Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21| Amar conlleva alejarse.


Vi como lanzaba el cigarrillo al suelo y lo aplastaba con su pie; lo hacía de la misma manera a como pisoteo mi dignidad, ¿Por qué lo estaba viendo aún?, ¿Por qué no solo me marchaba?, de verdad que no quería irme y dejar de verlo, me gustaría por primera vez no solo huir.

Paso saliva por mi garganta y con mucho valor avanzo hasta él, no iba a decir nada, solo necesitaba verlo de cerca aunque sea un par de segundos. Pero nuevamente quedo congelado en mi lugar cuando Noha aparece del lado contrario y se acerca a él, le quita la botella y la lanza lejos de su alcance.

—¡Por una mierda, deja de actuar de esa manera!—escucho como Noha le grita a Gustavo de una manera grosera.

—¡No, tu deja de actuar de esta manera como si te importara!—la voz de Gustavo sale rota, mi entrecejo se frunce. Niego con la cabeza mientras giro sobre mis talones, cuando doy un paso me detengo en seco al escuchar lo que agrega después—: ¡Todo esto es tú culpa!, me sobornaste de la manera más cruel, y al final obtuve el mismo resultado, él me desprecia, le doy asco... Lograste joderme, ¿Por qué no solo te vas?, haz algo bueno.

—¿Por qué supones que no he hecho algo bueno?—Noha pregunta con rudeza.

—Porque eres tú.

—Que irónico, ahora soy el villano.

Hay un largo silencio entre ambos. El duro frio que comienza a azotar perfora las líneas delgadas de mi rostro, una punzada también me atraviesa. Aquellas palabras me han caído como una patada en los riñones.

—No quiero verte, no puedo quererte, de verdad que no puedo hacerlo—Gustavo seguía diciendo, ahora parecía sollozar cada que se detenía a tomar aire—De verdad que no puedo... Por favor, solo vete.

—¿Enserio lo amas?—aquella pregunta me hace girar por completo, los veo demasiado cerca como aquella ultima vez, solo que ahora el escenario es diferente, pero Gustavo no responde nada—Yo te amo, pero a la vez te desprecio con toda mi alma, me hiciste mucho daño y nunca te lo voy a perdonar, esto te lo merecías.

—Lárgate, no quiero escucharte. —con enfado lo corre, apuntando con su dedo en mi dirección, al verme su boca se abre y su mano baja flojamente hasta quedar a su costado.

—Me voy, y no precisamente porque me corras—agrega Noha, con una sonrisa sarcástica—, sino porque también me he cansado de oírte.

Y sin agregar otra palabra camina hacia mi dirección, no hay sorpresa en verme. Solo me sonríe de esa manera irónica y me pasa por un lado, pero antes me susurra un:

—Escuchar conversaciones ajenas es de mala educación.

Gustavo baja su mirada, tengo una vaga necesidad de acercarme, pero solo me mantengo firme en el mismo sitio; queriendo solo avanzar a él. Ninguno de los dos tiene la intención de entablar una conversación, solo se siente esa intensidad, como si nada de lo que pasó entre ambos hubiera muerto.

Como si tan solo hubieran pasado minutos desde aquel evento.

Trago grueso y cuando retrocedo un paso Gustavo por fin habla.

—No te vayas, por favor—pide y escuchar su voz me produce escalofríos. —Quédate un rato más, aunque sea en la distancia... Déjame creer que eres real—y sin verlo venir se acerca, hasta el punto de que nuevamente puedo detallar cada imperfección de su rostro bajo la luz de la luna.

—Fui real, pero tú lo solo lo convertiste en algo ficticio—murmuro con la voz débil y decirle aquello de pronto me hace humedecer los ojos y no puedo soportarlo, verlo me hace regresar en el tiempo y es tan horrible que solo quiero huir y seguir fingiendo que me encuentro bien... pero no puedo seguir refugiándome en míseros recuerdos—Nos convertiste en ficción, ¿Cómo te atreves a pedirme que me quede cuando me hiciste sentir como un juguete al que solo decidiste lanzar a la basura?

—Perdóname—murmura de la manera más sincera y es solo en ese entonces donde recuerdo mis propias palabras, quizás un lo siento no lo repare del todo—Ódiame todo lo que quieras, pero al menos déjame darte mi versión.

