-No pasó ni una semana y ya tu nueva canción es todo un éxito -suelta Cristal viendo las estadísticas de la nueva canción de Eiden.

-Era obvio que se haría viral -comenté sonriendo-. Es muy buena.

-Sí, lo es -Cristal me da la razón sonriendo y dejando su laptop a un lado.

-Gracias chicas, y me alegra, ¿saben? Porque temo que algún día no les guste alguna canción -suspira Eiden.

-No creo que eso llegue a pasar, ya llevas más de treinta y todas son un éxito -seguí.

-Tiene razón -me apunta Cristal.

Eiden sonríe agradecido y mira sus manos unidas sobre la encimera. Cristal se levanta de la silla y se estira suspirando.

-Bueno, debemos seguir trabajando -dice ella.

-Ay Cris, déjalo descansar un momento aunque sea -de repente Brad aparece de la nada junto a Maddy.

Estaba por entrar en pánico por su repentina aparición cuando recordé que él tenía una copia de la llave por ser el mejor amigo de Eiden desde ya mucho tiempo.

-Ya descansó la semana pasada -refuta Cristal.

-Fueron dos días -responde Brad.

-Hola, amigo -Eiden y él se abrazan como saludo y luego se separan para que Eiden salude a Maddy.

-En fin. ¿Qué hacen aquí? -pregunta Cristal.

-Pues, terminé todo lo que tenía para hoy así que estaba libre y pensé en venir a ver como estaban mis amigos y también... ver si querían ver algunas películas -Brad sonríe, esperando que aceptáramos las películas.

-Suena bien ¿podemos Cristal? -pregunta Eiden haciéndonos reír a nosotros, pues parecía un niño pidiéndole permiso a su madre.

-Tsk, bien... solo porque tu nueva canción fue un éxito -responde ella rodando los ojos.

-Hablando de... es verdad, estuvo muy buena. Quisiera tener esa inspiración -comenta Brad haciendo caminar a Eiden hacia la sala.

-Tus canciones también son buenas -opiné un poco tímida.

-¿Te gustan mis canciones? -pregunta Brad mirándome de inmediato.

-Pues... sí -me encogí de hombros.

Él se acerca a decirle algo al oído a Eiden, pero que todos pudimos escuchar.

-Planeo recuperar a la que debió ser mi asistente, es un aviso.

La mayoría reímos por ello, incluso Eiden quien le da un par de palmadas a Brad en el hombro.

-Lo siento, ya no se puede -responde él-. A no ser que ella quiera...

-¿Aceptas? -pregunta Brad mirándome emocionado.

Ambos chicos me miran expectantes, sabía que ahora estaba entre la espada y la parida y cualquier cosa que dijera sería como darle a alguien una pistola cargada, aunque fueran de balas de pintura... aún así esas cosas duelen un montón.

-Am... iré por algo de tomar -me excusé sonriendo, dándome vuelta para volver a la cocina.

Los escuché reír atrás de mi antes de ir a la sala y preguntarse por la película que verían. Suspiré profundo y agarré una botella de agua de la nevera, regresé donde estaban todos ya peleándose entre Brad, Eiden y Cristal por el género de película que querían. Maddy justo apareció con su celular, regresando del baño.

-¿De qué te gustan las películas, Sarah? -pregunta Eiden.

-Cualquiera está bien -respondí caminando hacia el sofá individual pero me detuve cuando Maddy se sentó allí.

No me molestaba, pues estaba tan metida en su celular que no se había dado cuenta de mis intenciones de querer sentarme allí. Así que solo lo dejé pasar y miré en donde podría sentarme. El otro sofá individual estaba ocupado por Cristal y justo vi que los dos chicos se corrieron un lugar más para dejarme sentarme en el mismo sofá que ellos. Aparté la mirada apenada y me senté en el espacio sobrante, una esquina junto a Eiden.

-Tsk... -solté sin darme cuenta por el dolor en mi espalda.

Me intenté hacer un masaje a mí misma mientras lo disimulada pero al parecer no lo hice muy bien.

-¿Hace cuánto tiempo que te duele la espalda? -Eiden pregunta mientras, sorpresivamente, posa sus manos en mis hombros, comenzando a hacerme un masaje bastante bueno.

-Pues... ha..hace unas semanas -comenté sonrojada y apenada.

-¿Ya fuiste al médico o algo? -pregunta.

-¿Por un dolor de espalda? No creo que sea tan grave como para necesitar ayuda médica -respondí.

Él solo se queda en silencio y sigue haciéndome un masaje mientras yo disfrutaba tanto de este momento, lo hacía tan bien... sus manos eran tan ágiles y buenas en esto que me estaba aguantando el soltar sonidos vergonzosos mientras los demás finalmente se decidieron por la película.

Yo estaba relajándome completamente gracias a Eiden, pero de repente, con ambos pulgares presiona unas zonas en mi espalda que sorpresivamente me hicieron estremecer y de no ser porque me mordí el labio habría soltado un gemido... ¡Hubiera sido la peor vergüenza de mi vida!

-¿Estás bien? -pregunta al haber sentido como me había contraído.

-S..Sí... sí, n..no te preocupes, y..y g..gracias... me ayudaste bastante -mencioné sonriendo agradecida y dándome vuelta hacia él.

-No fue nada -sonríe.

Pero su mirada pasa a algo en mi brazo, al seguirla con la mía noté que veía las marcas que me había dejado la herida que aquel lobo me había hecho. Aún no me curaba del todo pero ya la herida empezó a cicatrizarse. Bajé más la manga de mi remera para cubrirla y aparté la mirada. Ponerme una venda es molesto y habría sido más llamativo... dejarla así hizo que nadie se diera cuenta, hasta ahora.

-No es nada, en serio -murmuré, pues él seguía mirándome.

-He escuchado sobre que han vuelto, ¿qué hacías por allí? -hablábamos por lo bajo.

-Siempre voy allí, me gusta... Sé cuidarme, de verdad no necesitas preocuparte -lo miré esperanzada de que olvidemos este tema.

Eiden parece notarlo porque suspira profundo y asiente finalmente. Brad se levanta para apagar las luces como si tuviéramos una temática de cine en la sala pero nos trae a todos unas mantas aunque nosotros tres tuvimos que compartir la más grande.

Maddy da inicio a la película ya que era ella quien tenía el control remoto y todos prestamos atención a las escenas. Era entretenido y la tarde se nos pasó tan rápido... no conforme con una película hicimos un maratón de estas, viendo como siete películas en una tarde y para cuando me di cuenta, me estaba despertando por sentir que me quitaban la manta y el frío me azotaba.

-Hmg... -bufé.

Abrí los ojos siendo Brad acurrucado en el sofá con la manta enrollada por completo en su cuerpo, lo primero que vi; Maddy dormida en el sofá individual y Cristal estando igual en el otro. Suspiré adormilada, presionando el puente de mi nariz antes de volver a acurrucarme en el sofá, sin querer irme a casa aún. Ni siquiera me había preguntado porqué sentía tanta calidez debajo de mí, pero entonces sentí unos roces delicados en mis brazo que me hicieron reaccionar.

Abrí los ojos de par en par y me levanté apoyando mis manos en el respaldo del sofá para ver a Eiden sonriendo y manteniendo su dedo índice contra sus labios, indicándome que guardara silencio.
Me sonrojé, pues me di cuenta de que literalmente estaba encima de él, usando su pecho de almohada, aunque ahora me había separado, así que tenía mis manos a ambos lados de su cabeza.

Me levanté casi de un salto en silencio y le di la espalda mientras me estiraba el cuello y evitaba que me viera sonrojada. Suspiré y salí de sala, escuchando que él hacía lo mismo. Busqué mi abrigo y celular en la cocina.

-Tengo que irme -murmuré al verlo.

-Puedo acompañarte o llevarte si quieres -comentó.

-No, tranquilo, es tarde, mejor será que duermas o mañana querrás descansar todo el día -sonreí tratando de ocultar mi nerviosismo-. Pero gracias... Nos vemos.

Él suspira derrotado por el cansancio y mi insistencia y se despide igual. Salí de la casa colocándome mi abrigo y comenzando a caminar por las calles oscuras y tranquilas.