Logan lo guió hasta una cafetería muy estilo años 50— Vamos a comer —frenó junto a un par de motociclistas.

Bucky bajó aún nervioso y le susurró al hombre— Traje algo...

Abrió los ojos a más no poder y le susurró al oído— ¿Qué?

Abrió la maleta mostrando todos los objetos del motel.

Lo miró en shock— Eso explica por qué la cuenta me costó un riñón y eso que me perdonaron la cerradura de la jaula —pensó un segundo— Esa señora debe tener buena vista.

Lo miró sorprendido— Creí que lo había robado...

Uso motociclistas los miraron amenazantes al escuchar la palabra "robado".

Logan los ve amenazante y enseña sus garras— ¿Algún problema, caballeros?

Los hombres comenzaron a coquetearle a Bucky— Que linda perrita traes —miraron de reojo a Logan.

Posesivo se interpone dejando a Bucky tras él— Primero que todo, el único que le dice perrita soy yo —se enfrenta a ellos— y segundo... es mejor que atiendan sus propios asuntos.

Buck notó que los hombres estaban un poco tomados, Jaló del brazo a su hombre— Déjalos, no vale la pena pelear.

Asintió y se giró disimuladamente para levantar el dedo medio. —Vamos, cariño —entraron al local y tomaron asiendo en una mesa junto a la rocola.

Bucky se emocionó al ver la rocola. La observaba como un niño lleno de ilusión.

La mesera se aproxima y Logan de inmediato habla— Buenos días ¿la rocola funciona?

La chica le contesta muy coqueta— claro que sí, ¿gusta ordenar algo? —le guiñó el ojo.

Sonrió y señaló el menú— ¿Qué nos recomienda? —le hace ojitos a Bucky— ¿Tu qué quieres?

—Podría recomendarles el omelette con tocino y queso derretido —movió un poco sus pechos para provocar a Logan.

James la miró serio— Está bien para mi...

Logan sonrió mirando el escote sin disimular, y asintió— Yo también quiero —señaló la rocola— ¿Tienes algún problema si la enciendo? —miró a Buck con picardía y sonrió.

Lo miró serio ante el coqueteo con la chica.

La mujer acarició la espalda de Logan— Claro que no, cariño.

Buck apretó su mandíbula con la sangre hirviendo de celos.

Sonrió de oreja a oreja— Genial, siendo así... —tomó a Bucky de la mano— Vamos mi amor, te invito a bailar.

La chica queda helada y se separa de la mesa lentamente con la orden.

James se paró con cara de pocos amigos— ¿Te gusta?

Negó divertido— Haces un gesto muy lindo cuando te enojas, solo estoy probando tu paciencia —confesó levantándose de la mesa.

Bucky lo miró enojado y lo empujó— Eres un pendejo —sonrió negando.

Le robó un beso y lo abrazó por las malas— Pero soy TU pendejo.

Se acercó emocionado a la rocola y metió una moneda. La canción comenzó a sonar mientras Buck bailaba al ritmo de esta.

— Justo en la nostalgia —ríe siguiendo el ritmo como cuando estaba de moda. Cantaba la letra imitando a Elvis.

Le sonrió— Ya estamos viejos —se subió emocionado a la mesa a bailar. Todos en el restaurante los observaban apenados.

Logan cantaba a todo pulmón, siguieron bailando hasta que la canción terminó— El rey no está muero, solo se fue a casa.

Bucky bajó de la mesa con un salto, le sonrió y se acercó nuevamente a la rocola para poner una canción más tranquila del rey. Miró fijamente a su hombre y se acercó despacio.

Le tomó la cintura y viéndolo con ternura tarareaba la melodía girando en un vals.

Olvidaron por completo que había gente ahí, James se pegó a su pecho y suspiró.

Le dio un beso en la frente y lo abrazó con fuerza mientras se tambaleaba suavemente.

Al final del baile le dio un hermoso beso a Logan— Te amo —susurró mientras escondía su rostro en el cuello del hombre.

—Yo te amo más —le besó justo cuando la mesera llegó con la comida.

Dejó toda la comida en la mesa y miró a James con asco y rencor.

Buck se sentó hambriento y comenzó a devorar todo como si jamás hubiera probado bocado.

Logan ve la puerta del baño— Ya vuelvo, necesito el lavabo.

La mujer vio a Logan desde atrás de la barra y lo siguió entrando al baño de hombres.

Estaba orinando distraído en el mingitorio— ¿Uh? —la ve y se pone a la defensiva— ¿Este baño es unisex?

—No bonito, pero nadie sabrá que estoy aquí —se quitó los tirantes que le sostenían las medias y se acercó lentamente.

—Me gustaban las pelirrojas cuando era adolescente —bufó incrédulo y se aproximó a ella buscando la puerta disimuladamente— Pero me di cuenta de que son muy traicioneras —la tomó por la cintura para girarla y salir sin tener que lastimarla— ¿No crees, niña?

Se puso en la puerta para no dejarlo salir y se desabrochó el escote— Vamos, una chupada no te hará daño —acarició su cuerpo provocativamente.

La alejó y retrocedió enojado— Niña, no estoy de humor. Si me disculpas, el peor asesino del siglo XXI me está esperando con mi desayuno.

Bucky notó que Logan ya se había tardado así que volteó a ver la puerta del baño por encima de su hombro. Vio salir a la mujer abrochándose el escote y limpiando sus labios con los dedos. Suspiró y siguió comiendo con la cabeza baja.

Logan salió furioso directo a la mesa, resoplaba rojo de rabia— Es el colmo —renegaba temblando de ira con los cubiertos.

Tomó su cerveza y lo miró callado.

Comía renegando entre dientes— Esa zorra se metió al baño —le cuenta indignado mientras mastica su comida ya helada.

Lo miró un poco enojado— ¿Ah si? ¿y por qué vienes tan enojado? ¿tan mal la chupa?

Lo miró enojado— Sabes que no soy de ésos —bebió un trago— Yo te respeto, aunque no lo parezca

Negó y se quedó callado unos minutos— Necesito el baño...

Asintió y señaló la puerta— Ponle seguro antes de que esa zorrita te acorrale.

Se paró y tomó a la mesera del cabello jalándola hasta el baño. La metió a la fuerza y la aventó— No me importa que seas mujer, he matado y torturado a demasiadas personas como para preocuparme por una mesera más.

Logan ve la escena a lo lejos y se levanta a pagar la cuenta escuchando atento para saber en qué momento debía detener un homicidio.

Los gritos de Bucky se escuchaban hasta afuera— ¡Maldita zorra!  Salió del baño y dio un largo suspiro. Se acercó al hombre con los nudillos llenos de sangre— Lo siento, el baño estaba descompuesto —sonrió inocente.

Asintió sonriente— Vamos a Canadá, al parecer acá no respetan a la comunidad mutante.

Se aproximó a susurrarle —Parece que tampoco creen en el soldado del invierno —sonrió como un psicópata y salió de la tienda dejando en la puerta una huella de sangre. Subió a su moto y cerró los ojos suspirando.

Pasó y limpió la sangre dejando fluir su lado más paranoico viendo a ambos lados, notó a la mujer a través de la puerta de vidrio saliendo con la nariz rota del baño.

James lo miró de reojo— Estará bien —habló fastidiado.

—Lo que yo sé es que tú y yo estamos a dos horas de cruzar la frontera —lo abrazó por la cintura— ¿Quieres ir a Canadá o vamos a divertirnos en Alaska?

Lo miró pensativo— Faltan 3 días para navidad así que... no se en donde sea mejor pasarla —tronó los labios mirando el suelo.

Sonrió malicioso— En el bosque rodeados de osos y fieras.

Lo observó parpadeando rápido— No, tengo una idea —subió a su moto y se dirigieron a Canadá. Antes del anochecer pararon en un hotel pequeño

Logan bajó a ver el horizonte— Es bellísimo —lo tomó de la mano dando un largo y profundo suspiro —Te presento mi tierra natal

Lo miró sorprendido— Vaya, es hermoso —lo abrazó.

Unas horas después Logan ya estaba en la cama durmiendo.

Buck se paró y salió del cuarto. Sacó su celular y marcó un número "anónimo" — Necesito que lo tengan listo. —habló bajo sacando su billetera con un papel y dijo algunos números— No quiero que mencionen algo, si Logan se entera...todo se irá a la mierda.