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Capítulo 37

-Muero... tengo hambre... -solté en quejidos mientras mantenía mi celular contra mi oreja-. Tuve que haber empacado comida.

Eiden empieza ríe entre dientes, burlándose de mí mientras él tenía comida VIP del avión.

-Eso te pasa por quedarte dormida en tu pijamada y no responder las llamadas.

Fruncí el ceño, sentándome contra la hélice junto a mi maleta y sonreí de lado.

-Estamos muy alto, lobito... sería una lástima que un motor empezara a fallar porque alguien tirara cosas dentro...

Lo escuché atragantarse con su comida y Cristal lo socorre y pide agua para él.

-No juegues con eso, Sarah... -exigió nervioso, Cristal le pregunta qué sucedió y él le puso una excusa cualquiera mientras yo me carcajeaba por su reacción.

-Entonces no me tientes con que tú estás comiendo y yo no, hm -me crucé de brazos pero manteniendo mi celular en la oreja, sujeto con mi hombro-. Iré a saludar a Aaron.

-Al menos sé que no harías nada de verdad por ese niño... Pobre chico... -murmuró recordando lo que le había dicho sobre él.

-Sí... quisiera poder hacer algo por él...

No escuché más nada de Eiden, así que fui hasta la ventanilla de Aaron, su madre estaba comiendo mientras estaba viendo nuevamente su serie con audífonos y Aarón también comía aunque parecía hacer muecas disimuladas con cada bocado. Toqué levemente la ventanilla llamando su atención. Al verme inmediatamente sonríe. Lo saludé sonriendo igual que él.

-Es muy tierno -mencioné mientras veía que él buscaba rápidamente papeles y crayolas.

-Lo saludas de mi parte, eh -pide Eiden. Escuché de fondo a Cristal mencionar que iría al baño.

Sonreí y le afirmé a Eiden que lo haría, pero Aarón deja de escribir y pega la hoja contra la ventanilla.

"¿Con quién hablas?"

"Un amigo mío" respondí. Él asiente comprendiendo, pero a mí se me ocurrió algo. "Aaron, ¿conoces a Eiden Castle?"

Él mira lo que escribí con un nuevo brillo de emoción en sus ojos, su rostro se había iluminado de una forma tan tierna... y asiente frenéticamente. Vuelve a escribir.

"¡Sí! ¡Soy su fan! A mi mamá también le gusta su música pero no es tan fan como yo"

Dejé escapar una leve risa y asentí.

-Eh, lobito, aquí el niño es fan tuyo.

-¿De verdad? Es genial, tiene buen gusto -habla de forma arrogante, haciéndome rodar los ojos a la par que reía.

-Lobo engreído -solté riendo.

-Me amas, cuervito, engreído y todo.

En eso, escuché que Eiden llamaba a una azafata pero sonreí al escucharlo, miré a Aaron sonriendo y escribí en mi celular.

"Hey, hay una pequeña sorpresita para ti"

Aaron me mira confundido pero enseguida apareció una azafata junto a su madre y yo me escondí.

-Te conmovió, ¿no es así? -cuestioné sabiendo la respuesta.

-Puede que un poco.

-El lobo feroz no es tan feroz después de todo.

-Vuelve a tocar mis orejas, cuervito. Te recordaré qué tan feroz puedo ser.

Su tono de voz se vuelve profundo y bajo, haciendo que mis alas se erizaran como todo mi cuerpo. Me sonrojé por completo y alejé el celular para maldecir levemente por los recuerdos que azotaron mi mente.

-Joder... -murmuré pero entonces reaccioné- ¿Entonces me dejas volver a tocar tus orejas?

-¿Qué? No.

-Ya lo haz dicho -reí volando hacia su ventana-. Ahora no puedes retractarte.

-¿Entonces quieres hacerlo? -me mira con una sonrisa ladeada y una ceja arqueada.

-Quizás... -aparté la mirada mientras escuchaba su risa ronca entre dientes.

-Ya veo, entonces así es...

-¡B..Bueno, ya!

En medio de su risa, la azafata aparece y yo me escondí de inmediato.

-¡Eiden Castle! -escuché finalmente la voz de un niño que supe al instante que era Aarón.

-Hey, hola pequeño.

Escuché enternecida como Aarón le pedía permiso a Eiden para abrazarlo con un poco de vergüenza. Ese niño es tan respetuoso, da tanta ternura.

-Un cuervo me ha dicho que estabas en el mismo avión -comenta Eiden y toca la ventana dos veces.

Me asomé al instante, sorprendiendo a Aarón y haciendo que su sonrisa se vuelva más amplia. Ahora él estaba sentado junto a Eiden sintiéndose muy emocionado por conocer a su ídolo.

-¡Sarah! ¿Conocías a Eiden Castle? -cuestiona el niño sabiendo que yo era la que estaba en llamada con él, ahora en altavoz.

-Claro, estaba hablando con él -respondí.

Aaron se sorprende al escucharme pero parecía solo sorprenderse más que antes. Hasta que se dio cuenta de algo.

-¡Por supuesto! ¡¿Cómo no te reconocí antes?! ¡Tú eres su asistente! ¡La que aparece en el video con la supuesta novia! -soltó.

-¿Lo haz visto? -asintió frenético.

-¡Ustedes dos son geniales!

Eiden y yo miramos al niño sin poder creer que pudiera ser más tierno.

-¿Eiden es el amigo que me habías dicho? -pregunta Aaron de nuevo, a lo que asentí en respuesta.

-Amigos... -Eiden entrecierra los ojos en desacuerdo.

-Aaron, ¿quieres saber otro secretito? -pregunté captando la atención de ambos.

-¿Huh? ¿Está bien que me cuentes más secretos? -preguntó dudoso.

-Por supuesto, confío en ti, hasta ahora no has dicho sobre mí ¿cierto?

Él niega rotundamente.

-No, no, y escondí las notas con las que escribía -mencionó sonriendo orgulloso de sí.

-Bueno, entonces sí eres el indicado para saber -Eiden me sonríe y asiente estando de acuerdo, así que volteó hacia Aarón.

-¿Recuerdas ese chisme sobre... mi novia? -pregunta Eiden.

-Por supuesto, aún está en todos lados. Es la duda de todo el planeta.

Sonreí cuando Eiden me apunta.

-Es ella.

Aaron me mira un segundo, analizando las palabras de Eiden, entonces abre los ojos de par en par y nos mira intercaladamente.

-Eres el primero de los fans en saberlo -comenté.

-¡Eso...! ¡Eso es genial! -soltó sin poder creerlo. Estaba tan emocionado por saber sobre esto- ¿Por qué no lo dicen? -preguntó

-Digamos que... yo también quiero ser parte del mundo de las celebridades, pero quiero conseguirlo por esfuerzo propio y no colgarme de la fama de Eiden, como pensarán algunos.

A pesar de su edad, él lo entendió perfectamente. Asintió con una sonrisa estando de acuerdo conmigo.

-Ya veo, lo entiendo, pero no vi nada aún sobre tí... ¿Haz hecho algo?

-Pues...

-¿La conoces? -Eiden se me adelanta y le muestra la pantalla de su celular.

-¡Oye! -reclamé riendo. Aaron abre los ojos de par en par.

-¡SaRis! ¡Su música también es increíble! -él se detiene un momento pero me mira sorprendido- ¡¿Eres tú?!

Me rasqué la nuca nerviosa y apenada pero asintiendo.

-Tercer secreto -conté.

Él se emociona aún más y comienza a hablar sobre eso. Nosotros nos la estábamos pasábamos tan bien... pero de repente desvié la mirada hacia un lado y esquivé a alguien que se apresuró hacia mí.

-¡¿Qué fue...?! -escuché a Eiden.

Ambos chicos me miraban desde la ventanilla mientras yo no desviaba del que me apuntaba con una ballesta. Incliné la cabeza hacia un lado cuando la flecha rozó mi mejilla.

-¡Sarah!

-¡¿Qué sucede, señorita Sarah?! ¡¿Quién es?! -pregunta Aaron preocupado.

Los miré por encima de mi hombro y les sonreí para calmarlos.

-Ah, lo siento chicos, me haré cargo, no se preocupen. Y respondiéndote, Aarón... -por instinto alcé el brazo y atrapé la flecha que iba directo a mi cabeza y la partí en dos, dejándola caer-. Son halcones.

Dos más aparecieron junto al que estaba frente a mí. Los tres apuntándome con sus ballestas, volé hacia el techo del avión y ellos me siguieron, pero luego vi a otros dos, estos con espadas, tras de mí.

-¿Cómo es que un cuervo extranjero llegó volando hasta nuestro territorio? -preguntó uno en inglés, con acento canadiense.

-Pero no es un cuervo común. Jamás he visto tales alas...

-¿Quién eres forastera?

-No es necesario atacar -comente guardando mi celular en mi bolsillo-. Mi nombre es Sarah, estoy aquí por trabajo.

-¿Por trabajo? No te creo. Los sobrenaturales no suelen meterse a trabajar, menos los cuervos que odian la vida humana -espeta uno y me apunta de nuevo-. Estás mintiendo.

-No lo hago -levanté las manos a modo de paz-. Ni siquiera estoy armada.

-¿Cómo podremos estar seguros de que no escondes nada? -cuestiona otro estando tras de mí.

-¿Qué? ¿Quieres manosearme para comprobarlo? -enarqué una ceja sorprendiendolo hasta hacerlo sonrojar.

-¡D..Degenearada!

Él se lanza a atacarme con su espada, me hice a un lado para esquivarlo y luego esquivé al otro con espada. Salté en un giro hacia atrás viendo tres flechas cruzar por debajo. Extendí la mano y alcancé mi celular que casi cayó, podía escuchar a Eiden preguntando qué pasaba.

-Amor, estoy un poco ocupada. Te diré si pasa algo -comenté.

Escondí mi celular en mi top bajo mi ropa y agarré la muñeca de uno con la espada, le di un rodillazo en el estómago y lo lancé al suelo. Me giré extendiendo una pierna por el suelo para golpear los pies del otro y hacerlo caer.

-¡Agh! -me quejé cuando una flecha se clava en una de mis alas.

Por aquel descuido alguien consigue atraparme desde atrás y colocar su brazo sobre mi cuello. Forcejeé pero solo conseguía que su agarre se hiciera más fuerte.

-Si no te detienes... haremos que el avión caiga... -amenazan apuntando hacia una de las turbinas. Me detuve enseguida y miré al que habló estando frente a mí.

-Aunque yo no he empezado... Pero está bien, solo... no metan a gente inocente en esto -solté.

-Eso dependerá de ti. Quédate quiera, cuervo.

El de en frente asiente al que estaba atrás de mí, este me suelta el cuello pero agarra mi brazo para que no pudiera escapar.

-Sarah, Sarah, ¿qué pasa? Di algo -pude Eiden estando realmente preocupado.

El de enfrente camina hasta a mí y en cuanto vi sus intenciones de quitar mi celular le di una bofetada en la mano.

-Ten cuidado donde quieres meter la mano, pollo.

Me jalan como advertencia, apretando el agarre en mi brazo. Apreté los dientes, quité mi celular de mi top y se lo di al de en frente.

-Di la verdad. ¿Por qué haz venido, cuervo?

-Ya te lo dije, solo es trabajo.

-Los cuervos son unos carroñeros astutos, no creo que solo sea por trabajo. Di la verdad ahora, o sino...

-¡Joder! Sabía que los halcones eran estúpidos por naturaleza... -murmuré quejándome queriendo golpear mi frente-. Te lo digo de verdad, soy asistente de un cantante que está en este avión así que ni se les ocurra derribarlo.

-Como si nos importara ese cantante.

-De verdad que son unos... -me corté- ¿Matarían a una celebridad, a personas inocentes? ¿A un niño con cáncer?

El de en frente aprieta los dientes y retrocede levemente ante mi última pregunta, le había dado en su punto.

-Sí es así, serían seres despreciables, no permitiré que derriben este avión, no me importa si muero en el intento por defender esto, pero me aseguraré de que no los toquen, a ninguno. ¿Lo haz entendido?

El halcón se mantiene en silencio, sorprendido por mis agallas en la forma de hablarle. Todos nos mantuvimos en un silencio tenso.

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