『Treinta』 『y』 『tres』
Capítulo 33
Hoy por mí, mañana por ti
El auto se detuvo frente a la casa que pertenecía a la castaña, JungKook cubrió bien su cabeza con la capucha entrando al hogar con Hye. Ésta tomó una bocanada de aire mirando todo en su lugar, jamás creyó extrañar tanto esa casa. JungKook movió las cortinas cubriendo las ventanas, volteó a verla y la chica regresó a la realidad.
—Subiré a la habitación.
—Cubriré las ventanas.
Ambos se separaron, JungKook cubrió las ventanas de la planta baja pasando por la puerta del jardín. Le colocó el seguro recordando la noche que llegó a esa casa huyendo de la policía, le hubiera gustado estar en una situación mejor en ese instante y no en una peor. Un mensaje llegó a su teléfono, NamJoon envió una foto de los pasaportes en su oficina, quería que ambos fueran a verlo para conversar, en dicha foto aparecían dos pasaportes, no tres.
JungKook:
Falta un pasaporte.
NamJoon:
Hubo un error con el de la señora Shin. Aquí les explicaré, avísame cuando vengan en camino.
HyeLin en su habitación había tomado un bolso grande de su armario, guardó las prendas que quedaban allí las cuales eran pocas. Pasó una de sus manos por su melena lisa paseando la vista por la habitación, sobre el armario había una caja mediana decorada con detalles lila, el color favorito de Hye. Se colocó de puntitas sin tener éxito, tuvo que subir a la cama, al estar cerca del armario alcanzó la caja, la colocó sobre sus piernas abriéndola, tenía fotos sobre ella en diferentes edades y etapas, unas pocas fotos donde se veía feliz, aunque no recordaba mucho. La más importante era una, esa donde HyeLin tenía cinco años, había sido en su cumpleaños. Sonreía mirando a la cámara junto a su madre quien la tenía en sus piernas sonriendo como ella.
Acarició la foto con sus dedos, la había conservado porque ese había sido el mejor cumpleaños que pudo tener.
—Estabas muy chiquita.
Hye dio un brinco del susto. Golpeó el brazo del chico reprochándole por haber aparecido así.
—Me asustaste, idiota.
—Lo siento, te hablé, pero estabas muy concentrada en la foto—colocó sus manos en los hombros de ella, sintió su respiración en su cuello, sus labios rozaron su oído al hablar—Eras muy pequeña, Hye.
—Cinco años—susurró. La Hye de la foto sonreía ampliamente hasta que sus ojos desaparecían, sus dientes se apreciaban. En su mano derecha tenía atado un globo en forma de corazón de color lila—Mamá parece alguien normal.
La señora Shin tenía su cabello largo cayendo por su espalda en suaves ondas. Abrazaba a la niña sonriendo tan feliz como ella, tenía un vestido rosa con zapatos de tacón bajo negros. Hye en cambio tenía un vestido lila con detalles blancos, blancos como sus zapatos.
—Ustedes dos son muy parecidas en el rostro—comentó. Apretó suavemente sus hombros besando su mejilla—Eres como una versión joven de ella.
"Mi padre hizo esto conmigo, me vendió por su adicción a las drogas, me prostituí por mucho tiempo cuando joven"
—¿Te conté que JaeWang está obsesionado conmigo?—JungKook guardó silencio. Hye siguió mirando la foto—Según mi madre, desde que me vio esa noche en casa intentó convencerla para que me vendiera a él. Por eso no me deja ir y se empeña en torturarme, quiere que me rinda ante él—guardó las fotos en el bolso.
—Hye—llamó queriendo su atención. Una foto cayó al suelo, éste se agachó recogiéndola volviendo a levantarse—Te prometo que no me alejaré de ti, permaneceré a tu lado, ¿Bien?
—Lo sé—asintió.
JungKook miró la foto en su mano llevándose una sorpresa, dos chicos de secundaria celebraban su graduación, una versión joven de JungKook y Hye posaban ante la cámara junto al otro sonriendo. Él tenía su cintura rodeada mientras que ella apoyaba sus brazos en su hombro colocándose de puntitas para alcanzarlo.
—No recordaba esta foto—ambos la miraron—Nunca dijiste que la conservabas.
—No recordaba tenerla.
—Míranos, ¿Quién imaginaría que estaríamos en esta situación?
—Dicen que cuanto más creces, más problemas tienes.
—Estos problemas son causados por otra persona, no por nosotros—la miró—Sigues siendo la misma terca de hace ocho años.
—Y tú sigues siendo el mismo egocéntrico de hace ocho años.
—Me gusta que sigas siendo tú.
—Me gusta que sigas siendo tú.
Depositó pequeños besos en sus labios dejando la foto en la cama. HyeLin lo detuvo colocando sus manos en su pecho.
—Luego seguimos, no quiero tardar.
—NamJoon quiere que vayamos a su oficina, tiene los pasaportes de nosotros.
—Perfecto.
—¿Necesitas ayuda?
—No, ya casi estoy—revisó en otros rincones más acabando de acomodar el bolso. JungKook lo colgó en su hombro saliendo del cuarto con ella tomando su mano, bajaron las escaleras deteniéndose en el acto cuando divisaron a alguien sentado en el sofá de la sala.
HyeLin se tensó apretando la mano del pelinegro al identificar a la persona sentada en el mueble. Antes de que pudieran retroceder o intentar escapar, uno de los grandulones de JaeWang apareció detrás de ambos, los obligó a avanzar colocándolos frente a su jefe de rodillas, el bolso que JungKook tenía fue tomado y revisado. Las fotos que hace segundos estaban mirando ahora estaban en manos de JaeWang. Era la primera vez para JungKook tenerlo frente a frente, el hombre tenía sus piernas cruzadas estando inclinado hacia atrás, sonrió burlonamente observando las fotos, vio los tatuajes que sobresalían de su mano captando un olor a cigarros provenir de él.
Ese idiota era el culpable de su desgracia.
—Esto es tan conmovedor—se detuvo en la foto donde Hye y JungKook aparecían en la graduación—Un amor de la adolescencia, ¿No?—los miró. HyeLin mantenía la vista en el suelo donde sus manos se encontraban apoyadas, en cambio JungKook, le sostuvo la mirada casi retándolo—No nos hemos presentado antes, soy...
—El culpable de mi situación, lo sé. Todos nos conocemos así que ahorremos las presentaciones.
JaeWang sonrió por su ironía.
—Ya veo porque le gustas a HyeLin, eres igual de valiente y temerario que ella—señaló—Aunque también eso puede traerle problemas.
—¿Qué haces aquí?—Hye se hizo escuchar levantando su vista.
—¿Realmente no lo sabes?—sus ojos fueron a JungKook de nuevo. En sus manos habían muchos anillos de oro—Tu novio debe hacerse la idea de porque estoy aquí—se inclinó hacia adelante apoyándose de sus piernas—Estás siendo un dolor de cabeza, Jeon JungKook. Respóndeme esto, ¿Qué pasó con Taemin anoche?
Ambos entraron en pánico internamente. JungKook sintió su corazón palpitar con más fuerza en su pecho, tragó con dificultad bajo su atenta mirada, él esperaba una respuesta.
—No sé de que...
—Vamos, no digas lo que no quiero escuchar—negó con la cabeza—Sé que Taemin estaba vigilándote, fuiste la última persona en verlo, Jeon JungKook.
—No hizo nada—JaeWang desvió su atención a Hye—Déjanos en paz.
—Nunca dije que hiciera algo, ¿Hiciste algo, JungKook?—el pelinegro no sabía que decir. Estaba paralizado, no de miedo a ese idiota, miedo de lo que pudieran hacerle a HyeLin por su culpa.
—No.
—Hye, cariño, ¿Puedes cerrar la boca o necesitas otra lección?—advirtió.
—Ni se te ocurra tocarla de nuevo—el enojo repentino de JungKook le encantó.
JaeWang sonrió ante la escena. Con sólo estirar su brazo hacia la castaña empujó su cabeza hacia el suelo obligándola a agacharse por completo ante él en una reverencia impidiéndole levantarse, cuando JungKook hizo el intento de alejarlo o golpearlo, el tipo que lo protegía le impidió hacerlo deteniendo sus brazos detrás de su espalda.
Una sonrisa maliciosa se dibujó en los labios del gánster.
—La tocaré las veces que me de la puta gana—y añadió—Vas a responderme lo que quiero escuchar o tu chica pagará las consecuencias.
JungKook miró a Hye quien seguía en aquella posición incómoda con su frente pegada al suelo. No podía hacer mucho, estaba jodido.
—Déjala ir.
Soltó su cabeza permitiéndole moverse. La castaña no pudo mirar al pelinegro, era humillante para ella que tuviera que verla así.
—Habla—JaeWang atrajo su atención.
—Él...estaba siguiéndome—respondió—Detuve el auto en el estacionamiento del hospital y...fue la última vez que lo vi.
—Respuesta errónea, Jeon—el impacto de su mano en la mejilla de Hye se escuchó claramente en la sala. HyeLin tocó la zona del golpe, JungKook no soportó aquello zafándose del grandulón un instante, su puño se estampó en el rostro de JaeWang trayéndole dolor a sus nudillos. De inmediato lo detuvieron alejándolo del hombre, tenía el brazo del grandulón en su cuello impidiéndole el escape, casi inmovilizándolo—Vaya, vaya—JaeWang tocó su labio roto—YoungOk tenía razón, no debo subestimarte.
—¡No vuelvas a tocarla!
Escuchó su risita hervirle la sangre. JaeWang tomó un puñado del cabello de Hye inclinando su cabeza hacia atrás, la pobre chica vio con ojos llorosos a JungKook. No sabía como saldrían de eso.
—Hye, sé que no mentirías por este inútil—jaló de su cabello—¿Qué pasó con Taemin?
—No lo sé.
—Al parecer todos quieren verme la cara de estúpido—se mostró decepcionado. Sus manos fueron al cuello de ella presionándolo, Hye golpeó éstas sintiendo que el aire se volvía escaso en segundos. JungKook se removió intentando zafarse de nuevo—Si no respondes lo que quiero oír tu novia morirá asfixiada, Jeon.
—¡Déjala en paz!
El rostro de Hye comenzó a tornarse rojo. Golpeó con desespero sus manos necesitando oxígeno, la angustia se apoderó de JungKook acabando por admitirlo.
—¡Lo maté!—ante eso JaeWang lo miró—Yo le disparé a Taemin anoche—soltó a la chica quien comenzó a toser recuperando el aliento llevando sus manos a su cuello—Él iba a dispararme, me abalancé sobre él y la bala se escapó—lo vio acercarse. JaeWang golpeó el centro su abdomen con su puño cortándole el aire en un instante, el chico cayó de rodillas al suelo cuando el grandulón lo soltó. Aquello fue luz verde, JungKook no dudó en empujarlo derribándolo al suelo, JaeWang intentó golpearlo cuando el puño del pelinegro fue a su rostro de nuevo.
—¡JungKook!
Ni siquiera la voz de Hye lo detuvo. JaeWang golpeó en sus costillas tomando ventaja, lo apartó empujándolo con sus piernas logrando levantarse, golpeó de varias patadas su cuerpo. Esta vez Hye intentó detenerlo acabando por ser empujada al suelo, su cabeza al tocar éste sólo la dejó inconsciente.
—¿Hye?—JungKook no dudó en acercarse—¿HyeLin?—movió su cuerpo acomodándola en sus brazos—Hye, despierta—ésta seguía inconsciente.
—No te preocupes, es dura de matar esta chiquilla.
—¿Qué es lo que quieres?—dijo entre dientes observándolo—Ya te dije lo que querias escuchar, deja a Hye en paz, ¿Quieres matarme?, te dejaré hacerlo si la dejas ir.
JaeWang se echó a reír negando con la cabeza.
—Puedes ser muy útil, Jeon JungKook. Pero HyeLin lo es aún más para mí.
—¿Para abusar de ella como el maldito enfermo que eres?—gruñó—Déjame pagar su deuda...
—Ya he dicho que no.
—No me dejaste terminar—añadió—Hagamos un trueque, yo por HyeLin, puedo serte más útil de lo que ella puede ser.
Nos acercamos a los tres capítulos finales :D
PD. Este fue uno de mis capítulos favoritos, este tipo de escenas siempre me quedan pésimo, pero aquí me convenció uwu
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