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"Soliloquio, diosa y cita."
Con pereza la pecosa termino de escribir la ultima línea escrita en el tablero, aburrida soltó un suspiro, todas las clases dadas por la clase 2-A hasta ahora habían sido teóricas, razón por la cual la mano de muchos ya se encontraba cansada de tanto escribir, la única excepción era Izuku, después de todo la mayoría del tiempo escribía en sus notas sobre quirk a una velocidad casi sobrehumana: ― Quiero un café. ― dijeron Sero y la peliverde al mismo tiempo, razón por la cual ambos rieron.
Izuki, cruzado de brazos, resoplo y volteo la mirada, quedarse en una clase con una manada de adolescentes y un héroe al que consideraba un grano en el trasero no eran precisamente sus planes para el viernes, en aquel momento disfrutaría ver como alguien pateaba a un bebe, el villano no era precisamente un fan de los niños: ― todos en este salón, excepto mi hermana, son perdedores. ― dijo el hombre para sí mismo.
―En serio, ¿Por qué tienen que ser tan perdedores? No hacen nada interesante, son mortalmente aburridos y patéticos. ― el hombre comenzó a mecer la silla en la que se encontraba sentado. ― ¿Por qué Dios, satán, o quien sea, me enviaste a este moja camas para cuidar a mi hermana?, incluso un cobrador de impuestos hubiera sido mejor.
― Alguien interesante, debió enviar a alguien tan perfecto como yo o...― antes de terminar el hombre fue interrumpido por el héroe alado.
― Disculpa, cuñado, todos podemos escucharte. ― dijo el hombre, razón por la cual el peliverde observo al hombre con confusión, preguntándose si este hombre no le temía a la muerte.
― ¿Si? Pues eso era un soliloquio, entonces tu eres el único que está siendo grosero. ― dijo el hombre mientras chasqueaba su lengua
― ¿Qué es un soliloquio? ― pregunto Shoto en voz alta, razón por la pecosa que se sentaba frente a el respondió a su pregunta.
―Es un discurso que una persona tiene consigo misma, como pensar en voz alta. ― dijo esta, aclarando su garganta para que mejor amiga se acercara a ella.
Momo, entiendo lo que quería decir la pecosas se acercó al asiento de esta, razón por la cual la peliverde se acercó y susurro al oído de esta: ― Más que un moja camas, Hawks es un moja bragas. ― dijo ella, razón por la cual ambas rieron.
―Después de la clase Midnight viene el almuerzo ¿quieres sentarte conmigo hoy? ― pregunto Momo mientras sonreía.
―De hecho, hoy quiero sentarme con los senpais... ― al recordar que Mirio, Nejire y Tamaki ya se habían graduado la pecosa suspiró. ― Si, me almorcemos juntas.
―Genial, hice unos bocadillos para Kyoka y para ti. ― la azabache junto sus manos y sonrió.
(...)
La pecosa introdujo la pequeña salchicha en forma de pulpo en su boca mientras pensaba, el tiempo había pasado realmente rápido a su parecer, todo a su alrededor cambiaba, sus amigos crecían y por alguna razón ella sentía que se quedaba atrás, ni siquiera sabía a qué agencia iría al terminar el tercer año, la idea de que el próximo año se graduaría era algo que no cavia en su cabeza, su hermano ya había alcanzado la altura de Katsuki y Shoto los cuales habían crecido aún más, ella apenas había logrado crecer hasta los uno sesenta y cinco. Realmente su pregunta principal era ¿Cómo no se había dado cuenta hasta ahora?
―Momo, quiero morir joven y bella. ― dijo la chica de repente, haciendo que gracias a la sorpresa un grano de arroz saliera de la nariz de la mencionada.
― ¿de qué hablas ____-chan? ― dijo Kyoka mientras acariciaba la espalda de su novia.
―Pues eso, si no me caso quiero morir joven y bella. ― la pecosa tomo su jugo de caja y comenzó a beber de él. ― Je, Jirou, podrías ser mi madrina de muerte, cuando muera arrojen la corona de flores para ver quien será el siguiente.
La pecosa metió otra salchicha a su boca, siendo esto lo último que le faltaba por comer: ―Si me caso, pues no. ― le pecosa se encogió de hombros, restándole importancia.
La pareja de chicas se miró la una a la otra con confusión, sabían que la pecosa podía ser algo extraña a veces, sin embargo en aquel momento no podían descifrar que pasaba por la mente de la peliverde: ― Antes de morir formare un culto. ― dijo ella, observando seriamente una de las paredes de la cafetería mientras daba otro sorbo a su jugo.
Una chica de una da de las clases de primer año que pasaba por ahí miro a la pecosa con extrañeza y algo de miedo, después de todo había logrado escuchar esto último.
(...)
La segunda jornada del día había comenzado y la pecosa se encontraba en su mejor momento, en dos de los entrenamientos cuerpo a cuerpo había logrado derribar al profesor Aizawa, razón por la cual ahora mismo se encontraba sentada en el suelo mientras observaba a Denki ser derribado por el azabache: ― Em, mejor amiga de mi corazón. ― la azabache de cabellos largos se acercó a su mejor amiga mientras jugaba con sus dedos.
―A la orden. ― respondió la pecosa mientras tomaba algo de agua, sabiendo que su mejor amiga le pediría algún favor.
― ¿me puedes ayudar con mi quirk? Kyoka me dijo que el otro día te vio fabricando armas. ― la chica observo a la azabache, asintiendo.
Ambas chicas recogieron su cabello de tal manera que este no rozara sus cuellos u hombros, después de todo ninguna de las dos quería que este quedara completamente sudado, la peliverde comenzó a desabrochar la parte delantera de su uniforme de deportes, dejando a la vista un sostén deportivo que Momo le había comprado para que ella usara su quirk sin tener que mostrar demasiado, la azabache no tardo en imitar su acción.
―No sé qué te haya dicho Jirou, pero, principalmente hago armas de aire comprimido. ― la pecosa usó el Kosei de su amiga, formando un arma similar a una metralleta. ― esta es una carabina de aire comprimido de 5.5, son más cortas que un fusil y tienen menor potencia de fuego, si quieres algo más portátil luego puedo enseñarte a hacer pistolas.
―Las armas de aire comprimido suelen ser fusiles, pistolas o carabinas que tienen una cámara de potencia en la que una pieza llamada resorte se somete a compresión y se mantiene así por el mecanismo del . Al accionar el gatillo, el resorte es liberado y acciona un que comprime aire que pasa al , donde está el . Bajo la fuerza del aire comprimido por el pistón, el balín atraviesa el cañón estriado a alta velocidad, para que cuando este en el aire, inicie su trayectoria hasta el blanco. ― explico la pecosa, Angel le había hecho aprender aquello gracias a que en américa le dispararon con una pistola y no quería que la pecosa se encontrara sin conocimiento sobre estas. ― Agh, tengo nauseas, no comí mucho en el almuerzo.
La pecosa se recargo en sus brazos: ― en fin, solo es cuestión de aprender las funciones centrales y mentalmente crearla, justo como me enseñaste a hacer los cañones. ― explico la peliverde
― ¡Midoriya senpai! ― se escuchó a lo lejos, razón por la cual los gemelos voltearon al mismo tiempo. ― ¡Kya! Ella me vio.
Las dos clases de héroes de primer año se encontraban en aquel lugar, observando el entrenamiento de sus mayores con ojos de admiración: ― Lo siento, Aizawa, se acabó su tiempo. Ahora es turno de mi clase y la de Hizashi. ― dijo Midnight, razón por la cual todos los estudiantes de segundo año se acomodaron pasar Salir del lugar.
La pecosa volvió a acomodar su cabello mientras caminaba detrás de su profesor, observado a algunas personas y sonriéndoles en el proceso.
(...)
―¿Qué harás mañana? ― pregunto Shoto, mientras él y la pecosa se dirigían a los casilleros en los cuales guardaban sus zapatos junto con sus otros compañeros.
―No puedo salir sin compañía, así que no mucho. ― la peliverde se acercó a su casillero, sin embargo, se sorprendió al ver como algunas cartas caían del casillero de su compañero. ― al parecer tienes pretendientes.
Una risa se escuchó al fondo: ― Soy demasiado genial. ― dijo Katsuki, observando como las cartas caían a sus pies.
―Mi hermano no se queda atrás. ― dijo la pecosa mientras señalaba a Izuku, el cual recogía varias cartas del suelo.
Sin embargo, luego se dieron cuenta que la pecosa era la que más pretendientes tenia, después de todo cuando abrió su casillero un rio de cartas comenzaron a salir: ― ¿eso si quiera es posible? ― pregunto Denki, observando como las cartas seguían saliendo.
― Esto es totalmente injusto. ― dijo Mineta mientras lloraba.
―Amigo, ella es la diosa de la clase a. ―dijo Kirishima para luego reír.
― ¿Qué te puedo decir? Soy una cosa tremenda. ― dijo la chica, vanagloriándose para luego reír y comenzar a recoger las cartas con ayuda de sus amigas.
―Hitoshi. ― La chica dijo el hombre del peli morado silaba por silaba, haciendo que este fijara su vista en sus labios. ― muchas personas declararon su amor por mi hoy ¿Qué debería hacer?
La chica realmente no esperaba reacción del chico, después todo anteriormente nunca le hizo caso a sus provocación e intentos de ponerlo celoso: ― escoger a alguien. ― dijo el chico, irritado, después de todo había sido derrotado varias veces por su maestro.
La pecosa sonrió de forma gatuna: ― me adelanté, ya lo hice, mañana tendré una cita. ― la chica coloco una de sus manos en su cadera mientras que en la otra mostraba una carta con un sticker de corazón.
El peli morado, ahora prestando más atención a la conversación levanto una de sus cejas: ― es de un chico de tercero de la clase de héroes. ― la chica beso la carta para luego hacer a esta desapareciera.
Tokoyami y Ojiro aplaudieron el truco de magia de la chica mientras esta hacia reverencias cortas, lo cierto era que todo había sido un plan de ellos tres para ver si podían ver a Shinso celoso: ― bueno, es tu vida, haz lo que quieras. ― el chico se encogió de hombros, haciendo a la pecosa cruzarse de brazos y mirar al pelimorado con una de sus cejas alzadas.
―Entiendo que no te importe, bueno, iré a hablar con Shoto. Tal vez el si se interese por mi vida. ― finalizo la pecosa mientras caminaba, sonrojada, se encontraba avergonzada y molesta.
Los dos amigos de la pecosa suspiraron, tomando su libreta para tachar a Shinso de la lista, sin embargo, un gruñido que salió de la boca del chico les hizo arrepentirse, el peli morado se encontraba observando una de las paredes de la sala común con el ceño fruncido, estaba celoso, pero, no dejaría que la pecosa se regocijara de esto. Con irritación el chico apoyo su espalda en el espaldar del mueble en el que se encontraba sentado, el pelimorado paso una mano por su cabello para luego observar a las dos personas que eran considerados como el grupo de mejores amigos de la pecosa.
― ¿es cierto que saldrá con alguien de tercero? ― Ojiro y Tokoyami tenían dos opciones, decir la verdad o echarle leña el fuego.
Con una sonrisa ambos asintieron con la cabeza, haciendo a Shinso chasquear la lengua: ― Ella había venido a ver que reacción tenia a ver si cancelaba la cita, pero, al parecer no la cancelara. Espero que nuestra ____ sea feliz con ese chico de tercero. ― dijo Tokoyami fingiendo preocupación.
―Me preocupa mucho, ¿Qué tal si solo quiere a nuestro arbustito porque es linda? Agh, no quiero que le rompan el corazón, ella es tan inocente. Nunca ha tenido una relación. ― dijo Ojiro, limpiando una lagrima invisible.
― Están exagerando, ella no saldría con alguien con una sola cita, Kaminari ya lleva dos y ni siquiera la ha besado. ― dijo Shinso con una sonrisa, intentando despreocuparse.
― Oh, pero en realidad ella quería a Kaminari, cuando llegaba de sus citas con el siempre decía que quería que le pidiera salir más. De no ser porque la secuestraron probablemente ellos estarían saliendo. ― mintió Ojiro, la pecosa realmente nunca hablo con ellos sobre kaminari, después de todo ese tipo de cosas solo las hablaba con Momo.
Shinso comenzó a mover una de sus piernas con ansiedad, hace un momento estaba seguro de que el llevaba la ventaja sobre los demás, sin embargo, aquello lo hacía dudar cada vez más: ― Aunque ella y Bakugo se besan desde que son niños, creo. ― dijo Tokoyami.
― Oh, si mal no recuerdo ella y Todoroki han dormido juntos varias veces. ― dijo el rubio, recordando cómo antes de ir al campamento en su primer año la pecosa había confesado que había dormido con el mitad mitad. ― También creo que paso las vacaciones en su casa, definitivamente Todoroki debió hacerlo para que conviviera con sus padres.
― ¿su familia no es de esas que arregla matrimonios? ― pregunto Tokoyami.
Ojiro sonrió: ― cierto, el otro día escuche a Todoroki decir que su padre hablaría con la madre de Midoriya para arreglar un matrimonio con ella. ― ambos chicos sonrieron y chocaron puños al ver como Shinso corría en la misma dirección por la que la pecosa se había ido hace un rato.
(...)
La pecosa bostezo, había salido de la residencia junto con su hermano mayor luego del habitual rechazo de Shinso, solo quería comer helado y ver películas de terror con sus hermanos, sin embargo, no contaba con que su mellizo, Hitoshi, Shoto, Kirishima y Kaminari se encontraban frente a la puerta, cual perros esperando a su dueño; La pecosa alzo una de sus cejas mientras observaba a los cinco chicos, felices:― ¿soy la única que ve las orejas y colas? ― dijo Jirou, bromeando y haciendo que Mina riera.
―Hermana, ¿es cierto que saldrás con alguien mañana? ― la chica sonrió al escuchar lo que su hermano le había preguntado, era la mejor alternativa que tenía para vengarse de Shinso.
Izuki entiendo la situación se limitó a dirigirse a la cocina, no quería que el helado se derritiera y que su hermana lo hiciera ir a las doce de la madrugada por uno nuevo:― estas en lo cierto, mi hermoso hermano, ya que no tengo novio pienso tener citas. Como a nadie le importa. ― la pecosa hecho su cabello hacia atrás mientras caminaba hacia el sofá
―¡Sal conmigo! Pero no aceptes citas con extraños, es peligroso. ― dijo Kirishima mientras seguía a la chica junto a los otros cuatro chicos.
―Es un estudiante para héroe, no creo que haya problema. ― la chica se sentó en el sillón, cruzando sus piernas.
Las personas que observaban aquella escena no podían imaginarse otra cosa más que cinco cachorros admirando y llorándole a su alfa: ― aunque pienso considerar tu oferta, mi lindo solecito. ― dijo la pecosa con una sonrisa en sus labios.
La peliverde intentaba imitar la actitud dominante de Izuki, después de todo él era la persona más genial que conocía, realmente no había aceptado ninguna habitación, lo único que haría al dia siguiente seria encerrarse y obligar a sus hermanos a ver Yaoi con ella: ― si Bakugo estuviera aquí sería mucho mejor. ― dijo Kyoka, de manera que Mina y Ochako rieron ligeramente.
―Creo que salió con Sero al supermercado, Iida fue de chaperón, no quería que pasara lo mismo de la última vez. kero. ― dijo Tsuyu.
Kyoka rio: ― ¿Cuándo estafo al chico que trabajaba de cajero o cuando insulto a toda una cadena de supermercados por redes sociales? ― pregunto la de cabello corto.
―Supongo que ambas. ―dijo Hakagure mientras reía ligeramente.
― ¿a ustedes no les gusta ____ también? ― pregunto Momo, ambas chicas asintieron.
―Nosotras somos diferentes a ellos, Women supremacy, baby. ― dijo Mina con una sonrisa mientras Ochaku asentía.
―Siento haber dicho eso antes, solo, no salgas con ese chico de tercero. Por favor. ― dijo Shinso, haciendo que la chica contuviera una risa.
La pecosa masajeo su barbilla: ― lo pensare, por ahora, me iré con mis hermanos. Tengan linda noche. ― la peliverde tomo la mano de su mellizo, corriendo en dirección a su habitación antes de que alguien intentara detenerla.
Izuki, el cual iba en dirección a la habitación de su hermana, les saco el dedo medio a todos mientras usando levitación llevaba helado a su boca.
Era sábado, la peliverde había decidido no dar señales de vida al resto de sus compañeros para sostener la mentira de que tenía una cita, por el contrario, actualmente se encontraba leyendo la lista de razones que le había dado la versión villana de su hermano para ir a su realidad, su plan de obligarlos a ver Yaoi había fallado: ― Sabes, el hecho de que quieras golpear niños no significa que debes ponerlo en esta lista, acepto el hecho de que podría hacer lo que quiera, pero no me gusta eso. ― el mayor resopló.
El pecoso mayo tacho eso de la lista: ― que aburrida... Bueno, ahora son cincuenta y cinco razones. ― dijo el hombre mientras tomaba el lapicero y jugaba con él entre sus dedos.
― mi razón numero veinte para que el vuelva a su mundo es que no toma en cuentas las opiniones de nadie que no seas tú. ― dijo Izuku mientras observaba a su hermana.
― por eso es que la chica de cara redonda ahora está enamorada y no de ti, aburrido. ― dijo el hombre mientras sonreía.
La pecosa en aquellos momentos se replanteaba si en realidad valía la pena mantener su mentira, después de todo estar con sus hermanos cuando hablan sobre sus "horribles" listas era realmente cansado para la única chica del lugar: ― creo que tienes una seria obsesión con patear niños. ― dijo la peliverde mientras apuntaba a Izuki. ― y tu...realmente eres muy lindo, pero, a veces eres muy bueno. ― la pecosa dirigió esto último a su mellizo.
Los dos señalados suspiraron resignados, para luego comenzar a discutir entre ellos sobre el contenido perteneciente a su respectiva lista, resignada, la pecosa salió de la habitación, esperando que con suerte alguien la golpeara en la cabeza para poder evitarse aquella charla sobre las listas que seguramente le darían sus hermanos al regresar a su habitación.
―Creo que todos salieron. ― dijo la pecosa para sí misma.
La peliverde sonrió, soltando su cabello y dejando su liga para el cabello en su muñeca, el hecho de que sus compañeros hayan salido le hacía sentir segura, después de todo podría esconderse de sus hermanos y evitarse las charlas sobre sus horrorosamente largas listas. Teniendo eso en mente la pecosa caminaba por los pasillos, tranquilamente, sin contar con que no todos se habían ido a visitar a sus familias o ir de compras hacia algún lugar. Una mano salió de una de las habitaciones, tomando la muñeca de la pecosa y arrastrándola dentro de esta y acorralándola contra la pared.
―Espero que esto sea una sorpresa para ti, después de todo me quede solo por ti. ― dijo el, susurrando en el oído de la pecosa, haciendo a esta estremecerse.
Extra:
― Basicamente me estás diciendo que ella. ― dijo Katsuki mientras señalaba una foto de la pecosa enmarcada en su habitación. ― tiene una cita con algún extra, pero, ¿no quiere que...?
Antes de terminar el rubio fue interrumpido por Sero: ― sí, prefiere que no la violes. ― el rubio gruñó, sin embargo, luego sonrió.
― Si hubiera intentado hacer eso ella no me hubiera pedido por más la última vez que... ― antes de terminar el rubio volvió a ser interrumpido, sin embargo, esta vez fue el chico pelirrojo.
―No es nada varonil hablar sobre cosas intimas de las damas, mucho menos lo permitiré si es la chica que amo. ― dijo el pelirrojo, haciendo a Bakugo gruñir, si bien había vuelto a ser amigo de Eijiro no le agradaba la idea de que él estuviera enamorado de la misma persona que él.
―Bro, realmente no quiero que ella salga con ese chico, soy el único con el que ha tenido citas oficiales quiero que se quede así. ― se quejó Kaminari mientras suspiraba.
Bakugo gruño: ― eso no cuenta, enchufe de mierda, los besos son lo que cuenta. ― dijo el rubio con una sonrisa victoriosa.
Kirishima se limitó a sonreír, si Katsuki se enteraba de su beso con la pecosa probablemente lo mataría.
Holis uwu.
Tengo una pregunta, ¿con quién creen que hare que ____ tenga su primera vez? Yo se quien será pero me da curiosidad sobre que piensan ustedes. Bueno, después de todo soy la escritora, seria raro si no lo supiera.
Aunque aún falta un poco para eso
¿Quién creen que fue el que se quedó para esperar a _____?
Realmente hoy no tengo mucho que comentar.
Espero les haya gustado mucho el capítulo de hoy, espero leerlxs en los comentarios.
Lxs amo.
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