『Treinta』 『y』 『uno』
Capítulo 31
Eres lo único bueno en mi vida
Canción del capítulo: Camila Cabello - Anyone.
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Capítulo final
La comida servida en la mesa con la televisión encendida en algún canal fue como un pequeño abrazo para ambos quienes sentían ese departamento más frío de lo normal. Luego de cocinar juntos la cena en total silencio y cambiarse de ropa por algo más cómodo se encontraban sentados en la mesa usando los palillos para servirse porciones. JungKook le sirvió un poco de jugo a su novia, mientras que Hye cortaba la carne con las tijeras sirviéndole tanto a chico como a ella misma, sus bocas se llenaron sin encontrarle sabor a la comida, incluso cuando estaba exquisita, sus mentes estaban enfocadas en otra cosa. HyeLin de reojo miró al chico frente a ella masticar con aire distraído, ni siquiera la veía.
—¿Encontraste un local?
—No. Hay algunas...opciones, pero son más costosas de lo que parece—tragó lo que tenía en su boca—Sé que NamJoon me apoyará económicamente, aun así no quiero abusar de esa ayuda.
—Entiendo.
—¿Qué hiciste hoy?—quiso usar esa conversación para calmar la tensión en sus hombros.
—Estuve caminando—se encogió de hombros—Por la mañana hablé con YouJin, dijo que estaba de regreso en Corea, me invitó a su casa...
—Deberías ir.
—Y hablé con HanNa.
—También hablé con ella hoy—comentó—Me preguntó por ti.
—Y a mí me preguntó por ti—ambos se miraron—Yo...he estado pensando...
—HyeLin—calló. Dejó los palillos en la mesa tragando con dificultad—No puedo.
—¿Qué cosa?
—Si te vas...esto terminará definitivamente, ¿Cierto?—las tontas lágrimas amenazaron con salir—Hay cosas de las cuales no sabes si luego te arrepentirás, pero esta es una de esas cosas que puedo asegurar con el corazón que me arrepentiré de haber hecho—su voz flaqueó un poco al final—No quiero dejarte ir.
HyeLin tomó su mano sobre la mesa dejando que la apretara con las suyas.
—Necesito tiempo—habló con cuidado—Hemos pasado por mucho...
—¿No se supone que eso nos debía hacer fuertes?, podemos buscar ayuda.
—Debemos sanar de manera individual, he pensado mucho estos días, lamento lo que te dije en Los Ángeles, tú también perdiste mucho y sé que incluso cuando intentas empezar de cero con el negocio no ha sido sencillo—acarició su mano. JungKook bajó la mirada a ese contacto con ojos llorosos, estaba intentando aferrarse con fuerza, pero aun así parecía no ser suficiente—Te amo, no mentí en eso. Y...—Hye miró sus anillos conteniendo con dificultad sus lágrimas—Reconozco todo lo que has hecho por mí. No hay peligro cerca, no debes protegerme en este momento, quiero protegerme yo misma y ese proceso debo hacerlo sola.
El silencio se hizo eterno, JungKook no se movió ni un centímetro, sus hombros temblaron mientras sorbía por su nariz. HyeLin se levantó de su silla soltando la mano de su novio, rodeó la mesa sin esperar que el chico abrazaría su cintura recostando su cabeza en su pecho sollozando como un bebé. La castaña lo rodeó con sus brazos dejando caer sus lágrimas también, se aferraron al otro manteniendo ese silencio, era la conversación que tanto había evitado tener.
—Lo siento mucho—lo escuchó decir cuando el llanto lo dejó hablar. Hye tomó su rostro entre sus manos limpiando sus mejillas, sus ojos estaban hinchados y su nariz roja—Te fallé, Hye. Lo siento tanto, soy...terrible.
—No, nunca me fallaste—besó su frente abrazándolo. Tomó asiento en sus piernas dejando que JungKook se aferrara a ella—Fuiste el único en luchar por mí hasta el final, hiciste lo que nadie había hecho por mí—recostó su cabeza en su hombro—Fuiste un buen esposo falso, Jeon JungKook.
Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios siendo sustituída en segundos por los sollozos de nuevo. A Hye le rompió el corazón escucharlo así.
—No quiero perderte.
—Tomemos una pausa por un tiempo, ¿Sí?—JungKook secó las lágrimas de ella también un poco tembloroso—Cuando haya sanado y me sienta lista para enfrentar el día a día...iré a verte, ¿De acuerdo?—el chico la abrazó sollozando. Aparentemente, después de todo, si estaba soltándola poco a poco.
—Te amo mucho, Shin HyeLin. No olvides eso nunca.
Hye acarició su mejilla buscando su mirada. Depositó un corto beso a sus labios sintiendo el sabor de sus lágrimas mezcladas con las de su novio.
Su ex novio.
—Te amo mucho, Jeon JungKook. No olvides eso nunca.
JungKook despertó en la cama luego de varias semanas durmiendo en el sofá. Se había quedado dormido aferrado a HyeLin sintiendo sus caricias en su cabello mientras su corazón latía cerca de sus oídos, se levantó somnoliento haciendo su rutina en el baño y al salir de la habitación encontró a la castaña con dos bolsos en el sofá junto a una maleta.
—Iba a esperar que te despertaras—la escuchó decir. JungKook se acercó despacio hasta detenerse a pocos metros de ella—Hablé con YouJin luego de que te quedaras dormido anoche, ella me ayudará un poco por el momento.
—¿Te ibas a ir sin avisarme?
—No, iba a esperar que te levantaras—corrigió—Debo pedir un taxi...
JungKook tomó sus manos quedando frente a frente. Ambas miradas se conectaron por unos minutos.
—Prométeme que...vas a cuidarte, vas a dedicarte a sanar, a pensar, a...pensar en ti de ahora en adelante y...que no vas a olvidarme.
—Te prometo que no te olvidaré—sonrió un poco—Prométeme que vas a enfocarte en tus cosas, que dejarás de preocuparte por mí y te enfocarás en tus proyectos.
—Lo haré.
En uno de los dos bolsos del sofá, Hye tomó un sobre blanco pequeño, se lo entregó a JungKook quien confuso lo miró.
—Es una pequeña colaboración para tu negocio.
—No puedo...
—Fuimos esposos por un tiempo, se supone que debo dividir ese dinero entre los dos, ¿No?—intentó jugar con él.
—Es dinero de la venta de tu casa...
—Y por ser mi dinero decido darte esta parte—volvió a extenderlo a él—Eres un buen tatuador, sé que esto te ayudará a conseguir el local que quieres.
El chico lo aceptó no sin antes abrazarla. Quería hacerlo las veces que pudiera, porque luego de eso pasaría mucho tiempo sin verla.
—Te extrañaré, Hye.
—Y yo a ti—susurró sin soltarlo.
Escribir esta escena me puso un tanto nostálgica por toda la historia de ellos. El próximo es el epílogo.
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