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"Amor de mi vida, besos y helado de crema."
La pecosa rio, después de todo aquel susurro le había provocado cosquillas: ― ¿Cómo supiste que no iría a una cita? ― el chico sonrió, de manera que hizo a la chica enternecerse.
― Soy tu mejor amigo, estaría mal si no supiera cuando mientes. ― Kirishima soltó a la pecosa. ― Sabia lo que harían tus hermanos, así que fui a la tienda y compre un par de cosas, no quiero que tu sábado sea aburrido.
―De verdad que eres un ángel. ― la peliverde plantó un beso en la mejilla del pelirrojo para luego dirigirse a su cama y sentarse en esta.
El pelirrojo sonrió débilmente, sacando una bolsa con varias cosas dentro y entregándosela a su mejor amiga, mientras esta con emoción daba pequeños saltitos al ver todas las cosas adentro.
Narra Eijiro Kirishima.
Sonreí, realmente la amo, amo como se emociona por cada pequeño detalle que recibe, amo su hermoso y desastroso cabello rizado, amaría algún día poder besar cada una de sus pecas, poder besarla y decirle al mundo que la persona que amo correspondió mi amor, por cómo me mira y me dice tanto sin siquiera hablar, por cada abrazo que me da y me demuestra que me quiere. En algún punto llegué a pensar en ella por sobre todas las personas, incluso de mí, ella es más de lo que jamás soñé, sin saberlo en algún punto me convertí en su esclavo, ella hace que con solo estar presente los días sean maravillosos, me hace querer ser más valiente para poder protegerla y estar a su lado. Ella me prometió que seriamos amigos por siempre, realmente no estaba convencido, sin embargo, acepte, entre más pasaba el tiempo más la quería, la encontraba en mis sueños.
Poco después comencé a odiar el hecho de ser su amigo, hoy ya no sé si debo alejarme para no darle problemas, ¿Cómo fui a enamorarme de ella? Realmente no lo sé, pero moriría por ella, haría lo que fuera por _____.
Quiero poder controlarme, quiero dejar de ser un problema para Bakugo, Sero y Denki, pero, no puedo evitar ser egoísta cada vez que la veo sonreír, y sé que no es nada varonil enamorarte de la misma persona de la que están enamorados tus amigos, pero no puedo evitarlo, junto a ella me siento tan feliz que tal vez podría gritar, sin embargo, a veces me siento tan triste que quiero llorar, no sabía que podía sentir tantas cosas por una persona, solo quiero hacerla sentir bien.
― ¡Te prometo comprarte algo cuando salga con mis hermanos! ― dijo ella con una gran sonrisa, mientras colocaba un cabello detrás de su oreja, aquella imagen hizo mi corazón acelerarse.
No pude evitar sonreír, ella es una dama y yo aún sigo siendo un chico asustado que no puede gritarle lo que siente, quisiera ser como Bakugo o Shinso, quisiera tener esa cercanía, quisiera que ella me eligiera. Ella es y será siempre el amor de mi vida, si ella no me elige es porque ella debe estar con el amor de su vida, y aceptare eso, pero por ahora quiero se egoísta e intentar pelear por ella, porque ella vale todo este dolor y si al final logro estar con ella todo valdrá la pena.
―Esperare por ello. ― respondí mientras me acercaba a ella, besando su frente.
Ella sonrió y yo la imite, mejorare para poder ser alguien que pueda competir por su amor.
(...)
Narrador omnisciente.
La chica de cabellos rizados tomo la mano de su hermano Izuki con firmeza, pintando sus uñas de color negro: ― Te ves demasiado bien cuando tienes las uñas de este color. ― dijo ella, dándole la última capa de esmalte a las uñas de su hermano.
―Desde hace un tiempo lo he notado, pero, estas actuando extraño. Estas demasiado feliz. ― la pecosa observo a su hermano, luego de eso chasqueo su lengua.
―Yo... si te soy sincera, me están pasando muchas cosas buenas, no tengo porque andar deprimida porque un hombre idiota, como lo son muchos, quiere secuestrarme. Simplemente priorizo mi estabilidad mental. ― dijo ella con una sonrisa que convenció a su hermano, sin embargo, las dudas aún se encontraban en los pensamientos de Izuki.
―No me digas que... ¿tú ya...? ― antes de terminar la chica aclaro su garganta, interrumpiendo al peliverde.
―Termine, buscare algo de comer. ― Izuki jadeo con sorpresa, llevando sus manos a su boca. ― quédate aquí.
