capitulo||•35||•Donde estoy !?
(Escenas Perverts)
POV Ji Yong
-O.o
Definitivamente, el alcohol había acabado con el pudor de Leah, me estaba volviendo loco con aquella proposición!
La empuje despacio solo para dirigirme a la cama sin decir nada ... necesitaba tranquilizarme, pero me siguió, mientras seguía arrojando los zapatos por el suelo e intentaba quitarse el vestido.
-Leah! deja de desnudarte.- Me estaba poniendo nervioso.
- Si quieres que deje de desnudarme, tendrás que quitarte los pantalones.- Canturreaba, mientras yo seguía de espaldas. Respiré hondo y me senté en la cama –Tranquilízate Ji Yong!!!- me decía a mí mismo... pero era imposible porque ya tenía a Leah delante de mí. De repente comenzó a quitarse el vestido quedándose en ropa interior ...
-basta! Ji Yong! No lo hagas Leah esta borracha, no te quieras aprovechar de ella – hablaba conmigo mismo , mientras ella se acercaba tambaleándose un poco.
- Te gusto Oppa? .- ¿me estaba llamando “Oppa”? En serio, si me quedaba algún rastro de culpabilidad por aprovecharme de ella, se esfumó en ese instante.
- Leah, ¿cómo me llamaste? .-
- Porque? no te gusta que te llame OOOppa? Si todas tus dongsaengs lo hacen ...Oppa, Oppa, Oppaaaaa.- Arrastraba las vocales cual quinceañera en celo, en serio era muy tierna.
- Me encanta que me llames así, lo que pasa es que me sorprende porque es la primera vez que lo haces.-
- Deberías estar acostumbrado, esas niñas tontas te lo dicen cada cinco minutos! .- fruncía el ceño-
- Estas celosa? .-
- Celosa Yo??? ... aigoo! por favor! Que me den ganas de arrancarle los cabellos a tus adoradas dongsaengs, nada tiene que ver con celos ...- intentaba negarlo pero con sus palabras no hacia más que afirmarlo, ella estaba celosa y eso me alegraba, no podía contener la risa, Leah estaba actuando de una manera tan cómica hasta un poco torpe ...
- No perdamos más tiempo hablando de tus dongsaeng, que te parece si jugamos un poco? .- Sus ojos brillaban de una forma inusual, obviamente producto del alcohol que llevaba en las venas. Se iba acercando a mí colocándose entre mis piernas de rodillas
- Quieres que lo haga? .- Sonrió, de un modo cómico, pues apenas podía mantener el equilibrio así como estaba, de rodillas ante mí. No lo podía creer y no estaba loco, por supuesto que no, y no podía desaprovechar una oportunidad como aquella. Leah entre mis piernas, dispuesta a darme placer era lo que tanto había fantaseado.
- Leah estas segura? .- Desabrochó el botón de mi pantalón, no sin esfuerzo, mientras se reía de su propia torpeza, y mis manos temblaban de sobremanera cuando entendí que aquella acción era la respuesta a mi pregunta. Siguió abriendo el cierre de mis pantalones y mi respiración se agitaba, apoye los brazos en el colchón y eche mi cabeza para atrás esperando lo que tanto deseaba: sentir el mayor placer de mi vida... pero cuando sentí que las manos de Leah se colaban por mis pantalones, la culpa me inundo y un golpe de conciencia me ataco...
- Leah espera! .- De no haber estado tan borracha, en esos momentos estaría en el cuarto de baño llorando avergonzada por estar en una postura tan comprometedora. Eso lastimosamente lose...
- Que pasa? .- renegaba tambaleándose.
- Leah te vas a caer .-
Negó con la cabeza, para tirar con fuerza de mis pantalones, intentando sacármelos, cosa nada fácil si tenemos en cuenta que yo estaba sentado en la cama. Tiró con tanta fuerza que acabó sentada en el suelo y mis pantalones continuaron en su sitio.
- Babo…- Me reí, extendiéndole una mano.
- Rayos! esto no funciona! .- decía mientras se levantaba apoyada en mi mano...
- Ya se! ... Ji Yong uhhhh!!! .-Leah se deshizo de su propia ropa interior, lanzándola por el aire en un gesto divertido y exhibicionista. En ese momento cerre los ojos para escapar de la tentación.
- Ven aquí .- la tome del brazo y la recosté en la cama algo me decía que el Soju iba a desinhibirle hasta el punto de aceptar cualquier cosa que yo quisiera hacer con ella, pero desde que la conozco empecé a tener algo de conciencia y es eso exactamente lo que me impide aprovecharme de la situación. Me acosté a su lado, sabía que en cualquier momento se quedaría dormida porque se esforzaba por mantener los ojos abiertos
- No sé cómo lo haces, Ji Yong, pero me muero de ganas de tenerte para mi sola todo el tiempo.- me decía
- Es que soy irresistible.- Le guiñé un ojo, apartando el pelo de su frente.- Pero tú me tienes igual. ¿Sabes que estoy completamente obsesionado contigo?
-Conmigo? Aigooo ... sabes que eso ya lo sé .- sonreía mientras cerraba los ojos ...
- Ji Yong, cuál es tu sueño? .- me preguntaba con voz bajita creo que ya estaba soñando
- Huh? Mi sueño? ... lo había olvidado desde que te conocí! Leah ... ¿Leah? .- se había quedado completamente dormida.
Aquella pregunta me recordó que antes de conocerla yo tenía un sueño mejor dicho una meta, del cual me había olvidado por completo... ahora es ella quien ocupa la mayor parte de mis pensamientos ... pero no encuentro problema alguno con eso, me siento muy feliz y completo a su lado. Por eso mañana no te me escapas Leah, definitivamente mañana serás mía muajaja.
POV Leah
¿Ahora que hice? Fue lo único que pude procesar cuando abrí mis ojos con un terrible dolor de cabeza... me quede quieta intentando armar las imágenes en mi cabeza para tratar de recordar que era lo que había hecho... muchas imágenes pasaban por mi cerebro a la velocidad de la luz, no podía diferenciar si había pasado en realidad o era simplemente un sueño...
Yo estaba hablando con Kikwang en uno de los balcones del hotel ... Espera!!! Dónde estoy??? ... intente levantarme pero tenía una de mis manos esposadas al cabecero de la cama... ¿Y esto? Estaba entrando en pánico al verme completamente desnuda en aquella cama de una habitación desconocida. ¿Cómo diablos había terminado aquí? ...intentaba deshacerme de las esposas cuando la puerta de la habitación se abre...
- Dios!!! Sera algún maldito violador!??? .- me hundí entre las sabanas cubriéndome con ellas hasta mi nariz ...
El alma me regreso al cuerpo al darme cuenta de que se trata de mi impredecible novio: Ji Yong.
POV Ji Yong
Cuando desperté esta mañana Leah aún seguía dormida profundamente era lógico después de todo el alcohol que había ingerido, pero yo me moría de ganas porque se despierte al fin había entendido las intenciones de ella y que estaba completamente dispuesta a seguir con mis juegos mejor dicho con mis deseos!
Solo me queda esperar! Mientras puedo ir pidiendo el desayuno!
Luego de unas horas ...Sitio unas largas horas Leah seguía en un sueño profundo y yo ya había desayunado y hasta había almorzado!!! ... estaba totalmente impaciente ni siquiera fui capaz de terminar mi comida por la desesperación dejando intacto aquel postre que me encanta tanto: Las fresas con crema batida! ... Aunque claro es ese momento yo solo quería a Leah como postre XD
Decidí recostarme a su lado, Ella debería estar a punto de despertar.
Mientras podría leer algo? ...mmmm? Me deslicé bajo las sábanas intentando alcanzar la mesita de noche en busca de alguna revista o algo interesante que podía encontrar en esa habitación ... y Vaya! Que lo encontré ... cuando vi dentro del cajón estaba un saquito de terciopelo rojo
- ¿Qué es esto? - lo abrí muy curioso, se trata de unas “esposas”... y esto que hace aquí? me tuve que contener la risa. ... seguramente algún otro huésped lo dejo, poco me importo como termino aquel objeto aquí solo daba gracias a la persona que lo haya hecho por dejarme una grandiosa idea llevando al límite mi perversión.
Dirigí mi mirada hacia el postre con esto me refiero a las fresas con crema batida, mi corazón latía con desesperación, mi cuerpo entero permanecía tenso, a causa de la idea que se me acababa de ocurrir mientras esperaba que su sueño fuera lo suficientemente profundo como para no notar que había abandonado la cama.
