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"Historia y bañera."

Con delicadeza la chica acarició las hojas de su libro, se encontraba estudiando historia, aunque, cabía decir que de alguna forma de le interesaba esta materia, andas de cumplir diez ella odiaba aquella materia, incluso la consideraba realmente aburrida, sin embargo, una persona muy sabia le dio un consejo que la hizo sacar notas superiores en historia durante toda su vida.

- ¿Por qué no piensas que es como un chisme? Piénsalo así y no será tan aburrido.- dijo Mitsuki, encogiéndose de hombros.

La peliverde cerró sus ojos, agradeciendo mentalmente a la madre de Katsuki, sin embargo, se distrajo al sentir los brazos de cierto chico abrazando su cintura:- Si tanto te gusta la historia puedo permitirte navegar por mi cuerpo para que hagas un par de buenos descubrimientos.- susurró el en el oído de la chica, haciéndola estremecerse y soltar el lápiz que tenía en su mano.

La pecosa mordió su labio con fuerza ¿qué debía hacer? ¿Aceptar su propuesta o simplemente dejarlo pasar? Ya era usual entre ellos aquel tipo de trato por parte del chico, sin embargo, a pesar de ello ella no podía evitar avergonzarse y tener bloquearse ante la peligrosa cercanía del más alto. El más alto levantó una de sus cejas mientras sonreía, despeinado un poco su cabello, sabía que eso la volvía loca, luego de ello la agarro de la cintura, sentándose donde posteriormente ella se encontraba sentada y colocandola sobre sus piernas, moviéndose lento y colocando su barbilla en el hombro de la sonrojada chica.

- ¿Por qué no admites que quieres ser mía?- dijo él metiendo sus manos debajo de la camisa de la chica y acariciando su abdomen.

- Hitoshi, ¿estás loco? Si tu padre llega y nos ve así ¿qué diría? - el mencionada mordió la oreja de la peliverde con delicadeza, sintiendo el calor que emanaba de estas.- ¡Hitoshi!

Aquel jadeo de vergüenza hizo que el pelimorado riera levemente y por lo bajo:- no sé ¿Chico afortunado? Seguramente me felicitarla.- bromeó él, besando la mejilla de la chica.- sabes que no haré nada que no quieras, si el lo que quieres, estudiemos historia juntos.

La peliverde apretó sus labios, sintiendo estos temblar, abrió sus piernas y giró su sobre su propio eje, observando a Shinso a los ojos y teniendo una de sus piernas a cada lado de la cadera del muchacho:- Entonces estudiemos historia.- dijo ella, dudosa y con su voz ligeramente temblorosa.

- Ujum.- dijo Shinso, con poco interés, echando su cabeza para atrás mientras miraba el techo, dispuesto a escuchar a la chica hablar.

- Segun los libros de historia la santificación de la virginidad fue decayendo poco a poco, después de todo, algunos católicos protestaban teniendo como principal argumento que Dios creó el sexo como un regalo para el hombre y la mujer.- habló ella, tartamudeando, haciendo a Shinso sonreír con picardía y devolver su vista hacia ella.

- Entonces que viva Dios, me encargaré de que lo nombres mucho mientras disfrutamos de su regalo.- dijo él, bajando sus manos del abdomen de la chica hacia sus muslos, acariciando estos mientras lentamente metía sus manos por debajo de la tela de la su corta falda, la cual había sido un obsequio de Nemuri.

La peliverde envolvió el cuello de Shinso con sus brazos, mirándolo a los ojos mientras lamia su labio superior:- hasta el día de hoy solo algunas personas disfrutan de tener relaciones sexuales antes del matrimonio sin ser juzgados.- dijo ella, moviendo su cadera hacia adelante, no obstante, haciendo al de ojos turquesas morder su labio mientras sonreía, sintiendo a la chica sobre su entrepierna.

El contacto visual entre los dos era constante, el tacto de las manos de Shinso en sus muslos hizo a la pecosa estremecerse, después de todo era una de sus areas más sensibles al tacto:- ¿Nosotros somos parte de esas personas? - dijo él con una sonrisa, pasando una de sus manos a la espalda de la chica y subiendo su tacto por debajo de la camisa de esta, acariciando su piel.

Los fieros ojos del de orbes violetas observaban a la chica como si fuera a comérsela en cualquier momento, por su parte ella lo observaba con una mirada fogosa que pedía a gritos que se la comiera, la chica mordió su labio inferior, haciendo a Hitoshi bajar su mirada hacia estos labios, ligeramente enrojecidos, sin embargo no tardo más de un segundo en volver a hacer contacto visual con la peliverde.