—No te odio—le aclaro, y esa era la gran verdad—No podría odiarte, pero tampoco quiero una versión tuya, me usaste y eso es lo que yo sé... Cuando quise que me dieras una explicación solo me corriste sin piedad y duramente me dijiste que no hiciera preguntas estúpidas, recuerdo como lo besabas y como tus manos lo tocaban, ¿A caso piensas que esas imágenes son fáciles de borrar?, sueño contigo todas las noches y no sabes lo tortuoso que es eso, solo quisiera que salieras de mi cabeza... que mis sentimientos murieran, pero no es tan fácil.

Y sin que pueda controlarme ya me encuentro llorando, me duele la garganta, pero más el corazón. Pero mi llanto no es impedimento para seguir hablando, quiero decirle todo lo que me he guardado hasta el momento.

—¡A como tampoco es fácil mi vida!, si me hubieran dicho que conocerte sería el principio de mi autodestrucción...

—Te entiendo, te hubieras alejado sin pensártela mucho—corta mis palabras, pero solo niego.

—Me dejaría destruir por ti las veces que fueran necesarias—eso basta para callarlo, sus ojos se agrandan con algo de sorpresa, había practicado tantas veces esta charla que ahora todo me sale tan fluido y espontaneo—Porque te amo, y eso basta para dejarte entrar en mi vida las veces que tú quieras, pero también me amo y eso involucra hacer lo posible para no dejarte hacerlo... Y lo tuyo con Noha, no me importa si es una farsa, pudiste solo haber rechazado lo que sea que te propuso sin importar las consecuencias, ¿Crees que no te hubiera entendido?, no me importaba tu pasado aunque me daba curiosidad saberlo, no me interesaba una mierda lo que hiciste antes, lo que importaba era el ahora; que también forma parte del pasado convirtiéndome en uno de esos chicos con los que te divertiste rompiendo su corazón.

—Contigo fue diferente, todo de ti era diferente—Gustavo murmura, viéndome a los ojos. Se encuentra vulnerable y las lágrimas que bajan por sus mejillas me hacen querer limpiarlas con mis manos para poder sentir su tacto aunque sea solo por unos segundos—Nunca te mentí.

—¿Cómo podría creerte?—la desconfianza que había generado en mi era incorregible.

—Es mi turno de correr por ti—murmura lánguidamente, ignorando mi pregunta. Solo nos volvemos a quedar en silencio, no me apetece agregar más nada.

"Es mi turno de correr por ti"

‹‹Aquellas palabras estarían por siempre en mí, de eso estaba seguro››

Mis pies empiezan a retroceder automáticamente, como si ellos tuvieran vida propia. Me estoy alejando en el espacio y tiempo y sin verlo venir estoy caminando lejos de él, lo último que escuché de sus labios fue un claro:

—No te vayas.

Pero ya estaba demasiado lejos.

—Entonces me fui, amar también conlleva alejarse rotundamente.

Las palabras de Dylan hace eco en mi memoria, quizás deba aplicar lo mismo en mi situación.

Quizás uno de los misterios más grandes del universo sea eso; alejarse porque amamos.

-----

A la mañana siguiente solo quise dormir todo el día, algo que fue meramente imposible cuando a Sandra le dio por venir a eso de las diez de la mañana con toda la actitud de ser una pesada.

Dylan y yo estábamos como si nada de lo que había ocurrido ayer hubiera pasado en realidad, este solo hablaba de cosas con Sandra y reían, ninguno de los dos me preguntó donde estuve el resto de la noche, solo suponían que quizás estaba metido en algún rincón sufriendo solo, algo que tan mentira no era. Después de hablar con Gustavo me sentí como si decirle lo que sentía no hubiera sido suficiente, como si faltaran muchas cosas que arreglar... como si todavía no acabara lo nuestro.

Por igual, ¿Qué hay si es verdad que Noha lo ha sobornado de una manera cruel?, ¿Por qué lo hizo?

¿Por qué?...

—¿Animal con D?—Sandy pregunta mientras ve su libreta, también veo la mía ya concentrándome en el juego—Yo tengo dinosaurio.

—Dodo—agrega Dylan con una sonrisa, este me ve con una sonrisa desde el final de la cama y enarca una ceja—¿Qué tienes?.

Veo mi libreta y luego los veo a ambos, ellos me ven con curiosidad y juro que me cago de la vergüenza, no tenía ni idea de lo que escribir, me había quedado bloqueado hasta que la tonta de Sandy soltó en un grito el "Stop". Joder, ¿enserio hay animales con D?.

—Vamos Nika, ¿Qué has escrito?—Sandy pregunta con una voz socarrona al tiempo que trata de ver mi hoja, pero soy más rápido y no se lo permito—De seguro una locura a como cuando pusiste que Ometepe era un país.

—¿A caso no lo es?—pregunto con confusión.

—Claro que no idiota, eso es una isla—Dylan me da un zape en la cabeza.

—No le digas idiota, solo tiene aire en el cerebro—agrega Sandy con simpleza.

—Vale, no es que no sepa que era una isla, es solo que fue lo primero que se me vino a la cabeza—me excuso, ellos solo ponen sus ojos en blanco.

—Eso tiene lógica del porque pusiste que el nacatamal era una fruta—menciona Dylan un tanto divertido.

—Oh cuando puso peptobismol en color—Sandra suelta con ganas de reírse.

—¿A caso no ven que el peptobismol es rosado?—me les quedo viendo seriamente y ellos se echan a reír. Par de idiotas. ¿Cómo se atreven a reírse en mi propia cara?. Me dan ganas de lanzarles mi libreta a la cara para que se callen, pero solo me limito en cruzarme de brazos y recostar mi cabeza sobre la almohada. —Ustedes no saben nada.

Ellos al ver mi cara de pocos amigos se controlan, Sandy se arrastra por la cama y se recuesta en mi hombro, tratando de hacer las paces, solo que ya me he enojado.

—Ahora sí, modo serio—dice Sandra dejando a un lado su risa—Dinos que pusiste en animal con D.

Veo mi hoja y la veo a ella, después poso mi mirada en Dylan, el cual se ve un poco impaciente.

—No nos vamos a reír—Dylan agrega, también serio o solo pretendiendo estarlo.

Pienso un momento si decir lo que tengo, se van a cagar de la risa, de eso no hay dudas. Es que soy pésimo para jugar al Stop.

—Ya no quiero jugar esta mierda, veamos la película ya—es lo que digo al final, de verdad que me moría de vergüenza.

—Nick, solo dilo para que podamos ver quién ha ganado y así poder ver la peli—insiste Sandra con una de sus sonrisas angelicales—Anda, deja de ser amargado.

—¿Qué pusiste?—Dylan también me insiste.

Analizo el rostro de los dos, sé qué se van a reír, pero bueno, sin más se los digo, qué más da.

—Puse Doulingo, algo que no está tan mal cuando ustedes también han puesto animales que ya no existen—y eso es suficientes para hacerlos estallar en carcajadas nuevamente—¿Saben qué?, váyanse a la mierda, no vuelvo a jugar nada.

Cuando me trato de levantar de la cama ellos me detienen de los hombros, lanzándome nuevamente contra el colchón.

—No te vayas Doulingo, veamos la película—Sandra se apresura en tomar el control del televisor para encenderlo, todavía me sorprende que Dylan tenga un tele en su habitación y que yo no lo supiera. —He ordenado una pizza, no tarda en llegar, se dejan caer con la mitad.

—¿Qué película vamos a ver?—Dylan pregunta mientras se acuesta en medio de Sandy y yo, dejándome en la orilla—Que no sea una de miedo, después no puedo dormir.

—Tan grandote y tan miedoso—Sandra le dice con burla—Pero no es una de miedo, quedamos con que veríamos La Bamba, ¿Sabías que el año que viene saldrá la película de Michael Jackson?, hay muchos buenos cantantes que no merecían morir tan pronto, como el caso de Selena Quintanilla y Ritchie Valens que murieron muy jóvenes, pero que hicieron cosas grandes.

En eso suenan la puerta, lo más probable es que sea la pizza.

—Yo voy—les digo antes de ponerme de pie, ellos me pasan la mitad de su dinero. Cuando salgo, ambos siguen con su charla, avanzo por el pasillo hasta la puerta principal, en donde la abro, llevándome la sorpresa de que no hay nadie tras ella y que lo único que tiene presencia en una caja pequeña con una nota sobre esta.

Tomo la nota con algo de desconfianza y leo:

Si las estrellas pudieran hablar

te dirían que yo te quiero,

te pedirían,

que me quieras

Una media sonrisa se dibuja en mi rostro al reconocer el verso, dejo a un lado el papel y abro el paquete, al tiempo que me adentro hasta la sala y me siento sobre el sofá. Cuando la he abierto por completo algo dentro de mi pecho duele, la sonrisa de antes desaparece, para dejarse asomar una de total nostalgia.

Dentro se encuentra aquel suéter de poliéster que le había regalado a Tavo aquella primera noche que visitó mi hogar, también hay una pulsera que cita la palabra Dalani en letras doradas, mi entrecejo se frunce, noto que hay otras dos notas, tomo la primera y la leo: "En idioma Mayangna "Dalani" significa amor."

Contemplo la pulsera en mis manos, delineando las letras con las yemas de mis dedos, tratando de memorizarme su significado. ¿Qué pretende hacer enviándome esto?, que idiota.

Desenvuelvo la última nota.

Cada que veas la lluvia caer no olvides decir: "Was parasni lawi, porque eso seré de hoy en adelante "Agua que cae de las nubes con mucha fuerza".

Postdata: No olvides cantarme al menos una noche de fuerte lluvia.

(Te quiero, rulos bonitos)"

Y es en ese momento en donde todo me va como en cámara lenta, proceso bien las palabras y recuerdo nuestro juramento.

Si yo moría antes el recitaría sobre mi lapida poemas todas las noches y tardes de invierno, si él moría antes yo... Joder, no. Me tiene que estar jodiendo.

Me levanto del sofá, corro hasta la habitación de Dylan, el cual se encuentra charlando con Sandy. Ellos al verme dejan de hablar.

—¿Y la pizza?—pregunta Sandy.

—Préstame las llaves de tu auto, por favor—le suplico a Dylan casi con la voz colgando de un hilo, este me ve con confusión.

—¿Pasa algo?—Dylan indaga con su entrecejo fruncido.

—Solo no preguntes—le pido, Dylan me ve con confusión por mi aparente cambio de actitud.

—Nick, pero no sabes manejar—este me dice con obviedad—Si quieres suicidarte te presto una cuerda.

Suicidarte.

Esa palabra hace que la piel de la nuca se me erice por completo, seguido de un escalofrío que perfora hasta los huesos más finos de mi cuerpo.

—Ayuda—digo átonamente mientras mis piernas flaquean—Necesito ayuda.

A mi mente vienen sinnúmeros de escenarios que solo me torturan, y sin poder evitarlo ya me encuentro llorando. Sandra al ver mi estado se apresura en acercarse.

—Me estas asustando, Nicolás—dice ya un poco asustada—¿Qué ha pasado?

—Es Gus, la promesa... Lo va hacer, pero necesito evitarlo—no me entiendo ni yo mismo la verdad, Dylan me quita la nota que traía en la mano y la lee.

—¿Esto es...?—ni siquiera lo dejo acabar.

—Una nota de suicidio—y es ahí donde no lo soporto y salgo corriendo.

Escucho que los chicos también vienen detrás de mí, corro tan rápido que mis las plantas de mis pies se rompen y el ardor me llega a detener.

Hoy es una noche estrellada de un 01 de Noviembre del año 2023, la luna se encontraba en lo alto y con hipocresía sentía que me sonreía, las estrellas sus cómplices muy bajito le susurraban que este espectáculo no se perderían.

Dos chicos que se habían amado efímeramente contemplarían su inesperado final, uno que estaba en la vuelta de la esquina.

Esta noche todo cambiaria para bien o para mal, pero cambiaria.

Y es en ese entonces nuevamente aquellos rostros vinieron a mi memoria, venían como relámpagos y truenos, quemando todo mi interior. Comencé a escuchar sus voces como aquellas otras veces, incluso una canción que conocía pero no recordaba haberla escuchado. Todo me había atacado tan de repente que solo camine sin ver a donde me dirigía, escuchaba que Dylan gritaba que me detuviera, a Sandra gritarme que no siguiera corriendo, pero no los podía escuchar.

Mis pies chocaron contra una señora algo extrañada que se apareció de la nada frente a mí, ella sonrió muy pacíficamente, su rostro tan arrugado como una pasa me generó terror. Mis pies descalzos dieron un paso hacia atrás, pero ella no se inmutó de su lugar, entonces me di cuenta que estábamos dentro de la autopista. Las voces habían parado.

¿Cómo es que llegué hasta aquí?

—Yo le dije que no podía alterar el panorama de la realidad, se sigue una misma línea, aunque quieras cambiar los eventos, al final solo apresuras los hechos—la verdad es que no le entendía, ella pareció notar mi confusión porque con su dedo señaló el final de la autopista—Esas son las consecuencias.

No pude responderle ya que una fuerte luz me cegó por completo, y el ruido de un claxon se llevo mis sentidos.  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro