Raily.

Comí en silencio y mire de reojo a Lizzie.

Ella estaba muy callada.

Mire mi reloj de pulsera y ya habían pasado las ocho de la noche, la lluvia seguía pero no tan fuerte como antes.

Mis padres estaban hablando de ir a terapia familiar juntos.

Eso me pareció una estupidez.

Porque sabía que Rayan no cambiaría con nada.

Pero a la mínima de joderme otra vez no respondía con lo que le haría.

Termine de cenar y subí a la habitación de Olivia, tocando su puerta suave. Pero no obtuve respuesta así que supuse que se había dormido.

Mama le estaba haciendo la sopa.

Gire la perilla de la puerta y entre viendo su habitación vacía, su cama estaba tal cual la dejemos después que se ducho. Entre por completo y cerré la puerta.

¿A dónde se había ido?

Un golpe seco en la habitación de al lado me hizo girar la cara hacia allí y fruncir la ceja.

Esa era la habitación de Rayan, ¿Qué estaría haciendo?. Seguro alguna estupidez como el.

Me moví un poco a la ventana y mire la lluvia caer sobre el vidrio así que pegue mi frente en el y suspiré, dónde se habría metido está mujer.

Camine de regreso a la puerta cuando escuché un quejido y me detuve en secó. Me gire a la pared y camine hacia ella, esperando escuchar de nuevo algo.

Puse mis manos y pegue mi oreja, que estaba haciendo Rayan.

Mmmm...

Se volvió a escuchar y quite mi cara rápido de la pared. Si eso era un gemido de una mujer y Lizzie estaba abajo con mi madre.

¿Quién estaba con Rayan?.

Negué con la cabeza muchas veces y me eche hacia atrás, no, eso no podía ser.

Salí de la habitación de Olivia y me detuve frente a la habitación de Rayan llevando mi mano a la perilla y la gire. Para mí suerte o desgracia no tenía seguro.

Corrí la puerta despacio y está me mostró la habitación completa y me mostró una imagen que nunca podría borrar de mi mente.

Rayan sobre Olivia embistiendola.

Apreté en puños mis manos y algo dentro de mi se quebró y se transformo en algo oscuro.

Di dos pasos dentro de la habitación y cerré la puerta duro a mis espaldas, viendo como ambos se sobre saltaban y me miraban.

Olivia con horror.

Rayan con culpa.

De mis labios broto una sonrisa sádica.

—Son tal para cuál —.negue con la cabeza.

—Raily...

—No me llames por mi nombre, eres una...

—Ni lo digas, lo que pasó aquí tiene explicación —.Rayan me interrumpió y la defendió.

Ambos bajaron de la cama y se vistieron. Pero yo solo mire a Rayan y me acerque a el.

—Eres un ser desprendible, no vales nada, para mí estás muerto hijo de mierda —.le escupí y le di un golpe en la mandíbula y otro en el estómago.

El se intento defender Pero era tanto mi rabia que no le di tiempo de reaccionar y le di una patada en el estómago y cayó al suelo.

Olivia grito como loca y pude escuchar a mis padres venir corriendo y preguntando que pasaba.

Olivia me agarró del brazo cuando quise irme sobre Rayan otra vez y yo la empuje y ella cayó sobre la cama.

—Detente —.me grito.

—No me toques —.le grité y mis padres llegaron.

—¿Que sucede aquí? ¿Otra vez lo mismo? —.mi padre hablo molesto.

—¿Por qué lloras hija? ¿Qué paso? —.mi madre se acercó a Olivia y yo la detuve.

—No le basto hacerce pasar por mí —.lo mire con asco. —Si no que se coge a mi novia en mi propia cara —.cuando dije eso Olivia sonsollo más y Rayan me miro feo, el seguía sentado en el suelo con una mano en su estómago.

—¿Que estás diciendo Raily? —.mi padre me hizo verlo.

—Mejor que ellos te digan, porque no llegue a ver la función completa —.les pase a todos por un lado y salí de la habitación entrando a la mía.

Pero en el camino ví a Lizzie llorando recostada en una pared.

—Veo que los dos sobramos aquí —.le dije y ella se fue a su habitación, yo entre en la mia y tome mis cosas, no podia seguir aqui, bajo el mismo techo que ellos.

Recogí todas mis cosas y baje las escaleras escuchando a mi madre gritarme y bajar detrás de mi.

