『Veintiséis』
Capítulo 26
La verdad de otra forma
NamJoon detuvo su auto al llegar al punto de encuentro, era una zona un poco retirada de la ciudad. Una fábrica abandonada, un auto estaba allí, tenía moho y se veía viejo además de oxidado, el moreno miró alrededor esperando ver a JaeWang allí, decidió enviarle un mensaje informándole que estaba en el lugar. La respuesta no tardó en llegar.
Desconocido:
Revisa ese auto viejo, dejé una sorpresa para ti.
—¿Una sorpresa?—frunció el ceño. Se quitó el cinturón de seguridad y bajó de su vehículo, miró alrededor una vez más acabando por acercarse al auto viejo. Algunas ventanas estaban rotas además de polvorientas, miró al interior encontrando nada, parte de los asientos estaba desgarrado, el capó estaba abierto, al pasar su mano por la cajuela lo encontró entreabierto, al levantarlo descubrió la sorpresa—¿Señora Shin?—de inmediato quitó aquella cinta de su boca, la mujer se encontraba consciente aunque algo desorientada y débil.
—La señora ya puede recibirlo, señor Kim—informó la enfermera.
—Gracias—NamJoon no había avisado a los chicos todavía. Entró a la habitación donde la mujer estaba acostada en la camilla con una aguja en el brazo, necesitaba descansar, estaba muy deshidratada, NamJoon encontró parecido a ambas mujeres, HyeLin era muy parecida a su madre, tenía muchos rasgos de su rostro, suponía que DaRin había sido así cuando joven, esa mujer también había tenido una vida difícil—¿Señora Shin?—ésta lo miró. Tenía un moretón en su pómulo derecho y en su frente—Mi nombre es Kim NamJoon, conozco a su hija.
—¿Dónde está ella?
—En este hospital—acercó una silla tomando asiento—Supongo que sabe lo que ocurrió—la mujer contuvo las lágrimas. Claro que lo sabía, el idiota de Taemin no dejaba de repetírselo. Tragó con dificultad siendo consciente de lo pésima que había sido como madre, volvieron a herir a su hija por su culpa—Señora Shin, Hye se alegrará al saber que está aquí.
—JaeWang me dejó ir porque no se rendirá con ella.
—Esto es demasiado para una deuda.
—Nunca es demasiado para él—NamJoon tomó un pañuelo de la caja en la mesita ofreciéndoselo. DaRin lo aceptó controlando sus ganas de llorar—Arruiné la vida de mi hija, ella prefiere verme muerta, yo la metí en esto.
—Su hija se preocupa por usted incluso con todo lo que ha pasado—indicó—Escuché que no ha tenido una vida sencilla, su hija no sabe a lo que se dedicaba antes de tenerla, ¿No es así?—DaRin se sorprendió de que un desconocido si lo supiera—Tuvo muchas pérdidas antes de ella.
—¿Cómo lo...?
—¿Por qué decidió tener a HyeLin, señora Shin?
—¿Cómo sabes eso?
—He estado investigando. Su hija me pidió ayuda—eso la sorprendió—No he podido hablar con ella sobre esto, si JaeWang la soltó significa que tiene un as bajo la manga, quiero ayudar a su hija.
La mujer como pudo logró quedar sentada en la camilla, tenía la ropa de hospital. Su cabello castaño caía suelto por sus hombros.
—Intenté abortarla, intentaba provocarme el aborto—contó recordándolo perfectamente. Su voz flaqueó un poco—HyeLin...ella...siempre se aferró a mí incluso en mi vientre—sonrió tristemente soltando algunas lágrimas—Nunca fui a checarme, no tenía dinero para las consultas, aun así creció sin problemas en el embarazo, ella siempre ha sido más fuerte que yo.
—HyeLin es muy fuerte—confirmó—Su padre...
—Su padre fue uno de mis clientes, no me preguntes quien era, no lo recuerdo—secó sus lágrimas con el pañuelo—Mis adicciones la están hundiendo cada vez más, quiero que mi hija se vaya lejos, que sea feliz.
—JaeWang dijo que la deuda verdadera no era el dinero.
—Cuando fue a la casa por invitación mía hace ocho años, él quedó encantado con Hye, aunque ella estaba en su habitación insistió en tenerla a su lado.
—¿Tenerla a su lado?
—JaeWang me hizo una oferta, estaba dispuesto a pagarme millones si le vendía a Hye—Nam levantó sus cejas. ¿Venderla?
—¿Vendérsela?
—Dijo que HyeLin había atrapado su atención, que sería una buena compañía para él, a pesar de haber estado ebria esa noche recuerdo haberle dicho un rotundo no—de nuevo su vista parecía perdida—Una vez que me desmayé...hicieron de las suyas, JaeWang ahora quiere que le paguemos esos millones que iba a darme si le entregaba a mi hija.
—De ahí viene la deuda.
—De ahí viene la deuda—lo miró—HyeLin no sabe esto.
—Usted misma se lo dirá ahora mismo.
—Mamá—Hye la abrazó sin pensarlo. DaRin dio suaves palmaditas a su espalda, NamJoon tenía razón, HyeLin era muy fuerte, su hija siempre se ha aferrado a la vida—¿Estás bien?, ¿Por qué...?—la pregunta quedó en el aire. Notó los dos golpes en su rostro fijándose luego en la ropa del hospital siendo la misma que ella usaba.
DaRin sintió una punzada de culpa al ver el lindo rostro de Hye tan maltratado. Pero sus ojos se vieron desviados hacia el pelinegro de tatuajes y piercings, fue imposible para ella no reconocerlo.
—¿Jeon JungKook?
NamJoon intervino para explicar brevemente.
—Tu madre sabe sobre JungKook, le expliqué lo estaba ocurriendo—miró al chico—Podemos confiar en ella.
—No estoy muy seguro—fue honesto—Con el respeto que merece, señora Shin.
—No tengo intenciones de delatarte, muchacho—regresó la vista a su hija—Quiero hablar contigo a solas.
Ambos chicos decidieron retirarse de la habitación. JungKook cubriendo su rostro de nuevo, ambas mujeres tomaron asiento en la camilla junto a la otra, DaRin tomó el rostro de la chica en sus manos acariciándolo cuidadosamente. Hye sintió pena de tener que estar en ese estado.
—Estoy bien.
—No, no lo estás. Miéntele a esos chicos, pero no a mí.
—No tiene caso que me sienta mal, ¿No?, la policía tomó notas de lo sucedido, pero sé que no harán nada—miró al suelo—No es la primera vez.
—Hay...algo que no te he contado—jugó con sus manos—Hay mucho de hecho—aclaró su garganta—La deuda de JaeWang no es el dinero exactamente.
—¿Qué?
—Él...hace todo esto porque quiere que te rindas—Hye no entendía.
—¿Rendirme por qué?, puedo trabajar y pagarle por partes como he hecho hasta ahora...
—Incluso si le pagas todo el dinero, no te dejará ir porque está obsesionado contigo.
—Mamá...
—Quería que te vendiera a él cuando fueron a casa, te vio y dijo que le interesabas mucho—hubo unos minutos de silencio—Me negué, le dije que estaba loco, por eso colocó esa deuda del dinero, no le debo nada, es él que no acepta un no.
—¿Por qué me lo estás diciendo ahora?
—Porque estoy tan harta de esta situación, estoy harta de verte así, estoy harta de seguir hundiéndote en esto, HyeLin—la castaña se sorprendió al escucharla—Mi adicción te ha consumido, lo que ocurrió debió ser a mí, no a ti, lo hace porque sabe perfectamente como dañarnos a ambas.
No sabía como sentirse. ¿Usada?, no, ese sentimiento siempre lo tuvo, ¿Enojada?, un poco, estuvo trabajando para nada.
—Ambas nos hemos hecho daño—admitió—Varias veces me preguntaba si me colocarías primero antes que tu adicción al alcohol, es bueno que no me hayas vendido, pero...debiste decírmelo antes—se levantó decidiendo moverse un poco. Sentía inquietud de repente—¿Qué debo hacer ahora?, ¿Rendirme?, ¿Ir con él y que abuse de mí de nuevo?—en su voz notó enojo.
Estaba teniendo muchas emociones en un instante.
—Hye, vete lejos.
—¿Qué estás...?
—Si te vas lejos no podrá encontrarte.
—Mamá, JaeWang tiene contactos en la policía, ¿Crees que no me encontrará en segundos?
—NamJoon me dio una solución. Dijo que puede ayudarte a tener tu pasaporte, ve al extranjero—se acercó a ella tomando sus brazos teniendo un brillo desesperado en sus ojos—¿Quieres un cambio?, puedes hacerlo ahora.
—¿NamJoon te dijo eso?
—Es una buena oportunidad, Hye, maldición, no seas terca.
—No puedo irme. ¿Cuánto tiempo me iría?, ¿A dónde iría?, no puedo irme así.
—¿Quieres que JaeWang termine asesinándote?, no quiero saber que abusó de ti de nuevo, no quiero que Taemin te toque, no quiero que esos imbéciles piensen en ti siquiera, no quiero que sepan donde están—sus ojos se cristalizaron—No he sido una buena madre, soy terrible la mayor parte del tiempo, nunca he dejado de querer lo mejor para mi hija, no lo he hecho bien hasta ahora, pero puedes tener una vida buena con la oferta de NamJoon.
Aquello era inesperado. NamJoon nunca le habló de ello.
—Mamá...
—HyeLin, desde que te tuve en mi vientre has luchado contra todo, te has aferrado a la vida—apretó sus brazos—Pero si no lo haces ahora te arrepentirás.
—Yo no...
—Mi padre hizo esto conmigo, me vendió por su adicción a las drogas, me prostituí por mucho tiempo cuando joven—Hye nunca había escuchado eso—Quedé embarazada de ti por culpa de esa vida. No quiero que JaeWang te haga lo mismo, no quiero que pierdas lo que te hace ser tú—y entonces hizo algo que dejó atónita a la chica. Se arrodilló frente a ella con las manos en el suelo y la cabeza baja—Por favor, toma esta oportunidad, vete por el tiempo que sea necesario, no sigas mis pasos, hija.
Tenía demasiado para pensar, lo primero era claro: Debía hablar seriamente con Kim NamJoon.
¿Qué creen ustedes?
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