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『Catorce』

Capítulo 14
Temprano por la mañana

HyeLin estaba sobre un charco de sangre, intentaba detener inútilmente la salida de la sangre de la herida en su estómago. Su rostro se encontraba maltratado al igual que su cuerpo por los golpes recibidos, no podía moverse, no se sentía con fuerzas suficientes. Desde el suelo de la sala podía ver a su madre inconsciente en el comedor de la cocina, la joven de diecisiete años sintió las lágrimas caer de sus ojos, sentía dolor en lo exterior y en el interior.

—No...quiero...morir—susurró con voz temblorosa. Sollozó manteniendo su mano en la herida—Tampoco...quiero vivir así.

Tal vez su destino era morir tan joven. Había vivido poco y había vivido una pésima vida todo gracias a su madre, sus párpados fueron cerrándose cuando el llanto se fue calmando, Hye cedió al cansancio viendo como la imagen de su madre se tornaba borrosa y oscura.

Dio un respingo llevando su mano a su abdomen por instinto. Una suave caricia en su cabeza le hizo abrir los ojos, JungKook estaba frente a ella, ambos acostados en la cama con las sábanas cubriéndolos. Luego de lo sucedido, se rehusó a dejarla dormir sola, HyeLin miró sus ojos hinchados, su cabello estaba despeinado. Parecía que también despertaba recién, JungKook acariciaba su cabeza jugando con su cabello enredando un mechón en su dedo.

—¿Una pesadilla? —su voz ronca confirmó su teoría. Recién se despertaba.

Hye tomó su muñeca colocando la mano del chico en su mejilla, respiró profundo cerrando sus ojos un instante, JungKook acarició su mejilla teniendo muchas preguntas.

—Esta casa no es segura. Hablaré con NamJoon.

—Ellos volverán por mí, no sirve de nada ocultarse.

—¿Por qué están buscándote, Hye?

—Les debo dinero.

—¿Por qué?

Ella respiró profundo abriendo sus ojos de nuevo.

—¿Recuerdas que te dije que mi madre llevaba hombres a la casa? —JungKook asintió—Ella solía darles lo que querían en cuanto a sexo significara, muchas veces me encerraba en mi habitación fingiendo que no me importaba, la verdad es que temía que pudieran lastimarla, todo lo hacía para poder comprarse más licor.

—Habías dicho que la deuda es debido a ella.

—Mamá llevó un gánster a la casa, el líder de una banda, de hecho. Había tres hombres con él, esa noche mi madre se desmayó por el exceso de alcohol en su sistema, me dejaron viva porque debía pagar una deuda que ella se negó a pagar.

—No tiene sentido—JungKook frunció el ceño deslizando su mano a la espalda de Hye—¿Pidió dinero a quien no debía?, ¿Acaso no sabía las consecuencias?

—Sabes que nunca piensa con la cabeza por culpa de su jodida adicción. La deuda debía pagarse sí o sí, si no lo hago terminarían volviendo por ambas, nos asesinarían a las dos.

—¿De cuánto es la deuda?

—Millones de wones.

—Mierda—el chico restregó sus ojos con frustración. Giró en la cama quedando boca arriba, por un momento pensó en NamJoon, si le pedía dinero tendría que pagárselo, estaría teniendo una deuda también con el hombre que ha sido un amigo para él. Si bien, Nam le había dicho que cualquier cosa que necesitara se lo dijera, él lo ayudaría—Hye, ¿Qué hubiera pasado si no hubiera estado presente anoche? —volteó su cabeza para verla.

Hye no estaba mirándolo, tenía la mirada en otra dirección.

—Me habrían llevado con su jefe.

—No puedes quedarte en esta casa, no quiero que sigas aquí.

—JungKook—llamó—Tú tienes tus propios problemas, deja que resuelva los míos.

—Resolviéndolos por tu cuenta ha salido muy mal, ¿Cuándo debías pagarles?

—Cuando mi madre vino a la casa.

