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『Cuatro』

Capítulo 4
Una nueva trampa

MinSoo tenía varios días escuchando a sus dos superiores murmurar cuando estaban a solas. Había tenido curiosidad sobre Shin HyeLin tomando el riesgo de ir a la dirección que indicaba sus antecedentes, la joven no tenía nada que manchara su nombre, cuando preguntó a sus compañeros algunos la recordaron por siempre acompañar a su madre cuando la atrapaban bajo la influencia del alcohol. Tocó el timbre de la casa sin saber bien lo que diría cuando esa chica lo recibiera, era muy seguro que no lo recordaría. ¿Sería exagerado recordar el nombre de una chica que vio un par de veces en el supermercado?, despejó su mente tocando de nuevo.

—No hay nadie en esa casa, muchacho—una anciana que pasaba por allí se detuvo a decirle. El detective Kwon se acercó un poco decepcionado.

—Disculpe, estoy buscando a Shin HyeLin. Me dijeron que vive aquí...

—La casa fue vendida hace dos meses. La chica que buscas ya no vive aquí.

—¿Sabe dónde puedo conseguirla?

—No, lo siento.

—Gracias—forzó una pequeña sonrisa. Regresó a su auto entre aliviado y extrañado, la curiosidad seguía allí presente en él. Algo le decía que no se detuviera, su teléfono comenzó a vibrar con una llamada, el nombre de uno de sus superiores apareció—¿Sí, señor?—respondió al colocar el alta voz.

—Acabo de enviarte una dirección por mensaje. Ve allí, te están esperando.

—¿Qué?—la llamada finalizó dejándolo confuso. ¿Había escuchado bien?—¿Qué es esto?—colocó la dirección en el GPS sin entender nada.

Aquella casa era grande, lujosa y extravagante. Demasiado para MinSoo quien prefería lo sencillo. En el portón que parecía ser nuevo por lo impecable que se veía un hombre lo recibió asomándose en su ventana.

—Hola, soy el detective Kwon MinSoo, me dijeron que...

—El jefe lo está esperando—asintió. Abrió el portón permitiéndole el paso, no sabía que esperar de todo eso, si su superior lo enviaba allí debía ser por algo. El auto lo dejó frente a la casa, bajó del vehículo caminando hacia la entrada, había demasiada seguridad en esa casa. Esa seguridad lo estaba poniendo nervioso.

La ama de llaves le dejó entrar, mientras la seguía escuchaba sus pasos en la cerámica. Su cuerpo estaba tenso, ¿Qué hacía allí exactamente?, miró los cuadros en las paredes y algunos objetos que servían de accesorios. La mujer le abrió la puerta permitiéndole el paso, MinSoo entró a la oficina totalmente perdido.

Había alguien sentado detrás del escritorio.

—Detective Kwon, el señor Bae me comentó que ha estado interesado en el caso de Shin HyeLin—MinSoo escuchó la puerta cerrarse detrás de él. El hombre del escritorio se levantó subiendo las mangas de su suéter hasta sus codos—¿Quiere algo de beber?—ofreció señalando el mini bar de la esquina.

—¿Quién es usted?

—Cierto, que descortés de mi parte, soy Lee JaeWang—lo vio servir aquel líquido dorado en dos vasos pequeños—Le dije al señor Bae que me ocuparía de su curiosidad.

—No sé de que está hablando...

—Vamos, detective, no tiene que mentirme—le entregó el vaso—No me gustan las mentiras. Sus superiores me dijeron que podría ser útil para lo que necesito—tomó asiento en uno de los sillones—Póngase cómodo.

MinSoo obedeció sin beber nada. Dejó el vaso en la mesa de centro un poco desubicado.

—¿Cómo conoce a Shin HyeLin?

—Estuvo investigando sobre ella, ¿No es así?—JaeWang bebió un trago cruzando sus piernas. Tenía un reloj de oro en una de sus muñecas, su cabello era extremadamente corto, al estilo militar. El detective miró esos anillos en sus dedos—Sus superiores notaron ciertas actitudes en usted, ¿Ha conseguido algo sobre la chica?

—¿Qué?—parpadeó varias veces. ¿Por qué estaba preguntándole eso?—¿Es usted quien está buscándola?

JaeWang sonrió ante su "descubrimiento"

—Hagamos un trato, detective Kwon. Consígame a la chica y yo le pagaré por su trabajo, podría ganarse un aumento en su empleo.

—¿Por qué está buscando a HyeLin?

—Tiene una cuenta que pagar conmigo.

A MinSoo no le convencía todavía.

—Lo siento, no puedo ayudarlo—se levantó.

—Usted tiene una familia—bebió otra vez—Vive en el vecindario de sus padres después de que su prometida se arrepintiera unos días antes de su boda—el chico volteó a verlo—Sería triste que sus padres se vieran afectados por su decisión, ¿No lo cree?

—¿Está amenazándome?

—Sólo estoy advirtiéndole—se encogió de hombros.

—Manténgase lejos de mi familia.

—Lo haré—asintió. Sonrió levantando su cabeza para verlo—A cambio, quiero que me ayude a encontrar a Shin HyeLin.

—Estoy seguro que el señor Bae lo ayudará.

—La diferencia es que usted es más cercano a ella, ¿No?—le sostuvo la mirada—¿Por qué otra razón se interesaría en ella, detective Kwon?—bebió el último trago—Dígame, ¿Cómo conoció a Shin HyeLin?

