『Diecisiete』
Capítulo 17
No existe razón ni lógica
HyeLin salió del aeropuerto guardando su pasaporte falso en el bolso. No se sentía nada contenta al estar de regreso, al contrario, su incomodidad y odio aumentó más, la castaña miró los taxis que eran tomados por los pasajeros que llegaban o salían del aeropuerto, paseó la vista por el estacionamiento distinguiendo un hombre indicarle que se acercara. Ya sabía de parte de quien, obedeció con la frente en alto subiendo a aquel auto negro, la duda o el miedo no la invadieron ni por un segundo, era como si estuviera totalmente segura de lo que haría. El camino se hizo corto para ella al estar perdida en sus pensamientos, su mano se aferraba con fuerza a la correa de su bolso. Cuando bajó del auto notó que no era la casa de JaeWang, estaban en el puerto, específicamente en una de las costas, varios búnkers se encontraban de distintos colores, uno más nuevos que otros, Hye no entendía que hacía allí.
—¿Qué es esto?—preguntó al hombre que la había llevado.
—Sígame.
Obedeció todavía confusa siguiendo sus pasos. En un búnker rojo y oxidado se encontraba custodiando la puerta dos hombres, grandulones como el conductor. Hye cubrió su nariz ante el olor desagradable, los dos bombillos se le hicieron familiar, al entrar reconoció el cuerpo en el suelo con el disparo en la cabeza, el olor era debido a las horas que tenía allí.
—Mamá—se acercó sin dudarlo. Sus manos temblaron sin saber donde tocarla, aquel agujero en su frente con la sangre seca no era nada bonito—Lo siento, lo siento—no pudo tocarla. En su lugar, llevó sus manos a su pecho sintiendo ese dolor de nuevo.
—Sabía que querrías verla—aquella voz que tanto odiaba y que no escuchó por un año volvía a aparecer—Me pareció buena idea traerte aquí, ¿Te gustó mi regalo, HyeLin?
La castaña cerró los ojos de su madre con mucho cuidado rozándolos con su mano, se levantó con un ligero mareo por tantas emociones en un segundo. JaeWang estaba allí con una estúpida sonrisa, no había cambiado nada, seguía luciendo igual mientras que ella debía vivir con miedo e inseguridad. Lo miró acercarse uniendo sus manos detrás de su espalda, chasqueó la lengua al ver a su madre así.
—No te preocupes, no sufrió, después de todo solía ser una puta en su juventud, ¿No?
Hye golpeó su mejilla en una fuerte bofetada que se escuchó con claridad. Aquella sonrisita estúpida se dibujó en sus labios, estaba disfrutándolo.
—Voy a matarte—aquellas palabras cargadas de odio parecían ser una promesa.
—¿Enserio?—a él no parecía importarle—Bien, pero antes de hacerlo te llevaré con el mayor mentiroso de esto, el verdadero culpable de la muerte de tu madre.
—Lo tengo justo frente a mí en este momento.
—No, yo soy el segundo, el primero es nuestro amigo Kim NamJoon, ¿Lo olvidas?, te mintió en algo tan delicado como tu madre. Ahora entiendo porque no apareciste, ya me había decepcionado de ti, Hye—fingió alivio. Intentó tomar su muñeca y ella retrocedió.
—No me toques. Llévame con NamJoon.
Y esa imagen destrozada, pero dominante de la castaña le encantaba.
Estar en casa de JaeWang no la hacía sentir mejor. Kim NamJoon se encontraba en el sótano de la casa sentado y atado a una silla. HyeLin pudo verlo mejor cuando JaeWang encendió la luz, el sótano era amplio, habían algunos objetos que se notaban viejos u oxidados, NamJoon tenía una herida en su cabeza, un hilo de sangre fresca iba desde su frente hasta su mejilla, tenía un pañuelo en su boca.
Nam estaba inconsciente.
—Oye, tienes visita—JaeWang dio golpecitos a su mejilla. Hye se mantuvo distante observando sin expresión alguna aquella imagen—Tal vez fui duro jugando con él—le hizo una seña a uno de sus hombres. El sujeto se retiró unos segundos y al volver entregó un vaso con agua a JaeWang, éste arrojó el líquido al rostro de Nam quien se quejó un poco cayendo en sí—¡Eso es!, nuestro gran amigo NamJoon despertó—aquella ironía y diversión sobraba en su voz.
El chico se sintió un poco mareado, su cabeza dolía atormentándole. Su visión se hizo más nítida identificando a HyeLin, ¿Qué hacía ella ahí?, se suponía que debía mantenerla lejos de ese tipo. El moreno tuvo más inquietud al no ver a JungKook allí. Era mucho peor si ella estaba sola. HyeLin por su parte, tenía una expresión muy neutra, aunque sus ojos mostraban todo el dolor que estaba sintiendo, fue sencillo saber lo decepcionada que estaba.
—Déjame sola con él.
—¿Estás segura?—JaeWang la miró—¿Sabes?, confiaré en ti, dudo mucho que ayudes al culpable de la muerte de tu madre—pasó junto a ella no sin antes susurrar en su oído—Recuerda que es el principal culpable.
HyeLin esperó escuchar la puerta del sótano indicando que estaban solos. Se acercó a NamJoon liberando su boca de aquel pañuelo, lo bajó a su cuello permitiéndole hablar.
—No debías venir aquí—en su voz notó preocupación—¿Estás sola?, ¿Dónde está JungKook?