—Oye—tomó su barbilla obligándola a verlo. Aquellos grandes ojos se posaron en él—No te dejaré sola, estás ayudándome y yo debo ayudarte. Hoy por ti, mañana por mí, ¿Recuerdas?

—No quiero.

—HyeLin.

—No quiero que tengas más problemas por culpa de esto.

—Aun así, voy a quedarme a tu lado. No intentes alejarme, no funcionará—advirtió. La chica rodeó los ojos y él la abrazó con fuerza atrayéndola a su cuerpo—No seas tan terca.

—Y tú no seas tan entrometido—como pequeña venganza, JungKook apretó más sus brazos alrededor de ella, Hye se quejó golpeando su espalda—No puedo respirar—escuchó su risita—¡Oye!, ¡JungKook! —se removió entre sus brazos intentando escaparse. Pellizcó entre sus costillas logrando que la soltara—¿Estás loco?

—Puede ser—pellizcó su mejilla—Me gusta hacerte enojar.

—Idiota.

—¿No deberías arreglarte para ir al trabajo?

—Hoy entraré por la tarde—se incorporó en la cama—¿Por qué?

—Para esto—jaló de su brazo haciéndole caer con la mitad del cuerpo sobre él. Besó sus labios carnosos pensando que ella lo alejaría, la respuesta fue opuesta, HyeLin respondió al beso moviendo su boca a un ritmo suave, esas estúpidas cosquillas aparecieron de nuevo en su estómago. ¿Por qué JungKook estaba despertando esas emociones de nuevo?

El chico colocó su mano en su nuca evitando que se distanciara, Hye dejó sus manos en el pecho musculoso de su "amigo" permitiéndole colocarse sobre ella. Las sábanas se deslizaron hasta la cintura de JungKook, las manos de la chica acariciaron su espalda ancha sonriendo ladinamente.

—Ya entendí porque querías saber—la escuchó decir con la respiración agitándose.

Volvió a besarla acariciando su cintura mientras su peso presionaba el cuerpo de ella, Hye comenzó a levantar su camisa prefiriendo cuando no la usaba. La dejó caer a un lado de la cama provocando una tonta sonrisita en el chico, estaba notando que siempre se dedicaba a tocarlo y él por supuesto, le dejaría hacerlo.

JungKook introdujo sus manos debajo de su camisa haciéndole cosquillas con las yemas de sus dedos rozando su piel, Hye quedó expuesta en la parte superior como él. Éste dejó de besarla separándose sólo un poco para acariciar su labio inferior.

Esa mirada intensa cargada de deseo incentivaba más el momento. Depositó un corto beso a sus labios susurrándole al oído luego:

—No te muevas.

—¿Qué piensas hacer? —frunció el ceño.

—No hables tampoco—dejó otro corto beso a sus labios antes de iniciar un camino de besos húmedos desde su cuello hasta su vientre, aquella cicatriz en su abdomen intentó amargarle la situación. JungKook quedó cubierto por completo con las sábanas encontrándose debajo de ellas, Hye lo sintió deslizar tanto su short del pijama como sus bragas.

Su cuerpo se colocó alerta por los mordiscos suaves en sus muslos, ahora entendía porque le había dicho que no se moviera. Miró al techo de la habitación tragando con dificultad, esos besos estaban subiendo peligrosamente a su intimidad, mordió su labio inferior con el corazón latiendo mucho más rápido, no pudo resistir mucho gimiendo por primera vez sintiendo al pelinegro entre sus piernas jugar con su lengua allí abajo.

—Oh, Dios—arqueó su espalda apretando las manos en las sábanas. JungKook sabía perfectamente lo que hacía moviendo su lengua saboreándola sin pudor—JungKook—gimió haciendo el intento de mover una de sus piernas. El chico se lo impidió apretando sus manos en sus muslos—Mierda.

Escuchó su risita debajo de las sábanas, JungKook besó su vientre permitiéndole recuperarse un segundo. La castaña pasó su mano por su cabello admitiendo que el idiota era bueno, sabía lo que le gustaba.

—Mientras maldigas más me excitarás—lo escuchó decir con voz profunda. Mordió su vientre y ella jadeó, JungKook regresó a su labor escuchando los gemidos claros de HyeLin, le encantaba ese sonido. La chica enredó sus dedos en el cabello oscuro de él jalándolo un poco.

—No pares, por favor—su espalda se arqueó de nuevo. Su lengua moviéndose en su intimidad y su boca devorándola con esa intensidad le estaba quitando el aliento, no podía pensar en nada, su mente estaba nublada, mordió con fuerza su labio inferior, ese cosquilleo en su vientre fue extendiéndose—Maldita sea, JungKook—jaló de su cabello.

Y unos pocos minutos después alcanzó el clímax al correrse en la boca de su "amiga". HyeLin lo vio salir de las sábanas limpiando sus labios con una sonrisita victoriosa, a JungKook le encantó verla tan acalorada y agitada. Sus mejillas estaban rojas, su pecho subía y bajaba por su respiración.

—¿Por qué no te relajas ahora? —ofreció. Literalmente lo obligó a acostarse colocándose sobre él, apartó el cabello de su rostro decidiendo recogerlo en una coleta. Se acercó al oído del chico repitiendo sus exactas palabras—No te muevas y no hables.

—¿Tendré castigo si lo hago?

—No me retes, bebé—advirtió guiñándole un ojo. Deslizó sus manos por su cuerpo admirando cada centímetro de ésta, su cabeza dejó de verse quedando cubierta por las sábanas, JungKook sintió sus labios en su abdomen con una sonrisita picarona, Hye se ocupó de quitarle aquel pantalón de algodón junto a sus bóxers negros. Su miembro estaba un poco duro, pero ayudaría a animarlo más. Primero lo acarició con su mano de arriba abajo, depositó cortos besos cerca de la cintura del chico, JungKook comenzó a respirar con dificultad mediante pasaban los minutos.

Hye sonrió complacida de sentirlo más duro en su mano, jaló un poco de éste escuchando un jadeo del chico.

—Ten cuidado—advirtió.

Poco le escuchó, lo llevó a su boca succionando en la punta escuchando los gemidos de JungKook. Éste cerró sus ojos disfrutando del sexo oral que le estaba dando, HyeLin también sabía jugar con fuego, incluso si la posición fuera simple, Hye sabía encenderlo en segundos. Ocho años han pasado y siguen teniendo el mismo efecto en el otro.

La castaña siguió moviendo su cabeza mordiendo en ocasiones escuchando algunos quejidos de JungKook, cuando se detuvo saliendo de las sábanas sonrió complacida.

—No te dije que te detuvieras—verlo molesto fue sexy. Algunos mechones negros estaban pegados a su frente.

—No me has dicho que siga.

—¿Es una maldita broma? —Hye se echó a reír—¡Oye!

—¿Quieres que siga? —la mueca de él provocó su risa de nuevo—Llegaré hasta el final.

—Sólo hazlo, joder.

HyeLin obedeció retomando su trabajo. Acarició, succionó y mordió aquel miembro mientras JungKook se retorcía disfrutándolo.

—Sigue así, Hye—llevó su mano a la coleta de ella, la aferró ahí sintiendo la boca de la castaña cubrir la mayor parte de su miembro. La fricción con su boca lo estaba llevando al límite, cuando pensó en detenerla, Hye lo sorprendió al salir de las sábanas limpiando su labio inferior al haber bebido hasta la última gota—¿Estás loca?

—No es la primera vez que hacemos esto.

—Sólo una vez lo hiciste y dijiste que era asqueroso.

—Tenía diecisiete años. Ahora me gusta experimentar más—se encogió de hombros. Miró el reloj en la mesa de noche y luego a él—Quedan varias horas todavía, ¿Siguiente ronda?

No iba a desaprovecharlo.

—Está será mi mañana favorita.

Este capítulo se lo dedico a LolaBritez26 porque esa loquilla me ha ayudado mucho últimamente ^^

La foto de multimedia la editó Vettnus para esta historia precisamente uwu

Para celebrar las 16k de lecturas de la historia subiré 3 capítulos hoy, este es el segundo.

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