El hombre señalo a la chica para luego devolver su mano a su boca, sorprendido y enojado, después de todo, según lo sospechaba, la inocencia de su hermana había sido profanada, sin embargo, saco esa idea de su cabeza, después de todo ella no haría algo como eso, mucho menos si el la vigilaba constantemente.
(Banner de Mina en proceso)
La peliverde se sentó en el sillón de la sala común, en aquel momento solo se encontraban ella, Mina, Ochako, Denki y Sero, el resto habían salido a hacer las compras para la semana e Izuki y Hawks vigilaban que ninguna agente de Destro se acercara al terreno de la UA: ― ¿Qué tal si jugamos algo? ― pregunto Mina, manteniendo su mirada en la pecosa.
― ¿Qué? ― pregunto Ochako, sentándose a un lado de la pecosa.
―No recuerdo como se llama, pero se trata que debemos mantener esta carta en nuestros labios, si no lo hacemos en el camino de ida y vuelta debemos besar a la persona a nuestro lado que dejo caer la carta. ― Mina se sentó al otro lado de la pecosa, enseñando una carta entre sus dedos.
Sero y Denki se miraron entre ellos con una sonrisa: ― Podemos poder turnos para estar al lado de Midoriya. ― dijo el azabache, sentándose al lado de la pelirosa mientras que Denki imitaba su acción, sentándose a un lado de Ochako.
―No entiendo porque harían eso, da lo mismo. ― dijo la peliverde, encogiéndose de hombros, pensando seriamente en cuanto quería gomitas de naranja.
Todos sonrieron, si bien a los cuatro les gustaba la pecosa, hacer planes juntos para al menos robarle un beso a la chica era lo más conveniente en aquel momento, así fue como empezaron a jugar. Sero le paso la carta a Mina, la cual debía pasarle la carta a la peliverde, sin embargo, cuando esta estaba a punto de tocar los labios de la chica Mina la soltó: ― Lo siento, ____-chan. ― dijo la pelirosa, fingiendo estar apenadas.
La peliverde se acercó a la de tés rosa, cerrado sus ojos, Mina no tardó mucho en unir sus labios con los de la menor de los hermanos Midoriya, en aquel momento la pelirosa se encontraba besando aquello suaves y rosados labios que había deseado besar desde hace ya un tiempo, al separarse notaron como varias personas sonrojadas las miraban desde la puerta de entrada: ― Estamos jugando algo que Mina nos enseñó ¿se quieren unir? ― pregunto la pecosa con inocencia.
Mineta comenzó a mover sus dedos, mientras se encontraba sonrojado y un hilo de baba salía de su boca: ― Oh, claro que quiero. ― antes de que el chico de baja estatura pudiera lanzarse hacia las dos chicas fue atrapado por el hielo de Shoto, el cual no tardo en acercarse a la pecosa, tomando su mano y alejándola del grupo que se había quedado con ella.
― ¿Qué le hacen a mi...? ― comenzó a decir el mitad mitad, observando como Izuki lo vigilaba con una mirada fiera. ― a la hermana de Midoriya.
― ¿sabían que los labios de las chicas son suaves? Los de ____ saben a cereza con chocolate. ― dijo Mina tocando sus labios. ― seguramente come mucho de eso.
―Confirmo. ― dijeron Shinso, Shoto y Bakugo al mismo tiempo.
Kirishima prefirió quedarse callado e ir a saludar a su mejor amiga. La pecosa, observando la hora en un reloj de pared, corrió de aquel lugar y se encerró después de saludar al pelirrojo, después de todo tenía que hacer algo importante.
―Candy, she is sweet like candy in my veins. (Dulce, ella es como dulce en mis venas)― Cantaba Denki alrededor de la peliverde, hacienda a esta sonreír, estaba confundida, pero, de alguna manera era lindo. ― Baby, i'm dying for another taste. (bebe, estoy muriendo por otro gusto.)
―And every night my mind is running around her. (Y cada noche mi mente corre alrededor de ella)― Denki tomó la mano de la sonriente pecosa, haciendo a esta levantarse de asiento. ― Thunder's getting louder and louder. (el trueno se hace más y más fuerte)
El chico puso su mano en la cintura de la chica, guiando a esta mientras bailaban dando vueltas por el salón vacío, después de todo toda la clase había salido a buscar sus almuerzos a la cafetería: ― Baby, you're like lightning in a bottle, i can't let you go now that i got it. (bebe, eres como un rayo en una botella, no puedo dejarte ir ahora que te tengo) ― el rubio hizo a la pecosa girar sobre su propio eje.
―And all i need is to be struck by your electric love. (Y todo lo que necesito es ser golpeado por tu eléctrico amor) ― el rubio acaricio el cabello de la pecosa, para luego tomar su mentón y guiarla para unirse en un beso.
Katsuki, quien fue el primero en llegar, los observo, el hielo en el pecho de Bakugo se convirtió en lava, apretó sus manos a sus costados, apretando la bolsa de chocolates que había comprando para _____ mientras que Denki tomo suavemente a la peliverde por los brazos y la miro a la cara. Él sabía que Kaminari la quería, lo había sabido desde que los vio volver de una de sus citas, el otro chico prácticamente ahogándose para conseguir que las palabras "me gustas" salieran de su boca mientras que la pecosa miraba alrededor, inquietamente, sus enormes ojos verdes viendo a todas partes. "Ella no está interesada en ti, Enchufe de mierda, piérdete" lo había pensado con satisfacción. Ella no era una chica que apenas conocía, ella era ____, ella era la única cosa en su vida que le importaba más que nada, más que su deseo de ser el héroe número uno, y viendo a Denki poner su mano sobre ella, donde quiera que él quería, le hizo sentir al mismo tiempo enfermo, débil y mortalmente enfadado. La urgencia de avanzar hacia ellos y separarlos era tan fuerte que apenas podía respirar. Por su parte el corazón de Denki comenzó a latir con fuerza a medida que se encontraba más cerca de besar a la peliverde, tanto el como ella sintieron como la sangre inundaba sus rostros, el resto del mundo se apartó hasta quedar solo ellos, Denki podía sentir la tensión en su propio cuerpo, deslizo sus manos sobre las mangas de la camisa del uniforme, aferrándose hacia sus hombros. Sus ojos permanecían cerrados, pero ella temblaba y se apoyaba en él.
La boca de Kaminari cayó sobre la de ella. Y eso fue todo. Todo el auto-control que había ejercido en el último año para darle su espacio a la peliverde se fueron, como el agua estrellándose a través de un dique roto. Sus brazos se acercaron al cuello y la apretó contra él, ella era suave y flexible, pero, sorprendentemente fuerte como nadie a quien él hubiese sostenido antes. Sus manos se aplastaron contra su espalda, presionándola contra el mientras ella se paraba sobre las puntas de sus pies, besándolo tan ferozmente como el la besaba. El chico del quirk eléctrico movió su lengua por los labios de la peliverde, la cual abrió ligeramente sus labios para dejar a esta pasar, era cierto lo que decían, la pecosa sabia a chocolate y cerezas. Kaminari se aferró a ella con más fuerza, anudando sus manos en su cabello, tratando de decirle, con la presión de su boca en la de ella, todas las cosas que nunca le había dicho en voz alta: Te amo, te amo y quiero gritarlo; no estés con ninguno de ellos, no los quieras, no salgas con ellos. Pertenece conmigo. Quiéreme, quédate conmigo, no sé cómo estar sin ti.
― Ustedes dos están bastante entretenidos. ― dijo Momo en voz alta, haciendo que la peliverde y el rubio se separan. ― ya vienen tus hermanos, así que actúen normal.
Bakugo se había ido, sin embargo, ninguno de los tres actualmente presentes sabía que el rubio había estado allí.
La peliverde jugaba mientras caminaba, había decidido salir a tomar algo de aire libre, en aquel momento su clase se encontraba en examen de inglés, sin embargo, al ser de las mejores en aquella clase present mic la había exentado de aquel examen con una calificación perfecta. Con pereza la pecosa se estiro, realmente no tenía mucho que hacer sin que estuvieran sus compañeros y como los lunes Hawks e Izuku solían vigilar fuera de la escuela tampoco podía charlar con ellos, sin embargo, su aburrimiento no tardaría mucho en irse, después de todo cierto chico albino se acercaba a paso rápido e inseguro.
―______. ― dijo el albino, detrás de ella, escondiendo su rostro con la capucha de su abrigo.
―Geten. ― dijo ella con sorpresa, sin embargo, no tardó mucho en ponerse alerta. ― ¿tu...?
Antes de que la chica terminara su oración el chico comenzó a negar con su cabeza, como si su vida dependiera de ello: ― Yo... Lo siento mucho, siento mucho lo que hace mi jefe, yo a penas me entere. No quiero que pases por lo mismo que la otra vez. ― la peliverde se relajo, mientras observaba al chico que se encontraba cabizbajo.
―No te hare daño, solo, por favor no me odies. ― dijo el albino, mientras la chica se acercaba y quitaba la capucha, dejando al descubierto el rostro del albino. ― después de todo sigues siendo el mismo Geten de siempre.
