Canción del capítulo: Lady Gaga - The Cure

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Capítulo 9
Entre él y yo

Habían subido a diferentes juegos del parque pasando la mañana de esa manera, HyeLin comenzaba a olvidarse de los problemas que tanto la preocupaban y atormentaban, había recibido un mensaje de YouJin felicitándola en su día prometiéndole darle su regalo luego. Después de la diversión en el parque caminaron debajo del muelle donde el agua dejaba la arena húmeda, tanto JungKook como Hye llevaban sus zapatos en la mano mientras comían unos hot dogs con algunas salsas, los favoritos del chico. HyeLin lo miró comer frunciendo de vez en cuando el ceño, como si estuviera molesto, pero cuando esto pasaba significaba que la comida era buena. Un gesto típico en JungKook.

—Intenta comer sin hacer ningún gesto—retó.

—¿Qué?—sus mejillas estaban llenas mientras masticaba.

—Cuando comes haces muchos gestos—señaló dando un mordisco a lo que quedaba de su hot dog—Te reto a mantener un rostro neutro mientras lo haces.

—Ya—JungKook iba a quejarse y ella usó la excusa perfecta del día.

—Es mi cumpleaños.

Entrecerró sus ojos un tanto incrédulo, Hye sonrió con inocencia encogiéndose de hombros. JungKook dio un mordisco final a su hot dog usando la servilleta para limpiar su boca y sus manos. Se sintió un poco cohibido con la mirada intensa de la castaña, HyeLin se echó a reír cuando fue inevitable para él no fruncir el ceño. JungKook negó con la cabeza arrojando esa servilleta a un pequeño cubo de basura que había cerca, su teléfono vibró con un mensaje de parte de HanNa diciendo que ya podían volver.

—¿Lista para ver una película?—ante su pregunta no hubo respuesta. Miró hacia Hye quien miraba el mar con aire pensativo, cómo detestaba cuando esa inquietud insistía en atormentarla, odiaba que en un segundo estuviera riendo genuinamente y al otro estuviera preocupándose de la realidad, HyeLin estaba apoyada de uno de los troncos que servía como base del muelle, aunque por fuera pareciera serena, JungKook sabía que estaba luchando consigo misma como siempre hacía. Se acercó a ella rodeando su cintura con un brazo como muchas veces hacía—¿Te sientes bien?

—¿Mmm?—parpadeó varias veces volteando a verlo—Sí. ¿Decías algo?—forzó una sonrisa.

—¿Quieres ver una película conmigo en nuestra cita/regalo de cumpleaños?—bromeó tomando su mano.

—¿Sabes que me gustan esos clichés de las citas?—entrelazó sus dedos—Es lindo y romántico cuando las luces están apagadas, finjes enfocarte en la película, pero estás nerviosa por la persona que tienes al lado...

—Vaya, vaya, a Shin HyeLin le gusta lo cliché.

—No te burles—golpeó su brazo.

—¿Sabes que cuánto más me golpeas más me enamoro?

—¿Qué?—un poco desconcertada lo miró como si estuviera loco—Eso es tóxico.

—Tu amor me infectó, señora Jeon.

—¡Ugh!—odiaba y amaba cuando JungKook se ponía en ese plan juguetón. Le causaba cringe, aunque al mismo tiempo era gracioso, cuando intentó escaparse la cargó haciéndola chillar haciéndole creer que la lanzaría al agua. Tenerla en brazos como una bebé mientras reía nerviosamente...era hermoso—Si se te ocurre arrojarme al agua te olvidas de nuestra cita—amenazó.

—Cierto, no nos dejarían llegar al cine todos empapados—chasqueó la lengua—Mis planes se arruinaron.

—Tonto.

—Tonta—imitó su tono.

Hye depositó un beso a sus labios que él alargó por unos minutos. La sostuvo en sus brazos con firmeza y ella jugó con sus dedos en su nuca siendo un beso dulce, juguetón e inocente. Estaba logrando eso de distraerla.

Hye tomó una de las palomitas de maíz llevándola a su boca. La sala del cine estaba un poco llena principalmente de la mitad hacia abajo, para evitar tanta gente le había pedido a JungKook que se sentaran en una de las últimas filas, al parecer era de las favoritas de las parejas, cuando tomó asiento contó como cinco parejas entre esa fila y la de abajo, miró al chico escribir en su teléfono teniendo curiosidad.

—¿NamJoon te escribió?

