"Parque de diversiones y sensaciones extrañas"

Advertencia: este capítulo contiene escenas subidas de todo, si este tipo de escenas no son de tu agrado pasa directamente a la parte en donde esta el otro separador, gracias.

Era viernes, un viernes que Shinso había estado esperando desde hace ya un tiempo, después de todo ese día la persona que consideraba "el amor de su vida" dormiría en su casa:— ¿Por qué no me eliges? Se que te gusto.— dijo Shinso, poseía un egocentrismo que no era usual en el el, sin embargo, la pecosa le hacía actuar de maneras que el nunca imaginó.

— ¿Quien dice que me gustas?— respondió esta con una sonrisa gatuna, desviando su mirada y haciendo los huesos de su clavícula más notables, después de todo llevaba un vestido sin mangas.

Shinso río, el sonido de su risa era suave, grave y tentador para aquella chica:— Todo lo que haces.— con cautela el pelimorado se levantó de su cama, poniendo seguro a su puerta y quitando su camisa.

— ¿Que haces?— balbuceo la chica con obvio nerviosismo.

— me quito la camisa.— dijo Shinso con obviedad para luego reír.

Gracias al roce con su cabello aquella camisa había hecho que algunos mechones del peinado elevando del chico terminaran en el rostro de este, eran pocos pero sin embargo esto solo hacía que se viera cada vez mejor ante la vista de la peliverde. Por su lado Shinso comenzó a desabrochar su pantalón para luego bajarlo y quedar solo en boxers.

La chica que se encontraba con sus manos en sus ojos para tapar aquella vista y librarse de la tentación de un momento a otro había sido lanzada a la cama del ojivioleta, haciendo que su vestido se subiera un poco y se desorderara, esto solo hizo a Shinso gruñir:— Ahora, dime que no te gusto.— dijo este mientras se posaba sobre la chica.

— Tu no...— comenzó a balbucear la pecosa, sin embargo los labios en su cuello la hicieron jadear ligeramente.

— Te escucho, gatita.— dijo Shinso en el oído de la chica para luego morder este ligeramente y luego volver a asaltar el cuello de la chica.— o tal vez deba hacer que hables, nunca haz sido realmente obediente.

Shinso pasó su lengua por el cuello de la chica haciendo a esta estremecerse aún más:— ¿No me dirás nada? ¿Por qué? Eres bastante parlanchina.— dijo el susurrando se nuevo en el oído de la pecosa

— Yo...— antes de que comenzara hablar Shinso habia comenzado hacer un camino de besos hasta el cuello de la chica.

— te estoy escuchando, ____.— hablo mientras seguía dejando besos y chupones por el cuello y las clavículas de la chica.

La chica, sonrojada y solo con balbuceos:— siento algo extraño cuando estoy contigo, te necesito.— dijo la peliverde mientras sentía como la mano de Shinso que no sostenía sus manos se apoyaba en su pierna, acariciando esta un poco.

— ¿Que más?— pregunto, haciendo un camino de besos que iniciaba en el cuello de la chica y planeaba terminar los labios de esta.

El chico al terminar su camino de besos se detuvo antes de llegar a los labios de la chica, colocando estos a milímetros de los de la chica y haciendo que estos se rozaran un poco:— Me gustas tanto que aveces siento que no podré controlarme.— Shinso sonrió, luego de escuchar esto no tardo ni un segundo en asaltar los labios de la chica de manera agresiva, luego de un rato se separo de esta con una sonrisa victoriosa.

La respiración de la chica se aceleró aún más al sentir como el chico acariciaba sus piernas con una de sus manos, tocando lugares sensibles para esta, mientras que con su boca jugaba con el cuello de la chica, haciéndola jadear de a poco:— ¿Quieres que te bese?— pregunto Shinso, su voz era serena y algo ronca.

La pecosa asintió, el pelimorado no tardó mucho en cumplir la petición de esta, dándole un beso lleno de necesidad. Realmente ambos necesitaban besarse. Entre caricias por parte del ojeroso a la chica se le escapo uno que otro jadeo, aquellos sonido que la boca de la chica emitía hacia que Shinso se volviera loco.

