POV Leah

Mis ojos están cerrados, pero soy consiente
Siento el aroma de Ji Yong y no quiero abrir los ojos, quiero disfrutar de los recuerdos que su olor me trae a la mente, quiero seguir soñando
- Ji Yong tengo miedo... Ji Yong ¿Dónde estás?.- divago en mis pensamientos, en aquellos bellos recuerdos que se han convertido en mi tortura.
-¡Estoy aquí!... ¡Leah!... - puedo escucharlo...Oh dios, mis sentidos me están jugando una mala pasada o es la necesidad por sentirlo que me está torturando... No quiero abrir los ojos, no quiero despertar, el dolor en el corazón es insoportable...
- Leah por dios... ¡Despierta!.- siento el calor de su mano sobre la mía, me presiona temblorosamente, me obliga a abrir los ojos...
Miro al techo y parpadeo varias veces para terminar de despabilarme. ¿Dónde estoy?...
Giro a mi derecha y me encuentro con los ojos húmedos de Ji Yong mirándome con desesperación, ha cambiado el color de su cabello pero continúa con esa maldita belleza que ha sido mi envidia y mi perdición. ¡Sexy!
¿Qué paso? ...
- Gracias a Dios, ya despertaste.- me decía mientras lanzaba un gran suspiro de tranquilidad... ¡espera! Ya recuerdo... ¿Qué hace Ji Yong aquí?¿No estaba en Japón?... o ¿Estoy soñando?...
Cerre mis ojos y los volví a abrir... ¡Oh! No estoy soñando Ji Yong está aquí... conmigo...
- ¿Por qué estás aquí?...- había reaccionado por completo y tras ello el dolor y la rabia que sentía hacia él se instaló en mi interior otra vez.
- ¡¿Qué, Porque estoy aquí?! ¿Te parece poco que estés en un hospital?...
- Pensé que no te importaba lo que me podía pasar...- ahí estaba otra vez la rabia hablando por mí...
Ji Yong me miro frunciendo el ceño apretando la mandíbula para detener sus palabras.
- Ahora no quiero hablar, no es el momento ni el lugar...
- Yo tampoco. Ya no quiero rogarte, estoy cansada de eso.
Hubo un breve silencio que me pareció eterno, los ojos me Ji Yong me miraban con un inexplicable sentimiento... seguía molesto, eso era seguro, preocupado... más que nunca, cansado... era evidente, podría pasarme todo el día analizando los sentimientos de Ji Yong pero tenía que saber ¿Qué demonios hago yo aquí?
- ¿Qué es lo que tengo?.- pregunte rompiendo con el incómodo silencio e intentando incorporarme sobre la cama.
- ¡Ey! No te muevas...- me dijo con voz de orden.- Te desmayaste pero no sabemos a qué se debe, aún estamos esperando que el medico nos comunique tu estado...-
Ohhh...
- Entonces ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
- Menos de una hora.- me decía mientras se levantaba del asiento en el que se había acomodado al lado de mi cama.- Voy a avisarles a los demás que ya despertaste, ellos están esperando afuera.-
Cuando Ji Yong salió de la habitación se llevó consigo mi preocupación, desesperación, tensión, angustia, sobre todo el dolor y demás sentimientos que me acompañaron estas últimas semanas, como si ser consciente de su cercanía me brindara la paz y tranquilidad que había perdido, como si su voz fuera un bálsamo de alivio para mi angustiado corazón, como si su presencia fuera el permiso que necesito para seguir viviendo, todo eso no hace más que confirmar cuan necesario es él en mi vida y que lo amo desesperadamente... lástima que él no quiera darse cuenta de eso.
Aun continúo enfadada con él pero me hace realmente feliz saber que está aquí, doy un gran suspiro de alivio y luego de sanar mi interior analizo mi exterior ... ¡Rayos! He despertado pero tengo que hacerle frente a los achaques que tengo gracias a la supervivencia física a la que mi cuerpo fue sometido por mis sentimientos, puedo darme cuenta de lo adolorido que esta mi cuerpo, el brazo me duele horrores y siento como si me hubiera atropellado un auto.
Ji Yong es la mejor medicina para la depresión pero en estos momentos necesito de un ibuprofeno.
Estoy cansada y tengo mucho sueño no habrá problema si cierro mis ojos un momento...
......
- Haber... ¿Cómo está la bella durmiente?.- escuche una voz extraña al mismo tiempo que la puerta de la habitación se abría, reaccione de inmediato y me frote lo ojos para observar con detenimiento de quien se trata pero como siempre mi cuerpo no obedece mis órdenes mentales, mis ojos se dirigieron a mi lado de la cama y me di cuenta que Ji Yong estaba de pie haciendo una pequeña reverencia, tiene la cara demacrada y se frota los ojos como si recién se hubiera despertado, era evidente que se quedó dormido en ese incomodo mueble de la habitación y que también fue despertado por aquel extraño a quien después de una rápida escaneada visual intuyo que se trata de mi doctor...
- Buenas tardes Srta. Leah.- me saluda el médico, un hombre mayor con una impecable bata blanca y tan brillante que podía dejar ciego a cualquiera, a su lado una enfermera inclina la cabeza a modo de saludo y lleva en sus manos una bandeja con comida... – Soy el doctor Kim
- Buenas tardes doctor.- salude-
- Srta. Leah después de comer podrá irse a su casa... Le estoy dando de alta.- me decía mientras me incorporaba en la cama, Ji Yong me ayudo acomodando almohadas en la espalda y la enfermera me acerco la bandeja.
- Pero doctor ¿Qué fue lo que me paso?.- increíblemente a estas alturas aun no sabía cuál era mi estado.
- Bueno como le dije al señor Kwon, aquel desmayo se debe a una baja en sus defensas, probablemente por una mala alimentación eso sumado a una cantidad extrema de tensión, pocas horas de sueño y mucho estrés su cuerpo reacciono de mala manera, ya que no le prestaba la atención debida. Todo eso pudo ser muy peligroso, tiene que ser más responsable con su organismo señorita...- la seriedad con la que me hablaba el médico me asustaba de tal manera que creía que estaba en mis últimos días de vida pero aquello no me asustaba tanto como la mirada acusadora de Ji Yong, estaba furioso pero se contenía.
- Lo siento mucho doctor.- sentí la necesidad de disculparme...
- No se disculpe conmigo, si tiene problemas personales...- decía el medico mientras miraba a Ji Yong, hasta el doctor podría darse cuenta que lo mío se debía más a un problema amoroso. La cara de Ji Yong estaba ligeramente sonrojada, y me reí en mi interior casi es un milagro ver avergonzado al gran G-dragón, Ohhh! Esto se siente tan bien.
- .... Sea consiente y no deje que su cuerpo sufra las consecuencias.- el doctor volvió a mirarme reclamando mi irresponsabilidad.
Asentí con la cabeza cual niña arrepentida e intente comer...
- Doctor ¿Y no le va a recetar nada? Digo que es lo que Leah necesita para recuperarse.- preguntaba Ji Yong...
- Bueno por lo pronto lo que la señorita necesita es descansar y alimentarse correctamente mientras esperamos los resultados del análisis de sangre, quizá tenga anemia y en este caso si necesitaría de tomar lagunas medicinas.- contesto
- Esta bien.-
- Cuando termine de comer podrá irse.- me dijo el doctor, ojala pudiera hacerlo, el filete de pescado me provocaba arcadas incontrolables, es extraño ya que siempre he disfrutado de aquel alimento sin embargo ahora me revuelve todo el estómago.
- Leah ¿Estas bien?.- me preguntaba Ji Yong, estaba acariciando mi espalda, se veía alarmado al parecer cualquier situación extraña podía desencadenar su preocupación.
- Sí, creo... pero no tengo hambre...
- Ohhh... pues a mí me parece otra cosa, pero esperemos los resultados.- agrego el doctor.- Bueno nos vemos en la siguiente cita Srta. Leah, cuídese mucho. Señor Kwon.-
- Gracias por todo.- Ji Yong extendió su mano y se despidió del doctor.
- Hasta luego doctor.- me despedí con una reverencia, ¡vaya! Me he acostumbrado a eso.
La enfermera retiro la bandeja de comida y siguió al médico hacia la salida. Otra vez me había quedad sola con Ji Yong, pero estaba tan cansada que ni ganas tenia de hablar...
- Ji Yong quiero ir a casa.- murmure-
- Si vámonos, hoy ha sido un día difícil.
Estaba oscureciendo y de camino a casa no hubo intercambio de palabras entre Ji Yong y yo, tuve el tiempo suficiente para procesar lo que nos estaba pasando... ¿Cómo es que nos hemos distanciado tanto?... me duele el corazón cuando veo su rostro y noto que sigue molesto, la desconfianza sigue instalada en su corazón y tengo miedo de no ser capaz de hacerle cambiar de opinión, si no logro hacer que crea en mi sentimientos y confié en mi jamás vamos a poder conseguir estar juntos, la desconfianza se encargara de alejarnos por completo.
Cuando llegamos a la casa, mi cama y mi almohada era lo que necesitaba a pesar de haber dormido casi todo el día aún tengo mucho sueño, además del gran temor que tengo a los reclamos de Ji Yong, Tal vez huyendo de eso me fui directa hacia la habitación, sentí que me seguía pero sin decir nada... cuando termine de cambiar mis ropas me di cuenta que Ji Yong estaba haciendo lo mismo...
- ¿Te vas a quedar?.- pregunte irónicamente, había imaginado que dormiría en la otra habitación o en el peor de los casos se iría de la casa.
- ¿Por qué preguntas?... Siento como si me quisieras alejar...-
- ¡¿YO?!... eres tu quien no quiere estar conmigo.
- Jamás he querido estar sin ti, simplemente no podía estar contigo... querer y poder son dos cosas muy diferentes...
Me quede en silencio tratando de procesar lo que acababa de decir, darle sentido a los sentimientos de Ji Yong siempre ha sido muy complicado algo con lo que he tenido que lidiar desde que lo conozco y aun no logro comprender sin que él lo explique adecuadamente.
- Vamos a dormir... mañana hablaremos.- tomo de mi mano mientras me arrastraba a la cama. Creo que comunicarse a través del sexo se ha convertido en su forma preferida de expresión, pero esta vez no voy a permitir que me toque estoy tan molesta que ni su excitante presencia me hará cambiar de opinión.
Solté su mano muy furiosa...