—No, es otra cosa.

—¿Qué cosa?—frunció el ceño tomando otras palomitas.

—HanNa quería saber donde estamos—mintió. Era él quien estaba diciéndole donde se encontraban y que le avisaría cuando estuvieran en casa.

—¿Acaso me espera una sorpresa en casa?—lo observó mientras masticaba.

—No.

—Eso significa "sí".

—Ya...

—Shh, la película empezará—lo calló. JungKook rodó los ojos ante la interrupción, habían escogido una película de acción para mantenerse pegados a la pantalla. Principalmente Hye no quería nada romántico, durante unos minutos estuvieron concentrados en la película, las palomitas fueron escaseando cada vez más hasta llegar a su fin junto a los refrescos, las golosinas constaban en algunas papas, gomitas, chocolates o caramelos.

Fue una escena de la película en específico que derrumbó el buen humor de la castaña, en dicha escena, el protagonista perdía a su familia en un accidente, su mente le hizo pensar en su madre, ese temor, esa inquietud y ansiedad intentaron atacarla. JungKook lo había notado por la forma en que sus labios se apretaban y sus ojos perdían el brillo que le gustaba ver en ellos.

Con su mano cubrió sus ojos tomándola desprevenida. Antes de que intentara alejarlo susurró en su oído:

—Abre la boca.

—¿Qué...?

—Sólo obedece, testaruda.

Un poco desconcertada por eso obedeció. JungKook acercó algo a su boca y ella lo mordió, el sabor dulce lo reconoció de inmediato. Una sonrisa se dibujó en sus labios manchados de crema, cuando le quitó la mano de los ojos identificó el pastelillo cremoso en la mano del chico. Ese lindo brillo volvía a sus ojos.

—¿Cuándo lo compraste?—lo aceptó relamiéndose los labios.

—Siempre los consigo si estoy contigo, lo compré cuando fuiste al baño y me quedé comprando las palomitas—la miró darle un mordisco más grande causándole gracia, parecía una niña con su juguete favorito—Últimamente los consigo con mucha crema...

—Me encantan cuando son así.

El chico sonrió divertido inclinándose hacia ella, tomó su barbilla limpiando el resto de crema de sus labios con su propia boca siendo muy...seductor repentinamente. Hye por un momento no supo que hacer con sus manos aunque si correspondió ese beso disfrazado encontrándolo dulce, tan dulce como el pastelillo. Su boca se movía al mismo tiempo que la de JungKook, éste parecía devorarla de una manera sutil, le hizo sentir cosquillas en el estómago, como si la chispa que se creía perdida hubiera aparecido en ambos de nuevo.

Hye jadeó al intentar alejarse y no conseguirlo, JungKook no quería soltarla literalmente. Sólo fueron escasos minutos para que las respiraciones se dispararan, HyeLin mordió su labio inferior específicamente donde su piercing se encontraba, el chico se quejó tocando su labio y ella tragó con dificultad. ¿Qué había sido ese beso tan...intenso?

—Hace mucho que no me mordías así.

—Hace mucho que no me besabas así, ¿Querías comerme o devorar el pastelillo?

—Ambas. ¿Me dirás que no te gustó?

El calor se apoderó de sus mejillas, no por vergüenza, sino porque le había encantado por completo.

Cuando volvieron a la casa eran pasada las tres de las cuatro de la tarde, JungKook le ordenó cerrar sus ojos, suponiendo que algo así pasaría obedeció dejándose guiar por él. Escuchó los pasos del chico para cerrar la puerta, fue entonces que escuchó su aviso de abrirlos. Hye encontró la sala de la casa totalmente decorada de globos y serpentinas, una sonrisita divertida se dibujó en sus labios por las letras que decían "Feliz cumpleaños, Hye", su mirada fue a una caja en la mesa del comedor, se acercó con curiosidad decidiendo abrirla, su sonrisa apareció al ver varios pastelillos en círculos formando así la forma de un pastel. Era un gesto tan lindo para ella, JungKook había pensado en todo.

—Feliz cumpleaños, Hye—colocó otra caja en la mesa. Ésta era más grande—Es un regalo de HanNa, me repitió muchas veces que no olvidara dártelo.

—Debería estar aquí, después de tanta ayuda...

—La invité, pero prefiere dejarnos solos—lo miró—Úsalo en nuestra cena.

—¿Usarlo?—eso le dio una idea de lo que podría ser.

Detalles ^^