Pasos se escuchaban por todo el salón, el piso de madera hacia que sonaran más y más fuertes y que aquellos hombres atados de manos y pies se asustarán completamente, la mujer de tacones puntiagudos sonrio al ver lo asustados que estos estaban; Shigaraki se limitó a gruñir con molestia, si bien había aceptado hacer este trabajo para poder tener más subordinados a su mando le molestaba como aquella persona se tardaba en hablar.

— Bien, te daré unos cuantos de mis hombres.— la voz grave proveniente de la chica sorprendió a Toga, la rubia solo se limitó a reír.— solo quiero algo más a cambio.

— ¿Sabes? Eres demasiado molesta.— justo cuando esté estaba a punto de acercar su mano al rostro de la chica para pulverizar la pelinegra lo tomo de la muñeca y la apretó.

— Solo te pido a una pequeña persona.— pasos se volvieron a escuchar, Dabi paso por la puerta con el último hombre que faltaba y lo lanzo a donde estaban los demás.

— Tardaste mucho, ¿no lo crees?— Dijo Twice para luego reír un poco.— aunque no es que me importe.

— solo fui a visitar a una vieja amiga.— el hombre metió sus manos en sus bolsillos y se sentó en una de las sillas de madera que había en aquel lugar.

La pelinegra comenzó a olfatear el lugar para luego comenzar a reír, realmente le parecía gracioso que lo que más quería tener en su poder estaba cerca de conseguirlo:— necesito a una persona, si me la das te daré hombre y mujeres a diestra y siniestra, si uno muere te daré a diez más.— Shigaraki chasqueo la lengua y se liberó del agarre de la mujer.

— ¿Puedo saber quién vale tanto?— dijo el peliceleste, mientras se rascaba el cuello.

— una estudiante, bastante interesante y poderosa, ¿Sabian que el torneo de la UA es un lugar espléndido para encontrar nuevos talentos?— la mujer hizo una pausa mientras bebía algo de Vodka.— o también para encontrar nuevas víctimas.

— ve al grano.— dijo Dabi con cansancio.

— Quiero a la chica esmeralda.— dijo lanzando una foto de _____ hacia Shigaraki el cual se limitó a tomarla y mirarla por un largo rato.— tiene un Don que no muchos tienen, yo quiero ese don.

— ya te di a las personas que quería, a ella no te la daré.— dijo el peliceleste, haciendo que la azabache suspirara con decepción.

— ¿Por qué? Ya has logrado infiltrarte en UA e incluso la secuestraste una vez, no será difícil.— la mujer sonrió.— deberias ser más ambicioso, chico.

Shigaraki gruño:— te daré lo acordado en un principio, estoy algo decepcionada, pero ten en cuenta que la chica esmeralda será mía.— finalizo la mujer para luego dar la orden de que los hombres cautivos fueran asesinados.

La peliverde se estiró, tirando sin querer el borrador que ese encontraba en su mesa:— joder...— maldijo por lo bajo para luego estirarse y tomarlo.

— Pudiste pedirle al chico que se sienta atrás que lo tomara por ti.— dijo Raito, su espíritu angelical.— a demas, deja de maldecir.

— que aburrido eres, Raito.— dijo Maou.— y ella es casi tan aburrida como tu.

La pecosa gruñó con molestia, le parecía completamente irritante el hecho de ver y escuchar a sus espíritus en cualquier momento y no poder gritarle que se callaran porque podría parecer una loca, irritada la chica posó su rostro en su pupitre y pasó sus dedos por las ebras de su cabello; Hace un par de horas la chica había intentando usar un poder de cada estilo al mismo tiempo, de esto resultó la interminable comunicación con sus espíritus.

— Ya cállense.— susurro la chica.

Maou río y se elevó:— si no quisieras ser una estupida heroína no tendrías porque limitarte a solo escucharnos.— dijo el con una voz persuasiva.

— _____-chan, ¿quieres almorzar con nosotras hoy?— dijo Uraraka mientras estaba entrelazada de brazos con Mina.

La pecosa bostezo y miro a sus amigas, ellas no podían descifrar que era lo que exactamente ella sentía en ese momento, si bien la chica sonria con alegría se le notaba molestia en su mirada; por otro lado, la chica deseaba pasar unos cuantos momentos sola, últimamente sentía un mal presentimiento.

— las alcanzaré luego, tengo unas cuantas cosas que hacer.— dijo con una gran sonrisa, quitando las dudas en sus amigas y haciendo que estas sonrieran.

Justo cuando última persona salió ella se acercó a la puerta y la cerró de modo que nadie más pudiera entrar, con una mano en la cabeza se deslizó hasta caer al suelo y dejó salir un suspiro:— estas muy nerviosa últimamente.— dijo Raito con preocupación.

— siento lo mismo que sentí cuando conocí a Laito, es como si otro Essense estuviera cerca.— la chica comenzó a jugar con los dedos de sus manos.

— Que bien, entre más demoníacos conozcas mejores amistades tendrás.— Dijo Maou con una sonrisa haciendo gruñir a la chica.

— no es como si me importara, mañana lo único que quiero es tener paz y poder visitar su tumba sin ningún impedimento.— dijo la chica mientras desabrochaba el primer botón para luego soltar su cabello.

— ¿vas a hacer una porno?— pregunto Maou con una sonrisa a lo cual la chica solo lo miro mal.