- Leah…- La llamé, susurrando, rezando porque no me hubiera escuchado. Forcé la vista un poco y observé que sus ojos seguían cerrados. Parecía un bebé. Tan hermosa que por un minuto me sentí ligeramente culpable por lo que iba a hacer, e incluso estuve a punto de echarme atrás. Pero mi deseo era demasiado poderoso.
Aquello era una aberración, pero precisamente por eso tenía tantas ganas de hacerlo. Miré a Leah, que dormía plácidamente, y agarré una de sus muñecas, besándola, y murmurando “lo siento, Leah” mientras colocaba un extremo de las esposas a su alrededor y el otro lo subía hasta el cabecero. Noté que se revolvía, medio dormida, imagino que notando el frío acero sobre su cálida piel, pero decidí salir de allí cuanto antes, para poner en práctica la segunda parte del plan.
Abandoné el cuarto para ir a la cocina en busca del arma perfecta. Abrí la nevera y me apoderé de la botella de crema batida ... sabía que aquella copita de crema que no fui capaz de comer, no iba ser suficiente para lo que tenía en mente.
Entré en la habitación intentando no hacer ruido. Pude ver cómo Leah ya se había incorporado en la cama y parecía estar luchando con las esposas, que seguían bien atadas al cabecero.
- ¿Crees que éstas son formas de despertarme? - el mal humor de Leah era notorio, pero yo por suerte tenía a la fiera bajo control en ese momento.
No le contesté, hablar no era precisamente lo que quería hacer con ella ese día. Le mostré la botella de crema batida en silencio, acompañado de una de mis sonrisas de medio lado que sabía que a ella tanto le gustaban.
- ¿Qué es eso? ¿El desayuno? – En ningún momento había dejado de forzar las esposas pero yo sabía que no conseguiría liberarse de ellas.
Subí a la cama de un salto, quedando a cuatro patas sobre ella. Otra vez la actitud gatuna.
- Hm… – Abrí la botella frente a su cara y lamí unos pequeños restos de crema que habían quedado en el orificio de salida, sin dejar de mirar a sus ojos ni un segundo. – Tú vas a ser mi postre ahora.
- Ji Yong, esto no tiene gracia, quítame la esposas, ¿de dónde demonios las has sacado?
- Cállate, Leah.
Empecé a apretar la botella en dirección a su pecho, pero hacía un ruido extraño, apreté con fuerza porque parecía que no salía nada de ahí, hasta que de repente un pequeño y deforme chorretón saltó sobre su pecho. La botella estaba vacía. ¬.¬
- Qué tonto eres…- Leah empezó a reírse como una loca.
- Ash! – Me desesperaba por momentos.
- Así son siempre tus ideas de BABO.- Recalcó esa palabra de un modo realmente desquiciante, mientras continuaba riéndose.
- Cállate, Leah. – Poco a poco sentía cómo la rabia me invadía.
- No sé muy bien qué es lo que pretendías, Ji Yong, pero sin duda ya perdiste tu encanto. – Ponía los ojos en blanco, masticando cada una de las palabras para conseguir que yo siguiera enfadándome más y más.
- Ya suéltame! Te crees muy valiente, ¿verdad? Pues vamos a ver qué es lo que consigues hacer de esta manera. – Intentó alcanzarme con su mano libre, pero se la agarré con fuerza.
- No querrás que también te ate esta mano.- La miré, amenazante. Negó con la cabeza rápidamente.- Si te portas bien, puede que te permita tocarme. – Abrió los ojos como platos y yo me reí ligeramente. Sólo de imaginar la cantidad de cosas que podía hacer teniéndola tan sometida a mis deseos, mi cuerpo entero empezó a temblar. Mis ganas de poseerla estaban alterando todo mi sistema nervioso, hasta mi respiración se volvió agitada, cosa que disimulé haciendo resbalar mi lengua por el pecho de Leah, haciendo que su piel se erizara al momento. Le miré-. ¿Te gusta? – No supo que responder. No era que pudiera hacerlo, pero su cara no mostró ninguna respuesta a aquella pregunta tan directa-. Movió sus piernas, intentando patearme, fue en ese momento en el que me arrepentí de no habérselas inmovilizado también.- … iba a ser medianamente bueno contigo, pero viendo que no colaboras… creo que voy a tener que ser un poco brusco.
- Hoy te voy a hacer mía Leah.- Dije, sin más, soltándole. Me senté sobre su cintura, mientras la embadurnaba con la crema derramada en aquel intento fallido por decorar a mi novia cual pastel de boda. – Si haces lo que yo te diga… todo saldrá bien. Dime, ¿harás lo que yo te diga? – Asintió con inseguridad.- Buena chica.-
- Guarda silencio y no hagas nada que yo no te ordene.- Tragó saliva, Esperaba una reacción histérica por su parte, incluso que me hiciera una llave de taekwondo y me tirara de la cama, pero sólo permaneció quieta y en silencio.
Me acerque a ella atrapando su boca con la mía, mordiendo cada trozo de piel de su cuello, besándola de un modo feroz, mientras observaba cómo sus mejillas iban aumentando de color. Mi mano iba bajando por sus muslos acariciando su piel en busca de su entrada ... tímidamente introduje uno de mis dedos en su interior
La miré-. ¿Quieres que siga? .-Sus ojos ya no estaban abiertos, se aferraba a mis hombros con fuerza. La besé apasionadamente. Era tan dulce y hermosa que tenía miedo de que si le seguía mirando, me arrepintiera y tuviera que acabar dándome una ducha fría. Cuando noté que ya no sentía incomodidad, y que parecía que aquello empezaba a gustarle, seguí metiendo más dedos, moviéndolos despacio, pero de un modo continuo, en su interior.
- Ah… Ji Yong… -Ahogó su grito. No había olvidado mis instrucciones.
- ¿Molesta? – Me preocupé, ralentizando el ritmo.
- Un poco…- me decía
- ¿Quieres… que pare? -Recé por que dijera que no.
- No…-Seguía colorada-… - sigue ...sigue..- Fue tan tierna que por un momento me sentí asquerosamente repugnante y estuve a punto de echarme atrás. Pero Leah continuo con los juegos metió su mano libre entre mis bóxers para masajear mi miembro erecto haciendo que casi me diera un infarto y al rato ya estaba masturbándome sin piedad, su sonrisa diabólica me puso la piel de gallina. Parecía que a la inocente Leah le iban las perversiones todavía más que a mí. ¿Es que acaso había estado aprendiendo cosas a mis espaldas?
En ese instante no podía buscar respuesta y menos al escucharla decir.
-Te necesito dentro! .- inmediatamente me despoje de mis bóxers y me coloque encima de ella, pero como respuesta me lancé sobre su boca y empecé a besarle con fuerza, mientras ella me correspondía con su lengua, y apretaba mis nalgas con su mano libre, atrayéndome más hacia ella. Entonces la penetre fuertemente mis embestidas se volvieron frenéticas, descontroladas, más que nunca, y su lengua acariciaba mis labios mientras dejaba escapar más y más suspiros.
Me moví como un loco, finalmente aquella niña había conseguido volverme completamente loco. El sudor resbalaba por mi espalda del tremendo esfuerzo que estaba haciendo para complacerle, para hacerle gritar del modo en que lo hacía, para comprobar que con un sólo roce de mis dedos hacia que ella alcanzara un orgasmo...
Al sentirle temblar bajo mi cuerpo tras su orgasmo y notar cómo mi miembro era aprisionado por los espasmos provocados por ella, yo también alcancé el clímax, disfrutando de esa increíble sensación de llenarle con mi semen. No podría explicar con palabras lo que sentí cuando me dejé caer, exhausto, sobre su cuerpo desnudo. Ella acariciaba mi cabeza con su mano libre, mientras yo trataba de recuperar mi respiración.
- ¿Qué ha sido todo esto? -Rió Leah, ligeramente avergonzada. La miré, estaba completamente roja.
- Creo que… -no podía pronunciar demasiadas palabras seguidas-… estamos enfermos.
- Ya veo… Oye, ¿podrías quitarme las esposas? Es incómodo.
- No, esta noche dormirás así para que pueda hacerte lo que quiera.- Reí.
- ¿Cómo quieres que duerma estando así? -Empezaba a alterarse de nuevo.
- ¿Quieres que te amordace la boca? .- dije, otra nueva idea se me había ocurrido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro