrados por el héroe profesional.
— Hola.— dijo Hawks, saliendo de detrás de Endeavor, después de todo habia escuchado la situación mientras iba de paso por la residencia Todoroki.
Inko sonrió de oreja a oreja, acercándose al héroe alado:— Hawks, me alegra que estés aquí para despedirte de mi hija, me preocupo que no fueras ayer en la noche. Pensaba que estaban en malos términos.— el rubio negó con la cabeza.
La única hija de Inko soltó una risa nerviosa:— Es que si le decía antes de irme seguramente llevaría una serenata a casa.— dijo ella, el héroe rubio rió ante lo dicho por la pecosa.
— Me conoces tan bien, mi hermoso pajarito.— el de alas rojas se acerco a la chica, acariciando su rostro mientras sonreía.— puedo acompañarte, si quieres.
Endeavor, observando la situación, tomó la parte de atrás del cuello del traje de héroe del adulto joven y lo arrastró lejos de su "hija":— Señora Inko, no permita que este hombre se acerque de esa manera peligrosa a la pequeña.— dijo él con el ceño fruncido.
— De hecho, el ya se presentó a hablar formalmente conmigo con respecto al tipo de relación que quiere con mi hija, aprecio mucho ese tipo de gestos. Solo falta que mi pequeña diga el si.— dijo Inko con una sonrisa, haciendo a la familia Todoroki quedar completamente estática.
Izuki frunció el ceño, tomando a su hermana por el brazo y haciéndola sentarse sobre sus piernas, abrazando su cintura con uno de sus brazos mientras que con su mano libre acariciaba su cabello:— Si la quieren deberán pasar sobre mi cadáver.— dijo el villano, observando a todos de manera amenazadora.
— ¡Rollito!— se escuchó un grito a la distancia, al distinguir la voz de quien la llamaba la chica se liberó de los brazos de Izuki, buscando por todos lados hasta encontrar su distintiva cabellera pelirroja.
Al verse la emoción fue tanta que la chica corrió a abrazar en chico, envolviendo sus piernas en su cintura:— pensé que no vendrías.— dijo ella.
— Es obvio que vendría a despedirme del amor de mi vida y mi mejor amiga.— dijo el pelirrojo con un sonrojó.
El chico llevaba su cabello semi recogido con una liga para cabello que combinaba con la que la pecosa llevaba en aquel momento, cosa que Fuyumi notó y comentó con su madre, cuando el pelirrojo soltó a la pecosa la chica se sostuvo del brazo del chico, llevándolo a donde se encontraba su madre:— Eijiro, es un placer verte.— dijo Inko con una sonrisa.
— ¿Conocen a Kirishima?— preguntó Mitsuki con confusión.
— Claro que si, Eijiro es el mejor amigo de mi hija, ayer la visitó y debo decir que me agrada mucho verte aquí hoy.— dijo la peliverde con una sonrisa.— Recuerda que cuando volvamos puedes ir a visitar cuando quieras, nuestra casa es tu casa.
Enji comenzó a sacudir a su hijo:— ¿por qué estás tan tranquilo.— preguntó el hombre.— si no haces nada al respecto entonces irá tu hermano.
Natsuo soltó una risa:— te haré caso esta vez, viejo.— el albino acomodó su chamarra blanca y, con semblante alegre, camino a donde se encontraba la madre de la chica que le gustaba a su hermano y a el.
— Buenos días, señora Midoriya.— dijo el albino con una sonrisa, captando la atención de la madre de los mellizos.— mi nombre es Natsuo, soy el hermano de uno de los amigos de su hija.
La peliverde asintió:— el también es mi amigo, es una de las mejores personas del mundo, es muy inteligente. Estudia medicina.— Inko sonrió.
— es un gusto conocerte, por favor, cuida de mi pequeña.— dijo la mujer, el chico, sonrojado y sorprendido, hizo una ligera reverencia.
— Muchas gracias, señora Midoriya, daré lo que sea por su hija.
La mujer soltó una ligera risa:— que chico tan agradable.— dijo ella, Enji, sorprendido, observo a su esposa.
— Yo tengo algo que nadie más tiene, miren.— Shoto se acercó a aquel lugar, observando fijamente a la peliverde.
La chica que anteriormente hablaba con Natsuo se giró al sentir como alguien más alto que ella acariciaba su cabello:— Sho-chan.— dijo ella con una sonrisa y un lijero sonrojo, abrazando al chico.— estuve esperando que vinieras. No quería irme sin despedirme de ti.
Enji aclaró su garganta:— Igualitos a su padre.— dijo el pelirrojo por lo bajo mientras sonreía.
Mitsuki codeaba a su hijo para que entrara en acción, sin embargo este solo se limitó a mirar a su madre de mala manera y observar la escena con nostalgia y el ceño fruncido:— ¿llevas alguna de mis plumas?— preguntó Hawks acercándose.
— ¡Siempre llevo una! Son mis tesoros más...— antes de terminar el rostro de la chica se sonrojó por completo al caer en cuenta de lo que había dicho.— olvidalo.
El rubio sonrió, acercándose a la chica y plantando un beso en su frente:— bueno, tu eres mi tesoro más preciado.— dijo él, haciendo que la madre de la chica se enterneciera ante la situación.
— perderás la vida si te acercas más.— dijo Izuki, tomando a su hermana en brazos y subiendo por las escaleras eléctricas mientras cargaba sus maletas y las de la chica con telequinesis.— ya nos están llamando para subir al avión.
Le pecosa se despidió como pudo, después de todo su hermano no la dejaba liberarse, más atrás de ellos corrió Izuku, cargando sus maletas y las de su madre, despidiéndose de la familia Todoroki y disculpándose por el comportamientos de su parte villana.
Extra:
— ¡Amor mío!— se escuchó un grito a la distancia.
La pecosa no pudo evitar ver la cabellera rubia del chico eléctrico:— ¡Siento haber llegado tarde! No me olvides en Osaka, ¡recuerda que te amo! Te esperaré y no le daré mi corazón a otra mujer.— dijo Denki, mordiendo un pañuelo mientras lagrimas caían de sus ojos al ver como la chica se alejaba.
— ¡Adiós!— gritó ella despidiéndose con una sonrisa.
— ¡Por favor no llores! Te extrañaré mucho.— dijo Denki, Eijiro suspiró.— ¡Cuando vuelvas te daré el beso de película, lo prometo!
Holiwis.
Un poco más corto de lo usual, pero, aquí les tengo el capítulo diario.
Gracias a las personitas que me están apoyando en mi otra historia de BNHA, leo todos los comentarios que puedo antes de dormir.
Mañana haré unas cuantas cosas para ver quién será la ganadora del "Izuki"
En fin, les tengo una sorpresa pero debo prepararla un poco.
¿Están de acuerdo con el incesto en la historia? He leído que si xd
Ustedes:
Teorías (?
En fin, los capítulos son algo cortos porque aveces me ocupo en otras cosas, pero, intentaré hacerlos lo más largos posibles.
Lxs amo mucho.
Opiniones del cap here please --->
Bays
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