— es verano, hace mucho calor.— como usualmente llevaba su camiseta fuera de la falda solo comenzo a avanicarse con esta.— no quiero usar a Todoroki de aire acondicionado.

Por fin era el esperado día del festival cultural, todos se encontraban entusiasmados por mostrarle a los demás lo que su clase había preparado, todos a excepción de cierta pecosa; la chica al terminar de cambiarse tomo su mochila y salió de la residencia en dirección a la estación de trenes, cada año hacia lo mismo y el día de hoy no sería la excepción.

Al todos estar ocupados la chica se fue sin despedirse, realmente no quería molestarse en tener que ser amable con todos, o por lo menos no queira serlo hoy; para _____ hoy era uno de esos días en los que realmente no quieres cruzarte con nadie porque te sientes realmente fastidiado por todo lo que te rodea, ella no quería cruzarse con nadie porque no quería ser grosera y mucho menos que los demás comenzaras a preocuparse solo por tener mal humor. La chica amaba a sus amigos, sin embargo, le molestaba los buenos y pegajosos que resultaban ser de vez en cuando.

La chica acomodó uno de sus cabello por detrás de la oreja, al bajar de la estación de trenes la chica comenzó a caminar en dirección al cementerio, sus audífonos, su mirada al suelo y al capucha de su chamarra la hacían pasar desapercibida; varias personas a su al rededor comentaba de lo interesante que seria ir a ver el festival cultural de la UA, después de todo el festival deportivo anterior había sido realmente fantástico.

Al llegar al cementerio no tardó mucho en llegar a la tumba de la que una vez fue su mejor amiga, recordad lo que le había pasado era realmente doloroso, sin embargo lo hacía cada vez que la visitaba por eso ella solo iba una vez al año; con un suspiro la chica sacó un par de flores de su mochila para luego sacar dos tazones con fideos instantáneos y un termo con agua caliente. La chica preparó los fideos y espero el tiempo que debía, cuando ambos estuvieron listos los abrió y colocó un juego de platillos en cada tazón.

La chica sacó su chamarra y acomodó su cabello en una coleta de caballo:— gracias por la comida.— dijo, mientras comía de aquellos fideos que le parecían deliciosos.

Era invierno, la estación favorita de _____ y la época de alergias para los gemelos Midoriya, ambos niños iban abrigados y tomados de la mano, en unos días ambos cumplirían nueve:— Ahí esta.— dijo la chica señalando a Mary, su mejor amiga.

La peliverde se acercó corriendo a la castaña, derribandola al lanzarse a abrazarla:— ¡_____-chan!— grito la otra chica con emoción

— Hola pequeña.— dijo la madre de la chica entre risas, le parecía realmente adorable la relación entre aquellas dos niñas.— cambiamos el lugar de hoy, iremos a ver un nuevo centro comercial, hay juego y varios lugares de helado.

Ambas chicas respondieron con un "ok" llenas de emoción, ambas iban tomadas de la mano, en ese momento todo era perfecto; cuando llegaron al centro comercial hicieron todo lo que tenían planeado, ir a los juegos mecánicos y luego tomar algo, los padres de las chicas decidieron ir a tomar el helado en el mirador del centro comercial, así podrían hablar entre ellos y los tres niños podrían tomar helado tranquilos.

Izuku tenía que ir al baño, Inko lo acompaño decidiendo dejar a su otra hija con los padres de Mary:— _____-chan, ¿aún no sabes controlar tu don?— pregunto al chica.

— no del todo, se supone que debería volar.— dijo la niña en respuesta mientras le daba un mordisco al cono del helado.

De repente un estruendo se escuchó, los padres de Mary decidieron que irse del mirador  y buscar a Inko sería lo mejor, sin embargo la salida estaba bloqueada; varios hombres que se encontraban en el lugar intentaron mover la viga que tapara la salida, sin éxito alguno.

De repente se escuchan los grito de dos niña, ambas habían sido capturadas por un villano:— veamos, que lindas son.— dijo con una sonrisa.

— Sueltame viejo malo.— decía Mary mientras se sacudía y golpeaba al aire mientras que _____ susurraba varias cosas, ideando un plan para salir de allí.

Los padres de Mary miraron horrorizados la escena, luego de un rato de tener a ambas niñas capturadas decidió lanzar a _____ lejos y hacer que la niña quedara colgando de una cornisa, ______ al ver esto intento acercase pero había una barrera que le impedía a ella y a los adultos ir tras la niña castaña.

Ningún heroe aparecía.

— al parecer hoy es tu día de mala suerte.— dijo el hombre, pateando a Mary y haciendo que esta cayera, muriendo en el acto.

Las lágrimas de _____ no tardaron en salir de sus ojos, después de todo, cuando el villano quitó la barrera y estaba a punto de intentar ayudar a Mary y hacer que sus alas salieran fue detenida por la madre de la misma; la chica limpió sus lágrimas y teemino su segundo tazón de fideos instantáneos, luego de eso sacó un álbum de fotos y lo coloco en la tumba de la chica.

— esto tiene los mejores momentos de este año, se que te va a encantar.— dijo, sonriendo débilmente y cerrando su mochila.

La chica se estiró y miro la tumba por última vez, al salir del cementerio algo le sorprendió, alguien a demas de ella se encontraba allí, ella tenía un hermoso cabello azabache y sus ojos eran negros, sin embargo, casi por un segundo ____ podía jurar que eran rojos; al notar que ya estaba anocheciendo la chica decidió irse, sin saber con quien se había cruzado