—No puedes irte así, la carrera es peligrosa Raily —.me alcanzó en la salida.

—Disculpa no puedo estar aquí —.me solté de su agarre y salí en busca de mi auto.

La lluvia enseguida me mojo y eso no me importo. Me subí en mi auto e hice rugir el motor. Viendo como Rayan sujetaba a Olivia que venía atrás de mi llorando.

Pero eso no me importo, ya ellos no me importaban más.

Acelere el auto y salí del camino de la casa.

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Rayan.

Después de llevar a Olivia al cielo me acomode sobre ella y la bese de nuevo. Sintiendo como su cuerpo dejaba de temblar ante los espasmos del orgasmo que le produce con la boca.

Olivia era toda una tentación hecha mujer.

Me acomodo entre sus piernas sin dejar de besarla y coloque mi miembro en su entrada sintiendo su cuerpo contraerse ante lo que venía a continuación.

—Esto dolerá un poco —.separe nuestras bocas y la mire a los ojos.

Me deslice poco a poco y sus gemidos adoloridos llenaron la habitación. Sus manos se apretaron en mis hombros y su espalda se arqueo hacia mí.

Yo me hundi un poco más, sintiendo lo estrecha que era, sintiendo como ella me daba la bienvenida.

Termine de hundirme y me quedé quieto, dejando que se acostumbrara a mí. Viendo como sus mejillas se tenían de un rosa intenso y su boca se abría para emitir gemidos. Lleve mis labios a los suyos y la bese suave.

Moví mis caderas hacia afuera y volví a entrar, haciendo pasar el dolor y dándole una sensación de placer.

Olivia se mordió el labio y movió sus caderas junto a la mías creando más fricción entre ambos.

Yo me moví un poco más rápido y ella enredo sus piernas en mis nalgas y me siguió el ritmo.

Sus gemidos salían sin control, la cama se movía por mis movimientos y yo estaba disfrutando corromper su inocencia, estaba disfrutando llevarme el premio mayor.

Le tome las manos y se las puse sobre su cabeza, haciendo mis embestidas más profundas y lentas a la vez. Sintiendo como su cuerpo se contraía. Viendo como sus ojos me miraban a mí.

—Mia... —.le dije mirando sus ojos. —Te dejaré tan marcada por mi que no podrás borrar nunca mis marcas —.me hundi más profundo en ella de una sola embestida.

La escuché gemir de placer.

—No dejaré que nadie más te toque entendiste —.la volvi a embestir.

—Y si no quiero, ¿Qué harás? —.me dijo sonriendo y eso me prendió más.

—Te voy a castigar y te haré decir que eres solo mía —.la volví a penetrar duro.

Olivia me hizo pecar de la peor manera posible, me llevo a traicionar mi sangre, a mi hermano. Pero es que ambos fuimos seducidos por las fuerzas del deseo a lo prohibido, a lo nuevo, a lo no experimentado.

Y terminamos cayendo el uno por el otro.

En un lugar sin retorno.

Y del cual ya no quería volver. No sabía cómo íbamos a afrontar todo, solo quería vivir el momento y ya después se vería las consecuencias.

La embesti duro y suave. La lleve a lugares donde ella nunca estuvo, la lleve a conocer el placer.

A probar del fruto prohibido.

La lleve a probarme a mí.

—Mmmm R-Rayan.... —gimio mi nombre y eso me descontroló.

Cómo ella podía ponerme así.

Le solté la manos y con una de mis manos tome su cadera y la penetres más rápido, llevándola al camino de la perdición, conduciendo su cordura al abismo. Llevándola a mi infierno privado.

—Mia y de nadien más —.le dije y la penetre más rápido, sintiendo que me vendría en cualquier momento, que la llenaría de mí.

Qué le daría el segundo mejor orgasmos de su vida.

La sentí tensarse y dejarse llevar, explotando en un fuerte orgasmo que le sacudió el cuerpo entero.

Y yo la seguí con unas embestidas profunda que me dejó derramarme dentro de ella. Sintiendo como su respiración se dificultaba y sus ojos se dilataban ante los arrebatador que había sido su orgasmo.

Me quedé quieto mirando su cara y le sonreí.

Ella era mía.

Cuando le iba a hablar la puerta a nuestras espaldas fue azotaba y ambos nos sobresaltamos y miramos a Raily parado frente a nosotros.