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Capítulo 15

-Wau... estas son canciones geniales... los dibujos también son muy buenos, Sarah... -comenta Eiden asombrado mientras hojeaba las páginas, pasando lentamente una por una, sin perderse de nada.

-Supongo, creo que están bien -mencioné bajando la voz y apartando la mirada, pero pude sentir la suya sobre mí con confusión.

-¿Por qué lo dices? A ver, quiero oírte tocar una de estas canciones -pide.

-Pero yo... -su mirada era de emoción y claramente quería escucharme.

Bufé resignada, dudé un segundo pero terminé por agarrar mi cuaderno para ver y elegir una de las canción que tocaría, no tenía tantas pero sí para elegir.
Acomodé mi ukelele posicionando mis dedos en la primera nota y comencé a tocar la música.

-"Merrily we fall out of line, out of line
I'd fall anywhere with you, I'm by your side
Swinging in the rain, humming melodies
We're not going anywhere until we freeze

I'm not afraid anymore
I'm not afraid

Forever is a long time
But I wouldn't mind spending it by your side"

N/A: I Wouldn't Mind
De He Is We

Decidí terminar allí para no extenderme tanto y cuando volví a mirar a Eiden me sonrojé por su mirada apasionada, completamente fija en mí, estaba sonriendo encantado. Aparté la mirada nerviosa por su mirada y dejé el instrumento a un lado.

-Wau... -soltó-. Fue tan... Wau -repitió sin más palabras en su vocabulario por un segundo-. Asombroso.

-G..Gracias... -murmuré.

Ambos suspiramos y miramos al cielo por un momento cuando una bandada de aves cruzó por allí, adornandolo por un breve periodo de tiempo.

-Oye, Eiden... -llamé su atención.

-¿Sí?

Seguí mirando al cielo pero sentía su mirada en mí, yo jugaba con mis dedos teniendo un nudo en la garganta antes de preguntar lo que hace tiempo quería hacerlo.

-Cristal... me dijo que escribiste Fairytail para alguien... -comenté.

-Sí, lo hice -responde muy normal y con una sonrisa nostálgica que miré de reojo.

-¿Puedo saber a quién? Digo... sueno muy entrometida pero... como fan tuya... me da curiosidad -hablé riendo un poco por los nervios-. Aunque está bien si no quieres, no podría obligarte, yo... no quisiera incomodar.

-Tranquila, Sarah. Lo entiendo... y... lo hice para una chica que conocí en el bosque hace varios años atrás, cuando apenas era un cachorro.

-¿Te gustaba? -pregunté volteando a verlo. Él sonríe y mira el hacia abajo por un momento, no hizo falta una respuesta, su mirada lo dijo todo.

-Hasta ahora me gusta... -soltó con un leve sonrojo en sus mejillas.

Por supuesto que como fan y al tener un amor platónico hacia él... dolió, me hizo sentir una opresión en el pecho y la respiración se me había cortado. Pero... como ser humano que empatiza con los demás, claro que debía aceptarlo, pues tiene todo el derecho de amar a quien fuera.

-Ya veo... -suspiré sonriendo-. Entonces... espero que algún día puedas volver a su lado.

Él me mira un momento y sonríe agradecido pero también con otro sentimiento más complicado de entender. Ambos nos quedamos en silencio por varios minutos.

-¿Y qué sucedió con ella? -pregunté.

-Tuvo un accidente...

-¡Hm! -lo miré sorprendida y con lástima-. Yo... lo siento, Eiden, no me imaginé que pudiera ser eso... ¿Ella está...?

Ni siquiera podía preguntar, se me cortaba la voz de solo imaginar que alguien tan importante para él lo hubiera dejado así.

-No, no... Ella está bien -sonríe haciéndome sentir aliviada-. Solo que... perdió la memoria y se ha olvidado de mí.

-Lo siento... -murmuré.

