El tiempo pasó y Bucky por fin salió del hospital. Se encontraban en el hotel dormidos juntos.

Despertó y se dio un baño rápido. Tomó sus cosas y salió en silencio.

Logan despertó aun exhausto y vio en el reloj de la mesa de noche que ya casi era medio día. Dio un gemido ronco— Buenos días —se giró para abrazar a su chico— ¿Buck? —se levantó paranoico y comenzó a buscar por todo el hotel— ¿Bucky?

James se encontraba recargando la frente en la puerta de Steven. Dio un pequeño suspiro armándose de valor y finalmente tocó.

El rubio abrió la puerta de golpe haciendo que el chico casi caiga por estar recargado en la puerta —¿Bucky? ¿qué haces aquí?

Entró y aventó su celular en el sillón un poco molesto— ¿Quieres dejar de llamarme?

Logan deprimido va al bar de motociclistas calle abajo hecho un desastre, se sentó en la barra—Dame lo de siempre, Adam —el bartender lo mira risueño— Diablos, esa pelea debió ser tremenda. Logan rodó los ojos— No es gracioso, siempre es lo mismo... toman tu corazón y lo arrojan a los perros.

Steve comenzó a reírse arrogante— Deja a la fiera esa, el de garras.

Bucky enfureció y lo empujó— Lo amo ¿No lo entiendes? tú me dejaste y él estuvo ahí para mí.

Logan tomó su teléfono y le marcó aún con fe de que no lo hubiera dejado— Vamos contesta, al menos dime qué me muera o algo —bebió un sorbo de cerveza.

Steve y Bucky observaron al mismo tiempo el celular sonar. Steve se adelantó y contestó— Hola Logan ¿Qué pasa?

— Por una mierda —reniega azotando la mesa— ¿Es en serio? —bufa resignado esperando que le cortaran por teléfono— Rogers, éramos amigos y todo pero... ¿Tendrías la gentileza de pasarme al dueño del teléfono?

— No puedo, ahora está durmiendo desnudo en mi cama. Que bien folla tu novio —dijo en un tono sensual.

Bucky intentaba arrebatarle el celular pero sus intentos eran en vano.

— Bueno... ahora que lo mencionas...—ve a lo lejos a Thor sentado solo— El tuyo no la mama tan mal —se levantó corriendo y se sientó junto al rubio que no lo reconoce— Hola guapo.

El chico de ojos grises lo escuchó todo y se lo tomó muy enserio. — Mierda —se sentó resignado y comenzó a llorar.

Le pasa el teléfono a Thor— Tu novio Rogers anda cogiéndose a su ex —señala la pantalla activado el altavoz— Anda, salúdalo de mi parte.

‎‎— Puedes quedarte con mi celular, Rogers — escondió el rostro entre sus manos.

Thor reconoció el número y empezó a gritarle a Steve hasta de lo que se va a morir— ¡Estoy harto, ahora mismo le voy a contar todo a Peggy y no me vuelvas a hablar! Me largaré con Arthur —colgó y furioso le dio el teléfono a Logan. El rubio de cabello largo se marchó rumbo al apartamento tropezando con Bucky— Mira nada más...— sonrió arrogante e hipócrita.

Logan se reía malvadamente bebiendo en el bar.

Bucky observó al rubio desafiante— Eres un idiota —le dio un golpe abriéndole el labio a Thor.

Se levanta y niega— Mira quién lo dice —lo ve detenidamente— Estás en la mierda, ni me voy a molestar contigo. Voy a romperle la puta cara a Rogers —lo empujó a un lado y siguió caminando.

Sacó un cuchillo y se lo lanzó haciendo que rozara su brazo— Te acostaste con la persona que amaba —gritó furioso.

— ¿Aún amabas a Steve? ¿en serio? —se ríe incrédulo— Quédate con ese arrogante manipulador, ya no quiero andar como una colegiala enamorada siéndole fiel a un cerdo.

— No lo amo, ¿quién te dijo que lo amo? Es una basura.

— Un tipo que estaba llamando me dio aviso y bueno, era tu número por dónde estaba hablando —Steve salió a rogarle a Thor con palabras bonitas.

Bucky se marchó lloroso y caminó perdido. Subió a su moto y se fue rumbo al bar más cercano del hotel. Entró y se fue directo al baño

Logan lo reconoció y fue tras él en silencio— Muy bonito, señor Barnes —cerró con seguro tras el.

— Cállate maldito traicionero. No te quiero ver.

Lo miró furioso y sacando sus garras le pegó a la pared— Lo dice el que se fue corriendo a ver a su ex.

— Le pedí que dejara de llamarme porque quería que estuviera con él y le dejé en claro que solo te amo a ti, pero ahora veo que estabas con Thor, lo escuché todo —dijo dolido y pegó la cabeza contra la pared— Mátame si es lo que quieres, ya no tengo algo que perder.

— ¿Y por qué tenía tu teléfono? Es obvio que los acusé con ese armatost —reniegó ofendido— Ni muerto tocaría a ese rubio.

Suspiró— Lo dijiste tan seguro...lo tenía porque se lo lancé, estaba furioso.

— Y yo estaba aún más furioso —suspiró recostado contra la puerta— Te vas y cuando te llamo me contesta ese hijo de perra ¿Crees que me quedaría con los brazos cruzados? —lo acorrala contra la pared como una fiera— Eres mío, Buchanan.

‎Lo miró triste— Lo soy... prometiste que confiarías en mi...

Se arrepintió y se alejó avergonzado de sus actos— Disculpa, aún tengo demonios que superar —lo besó suavemente­— Lo siento —bajó la mirada.

— Te perdono ­­—salió ignorándolo un poco.

Salió detrás y fue a pagar su cuenta cuando notó a Víctor entrar rodeado del grupo de amigos y bastante cariñoso con Thor.

Bucky lo miró (Mierda... ¿Es en serio?) parecía estar celoso.

Logan saludó a sus amigos ignorando a su hermano. — Hola, Chuck —Charles lo abrazó y le revolvió el cabello—Así que... andas de galán con Barnes. Si le rompes el corazón me encargaré de que Hydra te rompa las piernas, Jimmy.

Buchanan estaba atrás en silencio observando a Víctor con su nuevo ligue.

Víctor lo notó y comenzó a besarse con Thor de una manera muy sucia— Hola Buck ¿Y esa cara larga? —le dijo arrogante.

Logan se despidió de sus amigos y tomó a Bucky de la mano— Hola hermano, veo que ya encontraste compañía...

James se quedó callado mirándolo y se movió incómodo con el toque de su hombre.

Rodeó la cintura del de ojos grises y posesivo lo alejó rumbo a la puerta— Vámonos cariño, que el viaje es largo.

El chico se quedó callado y lo acompañó sumiso.

Salieron rumbo al hotel— Te apuesto a que en dos horas le va a decir que es el amor de su vida — sonrió burlón ante la actitud de prostituta de su hermano.

Rió nervioso— Así es —se quedó pensativo.

Entraron al cuarto y le ayudó con su equipaje— Entiendo si quieres irte, no me enojare contigo— resignado va a buscar sus cosas— Soy un imbécil inseguro así que... es mejor que lo hablemos

—¿Qué pasa? —lo miró sentado en la cama.

Se sentó frente a el cruzando los brazos— Llevamos dos días saliendo y ya te hospitalizaron, creo que todo lo que amo muere o me odia al final.

—No estoy muerto ni te odio.

— Eso ya es un avance —sacó algo de su billetera— Mira esta postal, quiero llevarte allá a ese pueblo —le entregó la postal con un paisaje hermoso y señaló un río. —¿No te parece hermoso?

La tomó y la observó— ¿Cuándo partimos?

Sonrió peor que un niño en navidad— Mañana por la mañana si quieres...