—¿No consideraste un segundo en las consecuencias de no ayudar a mi madre?
—Intenté ayudarla, Hye—respondió al instante—Iba a ayudarlos a los tres, pero ella dijo que sólo te atrasaba y que merecías vivir...
—¿Vivir feliz?—interrumpió—¿Crees que viviría feliz sabiendo lo que ocurre aquí?
—Ella sabía que te hizo sufrir muchas veces.
—No significa que me alegraría por su muerte.
—Lamento esto—y lo decía enserio—Lamento que haya terminado así...
—Me prometiste que la rescatarías—bufó—No me importa si cumplías su promesa, debías sacarla también de aquí.
—¿JungKook sigue en Los Ángeles?—la miró tomar asiento en las escaleras. Debajo de sus ojos sus ojeras eran algo visibles—JaeWang lo quiere muerto aún. Si viniste sola, sabe que él vendrá a buscarte.
HyeLin colocó sus brazos sobre sus piernas inclinándose hacia adelante.
—Conociste a Kwon MinSoo, ¿No?
—Está trabajando con JaeWang.
—Lo sé. Su familia está en peligro también. Quiero terminar esto y pienso terminarlo.
—¿Qué?
No iba a darle detalles allí.
—¿Qué te pasó aquí?—señaló el área de la herida.
—Un golpe con el mango de la pistola.
—¿Desde hace cuándo estás aquí?
—Desde tu cumpleaños—admitió—JaeWang...me mostró el vídeo luego de que esos hombres lo hicieran—Hye bajó la mirada. Esa impotencia volvía a dominarla—Su salud no estaba muy bien. Sabía que estaba en desnutrición...—notó sus manos convertirse en puños—Le dije a JungKook que no te contara nada, debíamos mantenerte lejos de aquí.
—MinSoo dijo que estamos solos en esto, sus superiores apoyan a JaeWang—hizo un esfuerzo por mantener calma en su voz, a Nam le preocupaba que ella estuviera conteniendo tanto—La única forma de acabar este espectáculo es asesinándolo. ¿Sabes?, me he preguntado, ¿Por qué este hombre se obsesionaría a tal punto conmigo?, no necesito respuesta, las personas como él no necesitan una lógica—miró al chico—Voy a asesinarlo, NamJoon. Cuando eso pase no me importa salir lastimada.
—Piensa lo que dices...
—No sé si JungKook vendrá, tiene miedo de que lo detengan.
—Vendrá, lo conozco. Eres muy importante para él.
—Lamento que te hayan involucrado en esto—se levantó. Se acercó a él colocando el pañuelo en su boca de nuevo—Pero no puedo perdonarte por lo que hiciste—le dio la espalda alejándose. Subió las escaleras saliendo del sótano, cerró la puerta detrás de ella respirando profundo.
Debía encontrarte el momento perfecto para asesinarlo. Debía encargarse ella misma de ese hombre que la ha arruinado tanto o más que su propia madre. Estaba harta.
Caminando hacia la sala se detuvo escuchando algo quebrarse. Despacio se acercó identificando una voz femenina, volverla a ver la hizo sentir extraña. Se apoyó de la pared mirando la escena, la mujer de cabello largo tenía su rostro lleno de lágrimas, estaba fuera de sí.
—Murió por tu culpa—apuntó. JaeWang ni se inmutó, éste se encontraba de espaldas a Hye—¡Murió por tu culpa, hijo de puta!
—No, murió por culpa de ese tratamiento. ¿Acaso era su doctor?
YoungOk golpeó su rostro en una bofetada.
—Era mi hijo, era mi bebé, era lo más preciado de mi vida y lo único que me motivaba a seguir.
"Cierto, ella tenía un hijo, JungKook me lo dijo"
—¿Entonces ahora qué?—el chico ladeó su cabeza de lado a lado caminando por la sala—¿Vas a devolverle el negocio a tu ex novio?, ¿Después de lo que le hiciste crees que tu hijo merecía vivir siquiera?
YoungOk iba a golpearlo, JaeWang le devolvió dicha bofetada tumbándola en el sofá. Su rostro era serio además de inexpresivo, todo eso era normal para él. La chica lo miró con odio.
—Dijiste que pagarías su tratamiento siempre y cuando hiciera lo que querías—el hombre rodó los ojos—Seguí entregando la droga por ti, arruiné la vida de un buen hombre por ti, ¡Entré a un mundo que no quería por ti!
—¿Dejarás de gritar o debo callarte?—levantó su mano amenazándola—Nunca hiciste nada de eso por mí, lo hiciste por tu hijo y es gracioso que ahora llames a tu ex "buen hombre" cuando decías no soportarlo.
—Asesinaste a mi hijo.
—Por favor, YoungOk, no seas estúpida.
—En el hospital dijeron que no pagaron su tratamiento.
—¿Y por qué no lo hiciste tú?—levantó una de sus cejas. Sonrió con burla conociendo la razón—No sabes administrar un negocio, esa tienda de tatuajes está en bancarrota, mi mercancía sale afectada, tú pierdes ese negocio y es pérdida para mí también—tomó un puñado de su cabello obligándola a levantarse—No te hagas la víctima, esto es lo que pasa cuando no cumples tu palabra, ve a llorar a otro lado, madre del año.
Creo que este tipo de personas como JaeWang no necesitan una razón del porque hace tal cosa, son personas tan...dementes que simplemente actúan y ya.
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