『Treinta』 『y』 『cuatro』
Capítulo 34
Todos lo quieren muerto
JungKook tomó asiento frente al escritorio por obligación. JaeWang lo había llevado a su casa dejando a HyeLin inconsciente cuando se fueron de la casa de ésta, el pelinegro no podía sentirse más preocupado y angustiado. JaeWang le ofreció un trago de Whiskey a lo que se negó, si estaba allí no era por gusto ni decisión propia, miró al tipo con olor a cigarros tomar asiento detrás del escritorio bebiendo un trago de su vaso. JungKook no sabía que esperar.
—Probablemente en unos minutos NamJoon estará aquí.
—¿Hablaste con él?
—Le indiqué que estabas aquí.
—HyeLin...
—Oh, también le dije que estaba en casa inconsciente y que sería bueno no dejarla sola—comentó como si nada.
—Tienes una grave obsesión con ella, ¿No lo crees?, has arruinado su vida por completo...
—Vas a decirme cosas que ya sé, te sugiero ahorrar saliva para convencerme sobre no matarte hoy—advirtió. JungKook tragó en seco secando sus manos en su pantalón, estaban sudando debido a los nervios—Seré honesto contigo, Taemin era un imbécil, muchas veces iba en contra de lo que decía, pero asesinarlo fue tan innecesario JungKook, ¿Por qué buscar más problemas cuando todos quieren tu cabeza?
—¿Por qué escogiste mi negocio desde un principio?
—No lo escogí yo, ¿YoungOk no te lo dijo?—dio otro trago a su vaso. Se levantó de la silla caminando por la oficina mientras hablaba—Yoo YoungOk vino buscando ayuda a mí, necesitaba dinero para el tratamiento de su hijo—JungKook levantó sus cejas sorprendido—Sí, tu novia tiene un hijo.
—¿Qué?, ella nunca...
—Nunca te lo dijo porque es muy reservada con sus cosas—prosiguió—El niño fue diagnosticado con leucemia, su tratamiento exigía más gastos y ella necesitaba dinero, no podía trabajar porque siempre ocurría algo con la salud de su hijo. Tampoco podía dejarlo solo en casa—tomó otro trago. JungKook volteó a verlo manteniéndose en silencio—Entonces te conoció—giró sobre sus talones posando su vista en el chico pelinegro de piercings—Y fue allí que mi plan entró en acción, los comerciantes del área me brindaron información sobre ti, le dije a YoungOk como lograr que cayeras en su encanto, sólo debías caer con tu amabilidad y fue simple.
—La hubiera ayudado si me hubiera contado la situación.
—JungKook, si te dan la opción de escoger entre mil dólares y diez mil dólares, ¿Cuál escogerías?—ambos se sostuvieron la mirada—Claramente escogerías la opción más elevada, porque tienes la posibilidad de tener más de lo que esperas. Eso pasó con YoungOk, ella quería todo lo que tenías.
—Así que me robó mi vida.
—No seas tan dramático.
—¿Cómo consiguió mi firma en esos documentos?
—Allí tuve más participación, le di un poco de mi mercancía para que la usara contigo—se encogió de hombros. Se detuvo en el pequeño bar mirando las botellas—La droga te volvería un sumiso total y ella tendría control de tus acciones por esa noche. Así que te hizo firmar, al día siguiente es imposible que recuerdes algo, probablemente logres recordar, pero será muy borroso.
—Hay fotos de YoungOk contigo en diversos eventos...
—YoungOk puede ser buena compañía cuando se necesita.
—¿También abusas de ella?—levantó una de sus cejas con rostro serio.
—No es necesario. Ella sabe como me gusta el sexo—encendió un cigarro—Muy diferente a HyeLin, por supuesto.
—No hables de ella.
—Pero eso debes saberlo tú, te cogiste a ambas, ¿No?
—¡Ya basta!—alzó la voz sin poder hacer mucho con las manos atadas.
—YoungOk tiene buen cuerpo—se acercó apoyándose del escritorio, dio una calada a su cigarro expulsando el humo—Sabe dar un buen sexo oral, pero Hye vuelve loco a cualquiera con esa inocencia fingida—JungKook gruñó tensando sus muñecas. Las venas en sus brazos se notaban por sus intentos de soltarse.
—Es por esa razón que no me arrepiento de haber asesinado a tu hermano.
—Y yo que pensaba en dejarte vivo—su puño llegó al rostro de JungKook quien quedó aturdido unos segundos. Parpadeó varias veces viendo puntos de colores por el impacto, tomó su mandíbula apretándola con su mano, JungKook lo fulminó con la mirada—Cuando no estés, seguiré cogiéndome a HyeLin día y noche.
El pelinegro como respuesta escupió la sangre que se había acumulado en su boca salpicándole en la cara. Unos toques a la puerta interrumpieron la conversación.
—Señor, Kim NamJoon acaba de llegar—informó uno de sus hombres.
—Perfecto. Haz que pase y llévate a este idiota, es hora de que los adultos hablen.
La señora Shin escuchó algunos quejidos de su hija, Hye estaba despertando sintiendo dolor de cabeza. Llevó sus manos allí incorporándose en el sofá, miró alrededor algo desorientada.
—¿Estás bien?
Y todo vino en flashes a su mente.
—JungKook—su bolso estaba en el suelo. Las fotos no estaban—Mamá, ¿Dónde está JungKook?
—JaeWang le dijo a NamJoon que lo tenía en su casa. Ahora mismo va rumbo a verlo...
—Debo ir también...
—No, Hye—tomó su brazo.
—JaeWang quiere hacerle pagar por lo que hizo a Taemin, no puedo dejarlo allí.
—No dejarás a nadie—hizo que la mirara. Hye frunció el ceño sin comprender—NamJoon me dejó los pasaportes, las maletas están listas en la casa, el vuelo de ustedes sale esta noche.
Mucha información para procesar. La castaña miró a su madre levantarse dirigiéndose a la cocina, Hye miró alrededor recordando que JungKook le había dicho sobre los pasaportes, NamJoon quería verlos a ambos, ahora los planes eran otros. Si el vuelo era por la noche significaba que todo terminaría mal.
Estaba siendo mucho antes de lo previsto.
—Espera, ¿Dijiste ustedes?—miró a su madre volver con un vaso de agua y una pastilla para el dolor de cabeza. La aceptó bebiéndola en segundos—¿Y tú?
—Hubo un error con mi pasaporte, no podré irme en este momento.
—¿Qué?, no, no me iré sin ti.
—HyeLin—suspiró. Sabía que eso pasaría.
—No quiero perderte—soltó por primera vez—Eres mi madre, sé que te dije que te olvidaras de mí, pero eres la única familia que tengo, mamá—sus ojos brillaron por las lágrimas. A DaRin le trajo un amargo y triste recuerdo—No me dejes.
DaRin se sentía mareada y desorientada. El exceso de alcohol sólo hizo que acabara vomitando en el retrete, unas pequeñas manos intentaban sostener su cabello. HyeLin tenía séis años, no era la primera vez que veía a su madre así, no entendía porque bebía tanto si luego terminaba en ese estado. La niña tomó algo de papel higiénico limpiando la boca de su madre, intentó ayudarla a levantarse sin tener éxito, ella era pequeña y su madre era muy grande, hizo que recostara su espalda de la pared, subió al pequeño banco recogiendo agua en un vaso del lavabo para que ésta pudiera cepillar sus dientes.
Acercó un balde para que pudiera escupir mientras se cepillaba o enjuagaba la boca. Una vez termino, DaRin sintió las caricias de ella en su cabello.
—Quiero morir, HyeLin. Mamá está muy cansada.
—Yo también estoy cansada—comentó con su voz tan dulce—Aun así no podemos rendirnos. No quisiera perderte, omma—eso le hizo sonreír tristemente, su hija era demasiado inocente—Eres la única familia que tengo, sólo contamos con la otra, no puedes dejarme. Ni siquiera lo pienses.
—Escucha—tomó sus manos—NamJoon arreglará ese error. Por ahora debes salir del país.
—Mamá...
—Nada de mamá, debes obedecerme por una vez en tu vida. Iremos a casa, tomarás un baño y te alistarás para el vuelo.
—JungKook...
—NamJoon prometió que lo traería a tiempo.
—Déjalo ir.
—¿Cómo llegó Taemin al agua?—quiso saber cruzándose de brazos sobre el escritorio. NamJoon tenía un sólo trabajo en mente, tenía que sacar a JungKook de allí fuera como fuera. Debía pensar bien lo que iba a decir—Mis hombres lo encontraron en el agua, su auto no estaba allí y tampoco en el hospital donde atacó a JungKook.
—Lo llevé allí—respondió con un semblante sereno, aunque por dentro se encontraba nervioso—Yo también soy culpable de su muerte.
—Más bien cómplice.
—JaeWang...
—Revisé el teléfono de tu amigo, ¿Dónde están los pasaportes?, NamJoon.
"Mierda"
—¿Qué pasaportes?
—Tú lo sabes mejor que nadie. ¿No?, le enviaste un mensaje a JungKook diciéndole que los pasaportes habían llegado, querías que te vieran en tu oficina—movió sus dedos con cierta impaciencia sobre el escritorio—Habían dos pasaportes en la foto, ¿Vas a sacarlos del país?
—Hagamos un trato...
—El trato aquí es que acabo con la vida del chico y tomo de una vez lo que es mío. JungKook quiere entregarse por Hye, puede ser útil para mí en algunas peleas clandestinas, un poco de entrenamiento y estaría listo—opinó como si ya lo tuviera claro—Pero también creo que debería tomar lo que me pertenece, HyeLin sería una buena compañía, diría que mucho mejor que YoungOk.
—¿Quieres que sea tu pareja?
—No. Quiero que sea una puta a veces, una amante en ocasiones y una zorra cuando lo necesite.
—Cuanto más te escucho no puedo creer la perversidad que hay en ti—bufó negando con la cabeza—Nunca te han dicho no, ¿Cierto?, por eso estás obsesionado con la chica, porque ella no ha venido arrastrándose a ti incluso después de todo lo que le has hecho.
JaeWang se mantuvo serio. Poco le importaba lo que decía, poco le importaba el resto, en su interior sabía que el moreno tenía razón.
—Te dije que vinieras para terminar de confirmar lo que ocurrió con Taemin, no seguiré hablando del tema. Considerando la amistad que tuvimos, te daré cinco minutos para que te despidas de tu amigo.
—JaeWang, no puedes matarlo.
—YoungOk lo necesita muerto, yo lo quiero muerto y todos felices—se levantó—Si fuera tú no desperdiciaría el tiempo.
Las cosas están de mal en peor
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro