o c h o
La ansiedad me invadió en el momento que Kiara no llegó a esperarme cuando salí de santa inquisición-literatura llegando a hacer un drama en mi cabeza. Respiré profundamente y me animé a buscarla hacia tortura-química, puesto que a ella le correspondía estar en esa materia. Era de tener en cuenta que jamás habíamos coincidido en alguna clase en nuestra estadía en la preparatoria y si no fuera por el incidente del chicle quizás nunca nos hubiésemos conocido.
Así que bien, me asomé al salón de dicha materia, no imaginaba que pudiera encontrar algo que hizo encender una chispa incómoda de molestia.
El salón estaba vacío, salvo por Kiara y otra chica que conocía solo porque estaba en mi clase de asesino-historia, no estaban hablando, no estaban insultándose o por lo menos ignorándose... Ellas estaban besándose y ¡vaya que si lo disfrutaban! Tanto que Kiara se atrevía a manosear con esmero las piernas de su compañera.
No iba a quedarme como tonta viendo esa escena, di la vuelta para ir a los baños y me encerré en un cubículo, allí las lágrimas comenzaron a humedecer mi rostro y entre más recordaba esa escena, más me enojaba y así el llanto no cesaba.
Mi insomnio por pensar en el bienestar de Kiara al irme del pueblo había sido en vano, la chica con el cabello de honguito ya tenia con quién retozar.
Quizás estuve por media hora esperando que no se notara que había llorado verificando constantemente con el espejito que solía cargar. Escuché que entraron personas. Venían hablando y la vena chismosa se activó en mí, aun más cuando escuché que hablaban de la traicionera. Perdón, Kiara.
—Besa increíble, es capaz de hacer dudar a la persona más heterosexual del mundo —reconocí la voz de la lujuriosa, digo, la chica que se encontraba con Kiara.
—¡No me digas que ahora te vas a hacer su novia! —dijo una voz chillona.
—¿Como crees que voy a tener alfo enserio con una lesbiana? —cuestionó la primera de forma burlona.
—Ya que dices que te gustó sus besos.
—Sí, pero era por curiosidad, la tonta cree que soy la mujer de su vida.
Abrí la boca a causa de la sorpresa decidiendo poner más atención.
—Entonces, ¿que vas a hacer para que no siga creyendo eso?
—La voy a humillar en público —respondió de forma muy fría.
¿Qué tanto odio le tenían a una chica que no se andaba con cuentos con sus inclinaciones? ¿Tan mala era Kiara por querer a alguien de su mismo género?
—Bien pensado, Olga.
Torcí mi boca al escuchar ese nombre tan feo para mí, con razón tenía planes horribles en su cabeza.
Luego de un rato más aquel par se retiró del baño, escuché sus pasos y sus risas estúpidas alejarse. Salí del cubículo buscando a Kiara, por más que estaba molesta no permitiría que le sucediera una burla tan horrible.
Pero antes de encontrarla me autoregañé por haber llorado, no era como si ella fuera mi mejor amiga y ver esa escena me hubiera hecho sentirme traicionada. Ni siquiera la consideraba mi amiga... Apenas la conocía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro