La mañana llega. Logan se asoma ignorando el frío viendo las montañas y empieza a hablar solo en francés.

James se acercó por detrás y suspiró en su odio. Hablaba con voz ronca y sexy— Bonjour, mon amour.

Lo besa y empieza a cantar villancicos— Ya casi es temporada de fiestas.

—Así es, prepárate y abrígate bien que tengo algo para ti. Él ya estaba arreglado.

—Creo que me ocultas algo —meditó pensativo— Mira la cara que tienes, no puedes guardarme un secreto —se aproximó para olfatearlo— Hmmm... adrenalina.

Se quedó serio— ¿Por qué te ocultaría algo?

—No sé, tú dime —se alejó viendo el pueblo para asegurarse que están a salvo— Lo que se es que te voy a dar un tour por Canadá antes de que la nieve suba.

—¡No! —contestó exaltado— ¿Ya estás listo?

Salió a buscar su ropa limpia— Espera me baño, vas a conocer los lindos parajes helados de este país, no te preocupes creo que acá nadie quiere matarme...

‎—Yo te llevaré —insistió serio y esperó sentado en la cama.

Se bañó cantando en francés— No me demoro.

Cuando ya estaban listos bajaron por las motos. La moto de Bucky había desaparecido y Logan no encontraba las llaves de la suya. James las sacó de la bolsa de su pantalón presumiéndolas y se puso en el lugar del piloto— Nos iremos juntos.

Hizo un ademán de estar acalorado— Oh, que caballeroso.

Se subió y lo abrazó por la cintura aspirando el aroma de su cabello— Solo espero que esto no sea para preocuparse.

Bucky se quedó callado y comenzó a conducir. Ya llevaban dos horas de camino y cada vez se alejaban más de la sociedad.

El pelinegro estaba entre nervioso y preocupado al ver que estaban tomando una ruta que el mismo conocía por sus peligros— No vayas a arrollar a un Alce o algo así...

El tiempo pasó e hicieron una que otra parada para ir al baño. La noche ya había caído cuando Bucky paró y bajó en medio de la nada— Baja tus cosas —habló firme.

Bajó entumecido con cara de dolor— Oficialmente estoy perdido... ¿No nos atacará un oso o sí?

Se quedó callado y comenzó a caminar lejos de la moto.

Acomodó todo y señaló las cosas de acampar— Sargento, ¿armo la tienda?

No, bájate y camina

Una vez lejos, James le lanzó una granada a la moto haciéndola volar en mil pedazos.

Cayó de rodillas mientras veía el fuego con el alma rota— ¡¿Qué le hiciste a las cosas?!

—Solo camina ¿quieres? —lo levantó casi arrastrándolo.

Se arrastró en el suelo sufriendo por contener las lágrimas— Esa moto era un clásico que valía más que mi vida...

Siguió caminando mientras lo arrastraba por veinte minutos. —¿Revisaste las placas de tu moto?

Lloraba como un niño— Así no fuera la mía... hacerle eso a una moto es un pecado.

Comenzó a reír— Deja de llorar, ya casi llegamos.

Lo siguió de mala gana— Bueno... —se secó las lágrimas.

Lo abrazó y lo besó tierno. Le dio la vuelta y ambos vieron una pequeña aldea: casas de madera con techos nevados, luces de navidad por doquier y villancicos a lo lejos la hacían mágica.

Jadeó emocionado y volvió a besarlo — Eres el mejor —lo devoró a besos sin pudor alguno.

Corrieron hacia el pueblo. Bucky le lanzó una bola de nieve e hizo que cayera.

Rodó en la nieve riendo a carcajadas— Es como tener diez años de nuevo.

James se resbaló sobre el y ambos comenzaron a reír como locos. Le robó un beso y lo cargó llevándolo a la casa más grande de madera que había en la villa.

Miró fascinado el poblado— Jamás creí que este lugar siguiera en pie después de la plaga que casi los mata a todos...

—Logan... este es un lugar para mutantes, tiene la misma seguridad de Wakanda ahora —lo miró con ternura— ¿Te gustaría vivir aquí conmigo?

—Oh rayos, debí pedirte matrimonio cuando fuimos por las Vegas —bromeó conmovido— Claro que me quedo acá —lo besó apasionado.

—Gasté todos mis ahorros en esto... hablé con Charles ayer en la noche...

No cabe de la dicha y lo carga contra su pecho— Creo que es hora de que gaste todos mis ahorros de la guerra en este lugar ¿Qué tal si montamos un casino? —bromeó sin poder creer que esto estaba pasando.

Rió nervioso— Antes... Charles me puso una condición —se rascó la nuca nervioso— Tenemos que recibir a un pequeño mutante por una semana (la semana de navidad).

Asintió dichoso— Fui profesor de historia y de artes por años —rió orgulloso— Todos debían traer su tarea a tiempo o el maestro Logan los obligaba a hacer un ensayo aún más largo.

Rió tierno— No haré su ensayo, profesor —le dijo desafiante. — Por cierto... —tomó su mano y lo llevó a la cochera de la casa (ahí habían tres motos: la de James, Logan y otra con la que el pelinegro había soñado desde pequeño) — Ahora puedes tener dos motos que valen el doble que tu vida.

Quedó sin aire— ¡No!... ¿Estoy soñando?

Bucky le entregó las llaves— Todo es por ti

Lo besó y le agradeció abrazándolo— No sé qué hice para merecerte

—¿Recuerdas cuando tenías miedo de ser lastimado por mí y te pedí que confiaras? Nadie creyó en mi... sólo tú —dijo con una sonrisa melancólica.

Se aferró a su pecho sin poder creerlo— Pellízcame que creo que sigo soñando en la habitación del hotel.

Bucky lo tomó de la mano y lo besó— Mejor aún, vamos a ver la casa.

Quedó pasmado haciendo cuentas de lo caro que era todo— ¿Acaso te ganaste la lotería o traficabas heroína?

—Era el soldado del invierno, cada cuenta de banco de cada persona que moría pasaba a ser mía... y Charles me hizo descuento.

Chifló sorprendido— Yo tuve que pelear en seis guerras y ser mercenario en el fin del mundo para poder comprarme un par de zapatos y reparar la vieja casa de la familia Howlett.

‎—Para mí matar a los padres de Tony fue suficiente —le dijo triste— De todas maneras... Tony está podrido en dinero...

Se quedó helado— Mientras él no se entere todo, estará bien —le susurró al oído— Yo maté al abuelo de T'challa y quemé tantas aldeas como fue posible para obtener un metal que ahora tengo en los huesos.

Se quedó perplejo hasta que el timbre lo sacó de su trance— ¿Abres tú?

—Yo voy, es lo mínimo que debo hacer después de ganarme al suggar daddy más joven que he visto —salió directo a la puerta— ¡Ya voy!

Rió y vio a Charles con el niño en la puerta. El niño era igualito a James.

Logan miró al niño con desconfianza— Hola Chuck ¿Quién es este joven alumno?

Charles habló feliz— ¡Logan! —le dio un abrazo— Me alegra verlos juntos. Él es Alexander y tiene garras al igual que tú.

Bucky lo miró al niño sorprendido, físicamente era igual a él, pero sus poderes eran como los de Logan.

Logan suspiró profundamente y decepcionado miró al niño con lastima— Ten cuidado con esas cosas, no sabes cómo te pueden joder la vida. Miró a Bucky y se quedó pensativo— Ustedes dos se parecen en la cara...

James se pudo de rodillas frente a Alexander— Hola, pequeño.

El niño lo saluda y mira al profesor— Este lugar está geniaaal...

Logan se quedó viendo al niño aterrado de lo mucho que se parecía a Bucky— ¿Seguro que no es tuyo? Es que... wow... son igualitos.

—No que yo recuerde... —miró a Charles confundido.

Charles se encogió de hombros— Era eso o traer a su hermana que está castigada.

—Está bien el —dijo James rápidamente. —¿No quieres ver tu nuevo cuarto? —tomó de la mano al niño de 7 años para subir a toda velocidad.

Logan hace a Charles pasar a la cocina por un café— Confiesa, ¿Qué hiciste con este lugar? ¿de dónde sacaste a esos niños y por qué tienes una Genosha canadiense?... Erik es culpable ¿cierto?

—Le robé la idea a Erik que es el dueño de la Genosha de la que tanto hablas. Esos niños los trajo una mujer hace como un mes y si me preguntas... apuesto a que son hijos de Víctor.

—Entonces... ¿Por qué demonios es un mini Bucky? Él no es un mutante y lo sabes, Chuck... y los únicos como Víctor y yo son mi hermano y hermana, y ellos están muertos. Pensó un instante— a menos que fuera un clon... ¿Cómo son sus garras? —pensó un poco más y golpeó la mesa como si acabara de descubrir América— Trae a la niña mañana, sé que si mi esposa hubiera vivido... habría tenido un hijo que ya sería un adolescente así que lo descarto —pensaba en voz alta en su habitual paranoia.

Bucky bajó de la mano con niño mientras ambos reían como copias— ¿Todo bien? —notó alterado a Logan.

Negó serio— No está bien que nuestro invitado ande sin su familia —miró al niño como si hubiera cometido un crimen— así que mañana Chuck traerá a su hermana —tomó al niño del brazo— Muéstrame tus garras, creo que se cómo afilarlas.

Se acercó a Logan amenazante y susurró— ¿Qué te pasa? ¿quieres calmarte?

Negó muy decidido— Solo éramos Víctor y yo hasta hace veinte minutos —miró al niño— Ahora sé que somos más.

Charles tosió incómodo— Saben que Víctor vive en Canadá desde que... bueno todo el asunto del hotel.

—¿De dónde salió? —se detuvo en seco— ¿Víctor?

Asintió nervioso— Sí, se quedó con la finca familiar y la renombró "Nuevo Asgard" y bueno... es un poblado. Ahora él y Erik son íntimos amigos —se mordió la lengua de celos— Es como si los mutantes estuviéramos organizándonos...

Bucky se quedó serio— Alex... creo que es hora de que duermas —lo subió a su cuarto.