Capítulo 43
Playas, tiendas de ropa, comidas de todo tipo... Todo eso en cuatro meses y me fascinó.
Aunque lo único malo era que no podía ser cariñosa con Eiden en público, no podíamos estar a solas y muy cerca. Sus fans estaban en todos llados. De verdad, en todos lados...
Pero es todo lo contrario en cuanto estamos a solas en el hotel. Amo el momento en que cuando estamos frente a otras personas Eiden puede parecer alguien no tan cariñoso, pero al estar nosotros dos solos es un cachorrito pequeño buscando amor.
-¿Me dejas levantarme ya, lobito? -pregunté mientras acariciaba su cabello.
Él se queja ahogando su voz en mi estómago al estar abrazándome por la cintura y acostado entre mis piernas.
-Anda, vamos, quiero ir al baño -pedí una vez más.
Vuelve a quejarse y a negar con la cabeza consiguiendo que soltara una pequeña risa.
-Tengo que bañarme -me quejé y él igual.
Resoplé y comencé a empujarlo y tratar de apartarlo mientras él se aferraba a mí cuanto podía, aunque al final lo conseguí tirar al suelo.
-Cuervito -se queja como niño pequeño y acuesta su cabeza en la cama, teniendo el resto de su cuerpo fuera. Me levanté y agarré mis cosas.
-Lo siento, lobito pero la higiene es necesaria -dije riendo y entrando al baño.
Escuché como se queja de nuevo haciéndome reír un poco más mientras encendía la regadera y ponía la temperatura perfecta, luego procedí a quitarme la ropa y entrar bajo el agua que salía de la ducha. Resoplé relajada, sintiendo el agua cubrirme todo el cuerpo, remojé mi cabello en el agua hasta empaparlo de verdad, pero entonces, unas manos suaves recorren mi cintura y me atraen hasta un pecho duro y desnudo.
-¿Qué se supone que haces aquí, lobito? -cuestioné sintiendo sus besos por mi cuello.
-Si no querías que entrara no debiste dejar la puerta semiabierta, cuervito -respondió con voz ronca-. Eso es una invitación para el lobo.
-Bueno... supongo que esa era mi intención -reí cómplice mientras me daba la vuelta.
Al instante se agachó para alcanzar mis labios con intensidad y sus manos fueron hasta mi trasero con necesidad. Enredé mis brazos en su cuello y mis dedos en su cabello. Eiden muerde mi labio inferior para abrir mi boca y meter su lengua, acarició la mía con ella y succionó mi labio antes de bajar a mi cuello. Besó, lamió y mordió mientras sus manos dejaban sus marcas en mi piel.
-Eiden... -jadeé en su oreja hasta hacerlo estremecer, empecé a sentir algo duro presionando en mi estómago.
Bajé la mirada para ver con hambruna su erección. Extendí mi mano hasta él y lo sujeté para empezar a jalarlo, escuchando sus gruñidos y jadeos.
-Nhg... Sarah -jadeo contra mi piel.
Me paré en puntillas separando mis piernas por pocos segundos hasta colocarlo entre ellas y encerrarlo en mis muslos. Volví a sujetarme de su cuello, moví mis caderas sintiendo la fricción de nuestros sexos.
-Muéstrame tus orejas -rogué en su oreja. Edien ya no duda, solo lo hace.
Él me mira al rostro antes de hacerme caso, al instante en que vi sus orejas llevé mis manos hasta ellas y las acaricié hasta ver como sus ojos se volvían opacos y desbordando la lujuria que sentía. Gruñó profundo, tomó mis caderas con ambas manos y nos frotó aún más rápido hasta parecer que me estuviera embistiendo. Frotaba exactamente en mi clitoris y separaba mis labios de una forma que me hizo sentir un revoltijo en el estómago mientras mordía mi cuello.
-¡Mhm! -jadeé.
Eiden me levanta hasta que mis pies se enredaron en sus piernas y él seguía frotándonos. Me movía a su antojo, sonriendo y gruñendo de satisfacción. Su cola lobuna se agitaba por la emoción y el placer, pero entonces se detuvo y me bajó.
-Mi amor, quiero más que solo frotarme en ti... quiero sentir cada hueco de tu cuerpo -me tomó por las mejillas con una mano y metió su pulgar en mi boca-. Incluido este delicioso lugar. Quiero enseñarte a hacerlo mejor que la última vez, porque si en esa vez me hiciste perder la cabeza... ahora harás que vea el cielo con mis propios ojos.
Besó mis labios metiendo su lengua hasta incluso tocar la campanilla de esta. Gemí por la intensidad de su beso, aunque se ahogara ese gemido en su boca. Pero en ese instante su mano baja hasta mi intimidad y sin darme tiempo a entender qué pasaba, frotó allí hasta hacer que mis piernas se doblaran.
-Vamos, ponte de rodillas, cuervito.
Consiguió que lo hiciera, me tomó por detrás de la cabeza hasta hacerme levantar la mirada, en donde pude ver su erección mojándose por el agua que aún caía. Joder, los que ahorran agua nos odiarían por esto.
-Esa mirada... -ríe Eiden-. No hace falta ni que digas que lo quieres dentro de ti ya, se nota con tan solo mirarte.
-Entonces, dámelo, lobito -me acerqué más hasta acariciar su miembro-. No me hagas esperar...
Eiden me toma con fuerza y embiste en mi boca hasta llenar mi garganta de él. Casi mi ahogué por lo repentino, pero conseguí aguantar y respirar. Eiden mueve sus caderas y golpea el interior de mi boca con fuerza, usé mi lengua y me sujeté a sus piernas para estabilizarme.
-¡Mhm! Bien, cuervito... usa más saliva -jadea-. No importa por dónde sea, estar dentro de ti se siente increíble.
Aceleró sus movimientos mientras yo gemía con cada recibida hasta que llenó mi boca con aquel fluido caliente. Pero no conforme con eso, me hizo levantarme y apoyarme contra la fría pared hasta que mis senos se pegaran a esta. El que estuviera fría me hizo estremecer y arquear pero lo hice aún más cuando me embistió por el orificio más pequeño de una embestida.
-¡Mhg! ¡J..Joder, Eiden! -le reclamé ya que no me había avisado que iría por allí.
Él ríe entre dientes y se apega a mi espalda mientras desliza una de sus manos hasta sujetar mi cuello.
-No pude resistirme, este espacio se veía tan bien... Puedo sentirte mucho mejor y eso me fascina -lamió mi oreja y empezó con las embestidas.
El delicioso vaivén me hizo volcar los ojos y no poder cerrar la boca por todos los gemidos que dejaba escapar. Eiden sujetó mi mano contra la pared y mordió mi cuello y espalda. Pero entonces guía su mano hasta mi intimidad y mete sus dedos en mi vagina, embistiéndome igualmente por allí, frotando mi clítoris a la vez.
Mis piernas ya empezaban a fallar él tuvo que sujetarme para que no cayera pero aún así no se detuvo.
-¡Mhm! ¡Ah... Eiden! D..Dios... -comencé a temblar.
Eiden apretó mi seno y me inclinó sobre él, acosté mi cabeza en su hombro pero él empezó a besar mis labios metiendo su lengua en mi boca nuevamente. Agarró mis piernas con ambas manos y cambió de orificio. Lo hizo un par de veces hasta que no pude seguir aguantando y terminé corriéndome primero y él después, llenando mi interior una vez más, incluso mis alas aparecieron al no poder concentrarme en mantenerlas ocultas, ni siquiera podía soportar su peso.
Eiden me suelta, aunque tuve que sujetarme de la pared para mantenerme en pie. Lo noté acercándose a mí de nuevo pero esta vez, su tacto fue suave y tierno. Supe que ya había vuelto a la normalidad y ahora se dedicó a ayudarme a bañarme de verdad.
-¿Cómo puedes pasar de ser un lobo pervertido y caliente a uno tierno? -cuestioné cuando acarició mi cabello para quitarle el acondicionador.
-Pues eso es algo que solo tú consigues que pase. Tú eres la única que me tiene tan loco, cuervito -besó mi frente haciéndome sonreír.
Al acabar de bañarme cerró el paso del agua finalmente, me cargó en brazos y me llevó hasta una silla frente al espejo del lavabo, me sentó y empezó a secar mi cuerpo con una toalla. Al igual que secó parcial mi cabello.
-No necesitas hacerlo todo -comenté.
-Es verdad, pero quiero hacerlo -me puso una de sus remeras y una de mis bragas.
Encontró una secadora de cabello y la conectó, fue tan tierno, secó mi cabello por completo mientras yo lo observaba tan concentrado. Sonreí sin poder evitarlo y cuando acabó me levanté, con un poco de dificultad, y besé sus labios.
-Gracias, lobito.
-No fue nada.
Vuelve a cargarme por sorpresa, aunque esta vez para llevarme a la cama y dejarme allí, fue a colocarse por lo menos un pantalón y se acostó a mi lado. Me abrazó y nos cubrió con las mantas. Me aferré a su cuerpo y deposite unos pocos besos en su cuello y pecho.
-Buenas noches, lobito.
-Buenas noches, cuervito.
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