Capítulo 32
-Te dije que tu música es muy buena, ya tienes muchos seguidores -Eiden sostiene su celular frente a mí mientras se mantiene acostado en mis piernas.
-¿Huh? Sí, es verdad... -sonreí agarrando su celular mientras miraba mi canal y el número de suscriptores.
Bajé y miré los vídeos notando cuántas vistas, comentarios y likes tenían hasta que sentí a Eiden darse vuelta, colocarse entre mis piernas y abrazarme por la cintura mientras apoya su cabeza en mi estómago.
Aparté el celular y lo dejé sobre la mesa junto a la cama y comencé a pasar mis dedos por su cabello y acariciar su cabeza con mis uñas.
A él, de la nada, le salen sus orejas, al igual que la cola lobunas. Inflé los cachetes y fruncí el ceño con gran ternura invadiendo mi cuerpo y además las ganas de tocar aquellas suaves orejas de nuevo.
Eran tan tiernas y suaves que quería tocarlas pero... recuerdo lo que había pasado aquella vez y es como una pelea interna en si hacerlo de igual modo o no.
Seguí acariciando su cabeza mientras miraba fijamente sus orejas y reprimía mi deseo de tocarlas por su suavidad, pero cuando acerqué una mano estas se agacharon.
-No las toques -se queja Eiden sin despegar su rostro de mí.
Bufé y aparté la mano, bajé ambas y pasé mis uñas por su espalda haciéndolo estremecer un momento y sus orejas lobunas se pusieron rígidas pero luego se movieron.
Esto era una tentación muy cruel.
Las seguí viendo bastante tiempo y luego hice una mueca. ¡Al diablo, lo haré! ¡Me atendré a las consecuencias, si muero, pues moriré feliz!
Acaricié su cabeza y luego sus orejas con delicadeza, pasando mis dedos por estas hasta que Eiden se tensó y estremeció. Sus orejas se hicieron hacia los lados y volví a tocarlas sonriendo por su suavidad.
Pero en ese momento Eiden fue tan rápido que no me di cuenta en cuanto él me agarró las muñecas y me hizo tumbarme en la cama. Estaba sonrojado y con la respiración agitada, pero sus ojos eran opacos y estaba tenso. Me hizo recordar a la vez en la escalera.
-Te lo dije, traté de advertirte pero no quisiste escucharme... -tragué grueso pero me intrigaba lo que haría.
-¿Qué... harás? -pregunté.
Él no responde, en su lugar solo deja escapar un gruñido ronco que me hizo erizar la piel. Me tomó por las mejillas con una mano y levantó mi rostro sin ser amable, mi cuerpo entero se estremece y la sensación de "peligro" aparece, pero no un peligro de muerte. ¿Qué acabo de hacer?
-¡Hmg! -repentinamente, Eiden besa mis labios con intensidad.
Ni siquiera me dejó respirar, mordió mi labio inferior hasta que incluso un sabor metálico invadió nuestras bocas. Metió su lengua y la enredó con la mía. Me costaba seguirle el ritmo, incluso mi cuerpo estaba paralizado. Se apoya en sus rodillas y su mano libre empuja mi espalda baja hasta acercarme más a él.
Inclinó mi cabeza hacia atrás y soltó mis mejillas para agarrar mi cabello y mantener la posición de mi cabeza para darle mejor acceso a mi cuello. Lamió desde la clavícula hasta la mitad y besó mi piel con algo de dulzura antes de dejar una mordida que, si bien ha dolido, también ocasionó que soltara un gemido.
-¿E..Eiden...? -murmuré pero él vuelve a morder mi piel, esta vez por el hueco de mi cuello.
-Lo siento, cuervito... pero no podré controlarme. No podré ser tan amable como mi parte humana ha querido que fuera. Pero, está bien... -rozó nuestros labios y sonrió-. Ya que de todas formas estaré dentro de ti y te haré haré desear que sea más fuerte.
Volví a estremecerme, tanto que ni siquiera pude controlar mis alas y estas aparecieron. Eiden las mira y sonríe antes de acariciar una de ellas.
-Te has excitado... -afirmó- ¿Es así cómo quieres que sea? Por supuesto... tú no quieres suavidad y caricias.
Me agarra por la nuca y me hace levantarme más hasta estar casi pegada a su rostro, solté un jadeo de sorpresa al instante y él sonrió de lado.
-Lo que quieres es que te tome como sea, ¿o no? ¿No quieres que deje mis marcas en tu piel? Para que todos sepan que le perteneces al lobo y solo a él...
Su gruñido posesivo me dejó la mente en blanco al igual que el beso que plantó en mis labios. Volvió a bajar sus besos por mi cuello y suspiró complacido por mi aroma.
-Me perteneces, Sarah... quiero que jamás olvides eso -mordió mi hombro con sus colmillos.
-¡Nhg! -dejé escapar cuando lo hizo.
Realmente estaba tan sorprendida que ni siquiera podía pensar en lo que estaba pasando o en lo que estaba por pasar, me había quedado paralizada. Eiden me suelta de golpe hasta tumbarme de nuevo y se libera de su remera al instante, jadeé al ver su cuerpo pero entré en pánico cuando sus garras lobunas desgarraron mi remera.
-E..Espera, Eiden... -intenté detenerlo con mis manos frente a mí, pero agarró mis muñecas con una mano y las colocó por encima de mi cabeza-. Eiden.
Él no me hace caso, en su lugar, besa mis labios y baja hasta mi pecho. Me sorprende cuando muerde uno de mis senos aún sobre la piel, solté un quejido y luego sentí cuando me quitó el sostén hasta romperlo y lanzarlo a alguna parte. Atrapó uno de mis pezones con su boca y lo succionó tan fuerte que comenzó a arder, incluso mordió alrededor. Hizo lo mismo con el otro pezón e incluso sujetó ambos a la vez.
-¡Mhm! -incliné mi cabeza hacia atrás.
Eiden acaricia mi abdomen al bajar su mano para encontrar mi intimidad y frotar sus dedos por encima de mis bragas y debajo de mis shorts.
-¡E..Eiden! Mhmg... N..No toques ahí... -pedí avergonzada.
-Es lo que dices pero... no percibo que sea lo que quieras realmente -sonrió y presionó aún más sus dedos sintiendo la humedad traspasar mis bragas.
Su voz áspera y ronca me hicieron estremecer nuevamente y él frota sus dedos en mi intimidad, haciéndome jadear y tragar con dificultad. Abrí los ojos de par en par cuando hizo a un lado mis bragas y frotó sus dedos directamente hasta lubricarlos y así poder meterlos dentro de mí.
-A..Ah...
-Joder, amor, aquí está tan listo para recibirme que me hace impacientar más -embistió mi interior con sus dedos haciéndome retorcerme de placer-. Quiero hundirme dentro de ti y disfrutarte tanto.
Besó nuevamente mis pezones y movió en círculos sus dedos en mi interior. Apreté mis puños y él presionó aún más fuerte el agarre en mis muñecas hasta que doliera. Sentí que algo se estaba por venir, era mi orgasmo a causa de sus dedos que presionaban el lugar justo para hacerme temblar. Pero justo antes de poder hacerlo, se detuvo.
-¡J..Joder...! -maldecí haciéndolo reír.
-Y tú que querías que me detuviera -volvió a mover sus dedos-. Ahora quieres que te deje correrte en mis dedos.
-Eiden... -jadeé intentando regañarlo pero aquello sonó a un gemido desesperado.
-No permitiré que lo hagas ahora, solo te estoy preparando para algo mejor... -se acercó a mi oreja y lamió esta-. Cuando esté dentro de ti te dejaré correrte hasta que no puedas hacerlo más... lo prometo.
De tan solo pensarlo mi cuerpo tiembla al igual que mis alas. Eiden suelta mis muñecas finalmente haciendo que pueda sentir la sangre circulando de nuevo, los miré un segundo, notando que empezaban a ponerse un poco moradas por su gran fuerza sobrenatural con la que me sujetaba.
-¡Hm! -me sobresalté cuando estiró mi ropa inferior hasta quitármela por completo, me hice hacia atrás y traté de cubrirme-. E..Eiden, espera un poco... por favor, v..vas muy rápido.
-Pero eso es lo esperas que haga -se colocó sobre mí, entre mis piernas y frotó su pelvis aún cubierta con mi intimidad desnuda-. Que te lo de rápido y duro... que vaya tan profundo en tu interior hasta llenarte por completo. Con solo decirlo ya puedo oler como te exitas cada vez más.
Me arrastré hacia atrás con mis brazos aún intentando cubrirme y aparté la mirada avergonzada de que pudiera percibir algo así de lo que no me sentía orgullosa por admitir. Me sorprendió con la guardia baja al sujetarme por el brazo y acercarme de regreso hasta él.
-No te avergüences, amor... mientras más rápido lo admiras, más placer habrá. No te contenga conmigo, después de todo... yo existo por ti y para ti, yo estoy aquí para cumplir y complacer todas y cada una de tus fantasías, incluso las más perversas.
Su mirada lobuna me dejó desarmada. Me veía como un cazador a punto de engullir a su presa, a uno de sus platillos favoritos. Su cola lobuna se movía impaciente y emocionada y sus colmillos parecían querer clavarse más en mi piel. Tragué con dificultad pero él no esperó ni un segundo más, bajó la cabeza y subió una de mis piernas a su hombro y mordió la cara interna de mi muslo.
-¡Nhg! -solté en quejidos mientras seguía mordiendo.
Entonces bajó más y hundió su rostro en mi intimidad. Intenté apartarlo, presioné mis manos contra su cabeza para alejarlo de allí pero él agarró mi muñeca con fuerza.
-No intentes detenerme. No lo conseguirás.
-A..Allí no, está sucio -a él pareció darle porque ríe con ironía.
-¿Sucio? Si este es el lugar más limpio que he visto. Además, tu aroma natural está aquí... y te aseguro que hueles deliciosa, mi amor -jadeó antes de volver a hundir el rostro allí-. Y sabes igual de bien...
