Extra
La puerta de la entrada había sido abierta y una voz asustó a los chicos.
—¡Hemos llegado!—La voz de su padre sonó alegré.
La sangre se les congelo al instante, pudieron ver su cara de preocupación pálida, Jungkook salió del baño y tomó lo primero que vio.
Por otra parte, Taehyung, nervioso tomó sus prendas e intentó procesar por donde iba a salir para que no lo encontraran ahí.
¡Con su hermanastro!
Las pisadas se oían mucho más cerca de la habitación y eso sí que ponían sus nervios de punta.
—Vamos sal por la ventana, les diré que saliste a tú entrenamiento.—Empujó Jungkook.
—Estas loco, ¡me partiré la cara!—Dijo al mirar la altura de esta.
—Es eso o que nos corran a ambos.
El azabache sin pensarlo dos veces, se lanzó cayendo como costal de papas al suelo y sin previó aviso la mochila del entrenamiento cayó en su cabeza.
Miró con mala cara al castaño que le sacaba la lengua desde la habitación.
—Maldito idiota.
La puerta de la habitación fue llamada dos veces captando la atención del chico.
—Oh, hola Jungkook, ¿viste a Taehyung?—Sonrió calidamente.
—Si, se fue hace unos veinte minutos al entrenamiento.—Rió mientras acomodaba su ropa.—¿El viaje se adelanto...?
El señor asintió mientras cruzaba sus brazos.
—Nos vemos en un rato Jungkook, tu madre a regresado con un dolor de cabeza.
El castaño asintió mientras cerraba de nuevo la puerta, volviendo así a respirar tranquilamente.
Los recuerdos de la noche pasada y lo sucedido esta mañana invadían como agua fría a su cerebro.
—No, no que hice...—Sobo su rostro con frustración.
•
Su cara era la de cualquier tonto feliz al recordar lo que había pasado.
No lo negaría, sentía remordimiento al saber que se follo a su hermanastro, pero claramente ambos sabían lo que habían hecho.
Los dos habían estado en sus cinco sentidos.
Pero al recordar aquella hermosa y linda piel, esas hermosas piernas, y ni hablar de su bonito culo, lo hacia temblar.
—¿Y esa cara?¿Que polvo te hizo tan feliz?—El amigo de Taehyung habló con una sonrisa.
—Que te importa.
—Oh vamos, Jaehyun te a estado buscando, claramente quiere matarte por lo de ayer.
El azabache solamente rodó los ojos. Al parecer a aquel chico no le habían quedado claras las cosas.
—Dile a Jae que cuando quiera sabe donde verme.—Ignoro a su amigo, saliendo de las duchas.
— Idiota... — Renegó el castaño.
Por otro lado...
Jungkook caminaba apresurado a su aula tratando de evitar todo tipo de contacto con Taehyung.
No lo odiaba o algo por el estilo, pero sentía vergüenza y nervios al recordar lo que habían hecho.
Lo disfrutó, eso es poco para decir lo bueno que era el azabache, pero ese no era el problema.
" No somos hermanos " pensó.
Tan pronto eso llego a su cabeza sacudió alejando esos lasivos y pervertidos pensamientos.
Pero al parecer el universo no estaba a su favor ese día.
Miro al azabache caminar en dirección a el con una sonrisa de oreja a oreja.
Nervioso era poco para lo que ahora sentía el pequeño Jungkook.
El azabache acorralo al castaño cerca de los casilleros, poco le importaba al alto llamar la atención de los alumnos.
— Mantente alejado de Jaehyun si intenta buscarte avísame – miró fijo al chico.
Abrió los ojos en grande mientras miraba sorprendido a el azabache.
— Por qué no tuviste la confianza de decirme todo lo que te ha hecho ese malnacido.
Taehyung sintió como su corazón se estrujaba y su ira aparecía al mirar la cara de miedo y pánico del castaño.
Todo tenía sentido ahora, el como siempre este llegaba raro, triste y con el cuerpo bastante adolorido.
— Eso, no es de tu incumbencia, ocúpate de tus propios problemas.
Se soltó del agarre y corrió directo a su aula mientras dejaba solo a el azabache.
— ¿Que sucedió? te mire pelear con Taehyung. – cuestionó Jimin mirandolo llegar al aula.
Respiró ondo antes de contarle todo a su amigo Jimin.
— Eso fue todo.
Sorprendido era poco para saber lo que la cara del rubio decía.
Sobo su cara y como todo un chico atrevido se acercó a Jungkook y preguntó en voz baja.
— ¿Cuanto le mide? – sonrió.
Jimin se colo y le lanzó un golpe a Jimin, quien soltaba carcajadas.
— ¡Ustedes dos, fuera de mi clase! – gritó enojada la profesora.
Ambos salieron a regaña dientes mientras tomaban asiento en las bancas de afuera los pasillos, ahora se encontraban solos.
No había nadie, o eso creían.
—¿Veinticinco...?
— ¿Eh? – Dijo Jimin confundido.
— Tal vez esa sea su talla... ¡no le se! No lo recuerdo...– Musitó Jungkook ruborizado.
Jimin abrió en grande los ojos mientras cubrí su boca con una de sus manos y sobaba la espalda del castaño con la otra.
— Cambia tu lugar por el mío, ese pan debe ser el de cada día.
Jungkook lo miró mal mientras golpeaba la cabeza de este mientras reía.
— Jaehyun es otro problema, hoy lo note golpeado y me miraba real mente horrible pude notar como tronaba sus dedos.
Suspiro.
— Olvida a ese idiota, para eso tienes a ese grandulon con cara de "amo el downy"
— Cállate yo soy el que lava la ropa y le gusta el downy de rosas naranjas, no recuerdo bien su nombre...
Ambos amigos reían sin saber lo que podía llegar a suceder.
Algunas semanas después...
Lo quería, lo necesitaba.
No era que Jungkook se haya vuelto adicto a los miembros o algo así, pero necesitaba de alguna manera volver a sentirse como hace dos semanas.
Ese día, después de la Universidad, evitó a toda costa al azabache, no quería sacar el tema de lo anterior.
Sus padres se habían quedado a descansar un par de días para luego retomar el trabajo en el Hospital.
Eran las nueve de la noche sus padres ya habían quedado dormidos y Taehyung llegó cansado de su entrenamiento.
Muerto de sueño, se adentró directo a su habitación, saco la sudadera negra quitando sus pantalones y se tiro a su cama.
Poco le importaba el sudor que salía de su cuerpo solo quería dormir y dejar su cuerpo reposar unas horas.
Jungkook estaba dando vueltas en su cama, no quería seguir imaginado las mil y cien poses que podría hacer con el azabache.
Solo quería dormir y olvidar por un momento aquel chico.
Se dieron las dos de la madrugada y al parecer las cosas entre su cuerpo no se calmaban de ninguna forma.
— Esto es estúpido, vamos Jungkook, cálmate.
Y...
No aguanto más, salio de puntillas al pasillo que da directo a las habitaciones la puerta del azabache estaba frente a el.
Sabía que si Taehyung lo descubría existía una pequeña posibilidad de que lo golpeara y lo sacara de su habitación.
Abrió la puerta despacio y asomó su cabeza mirando el cuerpo del azabache descubierto.
Su torzo marcado y esos fuertes brazos le insitaban a pecar nuevamente.
Se escabulló como toda rata intentando llevarse un pan, cerró la puerta tras de él y pensó en lo que haría.
Se metió debajo de la sabana negra que solo tapaba la mitad del cuerpo del azabache notando que el chico estaba solo en bóxer, al instante su boca se hizo agua.
Tanteo el elástico de este y como pudo lo bajó, causando que el azabache se moviera un poco por la sensación.
Poco le importo al castaño este movimiento, sus ojos encontraron, gracias a la luz de la luna que entraba por aquellas ventanas, lo que tanto deseaba, y lo miraba como un niño a una paleta.
En sus manos tenía el miembro dormido del chico, sonrió acomodándose mejor entre las piernas de este ansioso por lo que iba a hacer.
Comenzó a dar pequeños besos en éste, tratando de despertara, lamia la punta de éste y la subsionaba.
Taehyung comenzó hacer ruidos por la sensación, abrió sus ojos somnoliento mientras se enderezaba, se sentía raro, su parte baja dolía y sentía algo debajo las sábanas.
Con cara dudosa, alzó la sabana y grande fue su sorpresa al mirar la cara roja de Jungkook lamiendo y chupando su ya erecto miembro.
— ¿Q-que estas...? – mordió su labio al verlo entre sus piernas.
Pronto llego a su cabeza la imagen de Jungkook gimiendo su nombre mientras lo tomaba fuerte y duro.
No solo lo iba a pensar, lo haría.
Jaló al chico quedando este encima de su miembro mientras se frotaba contra su entrada.
— Quiero hacerte mío, no sabes cuanto lo deseo...— apretó la nalga de este.
— Vamos, hazlo...—susurró Jungkook sonriendo.
Lo haría, y más al notar que su hermanito no traía ropa.
Jungkook gimió al ser penetrado sin aviso, su boca fue callada por la lengua del azabache mientras comenzaba a saltar sobre el.
La boca de este fue a dar a los lindos y rosados pezones de Jungkook, siendo chupados y mordidos a su antojo.
Jungkook solo se limitaba a callar, no podía gritar, ni gemir fuerte, la habitación de sus padres estaba a sólo unas habitaciones de ellos.
Froto entre sus manos su erecto miembro mientras buscaba su placer que pronto fue encontrado.
Mordió el cuello de Taehyung mientras éste le penetraba encontrado su punto G y la cama comenzaba a sonar contra la pared.
Por lo que cargo a el castaño mientras besaba y chupaba el cuello de éste.
Unas fuertes estocadas más y ya se encontraba llenando al chico con todo su líquido, mientras la esencia del castaño había salpicado la cara del azabache.
— Esto no termina aún...— susurró.
Posicionó a Jungkook sobre su escritorio, el cual estaba repleto de su ripa, aunque esto no fue un impedimento porque fue tirada al instante con furza por Taehyung.
—¿Q-que haces...? ¡Oh, ahí no...!
Cubrió su boca y hechó su cabeza hacia la mesa, intentando no gemir fuerte.
Su entrada era lamida y penetrada por la lengua de su hermanastro.
Joder.
Dos dedos se introdujeron en el al mismo tiempo que su miembro era succionado por el chico.
— Te gusta esto, ¿ah?— sonrió intentando mirarle directo a los ojos.—Te puedo hacer sentir mejor, dime que es lo que quieres.
Tres dedos torturaban la entrada de este mientras ahora, su muy duro miembro, era frotado por la gruesa mano de Taehyung.
—Te quiero dentro de mí, quiero t..
Su boca fue callada por un nesecitado beso y una fuerte estocada que dejó al chico sin aire.
Pronto los movimientos comenzaron y los arañazos en la espalda del moreno se comenzaban a presentar.
"Esto es delicioso, no quiero parar."
Pensó Jeon mientras su entrada apretaba el gran paquete de Taehyung dentro de él.
Su mente se congeló al escuchar unos pasos fuera de la habitación.
Oh no.
Taehyung paró de embestirlo mientras con el cuerpo sudado y cabellos pegados a su cara volteó a la puerta.
La luz del pasillo estaba encendida y su habitación no tenía seguro.
Oh no, oh no, oh no.
Pronto tomo de las caderas al rubio y se encaminó a echarle de nuevo a la cama, cubrió el cuerpo de ambos con un hedredon grueso.
Jungkook quedo de espaldas mientras aún el miembro del azabache estaba dentro de él su respiración se alteró pero intento tranquilizarce.
Llamaron a la puerta dos veces para luego abrir.
—Mira, están dormidos...—Miya, su madre, sonrió.
—Ah, recuerdo la primera vez que durmieron así, fue en secundaria...– sonó la cálida voz de su padre.
—Dejemos que duerman, es tarde y en una hora nos vamos al trabajo.
La pareja se retiró cerrando la puerta y apagando la luz del pasillo para luego irse de regreso a su habitación.
Una embestida basto para que abriera los ojos de golpe y su esencia fuera liberada de nuevo.
•
Ambos chicos estaban aún dormidos en la grande cama mientras el pequeño Jungkook descansaba cómodamente sobre el pecho del azabache.
Éste abrazaba al chico como si su vida dependiera de ello.
Dieron las once de la mañana y aún los hermanos no se levantaban.
Pero uno ya se encontraba despierto.
Admiraba al hombre que tenía sobre él, jamás llegó a imaginar que nuevamente tendría entre sus brazos al chico.
Y es que, como negarse a él cuando era la cosita más linda del mundo.
Sus piernas lindas y gorditas, su lindo rostro bien definido, su cuerpo esos pezones y esa blanquecina piel.
Y ni hablar del hermoso y redondo trasero que tenía.
Era demasiado tarde para la escuela por lo que no haría nada para despertar al chico.
Éste pronto comenzó a despertar se enderezó tallando sus ojitos y mirando somnoliento a Taehyung.
— ¿Qué hora es? — habló medio sonámbulo.
— Once y media, chico bonito.
Pronto Jungkook recapacito dandoce cuenta donde estaba y con quien estaba.
Fue cuando supo que nada de lo que había pasado era producto de su imaginación.
¡Había pasado de verdad!¡No fue un sueño!
Se intento mover pero la punzada debajo le hizo caer boca abajo en el colchón mientras Taehyung reía acomodándose entre las piernas del chico.
— Oh vamos, ¿piensas escapar?, estamos solos hermanito, falta mucho aún.
Su trasero fue levantado y golpeado por el azabache, provocando un lastimero gemido por parte del rubio.
— Me duele el cuerpo...otro día lo intentamos mejor – intentó huir.
— Eso no decías anoche.
Sonrio y lo penetro de una, comenzando así otras horas más de sexo entre ellos.
"Oh vamos, ¿Qué puede salir mal?"
Me tardé y ni tiempo de revisar faltas tuve 😭 en fin. Espero les haya gustado este extra que nos concedió la linda autora y lo hayan disfrutado jsjsj no olvides dejar tu estrellita y cuéntame que te pareció ^^
Chau <33
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