El entrecerró los ojos como si se sintiera aliviando, y cuando levanto su mirándola, ella vio lo angulosos que se veían sus pómulos. Sí que había perdido peso, después de todo gracias a lo triste que se encontraba sobre la situación de la pecosa el albino se había reusado a comer, pudiendo solo encontrarse con ella gracias a algunos viejos amigos que se encontraban distrayendo a los dos guardaespaldas de la pecosa, justo cuando la chica estaba a punto de mencionar lo delgado que estaba él se inclinó y la besó.
Le sorprendió tanto el contacto de la boca de Geten en la suya que la peliverde se quedó rígida, dando pequeños pasos hacia atrás, pero, sin poder separarse gracias al agarre del albino en su cintura, definitivamente necesitaba sostenerse de algo. Lo que no hizo, de todos modos, fue apartarle, y Geten, tomando aquello como una muestra de ánimo, le desliz la mano tras la cabeza e intensifico el beso, separándole los labios con los suyos. Los labios del muchacho eran suaves y fríos, más suave de lo que habían sido los de Denki, y la mano que sujetaba el cuello era cálida pero a la vez fría y tierna. Geten sabía a helado de crema.
La pequeña Midoriya dejo que sus ojos se cerraran y, por un momento, flotó aturdidamente entre la luz del día y el frio que emanaba el cuerpo de Geten, sintiendo como los dedos del albino se movían por sus cabellos, dejándose atrapar completamente por el de ojos azules. Cuando el estridente timbre del teléfono de Geten se abrió paso a través de ellos, ____ dio un salto atrás, como si él la hubiera apartado de un empujón. Se miraron fijamente el uno al otro durante un instante, en turbulenta confusión y evidentes sonrojos, sobre todo por parte de la peliverde.
Geten fue el primero en apartarse, tomando el teléfono de su abrigo: ― Diga. ― su voz sonaba normal, pero el pecho le ascendía y descendía velozmente, confundido, le tendió el teléfono a la de ojos esmeraldas.
―Es para ti. ― dijo, frunciendo su ceño.
La chica tomo el teléfono, con sus manos aun temblorosas, escuchando una voz que jamás había escuchado antes:― ¡Hola, preciosa!
―Disculpe, ¿Quién...?
Antes de poder terminar de formular su pregunta la peliverde fue brutalmente interrumpida: ― ¿no me recuerdas? Eso me entristece, yo te recuerdo perfectamente, me diste un golpe muy duro en la cabeza. Eso me encantó. ― dijo el hombre del otro lado de la línea mientras sonreía.
La pecosa no tardó mucho en recordar al albino que había golpeado anteriormente cuando fue secuestrada: ― Mi nombre es Ryuji, preciosa, espero pronto puedas azotarme y golpearme. De verdad me encantaría. ― el hombre se sonrojo al imaginar aquellos escenarios, mientras que por su parte una incómoda y confundida peliverde temblaba ligeramente.
―gracias por dejarme dolor de cabeza por tres días seguidos, eres la mejor, besos. Cuida que no te secuestren. ―dijo el hombre mientras reía para luego colgar.
Extra:
Bakugo estrelló la bolsa de chocolates contra el pecho de Sero, sentándose al lado de Kirishima: ― haz lo que quieras con eso. ― el rubio le quito el onigiri que comía Kirishima, metiendo este en su boca por completo, mientras que el pelirrojo se quejaba el rubio masticaba con furia.
Sero por su parte observo la bolsa de chocolates, definitivamente se la daría a la melliza de Izuku. Con resignación, y algo triste, el pelirrojo con dientes de tiburón tomo uno de los panes de curry de Sero, no sin antes pedir el permiso de este; el azabache no tuvo otra alternativa más que aceptar, después de todo Bakugo se encontraba masticando lo que anteriormente estaba destinado a ser el almuerzo de Kirishima.
―Gracias, bro, te lo pagare luego. ― dijo el chico, comenzando a comer de aquello que su compañero le había brindado.
― no hay problema. ― dijo él. ― ¿Por qué Kaminari tardara tanto? No va a alcanzar a comer
Lo que Sero no sabía era que su amigo se estaba comiendo algo mas rico xd
Hola a todxs ¿Cómo están preciosxs?
Un año para que Geten y Denki las besaran wao Pff
No sé si se han dado cuenta del cambio en la rayis, es pequeño, pero es algo, al que atine le dedico un cap xd
Por cierto, al final nadie atino, el que se quedó había sido Kiribaby
En fin, lxs amo, hoy actualice más tarde porque me queme el pie con aceite caliente y no me quise levantar de la cama hasta que me mejorara.
En fin, lxs amo.
byes
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