Él me dedica una sonrisa nueva mientras yo no sabía qué más decirle. Volvimos a quedarnos en silencio, me acomodé mejor y apoyé la mejilla en mis rodillas, para mirarlo desde esta posición.

-¿Cómo era? -pregunté, pero inmediatamente me di cuenta de mi insistencia en su vida personal-. Estoy siendo muy curiosa, discúlpame.

-Está bien, no te preocupes.

Él sube la mirada hacia el cielo, recordando o imaginándola. Yo no sabía si preguntaba por simple curiosidad... o por querer saber cómo son las chicas que él gusta.

-Ella es... hermosa, valiente, aunque se deprimía fácil con un tema en específico... Es divertida, ama correr, solíamos competir todos los días y por eso nos peleábamos ya que yo le ganaba mayormente, pero también se molestaba si la dejaba ganar -suelta una leve risa por los recuerdos mientras que, al imaginarme todo, no pude evitar sonreír enternecida.

-Se escucha como una buena persona que aprecias de verdad -mencioné.

-Así es. Inclusive físicamente es tan diferente a las demás, es tan... sobrenatural.

-¿Cómo es?

-Pequeña -sonrió-. Le paso por una cabeza y media o dos... Cabello castaño, ojos dorados... con varios lunares que me vuelven loco, uno en el cuello y otro en el pecho que se notaba porque ama llevar remeras con cuellos en V -al empezar a describirla me hizo removerme en mi lugar, pues éramos muy parecidas.

Al nombrar los lunares, instintivamente llevé una mano hasta el de mi cuello y miré de reojo hacia mi pecho, con mi remera con cuello en V. Negué con la cabeza, pues no podía ser lo que pensaba... ¿o sí? No, no creo. No recuerdo ningún accidente. Solo son coincidencias... pero inclusive si así fuera, jamás olvidaría que mi artista favorito y amor platónico fuera tan cercano a mí desde siempre. No, definitivamente lo recordaría.

-Sarah...

Levanté la mirada, distraída por las dudas pero me sobresalté al tenerlo tan cerca y con una sonrisa divertida.

-No es una casualidad... -comentó.

-¿A..A qué te refieres? Y..Yo... -aparté la mirada, nerviosa-. N..No lo creo...

-Es la verdad. Dijiste que esperabas que esa chica y yo volvamos a estar juntos, pues ahora mismo... lo estamos -lo miré de nuevo, aún más sorprendida-. Esa niña que conocí y la mujer en la que se ha convertido, que hasta ahora no me recuerda, eres tú... lo supe desde el primer momento en que te vi.

Abrí los ojos de par en par y me quedé paralizada por la confesión. Estaba tan abrumada por esto que no podía pensar con claridad, ¿podía ser posible?
Me sujeté el cabello con una mano mientras sentía que mi corazón se aceleraba y en mi mente intentaba con todas mis fuerzas recordar...

-P..Pero yo... ¿Qué...? ¿Cómo...?

-Tu aroma es inconfundible, jamás lo he olvidado, y cuando vi tus ojos... volví a sentirme tan cautivado como la primera vez... -su mano fue hasta mi mejilla para acariciarla-. También creí que no podía ser verdad que te hubiera encontrado, pero todo fue igual, las sensaciones, aromas y tonos. Tu parte cuervo y que el no tener alas fuera un tema sensible para ti... lo conozco bien, porque ya me lo haz dicho y te haz desahogado conmigo antes.

-No... No lo recuerdo... -solté con las lágrimas en las esquinas de mis ojos.

-Es por el accidente... -suspiró con tristeza.

-Pero... tampoco puedo recordar haber tenido uno, nunca he estado en el hospital... ¿Cómo fue que nosotros nos conocimos?

-Fue una vez que te perdiste en el bosque por haber corrido después de que tu hermano te molestara por el tema de tus alas... Te encontré llorando y decidí acercarme.

Recuerdo que Jayd siempre me molestaba por no tener alas... pero eso solo lo sabía mi familia... no recuerdo habérselo dicho a nadie más.

-Luego de eso... nos acercamos más de lo que crees, pero nunca pude decirte como me sentía por miedo a tu rechazo y luego el accidente... pero nada ha cambiado, hasta el día de hoy... Te sigo amando, Sarah Rais.

Además del ritmo que ya llevaba mi corazón, este aumentó aún más al igual que el ardor en mi rostro. Bajé la mirada sintiéndome avergonzada de no poder recordar nada de esto, por más que lo intente.

-Siento no poder recordar... -murmuré cubriendo mi rostro con ambas manos.

-No te disculpes... no tienes la culpa.

Eiden me abraza para consolarme, haciéndome sentir tan tranquila, cálida y segura. Suspiré profundo aferrándome a él. Realmente quería recordar...

-Pero quiero hacerlo... ¿Cómo es posible que haya olvidado algo tan importante? No puedo aceptarlo.

-Por más que digas que lo haz olvidado, yo creo que no lo haz hecho del todo... ¿Recuerdas la noche de la cena? Me dijiste que no me fuera como aquel niño de hace años...

Volví a sonrojarme y apartar la mirada, pues pensé que todo había quedado en mis sueños.

-E..Eso... ¿Puedes olvidarlo? Fue vergonzoso -mencioné haciéndolo reír levemente.

-Pero es importante, aunque me dolió que pensaras que te abandoné cuando no fue así. Jamás he dejado de buscarte luego de que te mudaras de tu casa en el bosque. No creí que estuvieras tan cerca...

-Yo... Ese niño que mencioné, creí que solo fueron sueños repetidos y que no era real. Recuerdo que soñaba con ese niño muy seguido y que al final... siempre desaparecía. Jamás pude ver su rostro.

Miré que Eiden, contemplando sus facciones y viendo el lunar en su clavícula, algo que compartía con el niño de mis sueños. Rocé aquella zona sin darme cuenta, ocasionando que él se estremeciera.

-L..Lo siento -alejé mi mano tan solo unos centímetros, porque él me agarró y me acercó de nuevo.

-Está bien, puedes hacer lo que quieras.

Me sonríe y suelta mi muñeca, dejándome acariciar su piel... Me sonrojé levemente y finalmente aparté la mano.

-Quiero... que haya una forma de recuperar esos recuerdos. No es justo que tú sepas todo de mí y yo haya olvidado todo sobre ti, quiero volver a conocerte.

Su sonrisa se vuelve más amplia, sujeta mi mano y sorpresivamente besa mis nudillos con ternura.

-Puedo contarte todo lo que quieras, no importan ya los recuerdos perdidos. Hacer nuevos es lo emocionante.

-Bueno, supongo...

Suspiré profundo, no pude evitar más mis impulsos y salté sobre él para abrazarlo con fuerza. Había descubierto algo sobre mí que ni yo misma conocía, es escalofriante pero... tener a Eiden a mi lado me hace creer que puedo con todo.

-No te fuerces en recordar... no me gustaría que te preocupes por eso y te sientas mal -se separó para mirarme con cariño hasta apartar un mechón de cabello tras mi oreja.

-¿Por qué no me lo habías dicho? -cuestioné.

-No quería abrumarte con un tema como este, quería que te sintieras más cómoda conmigo antes de contartelo.

-Bueno... supongo que funcionó.

Sonreí al igual que él, ambos miramos a nuestro alrededor manteniendo un silencio cómodo entre los dos. Pronto decidimos acercarnos hasta terminar acostados el uno al lado del otro, hablando tranquilamente... tanto que incluso comencé a sentir sueño. Cubrí mi boca al bostezar, pero eso no evitó que Eiden notara mi cansancio, me atrajo hasta su cuerpo dejando acostada ni cabeza sobre su pecho para dormir a su lado.

-No quiero dormirme aún... -murmuré.

-Pero lo necesitas -sorpresivamente besa mi frente haciéndome sonrojar pero sonreír a la vez. No pude aguantar mucho más y terminé profundamente dormida.

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