Raily:
Salimos de la casa y nos dirigimos a la piscina después de cambiarnos la ropa. Olivia traía bajo ese vestido transparente un traje de baño muy coqueto y muy fascinante para mí. No había podido verla nunca en tan poca ropa y verla ahora así, me tenía las manos un poco inquietas.
No podía negarlo, Olivia despertó algo más en mi en ese momento. Quizás en este fin de semana pasarían más cosas de las planeadas.
—La piscina a esta hora debe estar perfecta —.la tenía tomada de la mano mientras estábamos caminando a la piscina.
—Ojala no sea onda, todavía no he aprendido a nadar, sabes que el agua me da miedo —.me apretó un poco la mano.
Cómo olvidar la vez que fuimos a la playa y no se baño. Y luego cuando me contó que casi se ahogaba de niña, supe que esa era la razón, pero yo estaba dispuesto a ayudarla con ese trauma.
—Prometo no soltarte nunca —. Le sonreí y ella igual.
Cuando llegamos a la piscina estaba Rayan en ella ya bañándose. Pero a los minutos se fue para mí suerte. Así pude tener a Olivia solo para mí.
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—No crees poder intentar nadar algo, prometo estar a tu lado siempre —.le dije con mis manos en su cintura.
—No lo se, es que siento que me paralizó, entrar al agua ya fue un milagro —.se aferró más a mis brazos.
No me molestaba estar en esta posición, más bien me gustaba porque la podía sentir toda pegada en mi cuerpo y mis manos estaban en sus caderas y eso era magnífico.
—Creo que mejor nos salimos —. Me pidió.
—Pero mañana lo intentaremos otra vez —.me acerque con ella a la orilla ya que estábamos casi en el medio de la piscina.
—Si está bien, no prometo nada —.se rió un poco, cuando llegamos a la orilla mi cuerpo reaccionó a sus roces de caderas y la pegue a la pared.
De su boca salió un gemido de sorpresa que para mí fue electricidad.
La mire a los ojos y luego baje a su boca, ancle mis manos a sus caderas y la apreté a mi cuerpo. Pude sentir como se estremeció bajo el agua y eso me hizo perder la cordura.
Lleve mi boca a la suya y la bese con hambre, con ganas de fundirme en ella. Y para mí sorpresa me respondió el beso con la misma hambre. Mis manos recorrieron de sus caderas a sus nalgas, apretando y acariciando.
El agua ayudaba a nuestros cuerpos a fundirse mejor, a qué ella pudiera restregar sus caderas contra mi miembro con mas facilidad.
De su boca brotaron gemidos suaves que yo calle con mi boca.
Estaba tan metido en besar la boca de Olivia que no me di cuenta de que Rayan estaba allí.
—Ya está la comida, los esperamos en la mesa —.me carraspeó y se giro para irse.
—Ya vamos hermano —.dije con la voz un poco ronca, Pero el no me prestó atención y se perdió dentro de la casa, Olivia estaba tensa, no se movió de la misma posición que la dejé cuando llegó Rayan.
—Siento que voy a morir de vergüenza —. Me dijo y sus mejillas estaban muy coloradas.
—A ese no le importa lo que estábamos haciendo tranquila —. Salí de la piscina y la ayude a ella.
—¿Y si dice algo? —.se puso nerviosa y se seco el cuerpo colocándose el vestido otra vez y no pude ver más su cuerpo.
Pero si logré ver algo, mis dedos quedaron marcados en sus caderas, no me di cuenta de que la había apretado de más.
—El no dirá nada, tu tranquila, vamos para comer —.nos fuimos a cambiar y bajamos a comer.
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La cena transcurrió con normalidad y Rayan no comento nada, cosa que le agradecí a pesar de todo. No podía arruinar la confianza de mi padre, eso valía más que cualquier cosa.
Después de cenar papá había propuesto salir a tomar unas cervezas y aquí estaba yo, ayudándolo a sacar una cava con las cervezas y hielo. A Olivia la vi subir a su habitación por una colcha para cubrirse si hacía frío, a mi mamá la vi ir a la cocina por una botanas y Lizzie y Rayan los ví subir a las habitaciones, seguro a hacer algo indebido.
Yo me senté en los escalones y tome una cerveza que me dió mi padre y le di el primer sorbo.
—Al volver espero que todo salga bien —.me dijo papá mientras bebía su cerveza.
—Yo pondré lo mejor de mí, ya verás que no te voy a decepcionar papá —.el me apretó un poco el hombro.
Sabía que al volver todo sería distinto, tendría que lidiar con Rayan y llevar la empresa de mi padre. Pero sabía que con Rayan no sería fácil.
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Rayan.
Subí junto a Lizzie a mi habitación, tenía unas ganas de fundirme, pero no en Lizzie, era en otra persona que me tenía la mente trastornada. Sabía que eso estaba mal, que eso no podía pasar, Pero me era tan difícil no pensar en ella, en su piel, en lo suave que era y en esos labios que sabían tan bien.
Sabía que iba a ir al infierno por esto, pero no me importaba.
Lizzie me comenzó a besar el cuello y me quito la camisa, yo le quite la camisa y el brasier, besando sus senos, dejando que sus gemidos llenarán la habitación, que sus manos me recorrieran por completo.
La guíe a la cama y me lleve las manos a mi pantalón el cual desabroché Pero no pude bajar por unos golpes en la puerta. ¿Quien carajos fastidiaba?. Le dije que se quedara en silencio y camine a la puerta con el pantalón abierto y el cabello desordenado.
Tome el pomo y quite el seguro abriendo un poco la puerta, viendo aquella figura femenina con los brazos cruzados sobre su pecho y con cara de molesta.
—¿Qué quieres?, ¿Se te perdió tu novio? —.le dije bajo y ella me miró el pecho y luego el pantalón, sus mejillas se pusieron coloradas y eso me prendió más.
Me dieron unas ganas de agarrarla meterla al cuarto y montarla como un loco hambriento.
—Si vas a hacer tus cochinadas, procura no hacer tanto ruido, recuerda que duermo al lado —.me miró con ojos fulminantes.
—¿Y si no quiero? ¿Qué harás? ¿Les dirás a mis padres para que me castiguen? —.me burle y eso no le gustó.
—Imbecil, te odio —se giró y se dispuso a caminar para irse Pero yo le tome una mano y la gire brusco hacia mi, haciendo su mano frenar el choque con mi pecho. Su palma quedó pegada en mi estómago y la ví abrir mucho los ojos.
—No he terminado de hablar contigo —.ella dejo de ver mi cuerpo y me miró los ojos.
—Y me importa eso ¿acaso? —.quito su mano.
—Quizas deberías buscar a mi hermano y decirle que termine lo de la piscina a ver si ya no te pones tan amargada —.le dije burlón y su mano me dió en la mejilla y me quedé mudo.
No había visto venir esa cachetada.
—Y tu deberías ir a una escuela de modales, porque eres un animal —me dijo furiosa y se fue.
Yo me quedé allí, con el cuerpo fuera de la puerta y una mano sosteniendo la puerta para no abrirla del todo. Sabía que Lizzie estaba detrás de la puerta y peor, que había escuchado todo.
—¿Qué le pasa a ella contigo? —.me dijo a penas entre y cerré la puerta detrás de mi.
—Nada es solo que me odia y le gusta joderme —.me encogi de hombros y me sobe la mejilla que todavía me ardia.
—Yo creo que es algo más, te espero abajo —.me paso por un lado para salir y yo no la detuve, pues no tenía ya ganas de hacer nada.
Solo buscar a cierta chica y joderle la vida.
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