Todavía era de noche cuando JungKook comenzó a despertar. HyeLin dormía a su lado dándole la espalda, su respiración era calmada y profunda. El pelinegro se incorporó restregando sus ojos con sus manos sintiendo su garganta algo seca, se colocó de pie dirigiéndose a la puerta, salió de la habitación dejando ésta entreabierta. Todas las luces de la casa estaban apagadas, al llegar a la cocina no dudó en encender una de ellas, abrió el refrigerador sirviéndose un poco de agua en un vaso de cristal, apoyó sus codos en el mesón de mármol sin saber como le diría a Hye sobre la situación de su madre.

Era consciente que mentirle no estaba bien, mucho menos en algo tan delicado como ello. También era consciente que si Hye volvía a Seúl, él no podría irse con ella. NamJoon tenía razón, lo detendrían en cuanto tocara el suelo del aeropuerto. ¿Acaso por un momento podían vivir en paz sin tanto drama y peligro?, si hubiera hablado a la chica antes de conocer a YoungOk ese desastre no estaría pasando. Posiblemente si mayor preocupación fuera conquistar a HyeLin poco a poco enfocándose sólo en sus sentimientos. En su mente se veía tan agradable esa imagen de un JungKook risueño comprando flores para su novia o detalles para que se sintiera segura en una relación con él.

—Maldito JaeWang—bebió el agua del vaso negando con la cabeza. Lo que Hye había dicho era cierto, sólo si ese tipo muriera ellos estarían en paz.

Cuando dejó el vaso en su lugar dio un respingo al escuchar un grito venir de arriba. HyeLin estaba gritando. Salió corriendo subiendo de dos en dos los escalones, empujó la puerta viéndola sollozar dormida.

—Hye—se acercó sentándose a su lado. Movió sus brazos intentando despertarla—HyeLin, es una pesadilla, no es real.

Le tomó unos minutos a la castaña caer en la realidad. Su respiración era agitada en ese momento, sus mejillas estaban pegajosas por las lágrimas, JungKook se encargó de secarlas con sus pulgares bajo su triste mirada.

—¿Dónde estoy?—se veía muy desorientada. Tampoco era la primera vez—JaeWang está aquí, ¿Cierto?, viene por nosotros, lastimará a mi madre.

—Oye, oye—tomó su rostro entre sus manos—Nadie está aquí. Sólo estamos tú y yo, respira—besó su frente—Tuviste un mal sueño, eso es lo que pasó.

Se acomodó a su lado permitiéndole recostarse en su pecho como siempre. Acarició su espalda dejando encendida la luz en la mesa de noche, HyeLin aferraba una de sus manos a la camisa del pelinegro, tomó ésta con cuidado acariciando su dorso. Estaba temblando.

—Estoy cansada de esta situación.

—Lo sé.

—¿Qué te dijo NamJoon?—levantó la mirada hacia su rostro—¿Sabe algo de mi madre?

"Odio sentirme entre la espada y la pared"

Pensó él.

—NamJoon está en eso.

—Siempre está en eso.

—Sacarla de allí no es sencillo con JaeWang teniendo vigilancia todo el tiempo—le recordó. No le gustó como sus ojos contenían las lágrimas—Hye...

—¿Y si no debimos salir nunca de Seúl?, ¿Y si debemos volver?

—¿Qué?

—No puedo seguir sin hacer nada.

—¿Y te parece que yo sí?, estoy volviéndome loco con tantas cosas en la cabeza e intento controlarme porque no gano nada enloqueciendo—esta vez fue él quien contuvo las lágrimas. Esa sensación de ahogo y sofoco presionaba su pecho—Me siento culpable por no haber visto las intenciones de YoungOk en su momento, me siento culpable por no haber hecho algo a tiempo y me siento culpable por permitir que te hicieran tanto daño, HyeLin—colocó su brazo sobre sus ojos dejando salir un suspiro frustrado—Esto es una mierda.

—Oye—tomó su barbilla—JungKook—movió su brazo encontrándose con su mirada—No podemos seguir así.

—Lo sé, pero no podemos simplemente volver y decirle que estamos aquí.

—NamJoon podría ayudarnos...

—En el momento que llegue a ese aeropuerto me detendrían. No me llevarán a la cárcel, me asesinarán en algún jodido lugar y dejarán mi cadáver allí—indicó.

—¿Y qué esperabas cuando le dijiste que te entregarías por mí?

Él mismo se lo había contado.

—Sólo pensé que quería verte feliz y tranquila sin un maldito acosador sobre ti.

—¿Feliz y tranquila sabiendo que te entregarías por mí?—negó con la cabeza—¿Crees que me olvidaría de eso?

—Todavía lo deseo. Verte feliz.

Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, se inclinó a él depositando un corto beso en su boca, JungKook le devolvió dicho beso y el tercero fue más largo entre ambos. HyeLin apoyó su mano en su pecho sintiendo los latidos de su corazón, sintió la mano del chico deslizarse por su espalda hasta llegar a la parte baja empujando de ella acercándola más a su cuerpo. Cierto juego de toqueteos inició sin detener el beso entre ambos, los chasquidos de sus bocas juntas era lo único que se escuchaba en la habitación, el corazón del pelinegro se disparó un poco al sentir una de las manos de Hye introducirse debajo de su camisa acariciando la piel causándole un cosquilleo en su estómago.

La posición cambió cuando JungKook se inclinó a ella dejando ambos cuerpos de costado sobre la cama. Colocó una de las piernas de su "esposa" en su cintura brindando caricias a su muslo apretando un poco, las respiraciones agitadas de ambos se mezclaban perfectamente. Hye podía sentir aquel bulto rozando su intimidad invitándole a no detenerse, inclinó su cabeza hacia atrás dejándole espacio en su cuello, la sensación era maravillosa, no lo negaría.

¿Estaría mal si tuvieran su momento?, después de todo ayudaba a despejar la mente por unos minutos.


Sí, todos queremos muerto a JaeWang.

PD. Arriba tienen una foto del detective Kwon.

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