— Dime, ¿esto es lo que quieres?— pregunto el, a militeros de los labios de la chica, haciendo que esta sintiera como estos rozaban.

— Si.— jadeo la chica al sentir como el pelimorado apretaba sus muslos.

Sin esperar muchon el pelivioleta se deshizo del vestido de la pecosa, dejándole una vista que había deseado desde hace ya un rato, durante un tiempo el peliverde admiro aquella figura que había esperado tanto en conocer; posando sus manos en la cintura de la pecosa giró e hizo que esta ahora quedara sobre el, después de todo ella no era la única que debía disfrutar.

— Tomalo con calma y luego ponlo dentro de ti y salta sobre mi, Cuando hagas eso montame como si fuera un pony, las luces están apagada asi que es hora de jugar como adultos, gatita.— la chica no pudo evitar jadear al sentir como las caricias de Shinso bajaban de nuevo de su abdomen a sus muslos.

La chica entendiendo lo que Shinso quería, comenzó besando a este por un rato, luego de aquello la chica comenzó a bajara sus besos al cuello de este, haciendo que al inclinarse y moverse su intimidad quedará justo arriba de la erección del ojeroso lo cual hizo a este gruñir.

Al sentir aquel tacto placentero para ambos la chica no tardó comenzar a mover sus caderas, aquello hizo a Shinso gruñir, los jadeos de la chica solo hacían al ojeroso ponerse cada vez más duro razón por la poso sus manos en el trasero de la chica y lo apretó, haciendo a esta detenerse. En una acción rápido el pelimorado volvió a cambiar los lugares, quedando este arriba.

Lentamente el chico quitó el sostén de la pecosa para luego comenzar a repartir besos, al estar en una zona sensible la chica comenzó a mover su piernas en un intento de no emitir sonido alguno, sin embargo, shinso al notar esto movió su rodilla y la coloco cerca de la húmeda intimidad de la chica, haciendo a esta jadear aún más cuando el comenzo a acariciar y chupar sus pechos.

Poco a poco los besos del pelimorado comenzaron a bajar casa vez más, llegando hasta los muslos de la pecosa, otro jadeo salió de la boca de esta al sentir como Shinso pasaba uno de sus demos por sobre su ropa interior:— estas tan mojada...tan lista para mi.— sin más que esperar el ojomorado retiro aquella prenda para comenzar a masajear el glitoris de la chica.

Las manos de la chica apretaban las sabanas de Shinso con fuerza, depsues de todo aquello hizo que un gemido saliera de la boca de esta, sin embargo Shinso no tardó en usar su mano libre para tapar la boca de esta:— eres muy ruidosa.— la pecosa comenzó a sentir como una especie placer inimaginable se acumulaba  en su abdomen bajo, calentando todo su cuerpo, realmente disfrutaba aquello. Shinso sin poder soportarlo, perdiendo por completo su autocontrol, luego de un rato más jugando con el glitoris de la chica se sacó el bóxer e introdujo su miembro en la entrada de la chica haciendo que esta emitiera un gemido de dolor.

El chico se mantuvo así por un rato esperando a que la chica le diera la orden:— ¿Lista?— dijo el, cuando la chica asintió el comenzo a moverse.

Al principio el chico iba lento, escuchando los quejidos de la chica y gruñendo en el proceso, sin embargo cuando aquello quejido fueron reemplazados por gemidos de placer el pelimorado aumento la velocidad de sus embestidas, tapando la boca de la pecosa gracias a que esta gemía muy alto. Varios gruñidos y gemidos se escapan de la boca del chico, sin embargo este mordía su labio para que estos no sonaran tan fuertes. Luego de un rato ambos se miraron a los ojos, la lujuria y el placer era lo que predominaba en sus expresiones, sin embargo lo más importante en aquel momento era que ambos habian "llegado" al mismo tiempo.

Shinso sacó su miembro de dentro de la chica y se recostó a su lado, las respiraciones de ambos estaba aceleradas, sin embargo esto no evitó que ambos dijeran al mismo tiempo las palabras "Te amo."

El despertador en la pequeña mesa a un lado de la cama del pelimorado comenzó a sonar, haciendo que este despertara con pesadez y odiara al mundo ya que aquello no había sido real:— estupido aparato.— dijo Shinso, notando la erección que tenía.

— ¡Katsuki, Más lento!— grito la pecosa.

El rubio gruñó ante el grito de la chica y solo se limitó a acelerar:— ¡No me digas que hacer, bruja!— el rubio paso su lengua por sus labios y sonrio de manera egocéntrica.

Y ahí fue como el carrito de Kirishima y Sero fue mandando a volar por el carrito de Katsuki:— ¡Te lo mereces pelo de mierda! Nadie me quita lo que es mío.— Katsuki giro el volante en busca de su siguiente víctima, Denki.

La pecosa, Katsuki, Denki, Sero, Kirishima y Mina se encontraban en un parque de diversiones, específicamente en los carrito chocones, atracción sugerida por la pecosa; al ser carritos dobles y poderse sentar en pareja hubo una corta discusión de co n quien estaría la chica, a pesar de que esta queria ir sola para chocar con el rubio cenizoy molestarlo, al final la discusión terminó con Katsuki como vencedor.

— ¡Acelera!— grito Mina, asustada ya que Bakugo perseguía su carrito.

— ¡Eso hago!— grito Denki de la misma manera.

Ya era tarde, El carrito de Katsuki ya había golpeado al del la pelirosa, haciendo que por inercia esté fuera enviado hasta la pared, chocando con esta y dejando a un Kaminari y una Mina a punto de un paro cardíaco. Con una sonrisa de victoria el chico se giró para ver a la pecosa, notando que esta tenia la respiración acelerada.

El sonido de que el tiempo en aquel juego se había acabado no tardó en sonar, haciendo a la chica salir rápidamente del carrito y correr hacia Sero y Kirishima:— Pude morir.— dijo la chica mientras su mejor amigo la abrazaba y ambos salían del juego.

— Todos teníamos nuestra vida en riesgo.— dijo Mina caminando a un lado del pelirrojo y la pecosa.— ahora sabemos que hay que entrar a juegos en donde Bakugo no pueda manejar nada.

— a todo esto...¿donde esta Bakugo?— pregunto Denki.

— No ha salido del juego.— dijo Sero.

— yo amarre su cinturón de seguridad.— dijo la pecosa, sentándose en una banca.

— Bien hecho.— dijeron todos al tiempo.

— ¡Te mataré maldita bruja!— se escuchó un grito a la distancia.

(...)

Katsuki metió una papita picante en su boca. La pecosa sabiendo que el rubio estaría enojado decidio comprarle algo para que no terminara con sus vidas, ahora el rubio se encontraba caminando mientras abrazaba a la pecosa por los hombros y comía sus papitas picantes.

— ¡_____-chan! Hay patinaje sobre hielo.— Dijo Mina con euforia.

— ¡Yuri on Ice!— grito mencionada con emoción, dejándose llevar por la pelirosa.

— ¿Que mierda es eso?— pregunto Katsuki

— Un anime. ____ me obligo a ver eso con ella.— explico Kirishima con tranquilidad.— la verdad es bastante bueno.

El pelirrojo corrió hasta las chicas, alcanzandolas y sonriendo mientras abrazaba a la pecosa la cual solo sonrio aún más, Katsuki al ver aquello se molestó y comenzo a correr hacia ellos, sin embargo fue derribado por la peliverde. Al entrar y compara su boleto patines les fueron entregados a cada uno, Mina caminaba con las piernas algo abiertas para evitar caerse mientras que Sero y ____ caminaban con normalidad, Denki se arrastraba por el suelo hasta llegar a la pista de hielo y Kirishima y Bakugo caminaban dando zancadas.

El entrar a la pista la pecosa comenzó a patinar de una forma natural y bella ante los ojos de las personas que no sabían patinar, sin embargo, en sus pensamientos solo se encontraban todas las veces en las que Ángel la había llevado a patinar y había terminado rompiéndose algunos dedos. Mina patinaba de apoco, era un novata al igual que Denki y Kirishima después de todo, por su parte Katsuki intentaba lucirse lo más posible, sin embargo terminó cayendo y haciendo que la pecosa se riera de el.

— ¡¿De qué te ríes maldita bruja?!— gruño el rubio, la pecosa se limitó a sacarle la lengua.

— Dime, Midoriya, ¿donde aprendiste a patinar?— dijo Sero, patinando al rededor de la chica y robando toda la atención que antes era de Bakugo.

— te hago la misma pregunta.— la chica comenzó a patinar hacia atrás mientras miraba a Sero.

Sero seguía a la pecosa mientras esta lo observaba con una sonrisa gatuna:— Bueno, iba mucho con mis amigos en secundaria.— se limitó a decir el azabache.

— Mira, que bien.— dijo la pecosa, intentando alejarse un poco del chico, sin embargo este había logrado alcanzarla, sosteniendola de la cintura.— yo aprendí con Ángel.

— ¡Alejate de _____!— dijo Katsuki a lo lejos, intentando patinar hacia ellos, sin embargo el y Kirishima habían caído en el intento

De repente la música de aquel lugar cambió, haciendo a Mina y ____ jadear con sorpresa:— ¡Eros!— gritaron las dos al tiempo.

La chica sacándose del agarre del azabache patinó velozmente hacia un lugar casi vacío de aquella pista y comenzando a hacer algunos pasos de la coreografía de Eros de Yuri con Ice, aquello hizo que un lijero hilo de sangre saliera de la nariz de Mina, habia gastado mucho tiempo de sus vacaciones de invierno para poder aprenderse aquella coreografía, sin embargo aquello solo duró unos segundos ya que su turno en la pista había terminado.

— _____-chan eres genial.— dijo Mina besando la mejilla de esta.

— gracias.— la pecosa sonrio.

Al salir del gimnasio de patinaje entre risas de la chicas y charlas y gritos de los chicos estos se dirigieron hasta un puesto de comida cercano donde terminaron por cenar, sin embargo, la chica había visualizado una cabellera púrpura en aquel mismo lugar por lo que se dirigió a verificar. Al ver que quien estaba en aquel lugar no era nadie más que Shinso decidió ir a saludar.

— ¡Shinso!— dijo la chica a unos cuantos pasos del pelimorado.— ¿Como estas?

El nerviosismo del chico era más que evidente, después de todo ver a la pecosa le hacía recordar lo que había soñado aquella mañana:— Bien, viene porque dijeron que había buena comida aquí pero ya me voy.— balbuceo Shinso con un lijero sonrojo.

— ¿estás bien?— pregunto esta acariciando la mejilla de este.

— Si...solo, tengo sueño, no dormi muy bien.— dijo el ojeroso, mirando hacia otro lado.

— ¿En serio? Entonces lo mejor sería que fueras a casa a descansar.— dijo ella con una sonrisa, haciendo a Shinso suspirar.— por cierto, enviale saludos a tu papá, dile que le haré caso e iré a quedarme un día de estos.

El corazón de Shinso se aceleró.— ¿Que darte a dormir en mi casa?— balbuceo este con un sonrojo.

— ¡Si! Ahora iré con Katsuki y los demás, fue bueno verte, escríbeme cuando llegues a casa. Debes descansar ¿ok?— la peliverde beso la mejilla del pelimorado y corrió hacia donde se encontraban sus otros amigos comiendo.

El pelimorado estiró su sudadera, tapando el bulto que tenía gracia a haber recordado su sueño:— ella me va a matar un día de estos.— gruño el pelimorado mientras caminaba rápidamente hacia su casa.

Hola caracola 7u7

Desde hace tiempo me reclamaban porque interrumpía las escenas Hot con Shinso, so ahí lo tienen.

Aunque solo fue un sueño.

Yo no soy de escribir estas cosas, pero, por ustedes mis niñas, seria batman.

La verdad me costó uwu.

Pd: Mina se unió al harem jeje, ¿Quien será el próximo? Muahahahahahahahhaha.

Anuncio: voy a intercalar entre los estilos de capítulos ej: como hoy fue capítulo corto mañana toca cap largo jeje

Opiniones del cap aquí.->

Sin más me voy.

Lxs amo.