Gimió de placer mientras su lengua cruzaba por mis pliegues. Me arqueé y temblé por las sensaciones, mis alas se erizaron y se extendieron a mis lados. Eiden succiona mi intimidad pero sorpresivamente se abre paso en mi vagina con su lengua hasta adentrarla allí.
-¡M..Mhg! ¡J..Joder, Eiden...! Y..Ya no... sigas -estaba por volverme loca.
-¿Realmente quieres que pare ahora?
Sorpresivamente me toma por el brazo y me da la vuelta, mis alas caen a los lados y él lame el medio de mi espalda, empezando por la separación de mis glúteos hasta mi nuca. Se apoya en sus manos a mis lados y muerde y besa mis hombros.
-No lo creo -escuché que se quitaba la ropa inferior y antes de que pudiera mirar, algo duro presiona la entrada de mi intimidad.
-¡Huh! E..Espera, no lo met... ¡Mhmg!
Apreté mis puños en las almohadas cuando de una embestida metió su miembro.
-Mierda... -murmuré agachando la cabeza-. A..Al menos dime que ya es todo lo que va a entrar.
-Amor... eso fue solo la mitad -ríe contra mi oreja y lo saca lento para luego empujar de nuevo en mi interior-. Joder... estás tan bien, tan estrecha pero eso es lo mejor para sentirte.
-E..Eiden, duele... -solté con la voz llorosa sin poder controlarlo-. P..Por favor... para...
-¿Huh? -me sujeta la barbilla y me hace girar el rostro para verme.
Una lágrima resbala por mi mejilla y él la quita con su lengua, entonces besa mis labios con algo de dificultad pero dejándome sentir algo de ternura por su parte. Besó mis labios para calmarme mientras seguía empujando dentro de mí hasta meterlo por completo, se mantuvo inmóvil un segundo, esperando a que me acostumbrara a su tamaño.
-¿Mejor? -preguntó.
Solo pude asentir un par de veces, él volvió a besarme antes de posicionarse tras de mí, sujetó mis caderas pero aún no se movía.
-Puedo detenerme si es lo que realmente quieres... -comentó, lo miré por encima del hombro con una sonrisa irónica.
-¿No es ya muy tarde para eso? Está bien, Eiden... solo me ha dolido un poco pero estoy bien -suspiré apenada y me posicioné mejor sobre mis rodillas y codos-. P..Puedes seguir.
Me mira sorprendido pero no desaprovecha mis palabras. Besa mi espalda y empieza a mover sus caderas hasta golpearlas contra mi trasero, me hizo sobresaltar con la primera embestida. Mis alas se agitaron y él decidió agarrar una, haciendo que las sensaciones se hicieran más fuertes.
-De verdad son sensibles, eh...
-¡Hmg! -jaló mi ala a la par que volvía a embestirme.
Movió sus caderas en un vaivén, ocasionando la fricción de nuestros cuerpos, placentera y profunda. Mis gemidos no me permitían cerrar la boca ni un segundo, Eiden soltó mi ala y agarró mi cintura para hacerme golpear mi trasero contra él metiendo más profundo su momento que incluso creí que sus testículos igualmente entrarían en mí.
-¡A..Ah! ¡Eiden, oh, joder! -suspiré desesperada-. Más... por favor, Eiden. Más...
-Jm... al fin lo aceptaste.
Eiden cumplió mi pedido y golpeó mi interior aún más fuerte y rápido, agarró uno de mis brazos y lo jaló hacia atrás pero al no estar satisfecho decidió darme vuelta para verme al rostro. Apoyó mis piernas en sus hombros y él se posó en sus manos junto a mi cuerpo para mejor estabilidad.
-Te lo he dicho, tú necesitas a alguien que te de lo que realmente quieres... no lo que solo es suficiente.
De repente azotó una mano contra mi trasero haciéndome apretarlo con mis paredes vaginales, soltó un gemido que me hizo jadear cuando todo ocurrió, me miró sonriendo. Se agachó hasta alcanzar mis labios y morderlos, bajó por mi cuello hasta mis senos. Me aferré a su espalda y sin poder evitarlo clavé mis uñas en él.
-Mhm... Mi amor, Sarah.
-No puedo... ¡Mhg! No resisto más, Eiden -lo miré suplicante.
Él asintió comprendiendo, enredé mis piernas en su cintura y él volvió a aumentar el ritmo hasta que no pude contenerme y terminé corriéndome soltando un gemido lo bastante alto para resonar por la casa. Eiden igualmente se corre en mi interior, llenándolo de aquel espeso líquido tibio que me hizo sentir con la cabeza vacía. Estaba claro que esto era riesgoso, pero ahora mismo... lo dejamos pasar.
Mis piernas temblaban cuando él salió de mí, incluso pude sentir nuestros fluidos chorreando por mi intimidad. Observé a Eiden para saber qué ocurría con él pero lo vi admirándome, y sus ojos aún seguían opacos y su miembro seguía duro.
-Aún no hemos terminado, cuervito -me sonríe con malicia-. Te dije que lo haríamos hasta que ya no puedas correrte más. Planeo cumplirlo.
Madre mía...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro