4.- Viajemos
El sol golpeaba el rostro del chico. Abrió los ojos mostrando ese hermoso color gris, se dio la vuelta dando un pequeño gemido cansado cuando vio el reloj marcando las 9 a.m., se paró de golpe y fue corriendo al armario para sacar su ropa. Buscó apresurado la maleta para empezar a guardar todo.
Logan despertó somnoliento cuando vio a Bucky, se paró de golpe, empacó y corrió a bañarse. —Antes del medio día partimos —celebró aún untado de crema dental.
Lo miró con ilusión— ¿No hay que apartar un cuarto de hotel o algo?
Se rió corriendo con el pelo mojado por una toalla— Acamparemos, ya vas a ver.
— ¿Ok? —lo miró extrañado, se metió a bañar mientras cantaba a todo pulmón.
Escuchó atento con una sonrisa burlona mientras se vestía. —Vas a ver qué el estilo Logan es un poco más duro que el del motociclista promedio.
Salió del baño y se puso una playera delgada gris, unos jeans negros rotos, cadenas, botas negras pesadas, una chamarra de cuero y el cabello perfectamente despeinado. Sacó un cigarro y se sentó en la cama esperando a su amado.
Terminó de vestirse como si fuera a la guerra con unos pantalones camuflados y una camiseta blanca muy vieja— Vamos, ya tengo todo así que es hora de ir a las motos.
—¿Cada uno en la suya?
Le entregó unas llaves— Puedes llevarte a mi preciosa, si quieres —le guiñó el ojo.
Bucky lo miró impactado y sacó sus llaves del bolsillo trasero para entregárselas— Ten cuidado.
Las recibió y rió por lo lindo que era el llavero— Tendré cuidado. No aseguro nada por este llavero... ¿Qué pasa si me lo robo?
—¿Qué tiene de especial mi llavero? —comenzó a reír.
—Es lindo —sonrió viendo el dibujo— ¿Alguna vez te conté que tenía uno igual y lo perdí en las costas de Japón?
Lo miró fascinado, tomó su casco y se lo puso— Puedes quedarte con el mío.
Lo miró tierno asintiendo— Trata de seguirme que esta ya es una carretera destapada.
Viajaron por horas recorriendo pueblos fantasmas y paisajes desérticos. James estaba un poco extrañado porque no había alguien, no esperaba un camino tan solitario.
Logan frenó justo frente a una montaña y un río como el de la postal— Llegamos —bajó a ver el paisaje sin el casco.
Se paró y se quitó el casco mientras admiraba la vista. Respiró hondo, el aire era tan puro que sus pulmones celebraban.
—Mira nada más —señaló las montañas— Están tal cual las dejé hace un par de años —lo abrazó para cubrirlo de besitos más emocionado que un perro— ¿Quieres descansar, cariño?
James se quitó las botas, playera, el pantalón y comenzó a correr para aventarse al río.
Se arrancó la camiseta y las botas para meterse aún con pantalones ya que el sí sabía de las sanguijuelas en el agua —Oye, no te alejes de la orilla —le arrojó algo de agua en juego.
Entrecerraba los ojos por el agua— ¿Por qué?
Señala el agua más turbia del río— Sanguijuelas, cuando era niño mi padre nos trajo de vacaciones y bueno... casi no pudimos quitarnos todos esos animales de encima.
Lo miró impactado y lo abrazó asustado. Había escuchado hablar de esos animales pero nunca los había visto.
Bajó su mano peligrosamente a su trasero y le besó la frente— No te alejes de la orilla —vio una sanguijuela pegada a su hombro— ¡Ah ya se te pegaron!
Bucky gritó asustado— ¡Quítamela! ¡quítamela!
Lo arrastró a tierra firme y vio con asco que tenía otras dos en la espalda— Espera un segundo —buscaba entre su ropa un cuchillo.
El chico estaba hiperventilando bocabajo— ¿Logan? ¿ya te fuiste? —dijo con voz temblorosa.
—Quédate quieto, no se si pueda quitarlas así o tenga que quemarlas —las quitó con el cuchillo con extremo cuidado de no lastimarlo. La sacó como le habían enseñado de joven.
Gimió de dolor— No debí entrar a ese lugar...
—Ya está —le puso desinfectante y limpió la sangre con un pañuelo— No te preocupes, solo fueron esas dos, yo terminé cubierto hasta en lugares espantosos —rió nostálgico.
Lo miró asustado— ¿Por qué me trajiste a este lugar lleno de animales horribles?
—Bueno... no creí que te meterías a un río apenas nos barajáramos de la moto —rió por lo tierno que se le hace verlo asustado— Eres un niño de ciudad. Se quitó la sanguijuela que tenía el brazo y se vistió— Anda, abrígate y vamos a ver las montañas.
—Estaba acalorado —comenzó a sollozar, se paró, recogió su ropa como niño chiquito regañado y se vistió sin chistar más.
—No llores —lo abrazó y lo mimó con cierto aire paternal— Anda, veamos los animales antes de que sea de noche.
Bajaron el equipaje y Logan lo rocío de insecticida— Para que no te pase nada más —le robó un beso.
James se sonrojó y le robó otro beso— Ya tengo a mi animal favorito —lo miró pícaro.
Se puso rojo y quedó hecho un manojo de nervios— Oye, eso que aún no pruebas a la bestia
— ¿Acaso ya olvidaste la noche que te llevé a la colina para ver la ciudad? —dijo pícaro sacando la tienda de acampar.
—Eso no es nada, espera a que te muestre las cuevas tras la cascada —insinuó asegurando la base de la tienda.
Lo miró seductor— ¿Cuánto tiempo estaremos aquí?
Bueno... si no te vuelves a meter al río, podremos pasar el fin de semana— se relamió los labios y se metió a la tienda— ¿Quieres ayudarme acá? —se insinuó quitándose los zapatos.
Se quitó la chamarra de cuero y entró a la tienda— ¿Con qué te ayudo?
—Ayúdame a acomodar la bolsa para dormir —se le arrojó encima sobre la bolsa mientras lo besaba ansioso — Ayúdame a plancharla en la tienda.
Le siguió el beso y la respiración se le aceleró.
Logan bajó su mano y acarició su abdomen levantando la tela aun húmeda contra la piel— Eres tan lindo —ronroneó bajando a sus pantalones.
Bucky acarició su cabello—Quedará todo bien tendido —sonrió pícaro.
Lo besó suave y gentilmente bajó hasta su cuello— Sí que eres servicial, mi querido Bucky.
Acarició su espalda y le quitó la playera. En ese momento solo se escuchaban sus respiraciones aceleradas.
Logan lo lamió y besó agitado por el calor que parecía asfixiarlo— Al diablo el paisaje —se bajó la cremallera del pantalón lentamente con deseo.
James lo abrazó con sus piernas y dejó besos húmedos con pequeñas marcas en su pecho.
Le mordía un poco la oreja y le besaba hambriento de más.
—Soy tuyo, hazme tuyo, animal —le susurró sensualmente en el oído mordiendo su lóbulo de una manera bastante sexy.
Logan lo acarició bajando hasta su trasero y le apretó con fuerza las nalgas— Quieres que te tome ¿Eh, niño lindo?
Subía la cadera pidiendo el miembro de Logan extasiado— Me gusta que me hables así —se quitó los zapatos y calcetines con los pies.
Le dio la vuelta y comenzó a frotar su bulto contra el trasero del de ojos grises— ¿Y cuál es la palabra mágica? ¿Eh, campeón? —le sujetó las manos sobre la cabeza dejándolo a su merced.
Abría los labios intentando hablar pero no salía palabra de el hasta después de sacar un gemido alto— fóllame —le dijo suplicante.
—¿Y esos modales, jovencito? —se burló mientras le arrancaba la ropa interior sin importarle nada.
James lo miró como perrito regañado— Fóllame, por favor —la dureza de su miembro y la desesperación subían intensamente.
Le dio la vuelta, lo clavó contra la colcha y bajó besando gentil su abdomen hasta llegar a su erección— Los modales hacen al hombre —se burló antes de separarle las piernas— Que paisaje —le sonrió complacido.
Bucky lo miró un poco apenado y acarició su abdomen.
Se chupó un dedo— Eres tan lindo así de vulnerable que me dan ganas de tomarte una foto —tocó la entrada sin intención de entrar aumentando la tensión.
Bucky estaba desesperado por hacer algo, así que comenzó a masturbarse— Anda, tómame una foto.
Negó besándolo— prefiero memorizarte —metió el dedo y empezó a moverlo buscando su punto G. Lo hacía brusco agarrándole con fuerza marcando la piel— Eso, grita para mí —le quitó la camisa mordiendo uno de sus pezones.
—Tómame fuerte, soy tu esclavo —gritó lleno de placer.
Logan sacó el dedo y sin considerarlo un instante más, tomó su palpitante erección húmeda en preseminal y la acomodo contra su entrada. —Esclavo, es hora de que te castiguen —entró lentamente.
El chico cerró los ojos y se mordió los labios. Una vez que Logan entró, rodeó su cadera con las piernas mientras se sujetaba de sus hombros.
La sensación de como lo apretaba lo estaba enloqueciendo, haciéndole embestirlo con fuerza como un animal en celo— Eres exquisito —le tomó los muslos y lo levantó para darle más duro.
De placer, comenzó a rasguñar su espalda mientras observaba como las garras de Logan salían.
Clavó las garras en el suelo con miedo de lastimarlo. Lo dejó caer contra la colcha y lo siguió embistiendo. —Me encanta como hueles —gruñía como una fiera rabiosa contra su cuello.
El sexo comenzó a ser cada vez más agresivo pero excitante.
James lo tomó por el cuello ejerciendo presión y besándolo con intensidad— Eres una bestia.
Gruñó imitando a un perro antes de morderle los labios y darle pequeños mordiscos por el pecho dejando marcas en la piel. Lamió el líquido rojo de los labios de Bucky— No sabes cuánto me excita la sangre... —habló accidentalmente parecido a Víctor.
Lo miró fijo. Tomó su mano haciendo que sacara sus garras de la tierra y lo guio para pasarlas por su pecho cortándolo— Muéstrame que eres más hombre que Víctor —le dijo retador.
Corta en una "X" de dos trazos bastante superficiales— Soy más hombre que cualquiera —aseguró antes de lamer como un felino sobre las heridas mientras el ritmo de sus estocadas baja siendo más profundas.
Esto hizo que Bucky llegara casi al orgasmo. Soltó un gemido como un animal siendo cazado.
Logan podía sentir el golpeteo del miembro de Bucky en su abdomen
—Sigue lamiendo, perrita —apretó sus cabellos fuerte.
Guardó sus garras y le tomó del cuello ejerciendo algo de fuerza cortándole el aire— Aquí tú eres mi presa —le mordió el hombro dejando marcas y algo de sangre— Eres mío, Buchanan —jadeó muy seguro de sus palabras.
Al chico le prendía demasiado ser sumiso de Logan. Comenzó a temblar y con la voz cortada dijo— ya...me voy a venir —gimió.
Lo embistió con fuerza y dándole una sonora nalgada asintió divertido.
Terminó en el abdomen de Logan, había sido demasiado. —Te amo —dijo jadeando y besándolo.
Lo besó desesperado— Yo también te amo —se mueve rápido ansioso de llegar al clímax mientras le hacía chupetones en el cuello en una zona muy obvia para marcar territorio.
Pasó sus dedos entre el cabello de Logan y apretando, sacaba el aire con cada embestida— Te amo, animal.
Lo besó y finalmente se corrió emitiendo un quejido como de animal herido— Yo te amo más mi dulce presa —se salió y lo besó con dulzura.
Bucky quedó rendido. Subió un poco la cabeza para ver su pecho y tocó las heridas— Eres un salvaje —rió coqueto.
Se estaba quedando dormido— Al buen estilo Howlett.
Escuchan a un tráiler llegar y se oyen voces de una familia con niños— Mierda.
James se quedó escuchando atento y susurró— Sal tu.
Negó cubriéndose con la manta— Si no nos movemos no nos hablarán —se encogió como un niño— No me gusta la gente.
Bucky se puso la playera y el pantalón— Está bien, saldré yo.
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