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"Confesión de amor."
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La peliverde soltó un bostezo, acariciando el cabello del dormido Katsuki, quien hizo un berrinche mientras se quejaba de Shinso para luego quedar dormido media hora después, justo cuando dieron las ocho de la noche. Katsuki era alguien de mucha energía gracias a que mantenía un sueño regulado, de ahí vienen sus gritos e insultos.
— Okey, grandulón, te llevaré a tu camita.— la de cabellos rizados abrió un Warp gate que la llevó dentro de la habitación del rubio.
Al dejar a Bakugo bien arropado y cómodo en su cama ella no tardó en retirarse, apareciendo frente a la puerta de su propia habitación, su intención era ir a la sala común y pasar un tiempo con sus amigos, su situación actual requería grandes cantidades de amor.
— Bueno, logré que el bebé durmiera, ¿qué haremos hoy?— dijo ella, sentándose a un lado de Izuku y abrazando a este.
— Bueno, estamos esperando a que los Senpais decidan con quien se quedara cada quien.— dijo Izuku, acariciando el brazo de su hermana.— ¿estás bien? ¿No quieres que te traiga algo de la tienda? Más toallas tal vez...
La melliza del muchacho negó con la cabeza, sonriendo ante la amabilidad de su hermano:— Estoy bien, compramos las suficientes la última vez.— Izuku asintió dudoso, después de todo no quería que su hermana se sintiera mal, no sabía por lo que pasaba, sin embargo quería ayudarla en lo que fuese posible.
— ¡Ya lo decidimos! — dijo Nejire, apareciendo de repente.
La femenina desbordaba felicidad en el momento en el que vio a la hermana menor de Izuku, lanzándose en aquel momento sobre ella y abrazandola:— ________-chan, se que nos vimos hace poco, pero siento que creciste demasiado.— dijo la de cabellos celestes, abrazando a su amiga.
— ¡Es que de verdad creció!— dijo Mirio, uniéndose al abrazo y depositando un beso en la cabellera revoltosa de la más baja.— Ví algunas partes del festival por televisión, no fuiste de las primeras tres, pero sin duda fuiste mi favorita. No puedes irte de Yūei sin ganar el primer lugar por lo menos una vez.
La pecosa asintió, desviando su mirada a Tamaki, quien solo observaba la escena:— Ven, Tamaki.— dijo ella con una sonrisa, tomando la mano del susodicho y arrastrando lo para que este la abrazara.
El contacto físico es un tabú más en Japon, solo abrazas a una persona relamente especial, para ______ eso era algo extraño, después de todo gracias a Katsuki e Izuku ella podía tener contacto físico con otras personas fácilmente. Para Amajiki, un chico tímido perdidamente enamorado de la susodicha peliverde, era un caso completamente distinto e incluso algo vergonzoso, quería reaccionar pero simplemente no podía.
Un hipo salió de la boca de Amajiki, no pudo evitarlo, su gran nerviosismo había provocado aquel intermitente ataque de hipo, haciéndolo sentir avergonzado y, por otro lado, provocando ternura en el corazón de ________, quien acariciaba su espalda, esperando a aquel el hipo se fuera.
Las mejillas de Tamaki se tornaron rojizas al escuchar lo siguiente que su antigua compañera en UA dijo:— Tamaki dormirá contigo, yo dormiré con Uraraka y Mirio dormirá con tu hermano.— dijo Nejire con una sonrisa, la peliverde levantó sus cejas con sorpresa, si bien esperaba que uno de ellos se quedara con ella aquella noche no esperaba que ese fuese Tamaki Amajiki.
— Esta bien, no hay problema, llevaré el bolso de Tamaki a mi habitación. No tardo.— la peliverde tomó el bolso del mayor.
Tamaki se tensó, intentando detener a su Kohai:— No es necesario...— comenzó a tartamudear, no tardando mucho en notar que la melliza de Izuku ya se había marchado con su mochila.
El no sabía cuándo empezó a enamorarse de ella, la intensidad de ese sentimiento aumentaba com cada vez que la veía, lo envolvía e incluso lo sofocaba. Cada latido de su corazón gritaba su nombre. Tamaki sabía que jamás tendría el valor de declararse, porque, realmente no recordaba que el día de su propia graduación el mismo se había encargado incluso de besar a su supuesto amor platónico.
— Nejire, no puedo hacerlo.— Dijo él, estirando las mangas de su camisa con nerviosismo, esperando que la menor de los Midoriya no lo escuchara.
— Vamos, no lo hagas muy directo, ¿recuerdas la película que vimos la otra noche con Mirio? Puedes hacerlo de manera subliminal.— dijo la peliceleste, percatandose de la reaparición de su Kohai, lanzando a Amajiki a sus brazos, el cual se separó rápidamente con nerviosismo.
— Lo siento.— tartamudeó el joven mientras acariciaba su ante brazo.
— No te preocupes, ven, te mostraré mi habitación.— ella tomó la mano del azabache, quien, nervioso, observó a Nejire, quien solo apuntaba hacia él con sus pulgares arriba.
¿Que debía hacer? Ya no había ninguna salida, ninguna excusa, Mirio y Nejire eran cómplices así que no les podía pedir ayuda. Tamaki había sido atrapado y obligado a confesar su amor. ¿Como debía hacerlo? ¿Que debía decirle? A penas y podía formular oraciones decentes para hablar con ella de temas normales.
Por su parte ________ tenia miedo, tenía miedo de una posible confesión por parte de Tamaki, si bien había decidio disfrutar de sus pretendientes no quería que aquel poder y tímido chico se esforzara tanto por quien, ella creía, que no valía la pena. Ella tenía miedo de herir los sentimientos de alguien tan bueno y preciado para ella.
Ella había aclarado con la mayoría de pretendientes su situación y la clase de relación que llevarían hasta que tomara su desicion y, por obvias razones, ella nunca había tenido ese tipo de conversación con el actual héroe profesional.
Tal vez había sido tonto aceptar que durmiera con ella, pero no podía herir los sentimientos de Tamaki y rechazarlo cuando seguramente les costó mucho a todos conseguir un permiso para quedarse en UA.
Al estar frente a la habitación de la única hija de Inko ambos soltaron un suspiro.
—Esta es mi habitación.— dijo la de cabellos rizados mientras sonreiá.— es... solo una habitación normal con muchos posters de Hawks, lo siento.
— No, tranquila, se lo mucho que te gusta Hawks.— tartamudeo Tamaki, moviendo sus pies con nerviosismo.— las...las ventanas son realmente grandes.
Ella desvió su atención a las ventanas, tapadas por un par de continas con estampados de dororo, importadas por el mismo Endeavor para su persona:— Es igual en todas las habitaciones, la mayoría las más mantiene cerradas per de vez en cuando me gusta el frío de la noche y no el de los aires.— dijo ella, sentándose en el marco de la ventana, palmeando el lugar frente a ella para que el joven se sentara.
Tamaki caminó hacia allá a paso lento, dudoso, sentándose frente a ella y observando el lindo cielo de la noche:— Yo...— antes de poder terminar Tamaki fue interrumpido.
— Probablemente no lo recuerdes, pero, ya me confesaste tu amor dos veces.— dijo ella, manteniendo su vista en el cielo, intentando hacer constelaciones con las estrella, pero más que todo evitando el contacto visual con Tamaki.— La primera vez fue en mi primer año, me quedé dormida un rato y luego desperté, tu estabas hablando de mi, de como te habías enamorado de mi y como jamás me lo confesarías porque no querías darme otro problema y no eras lo suficientemente valiente.
Tamaki enrojeció al recordar aquel momento, porque si, lo recordaba perfectamente:— La segunda fue en su graduación, tomaron de más, luego me invitaste a bailar y me hiciste una de las confesiones mas hermosas que escuché. Incluso nos besamos.— en aquel momento ella desvió su mirada a Tamaki, quien aún se encontraba procesando las palabras de su Kohai.
Sus grandes y brillantes ojos verdes lo observaban, intrigados por su reacción, ella necesitaba decirle la verdad, ya no podía permitirse ocultarle aquello a quien dulcemente le ofreció su corazón.
— Siento no haberlo dicho antes.— ella bajó la mirada por un instante, arrepentida por sus actos.
Ella comenzó a jugar con sus dedos, nerviosa, no quería que Tamaki se sintiera mal o se enojara con ella, a pesar de estar en todo su derecho de hacerlo. El azabache observó a la peliverde por un instante, observando como ella era ahora quien se avergonzaba y bajaba la mirada, Amajiki lo pudo evitar sentirse extraño ante aquel hecho, después de todo ella solía ser quien lo empujaba a hacer cualquier cosa.
Dudoso, el héroe tomó la mano de la pecosa, acariciando el dorso de esta suavemente:— No me importa, realmente me alegro de haberlo hecho antes y que pudieras escucharlo, porque lo cierto es que de verdad te amo. No soy muy espontáneo como Mirio, pero, creo que podría hacerte feliz si me lo permites alguna vez.— el temblar de su voz no le quitaban poder y verdad a sus palabras, cosa que hizo a la hermana de Izuku sonrojarse.
Con su otra mano, tembloroso, tomó el rostro de la menor con delicadeza, acercándose ligeramente y haciendo que levantara la mirada:— Por favor, nunca vuelvas a bajar la mirada.— pidió el azabache sonriendo dulcemente.
Ella sintió, sin embargo el espacio entre ellos no se hizo mayor, en cambio, el espacio de sus rostros disminuía, siendo así como ambos se unieron en un tierno y dulce beso. El corazón de Amajiki se aceleró al mismo tiempo que su rostro se ruborizó gracias a la vergüenza que sentía, después de todo el fue el causante de aquel beso.
A pesar de todo ninguno se separó del otro, cosa que hizo feliz a Tamaki.
Después de todo se encontraba besando a la única chica que amaba.
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Súper corto, lo sé, lo siento, pero no tenía mucho más, no quería que pasaran el lunes sin su capítulo diario, siento la tardanza.
Por fin un beso que Tamaki lo va a olvidar, cuando amo a nuestro elfo bebé.
Les tengo un anuncio.
Ayer en la madrugada saqué el libro de One-shots de Deku villain y un libro Isekai en el que Rayita se convierte en Izuku.
Espero verles por ahí con votos y comentarios ✨
En fin.
¿Quien quieren que sea el próximo Husbando o Waifu para mañana? Dejenlo en los comentarios.
También espero que me dejen su opinión sobre este corto capítulo.
uwu.
Les amo, nos leemos mañana.
Gracias por leer
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