- ¿Por qué no lo averiguas?- dijo ella, acercando más su rostro al del chico, quedando a unos cuantos milímetros de distancia, manteniendo el contacto visual.

Shinso sonrió, bajando su mano lentamente, trazando un pequeño mapa en la espalda de la chica con uno de sus dedos, llegando finalmente hacia su trasero, aparentando este justo cuando llegó a tomarlo entre sus manos no dudo en acercar a la pecosa aún más hacia el y estampar sus labios junto con los de ella, teniendo así un beso, algo lento, lo cual los torturaba, sin embargo, lo cierto era que ambos adoraban esa pequeña tortura que en unos minutos desaparecería cuando uno de ellos perdiera la cordura.

Y así sucedió, siendo ella la primera en ceder al sentir como Shinso apretaba su cuerpo contra el suyo, al sentir aquello ella no tardó en profundizar el beso, haciéndolo más placentero para ambos, era más rápido, más pasional, las lenguas de los dos chicos jugueteaban mientras la temperatura en los cuerpos de estos dos aumentaba.

El pelimorado se levantó de su haciendo, cargando a la chica mientras caminaba hacia su cama, sin intención alguna de interrumpir aquel contacto entre sus labios, al estar frente a su cama el chico colocó una de sus manos en la espalda de la chica, bajando lentamente, recostando a esta en la cama, quedando sobre ella, besandola mientras la sostenía de la cintura, disfrutando cada sensación.

El chico se separó de la más baja, observandola como un lobo a punto de devorar a un cordero, observando con detalle a la sonrojada chica mientras que ella, por su parte, lo observaba con una mirada que le suplicaba ser devorada, el pelimorado pasó su lengua por sus labios, deleintandose con lo que estaba apunto de suceder en unos instantes.

- Voy a besa todo tu cuerpo, mi hermosa gatita.- dijo el en un susurro, notando la mirada expectante de la pecosa.

El chico comienza a descender por su cuello. Rápidamente la excitación de la pecosa aumenta. Al sentir como la chica intentaba tomar el mando el más alto la detuvo por un instante, teniendo una gran idea, dejando de besarla el pelimorada la mirí. Chasqueando la lengua e indicándole su error.

-Si mueves las manos, tendremos que volver a empezar.- dijo el de manera juguetona, sonriendo.- y así será cada vez que te equivoques.

Si bien el no quería ser siempre el dominante, aquel día quería someterla y, así, poder tener su venganza después de tantas veces que había sido interrumpido por un tercero. Ella le mira suplicante. Tiene la respiración entrecortada. No se podia controlar.

-Quiero tocarte.- dijo ella, más como como una súplica que como una orden.

-Lo sé. Pero deja las manos quietas.- ordenó él, usando su dedo para levantar el mentón de la chica y hacer que lo observara, sonriendo.- por hoy, déjame a mi.

El chico separó las piernas de la chica, retirando su falda, comenzando a besar la parte interior de sus muslos, dejando mordiscos y pequeños chupones, ella jadea suavemente, un poco sorprendida pero entregándose por completo a las pequeñas corrientes de placer que viajaban por su cuerpo. La peliverde tenía los ojos cerrados y estaba completamente entregada a las sensaciones que Shinso le provocaba. Cada vez sus jadeos eran más fuertes. Era como música para los oídos de pelimorado.

-Por favor -me dice, ahogada en placer.

-Lo mejor para usted, señorita.- dijo él, la satisfacción se podía escuchar en su voz.

El chico pasó uno de sus dedos lenta y suavemente por encima de las mojadas bragas de la chica, haciéndola soltar un gemido gracias aquel repentino tacto en aquella zona tan sensible, él la observó por un instante, completamente sonrojada y a su merced, con su dedo hizo la tela a un lado, lamiendo la intimidad de la chica y haciéndola gemir mientras apretaba las sabanas que cubrían la cama del pelimorado.

La lengua del chico subía y bajaba, haciendo que ella comenzara a estremecerse de placer, recorriendo lentamente el sexo de la chica, torturando a esta un poco, gracias a estos movimientos lentos la chica se desesperaba cada vez más:- Oh, por favor.- dijo ella entre jadeos, sintiendo la lengua del chico jugar con su clitoris.

- Me gusta que supliques...- dijo el pelimorado con voz ronca mientras los gemidos de la chica aumentaban.

El siguió lamiendo su clítoris, moviendo su lengua de manera lenta. Un grito ahogado sale de la boca de la peliverde. Estaba completamente entregada a él. Shindo Continuó con el movimiento de su lengua alrededor de su clítoris. Luego, introduzco un dedo. A el le gustaba provocarle tanta excitación.

-Me gusta lo mucho que te mojas para mí.

El pelimorado movió el dedo dentro de ella. Percibiendo que su orgasmo está por venir, haciendo la excitación en el aumentar. Y así es como la menor de los Midoriya corre con un gemido fuerte. Shinso no tardó en quitarse la ropa, quedando completamente desnudo y mostrando su gran erección. La chica, jadeando mientras miraba al techo, feliz por aquellas sensaciones que recorrían su cuerpo, se sentó en la cama de chico, sacándose la camisa y desbrochando su brasiere.

El chico se encargó de recorrer el cuerpo de la chica de punta a punta, dejando besos y mordidas, la chica, en un movimiento rápido, se colocó sobre Shinso, besando su cuello y su torso, haciéndolo jadear al sentir como moviá su cadera en en círculos sobre su erección, el sentir su intimidad rozar contra el miembro de Shinso también fue algo que estimuló mucho el cuerpo de la pecosa.

Al notar que la peliverde se había distraído Hitoshi no tardó en cambiar las posiciones, buscando un condón en su cómoda y abriendo el pequeño sobre mientras colocaba en su miembro lo que había dentro, penetrando a la chica al instante, haciéndola jadear de placer:- ¿Como estas?- le susurra el pelimorado al oído, aparentando uno de sus pechos, jugando con este y apretandolo.

- Bien, muy bien.- responde ella, su respiración agitada y sus ojos brillantes insitaban a Shinso a seguir.

El chico comenzó con embestidas lentas, comenzando a subir el ritmo mientras los gemidos de la chica se hacían cada vez más fuertes, el chico deslizó su mano libre, agarrando una de las manos de la chica y entrelazando sus dedos, moviéndose rápidamente dentro de la pecosa, soltando jadeos y gemidos, ambos estaban por llegar al clímax, cuando el chico decidió entrar en ella hasta el fondo y apretarse contra su cuerpo fue cuando ambos llegaron a tener un orgasmo realmente increíble.

El chico se desploma sobre ella, haciendo que ella lo abrazara:- somos muy buenos juntos.- dijo él, agitado, sin embargo, a pesar del cansancio se podía notar el entusiasmo en su voz.- Oh, qué buena pareja sexual que hacemos, incluso si no es en el sexo somos buena pareja. Esto es maravilloso.

La chica soltó una pequeña risa mientras acariciaba la espalda del pelimorado:- Entonces, ¿cuando me vas a mostrar ese traje de héroe que tanto me quieres mostrar?- ella suspiró.

- Si All might quiere, tal vez el lunes cuando volvamos a la escuela.- dijo ella, mirando a un lado, después de todo Shinso se había bajado de encima de ella, acostándose a su lado mientras la observaba y la abrazaba.

- Tengo una pregunta ¿por qué estudias historia si en la escuela no damos historia?- dijo el chico con una de sus cejas levantadas, intentando peinar su cabello con una mano, después de todo gracias al sudor su habitual peinado alto se había deshecho.

- Es interesante, a demas, en literatura hablan mucho sobre la época medieval y esas cosas.- dijo ella, refufuñando mientras hacía un puchero.- muy bien que querías saber más sobre lo que te dije antes.

El chico soltó un risa:- Touché.- el pelimorado comenzó a jugar con uno de los cabellos rizados de la peliverde.

La pecosa suspiró, retirando el sudor de su frente y sentándose en la cama, debía darse un baño, por un rato se sintió bien estar con Shinso, sin embargo, la sensación pegajosa del sudor y otros cuantos líquidos más la hacían sentir sucia:- Te entiendo, ven.- el chico tomó a la más baja en brazos sin esfuerzo, llevándola al baño de su habitación y haciéndola sentarse sobre la tapa de váter mientras el echaba jel con olor a vainilla en la tina, abriendo el grifo.

El chico le tendió la mano a la distraída pecosa mientras que, detrás de él, el agua iba creciendo y la espuma se iba formando:- Mi preciosa gatita.- dijo el, invitandola, mientras sonreía.

La peliverde se sentó frente él, dándole la espalda:-Gírate y mírame -me ordena en voz baja el pelimorado.

La chica obedeció inmediatamente. Haciéndole a Shinso posible mirar su rostro y ver como se la chica se está mordiendo el labio inferior.

-Sé que ese labio está delicioso, doy fe de ello, pero ¿puedes dejar de mordértelo? Cuando te lo muerdes, tengo ganas de repetir lo que hicimos hace un rato, y estás dolorida, ¿no?

Una vez más, ella hizo caso inmediatamente. Shinso adoró ver su cara de asombro cuando le habló de aquello. Cuando ella deja de morderse el labio el pelimorado sonrió.

-Eso es. ¿Lo has entendido?- dijo él, ella asintió desviando su mirada y poco y bajando su torso, hundiéndose más en la tina.

El muchacho se hizo un poco hacia atrás para contemplarla. Aquello hizo que Shinso comenzara a pensar todo tipo de cosas.

"Joder, es tan sexy. Su piel es blanca y perfecta, tiene unas hermosas pecas que la adornan. Sus pechos tienen una caída perfecta. Sus pezones que comienzan a endurecerse solo por mi mirada."- comenzó a pensar él, cosa que su misma mirada delataba.

Sin embargo, ella está nerviosa, razón por la cual desvió la mirada:- ______, eres muy guapa, toda tú. No bajes la cabeza como si estuvieras avergonzada. No tienes por qué avergonzarte, y te aseguro que es todo un placer poder contemplarte.- dijo Shinso.

Con sus manos sostuvo su rostro, haciendo que levante la cabeza para que lo observara. "Ahí está. Es hermosa y no sé en qué estará pensando en este momento." Pensó el mientras sonreía cual tonto enamorado.

La chica se hizo hacia atrás, tocando la otra punta de la bañera. La espuma comienza a taparla. Aunque primero parece algo incómoda, Luego, se va relajando. Cerrando sus ojos y disfrutando de la fría agua. Shinso creia fielmente que su expresión era de una belleza extrema y adoraba contemplarla. Ella abrió sus ojos lentamente, notando como el pelimorado la observaba.

A él le alegraba que se fuera relajando, que fuera adquiriendo confianza:- gira y acercarte-le ordenó el, orden que ella acató con flojera, después todo queria que Hitoshi la bañara.

Y así fue como la peliverde terminó recostada contra el pecho del chico, haciendo que este, luego, ubicara sus piernas sobre las de ella y abriendo sus piernas con sus pies. Teniendon su nariz sobre su cabello, aspirando el olor a vainilla que había adquirido gracias al gel que había echando él anteriormente. El chico planeaba tener una segunda ronda, sin embargo, su compañera tenía planes completamente diferentes.

El chico tomó una botella de gel de baño que había comprado para la chica anteriormente, colocando un poco en su mano y frotando estas para hacer espuma, el chico colocó sus manos sobre el cuello de la peliverde, acariciando sus hombros y cuello con fuerza modulada, la suficiente como para que ella se sintiera relajada.

- ¿Te gusta?- preguntó él, sonriendo al ver como ella asentía.

El pelimorado avanzó sus manos hacia sus pechos, comenzando a masajear estos, sin embargo, si plan para tener una segunda ronda hania salido mal, después de todo ella terminó por dormirse mientras Shinso masajeaba sus pechos, aquello había sido genial para ella, después de todo el que el peliverde los sostuviera le había quitado un peso de encima, a demas, el breve masaje la había relajado demasiado.

El pelimorado suspiró, continuando con su tarea de lavar el cuerpo de la pecosa, después de todo no podía hacer más nada:- me las cobraré la próxima.- dijo el con una sonrisa, dejando un beso en la frente de la chica que babeaba mientras dormía.

Extra:

El padre de Hitoshi se estremeció:- algo me dice que debo estar feliz por hacer turnos extra hoy.- el hombre suspiró, esperando que su hijo no tuviera una manada de gatos en casa, de nuevo.

- No creo que pase nada, lo dejé con _____.- dijo, encogiéndose de hombros y caminando tranquilamente por los pasillos del hospital.

Esta es mi forma de disculparme por desparecer.

Ta potente el asunto ¿no?

Siento no haber actualizado mucho, me duermo todos los días a las doce haciendo tareas de la escuela y no he tenido tiempo de casi nada, pero, pronto volveré a publicar todos los días, por fin pondrán un horario de tareas ;-;

Eso ya era explotación infantil.

Pregunta, ¿cuál ha sido el mejor hasta ahora? ¿Shoto, Dabi o Shinso? Dejenlo en los comentarios.

Quien será el husbando o Waifu del siguiente capítulo, dejenlo aquí ->

También quiero saber su opinión sobre el capítulo, por favor dejen la aquí->

En fin, las espero en mi otra historia de My hero la cual estaré actualizar junto con esta ¿es una cita?

Lxs amo.

Gracias por leer.

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