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Viernes, 18 de junio de 2021, 20:38

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Decir que Taehyung no estaba deseando saltar desde ese segundo piso sería una mentira, porque realmente sospesaba la idea.

Sin embargo, llegó a la conclusión de que no iba a funcionar porque:

1- Le tenía miedo a las alturas.
2- Lo más seguro es que eso no provocaría su muerte, solamente un par de huesos rotos y mucho, mucho dolor.

Con ello en mente, entró al bar que tanto estaba viendo debido a la terraza que había llamado su atención.

Era un bar pequeño y simple a comparación de los bares de su padre, e incluso así le gustaba mucho. Era su primera vez visitando el lugar y el aroma a comida era exquisito. No había mucha gente y eso mantenía un ambiente sereno que se le antojaba perfecto.

Luego de tan ajetreado día, lo último que quería era ir a un bar con mucho ruido, por ello no había querido ir a uno de su progenitor. No había día en que no llegara gente a su negocio, así que no gracias, paso.

Su padre tenía un 98% de responsabilidad en su estado de ánimo, ya que por él debía asistir a citas mínimo una vez cada semana.

Él no tenía tiempo para esas cosas, ¡él necesitaba estudiar y trabajar, no enamorarse ni mucho menos casarse!

Desde que se graduó, Taehyung ha estado esforzándose al máximo con el fin de ser el heredero perfecto para su padre. Esperaba que, cuando llegase el momento, su papá estuviera totalmente en paz dejándole a él la empresa.

Se la pasaba horas estudiando, se encargaba del área de marketing por lo que necesitaba estar actualizado, tener un amplio conocimiento del tema y estar atento a los demás campos también.

Estaba cargado de responsabilidades, y su padre le puso una piedra más en la espalda, ¡una enorme!

Al ver que su hijo se esforzaba mucho por aprender, el señor Kim le dio la tarea de encontrar una esposa, casarse y criar a la próxima generación que llevaría a la empresa. Él mismo organizaba las citas, escogiendo a las mujeres más adecuadas para su hijo y que, además, vinieran de una buena familia.

Taehyung amaba a su padre, pero odiaba la idea. Incluso así, no pudo decirle que no. No si no tenía una buena excusa.

¡Tengo veinticinco años! ¡No quiero casarme!

Su papá se casó a los veintiséis, no le escucharía.

¡Soy gay!

Tal vez con eso reaccione un poco, pero la idea de salir del closet era aterradora, tanto como cuando tenía quince (luego de casi ser atrapado besando a su compañero de clase), diecisiete (cuando su papá casi le encuentra en su casa siendo tocado por un compañero) y veinte (después de ser visto por su tía en una cita con un chico de su universidad, y cuando la vio le aclaró que sólo era una salida de amigos).

Él se negaba a ser la decepción de su padre debido a su orientación sexual, ¿pero qué podía hacer? No quería probar suerte.

Se sentó en la última mesa del local, esperando que alguna persona fuera a donde él.

Aún tenía mucho que aprender y mucho camino por recorrer antes de tomar el valor para salir y juntarse con alguien.

-Bienvenido a Zero O'clock, ¿qué desea ordenar?

O tal vez ese momento llegaría antes.

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;;❃;;

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tardé muchísimo en terminar esta
historia corta. no es lo mejor que he
hecho, pero estoy contenta.

luego de terminar de publicarla,
espero tener el suficiente ánimo para
seguir con las demás obras pendientes.

espero les guste.

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♡