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Edward

Mi teléfono no dejaba de sonar. Matthew me enviaba mensajes seguidamente:

Perdoname! 😢

Lau, hablemos

No quise lastimarte con lo que escribí

Llámame por favor!

Contestame 😥

Decidí hacer algo que el hubiese hecho si la situación fuese al revés. Ignorarlo. Otras veces era yo quien rogaba por atención ahora quería que sufriera. Aunque no sabía quien sufría más, si él o yo, porque aunque no quería hablar con él una parte de mi sí quería; quería que todo fuese mentira.
Pero no conteste, por orgullo y por que tenía mejores cosas que hacer. Al final resolví que debía pasar la tarde sumergida en un libro, en el misterio de Muerte en la vicaría de Agatha Christie y se me pasaron los minutos, luego bajé a comer con mis padres que me preguntaron por Matthew como siempre pero decidí cambiare tema.

-Lauren, creo que no nos contaste sobre el muchacho que viene de Inglaterra.- empezó mi madre. Yo, feliz de que no me preguntara por Matthew, le contesté.
-Supongo que no hay mucho que decir, llega mañana a nuestro colegio- cosa que había olvidado por completo.
-Cariño nunca nos cuentas nada de eso!- dijo un poco indignada.
- Se me había olvidado. Además todos en la escuela están hablando de eso y creo que me cansé de escucharlo.-
- Con más razón!- dijo mi madre golpeando la mesa levemente mientras yo trataba de enrollar el espagueti con el tenedor. - si todo están hablando de eso es por algo!-

Terminé y subí a mi habitación y escuché musica hasta que me quedé dormida, lo ultimo que escuché fue Mercy de Shawn Mendes sonando débilmente en mis oídos.

El sol de la mañana me pegaba en la cara fuertemente y cuando me levanté vi mi IPod en mi cama y los audífonos hechos un nudo. Revisé la hora de mi teléfono y casi muero. 7:45! Mi primera clase era a las 8:00!
No tenía ni tiempo para un sorbo de café y ni siquiera sabía si lo tenia para cepillarme el cabello o incluso bañarme. Salté de la cama y tomé un camisa café, los pantalones del otro día y mis gastados Vans pero faltaba algo... Ah sí! Volví a la habitación y saqué mi collar de Hogwarts de la gaveta en mi mesita de noche.
Me bañe, me vestí, salí corriendo, me hice una cola de caballo y me puse los zapatos. Subí las escaleras y tomé mi IPod y mi bolso. Tome un segundo para chequear mi teléfono. 20 mensajes de Matt. 4 llamadas perdidas de Matt.
Luego bajé rápidamente y salí de casa, corriendo a tomar el autobús. Pero justo cuando iba a llegar el autobús se fue y no pude lograr detenerlo.
Mierda, pensé, ahora qué?
Y luego puff! Tuve una idea. Volví corriendo a casa y entre al garaje y tomé mi bicicleta. No la usaba desde mucho tiempo pero confié en que mis piernas no me fallaran. Pedalee lo que pareció una eternidad pero logré llegar con diez minutos de retraso.

Abrí la puerta en la clase de historia.

- Adolf Hitler tenía una visión en la cual solo los alemanes de raza "Aria"... Señorita Lauren, llega tarde.- dijo la profesora Gomez.
- lo lamento, profesora. No pasará de nuevo.-
-Espero que así sea...bien, continuemos.-

Miré a mi alrededor en busca de Matthew pero no estaba. No es como si fuera a hablarle pero Matthew era excelente alumno y casi nunca falta, eso era raro... Además era su día con Alexa; ya saben, eso días en que estaban besuqueandose a cada rato y ella usaba su chaqueta de deportista todo el día en señal de "él es mío y está asegurado. Les gané, perras"

En fin, Matthew no estaba.

Vi a Hill que me miraba como preguntándome qué había pasado y a Jess en uno de los asientos del frente; se había rizado el cabello y usaba un labial rojo un poco fuerte.

Oh, el chico inglés llega hoy.

Debido a que llegué un poco tarde la clase se sintió menos larga y luego estábamos en el receso.
- Te ves...desastrosa- dijo Jess.
-Bueno, al meno tú te ves bien- le sonreí.
-Aww gracias por notarlo! Dime, tan bien como para impresionar a un chico nuevo?- me preguntó pícaramente.
-Jess, tienes muertos a todos los chicos de aquí, sino me crees mira a Noah Hart- y al terminar de decir esto vimos al chico con cabello levantado que miraba a Jess casi babeando hasta que finalmente se dio cuenta de que lo veíamos y se apresuró a taparse la cara con la puerta de su casillero.

Jess río.
- Oh Lau, pero ninguno es inglés- me reí.
Nos apresuramos a la siguiente clase.
Me senté y cuando revisé mi bolso vi que no tenía los cuadernos de ese día sino del anterior.

Mierda, justo hoy todo me salía mal.

El profesor salió de clases un momento, al parecer alguien había llegado a buscarlo.

Cuando entró llamó la atención de la clase.

-Alumnos, hoy se nos suma un nuevo estudiante a la clase, supongo que muchos de ustedes lo estaban esperando.- ambas Hill y yo miramos a Jess que se acomodaba el escote. El profesor prosiguió. - Espero que lo traten con respeto y sobretodo amabilidad.-

En ese momento entró él. El tan esperado chico inglés y se puso de pie junto al profesor. Llevaba un traje negro, en lugar de estudiante parecía ejecutivo y debía ser de un uniforme de su otra escuela porque llevaba un escudo al lado izquierdo. Su cabello era como de color dorado y brillante y su expresión era sería como si fuera del ejército.

-Él es Edward, su nuevo compañero.-
Había susurros y miradas de asombro. Era demasiado diferente en casi todo a los chicos de aquí. Dijo buenos días a la clase y su voz era grave pero dulce mezclada con su acento inglés pero nadie le contesto, supongo que de la impresión o lo bajo que lo dijo.
Jess babeaba al igual que algunas chicas en el salón.
Hill lo miró, era obvio que a pesar de ser su vecino no lo veía mucho.

Y yo no podía dejar de mirarlo.

Se sentó en el asiento que el profesor le indicó, donde se sentaba Matthew a menudo. El asiento justo frente al mio.

-Bien- dijo el profesor - ya que estamos todos empezaremos a trabajar en el proyecto pendiente del ciclo celular. Pueden hacerlo en parejas.-

Al decir esto todos automáticamente se aproximaron a sus amigos con los que siempre hacían pareja. Jess con un chica morena llamada Kayla y Hill con Noah. La última vez que Hill y Jess trabajaron juntas, casi explotan el aula. Yo generalmente trabaja con Matthew pero hoy lo haría sola.

El profesor se acercó a Edward y le dijo.
- Puedes hacer pareja con la señorita Lauren, es muy buena estudiante y te puede ayudar a ponerte al día con el proyecto.-
Edward se giro para verme un instante y sus ojos se toparon con los mios en ese segundo.
Al final respondió.
-No, gracias. Prefiero trabajar solo.-
-Como gustes- respondió el profesor y volvió a su escritorio.

Pero qué se cree!?
Me miró tan despectivamente. Seria por mi descuidado aspecto de hoy? Chequé mi aliento. No, no estaba tan mal.
Entonces?
Es un presumido. No, gracias. Prefiero trabajar solo.
Porque me molesta tanto? De todos modos, puedo hacer el trabajo sola, pensé.

El chico ingles no se molesto en volver a mirarme, a nadie en realidad y terminó de escribir más rápido que todos.

-Vaya Edward!- exclamó el profesor mientras leía lo que Edward había escrito. - es un ensayo bastante bueno, de los mejores que he visto!-

El chico inglés me miró y se sentó con aire de satisfacción.

Presumido.

Poco después todos habíamos terminado el avance del proyecto.

-Lo siguiente que deberán hacer es realizar una exposición que explique el ensayo de hoy.- sonó el timbre y todos empezaron a recoger sus cosas. - Si desean, pueden traerlo antes de la fecha.-

Miré a la pizarra donde estaba la fecha. Podía entregarlo en dos semanas. Tomé mi bolso y salí detrás de Hill y Jess.

