Otro día más de clases. Me aseguré de llevar las tareas que tenía que entregar, un libro por si tenía ocasión de leer, mi iPod, los cuadernos y mi cartuchera. Me mire en el espejo, acomode mi cabello corto y mire que algo faltaba, ah si, mi collar con el escudo de Hogwarts. Hoy presentía que sería mi mejor día!
- Hola Lauren- me saludaban mientras caminaba por los pasillos de Baltimore High.
- Hola, Que tal?-
-Lauren, nos preguntábamos si podíamos tener tu firma para salvar a los venados?-
- Por supuesto! - dije mientras firmaba y me dirigía a clases de Biología.
Salude a todos mis compañeros y me senté justo detrás de Matthew Whitefield... mi amor platónico y mi mejor amigo.
- Hola Lau!- se volteó a hablarme. -tengo algo muy importante que decirte.-
Si! pensé, por fin! el momento que he estado esperando! por fin abrirá su corazón y me dirá que está enamorado de mi y viviremos felices y tendremos tres hijos y... ok tal vez no todavía pero después de todo, me ha gustado desde el primer día y somos muy unidos, esto tarde o temprano tenía que pasar!
Entonces el profesor llegó y comenzó la clase.
Después de hora y media,en la que esperaba que la lección pasara para saber que me quería decir Matthew, la clase terminó.
- Y bien? qué querías decirme?- le pregunte mientras salíamos.
- Bueno... he querido decirte esto desde un tiempo atrás y quiero que lo que te voy decir no cambie para nada nuestra amistad.-
- Tranquilo.- le dije sonriendo. - todo seguirá igual, lo prometo.-
Respiró hondo y dijo finalmente:

- Estoy saliendo con Alexa Domms!-

BOOM!...POW!
Mi mente estaba explotando como si fuera un almacén de pólvora. Mi expresión debió ser de pura petrificación por que Matthew pasó de sonreír a estar preocupado.

-Lau...lau...Lau!!- casi gritó.
Luego de unos segundos más respondí
- Qué?- fue casi un susurro.
-Me dijiste que no te enojarías!- dijo. - Poe favor dime que piensas.-
- Matthew Whitefield! Qué rayos pasa por tu cabeza! Te dije que preferiría verte con cualquier chica, MENOS ELLA!!- grite cuando recobré la compostura. Me sentía eufórica.
- Lo sé pero me gusta, ok? Sabía que te ibas a enojar pero siento una gran conexión con ella y siento que está vez no me va a defraudar!-
Una lágrima estuvo a punto de salir de mis ojos pero la contuve. Matthew me miraba y hablaba quien sabe que cosas mientras yo recordaba.

Recordaba cuando por primera vez dijo que le gustaba, Alexa va a dos grados menos que nosotros, es casi una niña pero no le vi importancia. Pensé que ella era una niña tímida y que no se atrevería a andar con el chico más popular... me equivoqué completamente.

Y donde estaba yo? En la friendzone, tratando de conseguir su vídeo juego favorito, Fatal Destination para su cumpleaños.
Ella no es precisamente lo más bello que hayas visto, lo único que parece tener gracia en ella son sus marcados hoyuelos. Lo peor era qué a veces, me comparaba con ella para ver qué no tengo yo que ella si. Y la respuesta es: el amor de Matthew.
Pues Matt no me ve como una chica disponible, es más, me pregunto si se da cuenta de que soy una chica.

-Entonces qué dices? Cuento con el visto bueno de mi mejor amiga? Cuento con tu apoyo- dijo agarrándome firmemente de mis hombros y mirándome a los ojos.
Rodé mis ojos.
- Para qué son los amigos?- Contesté e intente sonreír.
- Gracias!- me abrazó. - Tu opinión es muy importante para mí-
A quien quieres engañar Matthew? mi opinión y mis sentimientos no te importan, pensé. Lo abrace igual. Qué me queda? de todos modos no puedo estar más abajo.

- Vas a jugar volleyball hoy?- pregunto mientras caminabamos al gimnasio.
- Lo dices en serio? ja! soy la reina del volleyball!- bromee mientras me ponía una corona imaginaria.
- Si claro, "su Majestad". Tienes miedo de que te derrote!- dijo él levantando una ceja.- apuesto 5 billetes a que te gano hoy.-
- Oh lamento decirte que me debes dinero entonces!- le conteste. El me miró extrañado. -Hoy jugamos solo las chicas! Jajaja!- y corrí a los vestidores antes de que pudiera atraparme y alborotarme el cabello como hacia cuando veía que había perdido una discusión. Así eramos.

Entre al vestidor y me puse mi uniforme y las tenis, acomode mi cabello haciendo una colita por que mi cabello es bastante corto y un poco rojo. Cuando entre al gimnasio, vi a los chicos encestando en el aro de basketball y las chicas preparándose para jugar volleyball.
- Okay, tomen sus posiciones. Anna, cerca de la red y tu Lauren, puedes empezar con el primer saque.- dijo la profesora de gimnasia. - Ya conocen las reglas así que quiero un juego limpio señoritas, nada de trampas.-

Empezamos el juego. Hice el saque y Jessica recibió la pelota al otro lado de la red, Anna recibió la pelota y golpeó tan fuerte que ninguna de las demás en el otro lado pudo golpearla y ganamos un punto.
El juego iba bastante bien para nuestro lado, yo misma logré un punto.

En un momento, me voltee y vi a Matthew...
Pero no estaba solo, había dejado de practicar y ahora hablaba con Alexa, estaban tan cerca... hasta que...

Se empezaron a besar apasionadamente.
Oh rayos, pensé.
La manera en que se besaban era de los más extraña. Ella lo besaba como si fuese un mini demonio intentando succionar su alma a través de su boca; lo besaba con tan desesperación que su mascara de niña inocente se caía a pedazos ante mis ojos expectantes. Veía como el acariciaba su cabello y desee que así acariciara el mio. Deseaba que me deseara como a ella o que por lo menos me demostrara cariño de otra manera que no fuera golpeando mi hombro o alborotando mi cabello. Luego sentí un gran vacío en el estomago, cuando el rodeo su pequeña cintura con los brazos.
- Hey Whitefield! no vas a practicar!?- grito uno de los chicos que estaba jugando.
- Ya voy, dame un minuto- y sus ojos regresaron al rostro de Alexa.
-CUIDADO LAUREN!- Gritaron las chicas a mis espaldas.
Estaba tan ocupada viendo a Matt que olvide totalmente el juego y la pelota golpeó mi cabeza muy fuerte.

Cuando abrí mis ojos estaba en la enfermería del Instituto, recostada en la cama.
- Qué bueno que ya despertaste!- dijo Honey, una enfermera morena bastante joven y bonita.
- Me desmayé?-
- Claro que si cariño! esa pelota te golpeó bastante fuerte. Al menos no te dejó un moretón. - Luego abrió una gaveta y saco una paleta roja de ella.
- Quieres?-
- Sí, gracias Hones!- y tomé la paleta.

Mis padres fueron a recogerme. Aún llevaba ese uniforme puesto.
- Deberías tener más cuidado!- Me regaño mamá. - Siempre he dicho que eres demasiado distraída!- y así dejé que siguiera hablando y hablando, yo no me sentía con ganas de discutir.