-Es un divino!- exclamó Jess abanicándose con las manos.
- Bueno sí, admito que no se ve tan mal. Sabía que era mi vecino pero en realidad no lo había visto.- le dijo Hill.
-Tu vecino y no me dijiste nada!?- le grito Jess.- Le hubiésemos espiado juntas!-
-Y que nos descubran? No, gracias...—
No, gracias...
No, gracias...

Cerré la puerta de mi casillero de un golpe.
-Woa, Lauren! Por qué ese humor?- preguntó Hill.

Así que les conté todo lo que había pasado con Matt, el día de mala suerte que estaba pasando y lo de Edward.

—Si ese bombón me mirara así... Pero no te estreses Lau, los guapos casi siempre son presumidos.— me dijo Jess.
—Esa no es razón para que te tratara así. Podrá ser guapo y muy listo pero esa no es excusa para creerse más que todos.— objetó Hill, que parecía disgustada. Ella era una punk defensora de lo feminista. 
— Quizás sobre actué un poco y lo juzgué mal— respondí. —Es nuevo aquí y lo mejor es hablar con él, quizás la próxima vez que lo vea.—
—Creo que esa próxima vez será muy pronto — dijo Jess  señalando al pasillo. Ambas, Hill y yo miramos.

Edward caminaba hacia nuestra dirección. Con un aire encantador y una mirada fría y con gran seriedad...y un séquito de chicas que lo perseguían "sigilosamente". No podía dejar de mirarlo.
Jess suspiraba. Hill cruzó los brazos.
Entre la chicas que lo perseguían vi a Alexa, la novia de Matt. Aunque de la manera en que miraba al chico extranjero se podía decir que lo había olvidado.

El parecía no darse cuenta de las chicas que lo perseguían. Las ignoraba completamente. Como un rey tirano y superior a quien no le importa nadie al rededor. Una pareció saludarlo pero él ni siquiera lo miró.

Me enojaba mucho. Tanto que mi cara me ardía.
Iba a hablarle, a confrontarlo, a preguntarle por que era así y sobretodo porqué me rechazó. No me importaba que fuese su primer día.

Pasó a nuestro lado entonces tomé valor y me encaminé a confrontarlo.
Pero mis pies se enredaron al dar el paso y tropecé. Lo vi mirándome y cerré los ojos y puse mis manos adelante de mi para amortiguar la caída y esperé chocar contra el suelo...

Pero nada.

No caí en el suelo.
Unas manos cálidas sujetaron mis brazos y cuando me levanté unos ojos azules se toparon con los mios, asustados.

Edward había evitado que me cayera.
Me levanto hasta estar correctamente de pie.

Lo miré y él me miró. Recogió mi mochila del suelo lentamente y yo aun estaba en shock de la impresión.
Si no me hubiera atajado posiblemente me hubiese roto la nariz o un brazo. Me dio mi mochila.
— Gracias...— dije mirándolo.
Su expresión cambió de susto a total seriedad y se alejó sin siquiera contestarme.

—Que rayos fue eso?— preguntó Jess.
—Estas bien Lauren?— preguntó Hill.
—Sí.— respondí aunque no estaba allí realmente, estaba tratando de asimilar todo.— Estoy bien.—

Qué rayos...?

Las clases pasaron y seguía reproduciendo lo que pasó en los pasillos en mi memoria. Tampoco vi a Matthew en ninguna de las clases. Esperaba verlo, aunque igual iba a ignorarlo. Jess y Hill se pasaron la tarde discutiendo si lo que paso entre Matt y yo era una señal para que yo dejara de este enamorada de Matt.
El almuerzo estuvo bastante tranquilo. Las chicas y yo hablábamos de salir de compras el fin de semana siguiente.

—Hey Lauren, y ese milagro que no andas puesto tu collar de Hogwarts?— preguntó Hill mientras comía yogurt.
—QUÉ!!!???— exclamé.
—Sí, no lo traes puesto.— recalcó.
—Oh no! Lo perdí!— y me llevé las manos a la cara. 

Esto no podía ser peor... 

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